Diseñado por Yu Suzuki y desarrollado por su fiel equipo de AM2, 'Power Drift' llegaba a los salones arcade nipones en 1988 empleando la exitosa placa Y Board, la sucesora de la X Board que usaba 'After Burner'. Este avanzado hardware permitía recrear gráficos tridimensionales mediante la rotación y escalado de sprites en 2D, todo un portento que en este título se iba a ver exprimido como nunca antes. Subidas, bajadas, y velocidad de vértigo eran los ingredientes de este alocado juego de karts que se adelantó nada menos que cuatro años al primer título de este tipo protagonizado por cierto fontanero italiano.
Aquellos chalados en sus locos cacharros
¿Has visto a esos tipos? ¡Están como una cabra! No solo se lanzan como locos a la pista, si no que además se embisten y no temen en poner en riesgo su integridad y la de los demás con tal de ganar. Los circuitos son como montañas rusas repletas de subidas y bajadas, en las que los karts derrapan a toda velocidad sobre vertiginosos precipicios. ¿Qué pasa si te caes, o te tiran? ¡Pues mala suerte! Esta carrera no es para gente cuerda que se levanta cada mañana para vivir una vida tranquila y relajada, el caos y la velocidad marca su día a día. ¿Quieres unirte a ellos? ¿Estás seguro? ¡Pues que conste que te hemos avisado! Luego no te sorprendas cuando veas que el mundo se pone bocabajo y pidas a gritos un paracaídas. ¡Estas carreras no son para abuelitas!
A pesar de salir tan solo dos años después de 'Out Run', el salto técnico que supuso 'Power Drift' es algo que queda bastante patente desde que nos ponemos al volante. Lo primero que más nos llamará la atención es que el juego no se limita ni mucho menos a ofrecer la típica experiencia de conducción de la época, si no que apunta directamente a ser un juego de carreras en 3D, donde los coches realmente se desplazan en tiempo real por la pista en lugar de ser el típico sprite fijo con un circuito que viene hacía él.
Realmente la principal diferencia con títulos ya enteramente 3D es el uso de sprites, zooms, y rotaciones, en lugar de polígonos. Lo que tiene bastante mérito para su época. Naturalmente no se logra la misma fluidez que con los polígonos, por algo los acabaron reemplazando. Pero no deja de ser algo que nos llamará poderosamente la atención desde el primer momento.
Además esta técnica permite virguerías impropias de un juego de carreras de aquel tiempo, como que la pista suba o baje cual montaña rusa, e incluso podamos caernos a un nivel inferior si nos salimos del estrecho trazado. También podemos salirnos de la pista y tratar de crear nuestros propios atajos, siempre que no nos estampemos contra un árbol o una roca en el proceso, claro.
Pero antes de empezar a correr y a deslumbrarnos por tanto portento visual, deberemos escoger el recorrido que afrontaremos y la combinación de piloto y vehiculo que manejaremos. Cada ruta nos propone una serie de circuitos, y la dificultad irá aumentando gradualmente. Cabe recordar que estamos ante un juego puramente arcade, por lo que esta dificultad será bastante elevada desde un primer momento.
Tal vez logremos vencer en las primeras carreras, pero a medida que pasemos a rutas más complicadas, eso de ganar parecerá un reto casi imposible. Tenemos que conducir de manera verdaderamente fina, sin salirnos del trazado o lo pagaremos muy caro chocando aparatosamente contra algo. Todo mientras procuramos no impactar contra los corredores manejados por la IA, que por cierto tienen bastante mala baba.
Aquí no hay objetos de ayuda, por lo que para superar a otro corredor únicamente nos podemos valer de nuestra habilidad al volante. Superar a un piloto rival no será nada sencillo, ya que si chocamos contra él seremos nosotros los más perjudicados. Y es que no solo nos harán trompear, también nos puede echar de la pista y hacernos caer o colisionar con objetos situados a los bordes de del trazado.
Siniestro total
La conducción por otro lado es bastante sencilla, pues el vehiculo tiende a derrapar fácilmente haciendo honor al nombre del juego. Rara vez habrá que frenar, pero si que deberemos tener cuidado al trazar las curvas y graduar bien el acelerador. Un choque o una salida de pista nos pueden hacer perder bastante tiempo, y los otros corredores no tardarán en echársenos encima. También habrá que tener cuidado con los lentos pilotos doblados, especialmente en la parte final de cada carrera.
La experiencia puede resultar ciertamente alocada e incluso mareante en las primeras partidas, pues la sensación de velocidad es bastante alta y vertiginosa. Es básicamente una mera cuestión de acostumbrarse, pero esto puede echar para atrás a algunos jugadores si no se ponen al frente del juego con suficiente empeño. También hay que tener muy presente en todo momento a qué estamos jugando, y procurar no caer en el error de compararlo con juegos muy posteriores.
El diseño de los personajes y sus vehículos es bastante simpático y totalmente desenfadado. Igualmente lo serán los continuos comentarios que lanzarán durante la carrera, no dudando incluso en insultarse entre sí al adelantarse. Disponemos de un amplio abanico de corredores, sin embargo el menú de selección es un tanto peculiar, ya que habrá que tener buenos reflejos para escoger al piloto que queremos.
