ZONA ROJA

RETRO 'Red Zone' para Mega Drive, un juego que os hará replantearos lo que creíais saber sobre esta consola

Pilota, dispara, destruye, y salva el mundo al ritmo de la música del genial Jesper Kyd.

Por Alberto Carmona 11 de Octubre 2015 | 14:35

Si ya de por sí el nombre de este juego puede resultaros poco familiar, menos aun lo sería el nombre de 'Hardwired'. Y es que con este título los chicos de la hoy desaparecida Zyrinx lograron severas proezas técnicas corriendo sobre una Mega Drive, y con él que fueron buscando alguien que apostase por comercializarlo. Time Warner supo ver el potencial de aquello, y así 'Hardwired' llegó a las tiendas bajo el nombre de 'Red Zone', uno de los títulos más espectaculares a nivel visual de todo el catálogo de la consola de 16 bits de Sega.

¡Alerta nuclear!

El mundo entero está en peligro, el desquiciado dictador llamado Ivan Retovitz y su partido Zyristan han logrado hacerse con el control de un importante arsenal de viejas armas soviéticas, entre ellas numerosas cabezas nucleares. Acto seguido ha demandado al mundo entero el reconocimiento de su propio país, del que el mismo se autoproclama emperador. Si sus exigencias no son satisfechas, convertirá el mundo entero en un cementerio radioactivo. Cualquier ataque militar a su territorio desencadenaría un holocausto nuclear a escala mundial, por lo que los gobiernos de todo el mundo están atados de pies y manos. Por fortuna un grupo de tres veteranos soldados ha decidido entrar en acción en secreto, su reducido número les ayudará a pasar desapercibidos y a infiltrarse en las bases de Retovitz, pero también les coloca en clara desventaja contra los ejércitos del dictador. Lejos de amedrentarse, los tres se suben a su helicóptero Apache especialmente modificado y se adentran en territorio enemigo sabiendo que el destino del mundo entero está ahora en sus manos. Ellos están dispuestos incluso a dar sus vidas por detener a Retovitz, ¡así que no les falles!

No es muy habitual que un juego comience mostrándonos una lista de las proezas técnicas de las que estamos apunto de ser testigos, pero ese es el caso de 'Red Zone'. A priori podría parecer una fanfarronada en toda regla, pero tras esa pantalla nuestros ojos comenzaran a no dar crédito a lo que ven, y comprenderemos que aquello no era ningún farol. Rotaciones, gráficos 3D vectoriales y poligonales, zoom en tiempo real, video real, e incluso texturas. Prodigios técnicos que hoy en día no parecen nada, pero que entonces eran como para caerse de espaldas. Y todo sin la ayuda de hardware adicional, como el propio juego nos indica.

¿Pero qué brujería es esta? ¿Cómo va a mover todo eso una Mega Drive sin algún caro aparato conectado a ella? La respuesta a eso es "talento", el que tenían los chicos de Zyrinx y que habían desarrollado trabajando durante años con el ordenador Amiga, primo hermano en lo que a hardware se refiere de la consola de 16 bits de Sega. Estas habilidades ya habían quedado patentes en 'Sub-Terrania', su título anterior para Mega Drive, pero con 'Red Zone' fueron hasta el límite.

El primero de estos alardes técnicos lo veremos tras la mencionada lista de proezas, y es una espectacular intro en video que muestra al dictador Ivan Retovitz y su arsenal de guerra. Aquí no hay trucos como en otros juegos, no son animaciones pasadas por video, es video real, y esto es solo el principio. Por delante tenemos un divertido juego de acción que nos dejará boquiabiertos en más de una ocasión.

'Red Zone' se divide principalmente en dos tipos de juego, lo que lo acerca bastante a la estructura que suelen tener los títulos de hoy en día convirtiéndolo en un adelantado a su época. Por un lado tenemos las fases de helicóptero, y por otro los niveles a pie. Ambas formas de jugar son radicalmente diferentes entre sí, pero en las dos habrá que cumplir con la misión en curso, que se nos detallará al principio de cada nivel y que podremos consultar de nuevo cuando queramos desde el menú que aparece pulsando el botón start.

En las misiones de helicóptero manejaremos el Apache de nuestro equipo de soldados mediante una perspectiva cenital, es aquí donde seremos testigos de unas rotaciones asombrosas en el escenario cada vez que giremos nuestro helicóptero. Dicho escenario da una tremenda sensación de tridimensionalidad gracias al uso de polígonos y vectores para recrear tanto el suelo, como los árboles, edificios, y demás construcciones que nos encontremos. El resto de elementos están recreados mediante clásicos sprites detallados y bien animados.

Misión posible

Las misiones que tendremos que afrontar son las típicas en este tipo de juegos, como destruir un objetivo concreto, hacer de escolta, o dirigirnos a un punto determinado del mapa. Disponemos de un amplio abanico de armas que disparar desde nuestro Apache, pero todas con fuego limitado, lo que nos obligará a buscar munición para alimentarlas. Lo mismo ocurre con el combustible, que más nos vale tener siempre a un nivel aceptable. Encontraremos puntos de aterrizaje marcados por un círculo de tierra donde poder reponer suministros entre otras cosas, estos aparecerán marcados en el mapa por si nos perdemos.

