El 7 de Febrero 2016 | 13:40
Mientras que en occidente teníamos los "Micro Machines", en el país del Sol Naciente ya nos llevaban unos años de ventaja con los "Choro-Q"; una serie de divertidos cochecitos coleccionables que eran la sensación entre los niños nipones. Estos vehículos representaban modelos de coches reales con aspecto "super deformed", lo que de paso ayudaba a evitar problemas de licencias. En 1984 llegaba a MSX el primer título basado en estos populares juguetes, una especie de juego de puzzle y plataformas que llegó a nuestro país con el nombre de 'Buggy'. Tiempo después, los Choro-Q dieron el salto definitivo a occidente conocidos como "Penny Racers", y con ese nuevo nombre nos llegó el segundo título basado en la franquicia en la forma de un divertido juego de carreras para la primera PlayStation.
¡Bienvenido al mundo de Penny Racers!
Si estas buscando un simulador de conducción real, ¡este no es tu sitio! El mundo de Penny Racers está pensado para aquellos que simplemente quieran divertirse corriendo sobre cuatro ruedas, de un modo totalmente desenfadado y alejado de cualquier tipo de realismo. Si no quieres tener que sacarte el carnet de conducir para pasar un buen rato frente a la consola, entonces este es tu lugar. Podrás mejorar tu propio vehiculo personalizado hasta el límite, un buen motor, unos neumáticos que se peguen al asfalto, y por supuesto una bella carrocería. Todo estará a tu disposición siempre que puedas permitirte pagarlo, claro. Si no es así, será mejor que pruebes en algunas carreras para novatos y ganes algo de dinero con el que convertir esa tartana en un autentico bólido de carreras. Por delante te están esperando las más duras pistas con todo tipo de condiciones, ¡no te sorprendas si te ves corriendo bajo del mar, o cayendo por una cascada! Y abre bien los ojos, porque puede que encuentres un práctico atajo que te dé una victoria contra todo pronostico. ¡Con los Penny Racers cualquier cosa puede pasar!
La era de los 32 bits nos trajo toda una oleada de grandes títulos de conducción, algunos se hicieron famosos e incluso sus secuelas llegan hasta hoy en día, mientras que otros pasaron un tanto desapercibidos. El caso de 'Penny Racers' vendría a ser una curiosa mezcla de ambas cosas, pues aunque en su día no tuvo especial calado, si que dio pie a una larga saga de juegos que llegó incluso hasta DS y Wii, aunque con nombres distintos aquí en occidente. ¿Qué fue lo que hizo perdurar tanto tiempo esta serie? Veámoslo.
Para empezar hay que destacar uno de sus principales ingredientes, y ese es la simpatía. Nos encontramos ante un juego de aspecto colorido y estilo arcade que conecta fácilmente con cualquiera, sin necesidad de ser un apasionado del mundo del automovilismo para poder disfrutarlo. Aquí no hace falta saber como ajustar la relación de marchas, o la altura de la suspensión. Basta con saber que esta pieza es mejor que aquella y hará que nuestro coche corra más, sin términos raros y sin necesidad de saber nada sobre mecánica.
Su sistema de juego nos va a recordar poderosamente al de la saga 'Gran Turismo', ya que empezamos de una forma muy básica, luchando a muerte cada carrera para poder conseguir algo de dinero con el que mejorar el coche, y poco a poco vamos construyendo un garaje enorme con nuestros vehículos favoritos. Cuanto mejor sea nuestro auto, más carreras podremos afrontar, y con ellas ganar más dinero para desbloquear nuevas cosas.
El que no gasta no gana
Disponemos de una tienda donde gastar los créditos que tanto nos ha costado conseguir, pudiendo comprar cada parte del vehiculo mediante sencillos menús. Para cambiar de un coche a otro no será necesario sustituir el vehiculo entero, bastará con cambiarle la carrocería. De este modo conservaremos las mejoras que hemos adquirido, sin tener que empezar de cero cada vez que queramos usar un nuevo coche.
Aunque las carrocerías son muy diferentes entre sí, todas encajan sin problemas con el resto del coche debido al particular diseño "super deformed" de los vehículos. Cabe destacar que todas estas carrocerías están basadas en coches reales, pero naturalmente ninguno tiene su nombre real. Entre las carrocerías disponibles podemos reconocer modelos como el Lancia Delta, el Subaru Impreza, el Toyota Celica, o el inolvidable Volkswagen Beetle.