No faltará a la cita la clásica banda sonora pegadiza y genial, muy en la línea de otras creaciones de Yu Suzuki de aquella época. Esta banda sonora también ayuda a aumentar el ambiente desenfadado del juego, generando una experiencia más loca y divertida. Los efectos de sonido redondean un apartado sonoro bastante bueno, con el rugido de los motores y los derrapes resonando en nuestros oídos.
Lamentablemente el modo de juego principal es también el único que encontraremos. Al tratarse de un arcade, no habrá ni rastro de modos contrarreloj o práctica. Tampoco podremos echar carreras individuales, algo que podría haber tenido perfectamente incluso siendo un arcade. Pero sin duda la ausencia más sangrante en este aspecto es la total falta de modo multijugador, ya que ni siquiera podremos competir mano a mano a dos jugadores.
Esta falta de modos extra es sin duda el aspecto más negativo de 'Power Drift', ya que aunque competir contra la IA es bastante divertido y supone un reto nada sencillo, si que podemos aburrirnos pronto de él. Aunque al menos en determinadas ocasiones podremos correr en eventos especiales que harán las delicias de los fans de Sega, con guiños a títulos como 'Hang On', o 'After Burner'.
'Power Drift' fue convertido a una gran cantidad de sistemas domésticos, especialmente ordenadores personales de la época. Sus disparatados conductores se pasearon por sistemas como: MSX, Commodore 64, ZX Spectrum, Atari ST, Amstrad CPC, MS DOS, o Amiga. Siendo esta última la mejor conversión de todas. El juego logró bastante éxito en ventas para estos sistemas aquí en Europa, sin embargo la calidad no acompañó a todas las conversiones, por lo que también fue bastante criticado en algunos de estos legendarios ordenadores.
En consolas hubo una estupenda conversión para PC Engine, superior incluso a todas las conversiones para ordenador. Lamentablemente dicha versión nunca salió de Japón, lo que no ayudó precisamente a aumentar la popularidad del juego por aquí. El propio arcade tuvo una escasa llegada al continente americano, que aún así ya fue más de lo que lo vimos por aquí en Europa, ya que la maquina original por desgracia jamás pisó esta parte del mundo.
Conversiones y cancelaciones
Resulta ciertamente incomprensible que Sega no lo portease a sus consolas, algo que si hizo con todos los demás grandes arcades de la época. El principal motivo que se baraja es una serie de cancelaciones y problemas que se iniciaron en Master System, ya que cuando se planteó la idea de portear este juego a la maquina de 8 bits de Sega, acababa de llegar Mega Drive, la que se antojaba como mejor receptora de este título.
Dicha conversión para Mega Drive llegó a estar en desarrollo, sin embargo acabó siendo llevado a Mega CD debido a las magnificas capacidades que el add-on ofrecía en materia de rotación de sprites y zooms, algo muy necesario para representar fielmente este título. De hecho Mega CD puede presumir de algunos títulos de conducción bastante espectaculares, por lo que tenía todo el sentido del mundo. Lamentablemente esta versión también fue cancelada por motivos desconocidos.
Años después el proyecto se retomó con 32X en mente, dentro de una serie de ports de arcades clásicos que incluía títulos como: 'Space Harrier', 'After Burner', o 'Out Run'. Desgraciadamente solo los dos primeros juegos llegaron a ver la luz debido a la corta vida activa de este sistema, por lo que ambos títulos de conducción fueron cancelados.
Para compensar la cancelación de la versión para 32X, Sega decidió llevar tanto 'Power Drift' como 'Out Run' a Saturn con formidables reediciones, maquina que también recibiría una gran conversión del arcade 'Rad Mobile' ('Gale Racer'), heredero a nivel técnico de 'Power Drift'. Sin embargo la desgracia se volvió a cebar con nosotros los occidentales, ya que solamente 'Out Run' logró salir fuera de Japón como parte del recopilatorio 'Sega Ages Vol. 1'.
Por si fuera poco, años más tarde se incluyó el arcade de 'Power Drift' en un recopilatorio para Dreamcast llamado 'Yu Suzuki Game Works Vol. 1', junto con las mismas versiones de: 'Space Harrier', 'Hang On', 'After Burner 2', y 'Out Run' que vimos en 'Shenmue'. Pero una vez más esta recopilación se quedó en exclusiva para los nipones, para nuestra desgracia y desesperación.
Parecía que jamás íbamos a tener ocasión de disfrutar como es debido de 'Power Drift' en occidente, hasta que llegaron al rescate los chicos de M2. Gracias a ellos ahora por fin podemos disfrutar del arcade original en nuestras 3DS dentro del recopilatorio 'Sega 3D Classics Collection', que acaba de salir a la venta en formato físico por unos 30 euros junto con otros grandes clásicos de la compañía.
Ha costado lo suyo poder jugar en condiciones a 'Power Drift' aquí en Europa, pero por fin se ha conseguido. Y menos mal, pues así todos tendremos ocasión de conocer una parte importante dentro de la historia de los títulos de conducción. Y es que puede que no sea el mejor de la historia en su género, pero supuso todo un avance y marcó el camino a seguir en los años siguientes. Además de servir años después como inspiración para títulos como 'Super Mario Kart', o 'Sonic Drift'.