El 29 de Septiembre 2019 | 17:07
Publicado en 1994 por la hoy extinta Midway, 'Revolution X' llegaba a los salones recreativos de todo el mundo de la mano del veterano grupo Aerosmith. Pero lejos de tratarse de un juego musical a lo 'Guitar Hero', la propuesta era descargar adrenalina a tiros contra hordas de enemigos en un frenético "shooter on rails", es decir, un juego de disparos donde seguimos una ruta prefijada. Poco después comenzaríamos a recibir conversiones domésticas para: Super Nintendo, Mega Drive, Saturn, PlayStation, y PC DOS, que correrían a cargo de la hoy también extinta Acclaim.
La música es el arma
Es el año 1996, una poderosa organización conocida como NON (New Order Nation) se ha aliado con el gobierno corrupto y las fuerzas militares para tomar el control. Al frente de esta organización se encuentra la malvada Helga, una dictadora sin escrúpulos dispuesta a imponer la disciplina con mano dura. Ahora todo lo que es divertido ha sido prohibido: El cine, la televisión, los videojuegos, e incluso la música. Mientras los jóvenes rebeldes son encerrados en campos de concentración para que realicen trabajos forzados mientras les lavan el cerebro con nuevas y poderosas drogas. Bajo este marco de desolación, el grupo Aerosmith decide organizar un concierto clandestino para llevar algo de música a los que luchan contra la opresión. Pero las fuerzas militares de NON no tardan en hacer acto de presencia y secuestran al grupo entero. Ahora depende de ti liberarles y acabar de una vez por todas con la tiranía de Helga, no dejes que esos aguafiestas se salgan con la suya.
No se suele ver con demasiada frecuencia la asociación entre un videojuego y una famosa banda de música, a no ser claro está que se trate de un juego musical. Aquí ya os hemos traído algún ejemplo, como el estrambótico pinball protagonizado por Mötley Crüe para Mega Drive llamado 'Crüe Ball'. Pero el caso de 'Revolution X' va un paso más allá en cuanto a extravagancia, convirtiéndose en una mezcla muy loca de caspa noventera que es cuanto menos difícil de calificar.
Para algunos será una auténtica genialidad, una obra de arte abstracto capaz de romperte los esquemas. Mientras que para otros será, simple y llanamente, horrible. Todo depende del cristal con el que se mire, y os tocará a vosotros decidir si os gusta o no. Pero objetivamente no cabe duda de que estamos ante un título que rebosa acción, donde podremos disfrutar de unas cuantas horas de diversión junto a los amigos, ya sea descargando tensiones a base de acribillar todo cuanto se mueva (o no se mueva) en pantalla, echándonos unas risas ante la locura que desfila ante nuestros ojos, o ambas cosas a la vez.
El arcade original permitía que hasta 3 jugadores se unieran a la revolución tratando de rescatar a Aerosmith de las garras de la perversa Helga. Para ello deberemos sobrevivir a cada uno de los niveles que componen el juego, mientras el desplazamiento se realiza de manera automática y nosotros tan solo nos preocupamos de apuntar y disparar.
Las hordas de enemigos brotarán literalmente hasta de debajo de las piedras, y no dudarán en usar contra nosotros la artillería más letal. Básicamente lo que haremos será "limpiar" continuamente la pantalla de enemigos, ya sea con el disparo básico infinito, o con alguno de los ataques especiales, como por ejemplo el lanzador de compact disc. Estos discos si estarán limitados, y para conseguir más será necesario encontrarlos por los escenarios a base de destruir el mobiliario.
En ocasiones podremos escoger rutas alternativas, accediendo así a zonas ocultas con secretos para aumentar nuestra puntuación. Esto nos puede llevar además a situaciones hilarantes, como encontrarnos a los miembros del grupo en el excusado, o "firmándole autógrafos" a alguna fan. El sentido del humor será la constante habitual durante todo el juego, unas veces a base de bromas y pequeños guiños, y otras por su caótico desarrollo y aspecto. Tampoco falta algo de reivindicación social, pero aderezada con un fino humor roquero para que sea más divertido.
Roqueros digitalizados
Gráficamente todo el juego está hecho en 2D, ya que pertenece justo a la época en la que estos gráficos alcanzaron su apogeo justo antes de que los polígonos se impusieran masivamente. Esto nos depara toda clase de zooms, rotaciones, y escalado de sprites. Por desgracia (o por suerte, según se mire), los sprites nos son dibujados, sino que son digitalizaciones de actores reales. Y decimos "por desgracia", porque este tipo de gráficos pasó rápidamente de moda en su época, y hoy su aspecto resulta cuanto menos hilarante.
Hasta los miembros de Aerosmith son básicamente fotos animadas reales de ellos mismos, algo ante lo que ya en su época era verdaderamente difícil contener la carcajada. Está claro que esto se hizo intencionalmente, pero el paso del tiempo lo ha hecho todavía más chocante, y por lo tanto gracioso. Lo irónico es que todo este disparatado entorno va aderezado con una violencia bastante alta para la época, con explosiones de sangre herencia directa de otro título de Midway cuyo nombre tal vez os suene, un tal 'Mortal Kombat'.
De hecho buena parte del equipo de la serie 'Mortal Kombat' trabajó en este título, y en consecuencia veremos más de un guiño a la sangrienta saga de lucha, como por ejemplo los arcades de 'Mortal Kombat 2' que aparecen tirados en el campo de prisioneros. Es más, tanto la despiadada Helga, como las chicas ligeras de ropa que rescatamos durante la partida, fueron encarnadas por Kerri Hoskins, la misma actriz que hizo de Sonya Blade en 'Mortal Kombat 3' además de aparecer después en algunas entregas posteriores de la saga.
