En 1994 nos llegaba por fin la esperada secuela de la serie 'R-Type', pero en esta ocasión no serían los salones recreativos los que recibirían tan esperado título, sino las Super Nintendo de todo el mundo. Exclusiva que se mantendría durante años hasta que Game Boy Advance recibiese su propia conversión. A día de hoy es de los cartuchos más buscados de esta legendaria consola, y si quieres saber por qué, estas en el lugar adecuado.
No hay dos sin tres
Una oscura sombra se cierne sobre la Tierra, durante años se ha ido agrupando en secreto un nuevo ejército de mutantes del Imperio Bydo. Hordas de monstruos sedientos de venganza tras las última y humillante derrota que casi los extingue por completo. Entonces los científicos de la Tierra cometieron el error de creer definitivamente extinta esta devastadora fuerza invasora, pero con lo que ellos no contaban era con la presencia de una nave nodriza que cargaba con los últimos restos de esta plaga espacial. En dicha nave se encontraba un ser que debe ser destruido a toda cosa, o de lo contrario el Bydo regresará una y otra vez por más que sea erradicado. Por suerte cuando el Bydo por fin enseña sus garras, la Tierra se encuentra preparada para combatir la amenaza gracias a la nueva nave R-90 Ragnarok. Un poderoso caza espacial armado con la última tecnología que no solo puede hacer frente a esta nueva invasión, sino también eliminar a la siniestra reina que comanda estas nuevas fuerzas hostiles.
Una nueva ración de alienígenas mutantes dispuestos a destrozar nuestra nave, nuestra vieja Super Nintendo, y muchas horas de ensayo y error nos esperan por delante en esta tercera entrega de la serie 'R-Type'. Con algunas novedades interesantes y un nivel de calidad altísimo que haría que fuesen los arcades quienes envidiasen lo que teníamos en casa.
Y es que 'R-Type 3' hace buen uso de la potencia gráfica de esta consola para dejar atrás lo visto en sus precursores, no reparando en efectos como los zooms, las transparencias, y las rotaciones para deleitar nuestra vista. En este caso se nota bastante que estamos ante un título diseñado específicamente para esta consola, en lugar de un batiburrillo de cosas de los dos primeros arcades como vimos en 'Super R-Type'.
El diseño de monstruos y escenarios mantiene todo el estilo habitual de la serie, pero luciendo mejor que nunca gracias a las capacidades de Super Nintendo. Algo que también afecta al sonido, con una banda sonora formidable que además remezcla algunos temas clásicos de la serie dándoles un toque fresco, mientras que al mismo tiempo consiguen tocarles la fibra a los fans.
Sin embargo 'R-Type 3' no solo se ve y se oye de lujo, pues también incluye novedades que vienen dispuestas a llevar la jugabilidad de la serie hasta límites nunca antes alcanzados. Así por ejemplo ahora disponemos de dos nuevos tipos de "force"; la unidad de apoyo tan característica de esta saga que sirve tanto para atacar como para defender en el "cuerpo a cuerpo", además de aumentar considerablemente nuestra capacidad de disparo.
Que la "force" te acompañe
Dichas unidades protegen parte de nuestra nave cuando están acopladas, e incluso nos permiten embestir enemigos sin sufrir daños. También podemos lanzarlas para que nos apoyen desde la distancia, o simplemente beneficiarnos de su descomunal potencia de fuego extra. Si utilizamos el force básico de la saga podremos jugar de forma tradicional con los mismos power ups de siempre, pero si optamos por uno de los nuevos forces descubriremos jugosas novedades jugables.
Así la nueva Shadow Force nos dará acceso a un nuevo arsenal de armas cuando recolectemos power ups de color rojo, azul o amarillo. Algunos de ellos llamados a cubrir los puntos más débiles de nuestra nave. Además podemos subirla de nivel y ampliar todavía más su poder destructivo con dos pequeños satélites. Este tipo de satélites ya vienen incluidos de serie con la Cyclone Force, el otro tipo de force que podemos seleccionar y que nos permite alejarla de nuestra nave o acercarla cuando queramos, pudiendo usarla contra los enemigos a placer sin tener que esperar a acoplarla y volverla a desacoplar.