Lo mejor es, que al igual que ocurre en 'Gran Turismo', podemos aplicar mejoras de competición a las carrocerías, pasando de llevar lo que aparenta ser un coche de calle, a llevar un bólido de carreras. La decoración de competición de la carrocería también suele imitar a la de los modelos reales de carreras, como por ejemplo los colores de la marca Castrol en el Toyota Celica. Estos detallitos harán las delicias de los fans del mundo del motor, por lo que incluso los apasionados de este mundillo podrán disfrutarlo si se lo toman como una alternativa simpática a la seriedad reinante en el género.
Si todo esto os está empezando a sonar a "copia de 'Gran Turismo' creada para aprovechar el tirón", os equivocáis. Básicamente porque 'Penny Racers' salió a la venta casi dos años antes que el popular simulador de carreras de Polyphony Digital. Como veis esta fórmula ya existía de mucho antes, incluso antes de que llegase el propio 'Penny Racers'. Por lo que sin querer ni mucho menos quitarle mérito a 'Gran Turismo', podéis comprobar por vosotros mismos que tampoco es que éste inventase la rueda. Si bien es cierto que mejoró la fórmula en muchos aspectos.
Pista libre
Para poder disfrutar de todas las carrocerías disponibles contamos con una importante cantidad de circuitos, e iremos desbloqueando más a cada cual más imaginativo a medida que progresemos. Estos trazados presentan toda clase posible de escenarios, desde el clásico circuito tradicional, a un paraje de montaña nevado. Pasando por coliseos de barro, bellos bosques, autopistas, o desfiladeros montañosos. El aspecto gráfico general del juego parece más propio de un título de plataformas que de uno de carreras, dejando de lado una vez más a la seriedad y apostando por el colorido y la imaginación.
Tenemos disponible un amplio abanico de opciones, así como diferentes modos de juego. Al igual que en 'Gran Turismo', podemos iniciar nuestra carrera como piloto buscando coleccionar un garaje de lo más completo, o podemos jugar en modo arcade de manera aún más sencilla. También podremos jugar en modo versus contra otro jugador, aunque aquí habría sido muy deseable un modo para cuatro jugadores en lugar de solo dos, pero se le perdona.
Todo esto viene acompañado de una estupenda banda sonora repleta de temas pegadizos y muy animados, con un marcado estilo nipón que os conquistará desde el primer momento. No os sorprendáis si os encontráis añadiendo algunas de estas músicas a vuestra lista de reproducción, y es que algunos temas son verdaderamente inolvidables y animan realmente a darlo todo en cada carrera. Los efectos de sonido por el contrario no destacan demasiado, pero tampoco le hace falta.
Por desgracia llegados a este punto toca hablar de cierto aspecto negativo que puede amargarnos un poco la experiencia de juego al principio, y ese es el control. A medida que mejoremos nuestro coche podremos volverlo mucho más manejable, pero al principio os dejareis los dedos en el mando tratando de tomar las curvas. La dureza inicial del control puede hacer desistir a más de uno al comenzar la partida, pero si tenéis paciencia y le echáis algunas horas de juego, podréis comprobar como la cosa va mejorando notablemente a medida que invertís créditos en el coche.
Un legado de nombre cambiante
En resumen, nos encontramos ante una alternativa simpática a 'Gran Turismo' que os puede dar montones y montones de horas de diversión. La fórmula de "corre, gana dinero, compra, mejora, vuelve a correr" engancha bastante. Lo que sumado a la gran cantidad de contenido disponible asegura juego para mucho tiempo. Por algo esta serie ha conseguido perdurar tantos años, e incluso cuenta con logros tan notables como protagonizar nada menos que un RPG de coches. Si, lo que leéis, y con un resultado sorprendentemente bueno. Si tenéis curiosidad por probarlo, buscad un juego de PS2 llamado 'Road Trip Adventure'.
Podéis encontrar secuelas de esta saga con otros nombres como: 'Gadget Racers', 'Seek and Destroy', o el mencionado 'Road Trip' del que hay diferentes juegos con distintas temáticas. En Japón hay bastantes más entregas de la serie, todas con el nombre de 'Choro-Q' en alguna parte del título, pero pocos han llegado aquí con ese mismo nombre. Si queréis empezar por este 'Penny Racers' que acabamos de analizar, el disco original es un tanto complicado de encontrar, lo que suele disparar sus precios. Si lográis haceros con uno, recordad que podéis hacerlo funcionar en cualquier modelo de PS3.
Lo mejor:
Incontables horas de diversión con una estupenda versión desenfadada de la fórmula 'Gran Turismo'. Su banda sonora, inolvidable.
Lo peor:
El control puede resultarnos demasiado duro al principio, pero luego mejora bastante.