Tras arrasar en televisión con esta especie de mezcla entre serie Super Sentai japonesa, y sitcom estadounidense de adolescentes a lo Salvados por la Campana. Los Power Rangers dieron el salto a la gran pantalla para convertirse en el fenómeno del verano de 1995, reventando las taquillas de los cines por todo el mundo. Naturalmente las consolas de aquel momento no se iban a librar de tal fenómeno, y así Mega Drive y Super Nintendo (entre otras) recibieron sendas adaptaciones. Dos juegos totalmente distintos entre sí, pero compartiendo el género beat'em up como denominador común.
Del cine a tu consola
Los infames Lord Zedd y Rita Repulsa buscan venganza contra los Power Rangers, la fuerza de defensa de la Tierra que lleva fastidiándoles sus malvados planes desde hace ya tiempo. Para ello idean un plan tan maquiavélico que es incluso peligroso para ellos, pero su desesperación es tal, que deciden correr el riesgo igualmente. La idea es liberar al poderoso, y aún más malvado, Ivan Ooze. Que ha permanecido encerrado durante nada menos que seis mil años. En cuanto este repulsivo ser queda libre, emprende su propia venganza contra Zordon, el líder de los Power Rangers que fue el responsable de su encierro. Poco después el Centro de Mando de Zordon es arrasado, dejando al líder de los Power Rangers al borde de la muerte, sin apenas fuerzas para comunicarles a nuestros héroes que han perdido sus poderes, y que la única manera de recuperarlos y salvarle es viajar al remoto planeta Pheados. Sin embargo hay mucho más en juego, ya que si fracasan en su misión no solo será el final de los Power Rangers, si no también el de la Tierra, pues Ivan Ooze ya ha emprendido su plan personal para apoderarse del mundo.
Para empezar hay que dejar claro que nos encontramos ante dos juegos completamente distintos; uno para Mega Drive desarrollado por Banpresto, y otro para Super Nintendo de la mano de Natsume Co. Prácticamente lo único que comparten es la temática y el género, pues ambos se presentan como sendos beat'em up al más puro estilo 'Streets of Rage', o 'Final Fight'.
En el caso de Mega Drive nos encontramos con un beat'em up más clásico, en el que nos podemos desplazar tanto de izquierda a derecha, como de arriba a abajo. Por su parte en Super Nintendo solamente podremos desplazarnos lateralmente, si bien algunas partes de los escenarios permiten movernos por un segundo camino situado al fondo, algo así como si fuera una vía de tren de doble sentido.
Aunque ambos juegos pretenden representar lo visto en la película original, solamente la versión para Mega Drive lo consigue, ya que toma la misma trama tal cuál y la adapta con bastante acierto. Dicha trama se nos va narrando mediante secuencias fijas y texto que aparece entre fase y fase, y que para evitar quedarse corta, no duda en ampliarse con partes sacadas directamente de la serie de televisión. De este modo no solo nos encontraremos con lo que sucede en la gran pantalla, si no que los fans de la serie original tendrán un aliciente extra.
Las dos caras de una misma moneda
Por su parte la versión para Super Nintendo va muy por libre, apenas tomando algunas cosas de la trama de la película y mostrando sus propias situaciones y escenarios. De hecho por momentos tendremos la sensación de esta jugando a un beat'em up normal y corriente, al que se le ha metido la licencia de los Power Rangers a última hora y un poco con calzador. De este modo no es extraño que nos encontremos luchando en la cubierta de un portaaviones, o que seamos atacados por masillas de colores chillones que van montados en moto.
Esto viene a ocurrir también con los personajes, ya que mientras en Mega Drive cada Power Ranger muestra sus propios rasgos característicos (fijaos en el casco por ejemplo), en Super Nintendo son todos meros "color swap" los unos de los otros. Además el diseño híper-musculado de los protagonistas tampoco hace mucho en favor de la fidelidad a la serie y la película.
No cabe duda de que en el lo referente a la fidelidad al original, la versión para Mega Drive toma por mucho la delantera. Sin embargo la adaptación para Super Nintendo resulta igualmente divertida, y estas situaciones le aportan un toque de originalidad que tampoco está nada mal. En ambos casos nos encontraremos con propuestas muy divertidas para los fans del género, lo que hace a ambos bastante recomendables.