Pero los nuevos forces no serán los únicos juguetitos nuevos con los que contaremos, ya que ahora dispondremos también de un Hyper Cannon. Esta devastadora arma sustituye al clásico disparo cargado con tan solo presionar un botón, y permite cargar la barra de poder al doble de capacidad que el disparo cargado convencional. Si efectuamos un disparo a plena potencia, todo bicho espacial que entre en su radio de acción lamentará el día en que fue engendrado.
Pero lo mejor es que durante unos segundos recibiremos un notable aumento de potencia en el disparo de nuestras armas a modo de efecto secundario. El único aspecto negativo es que esta impresionante maniobra sobrecalienta los sistemas de nuestra nave durante unos segundos, reduciendo sus capacidades ofensivas. Si lo utilizamos estratégicamente puede ser un arma verdaderamente devastadora, por ejemplo reservándola para darles la puntilla final a los jefazos de final de pantalla a fin de que el tiempo de enfriamiento no sea un problema.
Estos jefes nos esperan al final de cada una de las seis fases que componen el juego, lo que viene a suponer una duración media tradicional dentro de esta saga. Sin embargo hay que destacar que estamos probablemente ante la entrega más difícil de toda la serie, y eso teniendo en cuenta la habitual dificultad infernal de esta saga puede suponer un serio problema para los menos hábiles dentro de este género.
Incluso los más veteranos tendrán que sudar para completarlo, ya que se hace más hincapié que nunca en las mecánicas de ensayo y error. Es bastante habitual encontrar secciones en las que vamos a morir si o si la primera vez que lleguemos, e incluso aunque conozcamos el peligro, aún deberemos ser capaces de trazar una estrategia eficiente para superarlo. A veces el margen de éxito es muy pequeño, tanto que deberemos medir nuestra nave al pixel para lograr salir airosos.
Solo para profesionales
Este exagerado nivel de dificultad sembrará la frustración entre los menos hábiles dentro de este género, mientras que será un auténtico paraíso para los amantes de los retos. En otras palabras, 'R-Type 3' no es ni mucho menos un juego para principiantes, aquí no hay tutoriales y ni siquiera podemos cambiar la dificultad. Esto es gloria o infierno, y de nuestras capacidades y paciencia dependerá alcanzar uno u otro.
Existe la posibilidad de compartir este duro reto con un segundo jugador, pero por desgracia no se trata de un modo cooperativo simultáneo como en 'R-Type Leo' o 'R-Type Dimensions', sino que deberemos irnos pasando el mando por turnos cada vez que perdamos una vida. Además este modo por turnos dificulta el aprendizaje del juego, ya que mientras esperamos nuestro turno es bastante probable que olvidemos lo aprendido.
Por si todo esto no complicase suficiente el juego, el control requiere ahora de más botones que nunca. Tendremos un botón para disparo normal y cargado, otro para autodisparo, el clásico que permite separar y recuperar el force, y uno más para cambiar al nuevo Hyper Cannon. Todas estas funciones pueden resultar algo confusas al principio dentro de una serie que hasta ahora funcionaba con tan solo dos botones, pero por suerte podemos configurar libremente el mando dentro del menú de opciones para acomodarnos mejor.
Si queréis comprobar en vuestras propias carnes la dureza de este reto para valientes, no lo vais a tener nada fácil, ya que por desgracia fue retirado de la Consola Virtual de Wii hace años por cuestiones legales. Y si lo que buscáis es el cartucho original, ya podéis empezar a ahorrar, pues se piden precios de tres cifras ya tan solo por el cartucho suelto. Salvo que tengáis un gran golpe de suerte y tropecéis con alguna ganga, lo mejor es que pidáis ayuda a "santa emulación".
También tenéis la opción de buscar la conversión para Game Boy Advance, pero tampoco es especialmente fácil ni barata de conseguir, y para colmo su calidad deja bastante que desear no haciendo en absoluto justicia al original. Es especialmente sangrante el caso del sonido, que llega a resultar hiriente. A lo que hay que sumarle una fluidez casi inexistente que hace el juego todavía más difícil llegando a bordear lo injugable.
En resumen, 'R-Type 3' es una auténtica joya que no puede faltar en tu colección de Super Nintendo, pero que por desgracia no está precisamente al alcance de todos. Si encuentras la forma de poder jugarlo sin hipotecar tu casa, te espera un desafío antológico a la altura tan solo de los grandes maestros del género. Así que si esto de los matamarcianos no es lo tuyo, tal vez deberías empezar la saga por otra entrega algo más accesible.