En general estas misiones de helicóptero nos recordarán bastante a otros títulos de la época como 'Desert Strike', y requerirán que nos sepamos guiar bien con nuestro mapa y nuestro radar, pues de lo contrario nos perderemos dando vueltas y agotaremos el combustible. Algunas misiones tienen límite de tiempo, así que más nos vale aprender rápido cómo funciona todo o no duraremos mucho.

En ocasiones tendremos que tomar tierra, bajarnos del helicóptero, e infiltrarnos en una base enemiga. Es aquí donde entran las fases a pie. Cuando pasemos a este modo se nos dará opción de elegir entre uno de los tres soldados que componen nuestro equipo de élite. Cada uno posee sus propias características y habilidades en base a su velocidad, resistencia, y armamento. Podemos elegirlo libremente, pero hay que tener en cuenta que en este juego la muerte es permanente, por lo que si uno de ellos muere, ya no podremos contar más con él en todo el juego.

Será cuando comiencen estos niveles a pie cuando más asombrados nos dejará el juego, se mantendrá la perspectiva cenital, pero mostrando unos escenarios tridimensionales impresionantes donde mesas, sillas, e incluso las macetas, parecerán salirse de la pantalla. Todo entre otros pequeños detalles curiosos como por ejemplo que cuando quemamos a un soldado enemigo con el lanzallamas, este pierda parte de su ropa entre el fuego.

El control en esta parte es algo menos fluido que en las de helicóptero, pero una vez nos acostumbremos no habrá ningún problema. Exploraremos estos laberínticos niveles resolviendo algún que otro puzzle, recogiendo ítems, y eliminando soldados. Básicamente como haríamos en cualquier juego de acción convencional, sin embargo aquí también habrá que cumplir objetivos, como por ejemplo introducir un virus en el sistema informático enemigo.

Es en uno de estos niveles donde si investigamos un poco podremos encontrar un simpático minijuego que homenajea al clásico 'Asteroids', invitándonos a manejar una nave que dispara a decenas de asteroides que la acosan. Este minijuego se puede acceder también mediante password, y dichos passwords serán bastante importantes en el juego principal, pues son lo que usaremos para continuar tras morir. Si nuestro helicóptero cae, o si nuestros tres soldados acaban criando malvas, la partida se terminará. La única forma de volver a donde estábamos será introducir el password de dicho nivel, que se nos muestra siempre al comienzo de este.

ABCACACBCAC

Es de agradecer que dichos passwords estén formados por cadenas de tres letras, que son las mismas que componen el mando de la consola, de este modo será más fácil recordarlos e introducirlos. La duración del juego se basa en su dificultad, pues no es especialmente largo, pero no va a ser sencillo terminarlo. Tampoco es un juego desesperantemente difícil, pero no va a ser ni mucho menos un camino de rosas.

Con un nivel técnico asombroso, y una jugabilidad más que buena, solo queda por saber cómo suena este título. La respuesta a eso es que suena de forma magistral, y es que no podía ser menos tratándose de uno de los primeros juegos en los que trabajó el popular compositor Jesper Kyd. Este talentoso músico sigue trabajando en la actualidad, y ha participado en las bandas sonoras de títulos como; 'Hitman', 'Assassin's Creed', o 'Borderlands', entre otros muchos.

Su particular estilo se refleja en cada composición de este juego, exprimiéndole todo el jugo el chip de sonido de Mega Drive. Estos temas nos acompañarán de principio a fin, siguiendo perfectamente el ritmo del juego en cada momento y grabándose para siempre en nuestra memoria. Todo esto termina de redondear un trabajo técnico asombroso que convierte a este título en un autentico imprescindible para cualquier usuario de Mega Drive.

Y de esta consola tendrá que ser usuario todo aquel que quiera jugarlo, a no ser que recurra a la emulación, claro. Y es que a día de hoy 'Red Zone' sigue siendo exclusivo de Mega Drive, pues jamás ha habido reedición alguna de ningún tipo. Ni siquiera podemos encontrarlo en la Consola Virtual, lo que es sin duda una lástima. Afortunadamente el hecho de que no sea un juego muy conocido permite mantener el cartucho original a precios bastante bajos, lo que lo convierte en una opción ideal para añadirlo a la colección y dejar alucinados a vuestros amigos al grito de "¡Eh, mirad lo que hacía Mega Drive!"

Si hubiese que lamentar algo, la única pega que podemos ponerle es que perdiese el modo cooperativo en las fases a pie que si tenía 'Hardwired', y que hacía estos niveles aun más sorprendentes. Habría estado bien poder contar con la ayuda de otro jugador aunque solo fuese en estas fases, pero por desgracia es algo que no se mantuvo en la versión final. Eso y quizá algo más de fluidez en el control de estos mismos niveles, aunque tampoco es algo especialmente molesto.

Acción sin freno con una mecánica de juego que casi parece de un título de hoy en día, sumado a un aspecto gráfico y técnico que por momentos puede hacernos pensar que estamos jugando a uno de los primeros juegos de Saturn o PSX. Y por si esto no fuese suficiente, podremos gozar de la marchosa banda sonora de Jesper Kyd de principio a fin. Se ve lujo, se juega de maravilla, y se oye magníficamente. ¿Qué más se puede pedir?