No cabe duda de que el arcade de este juego es algo único, una cascada de risas y diversión directa, que es justo lo que se ve que pretendían tanto sus creadores como los miembros de Aerosmith al ceder su imagen. Por desgracia las conversiones domésticas no estuvieron a la altura, y de hecho fueron pasto de las críticas en su momento. Y es que hay una línea muy fina entre lo que es malo aposta, y lo que simplemente es malo.
Las versiones para Mega Drive y Super Nintendo fueron sin duda las más criticadas, y no es para menos, ya que parece que los dos equipos de desarrollo de cada una se pusiesen de acuerdo para hacer justo lo contrario que el otro. Así por ejemplo en Mega Drive nos encontramos con una jugabilidad fluida y una mayor fidelidad al arcade en cuanto a contenido, mientras que en Super Nintendo encontramos gráficos y sonido muy superiores y cercanos a los de la recreativa.
Es de elogiar el esfuerzo realizado para adaptar el sonido a Super Nintendo, ya que se mantiene el sonido real de la recreativa, convirtiéndose sin exagerar en uno de los títulos más sorprendentes de la consola en cuanto a apartado sonoro se refiere. Gráficamente hubo que hacer grandes recortes, como es lógico. Pero aun así se mantuvieron buena parte de los efectos de rotaciones y zooms, permitiendo emular aceptablemente las sensaciones de tridimensionalidad del arcade.
Con pocas ganas
No encontraremos nada de esto en Mega Drive, ya que la banda sonora no es que no se parezca a la de la recreativa, sino que directamente está por debajo de los estándares de calidad medios de la consola. Lo único de elogiar en este aspecto es la inclusión de un buen número de voces digitalizadas, aunque no compensa el desastre. Gráficamente tampoco se rompieron mucho la cabeza, y los escenarios se muestran planos y sin vida mientras que los personajes aparecen bastante poco definidos.
Por el contrario, las ralentizaciones y recortes de la versión de Super Nintendo ayudan a recortar distancias, ya que en Mega Drive se juega bastante mejor gracias a un control más preciso de la mirilla. Incomprensiblemente ninguna de las versiones domésticas es compatible con pistolas de luz, pero en Super Nintendo podremos jugar empleando el mouse de la consola, lo que ayuda enormemente a solucionar los problemas de control.
En cuanto a Saturn y PlayStation, cabría esperar una conversión directa del arcade tal cual, pero no fue así. Ambas versiones son prácticamente idénticas entre sí, y a su vez similares a la de PC. Tan solo encontraremos pequeñas diferencias gráficas entre una y otra, que parecen más bien fruto de falta de ganas al hacer la conversión, que de limitaciones propias del hardware.
Sorprendentemente la versión para Saturn es compatible con el mouse de la consola, accesorio que solamente salió a la venta en Japón a pesar de haber llegado a estar anunciado su lanzamiento en occidente. Y por si esto no fuese ya suficientemente extraño, la versión para PlayStation no es compatible con el mouse de la misma, a pesar de que dicho accesorio se comercializó en todo el mundo. Claros ejemplos de la falta de entusiasmo a la hora de realizar las conversiones, que para colmo también sufrieron el frío abrazo de la censura en mayor o menor medida.
A pesar de todo, estas versiones para Saturn, PlayStation, y PC, son lo más cercano al arcade que encontraremos en sistemas domésticos, y logran mantener buena parte del espíritu del original intacto. De hecho, incluso las versiones para Mega Drive y Super Nintendo siguen siendo muy capaces de divertir a pesar de sus notables carencias. Buscad algún amigo para echar unas partidas y podréis comprobar como aún son capaces de entretener a pesar de todo.
Por desgracia la comprensible mala recepción de las conversiones domesticas acabó estigmatizando a este título incluso en su versión arcade, la cual jamás ha sido reeditada (probablemente también por temas de licencias). Esto hace que la única forma de jugarlo hoy en día sea tirar de emulación, o tener la recreativa original en casa, algo ligeramente difícil de lograr.
Cartuchos desangelados
La versión para Saturn es bastante fácil de encontrar, por precios inferiores a los 30 euros. Algo que extrañamente no ocurre con la de PlayStation, pues la versión PAL parece haber desaparecido de la faz de la tierra convirtiéndose en toda una rareza (probablemente por una escasa distribución en su momento). En este caso os recomendamos buscar las versiones japonesa o americana, que se mueven entorno a unos precios similares a los de la versión para Saturn.
Si os gustan las cosas locas y estrambóticas, entonces ya tardáis en probar este monumento al caos que sin duda os hará pasarlo en grande, especialmente si os juntáis con varios amigos. Pero si sois de gustos más refinados y no os llama su propuesta, entonces mejor pasad a otra cosa. Puestos a elegir, sin duda la mejor versión es la de recreativa, pero también podéis pasarlo en grande con las ediciones para Saturn, PlayStation, y PC. Las de Super Nintendo y Mega Drive quedan más bien relegadas para fans incondicionales de estos sistemas, pues aunque dejan bastante que desear, todavía son muy capaces de divertir.
NOTA: La puntuación reflejada es una media entre a las conversiones domésticas, la puntuación del arcade original sería dos décimas mejor que la media. Es decir, un 7/10.
Lo mejor:
Si buscáis locura y desenfreno, jugadlo ya. Ideal para fans de Aerosmith. El modo cooperativo.
Lo peor:
Las pocas ganas demostradas a la hora de convertirlo a sistemas domésticos. La ausencia de compatibilidad con pistolas de luz. No es compatible con mouse ni en Mega Drive, ni en PlayStation.