Un punto a favor de la versión para Super Nintendo es que comenzaremos cada fase con la apariencia normal de cada protagonista, lo que ayuda a darles la personalidad que pierden al metamorfosearse. Dicha metamorfosis deberemos realizarla nosotros mismos durante el nivel, cuando hayamos recogido suficientes iconos de energía. Esto también sirve para realizar devastadores y espectaculares ataques, que le dan sin duda un toque de interés a esta versión.
¿Megazords o Metamorfosis?
Por su parte en Mega Drive los personajes aparecerán siempre ya metamorfoseados como Power Rangers, pero a cambio podremos jugar manejando los poderosos Megazords en espectaculares batallas contras versiones gigantescas de los jefes de final de fase. Cada Megazord posee sus propios ataques especiales, y nuestro objetivo será derrotar al monstruo sobredimensionado de turno en un escenario cerrado, como si de un juego de lucha tradicional se tratase.
En ambos títulos podremos escoger a cualquiera de los seis Power Rangers, e incluso formar equipo con un segundo jugador en modo cooperativo. Esta opción multijugador, unida a la elevada cifra de personajes manejables, nos asegura rejugabilidad en ambos títulos, ya que podemos tratar de completar el juego con cada uno de los seis Power Rangers por separado. Además es sin duda uno de esos juegos ideales para pasarse junto con un amigo, poniendo fin así a una tarde de aburrimiento.
En lo referente al apartado sonoro, ambos títulos aprueban con nota muy alta. En ambos sistemas se adaptan estupendamente los temas musicales originales de los Power Rangers, si bien en Mega Drive encontraremos más temas adaptados. Por su parte las composiciones propias de estos juegos gozan de un buen nivel de calidad, y ayudan a marcar el ritmo desenfrenado de la lucha. Además hay que sumarles a ambos la presencia de numerosas voces digitalizadas sacadas directamente de la serie y la película.
Gráficamente ambos títulos muestran un aspecto bastante colorido, sin embargo la adaptación para la consola de Sega parece exprimir mejor el hardware de esta, mientras que la de Super Nintendo deja la sensación de haber podido llegar más lejos. Ninguno de ellos es el no va más del género en cada sistema, pero si que pueden ser una buena alternativa a los clásicos de siempre que ya hemos jugado hasta la saciedad.
¡Machaca a esos masillas!
A nivel jugable la adaptación para Mega Drive corre de manera realmente fluida, con un control que nos permite hacer bastantes cosas dándole variedad a cada partida. En Super Nintendo la acción es algo más lenta, y los enemigos aguantan bastante poco, por lo que se pierde en parte esa sensación de machacar oponentes a base de combos y llaves espectaculares. Los ataques especiales vienen a compensar esto, así que más os vale dominarlos pronto si no queréis que el juego se haga algo monótono.
Depende de vosotros decidir cuál versión os gusta más, pero nosotros recomendamos darle una oportunidad a ambas, ya que al compartir temática y género es bastante probable que os acaben gustando las dos. Ambos títulos se muestran como buenas alternativas del género en sus respectivos sistemas, por lo que si sois fans de los viejos "brawlers", es bastante posible que ambos juegos acaben en vuestra lista de favoritos (aunque probablemente no en los primeros puestos).
Además de las adaptaciones para Mega Drive y Super Nintendo, también tuvimos sendas conversiones para Game Boy y Game Gear. La de la portátil de Nintendo es básicamente una versión en pequeño de la entrega para Super Nintendo, aunque bastante más limitada de lo deseable, especialmente en el control. Por su parte la de la portátil de Sega nos ofrece también un beat'em up, pero en el que los combates se desarrollan por etapas, como si de un juego de lucha uno contra uno se tratase.
Si queréis darles una oportunidad a las versiones de 16 bits, la de Mega Drive es realmente fácil de conseguir. De hecho es probablemente de los títulos más comunes de la consola, por lo que podéis añadirlo completo a la colección por unos 10 euros o incluso menos. La de Super Nintendo por su parte es mucho más rara, y haceros simplemente con el cartucho suelto no será sencillo, ni barato. Y es que pueden pedirse fácilmente más de 30 euros solo por el cartucho pelado.
Go go Power Rangers!
Como es costumbre, los copyrights hacen prácticamente imposible una reedición de estos juegos. Pero si lográis haceros con ellos, o recurrís a la emulación, descubriréis un buen par de beat'em ups capaces de daros buenos ratos de diversión, especialmente en modo cooperativo. Todo ello mientras revivís las aventuras de los Power Rangers originales, un extra añadido muy interesante para aquellos que recordamos con cariño las peripecias de estos coloridos superhéroes.