Allá por 1995 nos encontrábamos con una Saturn recién nacida y deseosa de demostrar al mundo su potencial, y entre la primera oleada de juegos disponibles destacaba un título que llegó sin hacer demasiado ruido, pero que cautivó a todo aquel que puso sus ojos en él. Ese juego era 'Panzer Dragoon', un "shooter on rails" donde montábamos un imponente dragón mientras surcaba los cielos de algunos de los escenarios más impresionantes y bellos jamás vistos en un juego hasta la fecha. Acción sin freno que nos adentraba en un mundo de fantasía capaz de atraparnos para siempre, nacía así esta legendaria serie que cautivaría a legiones de jugadores.
El cielo en llamas
En un futuro muy lejano, una terrible guerra entre los humanos y sus propias armas biológicas ha convertido el mundo en un lugar muy distinto del que conocemos. Dentro de este marco, pequeñas tribus tratan de sobrevivir a la sombra de grandes imperios, y uno de dichos imperios lucha por conseguir el control del resto tratando de apoderarse de una antigua reserva de armas. Si lo consiguen, nadie podrá oponérseles, lo que da pie a encarnizadas batallas para tratar de impedir que tengan éxito. Es dentro de este marco donde nos encontramos a Keil Fluge, un cazador de una de las mencionadas tribus cuya vida cambia por completo el día que se ve inmerso accidentalmente en una de estas batallas entre imperios. Es entonces cuando se produce un extraño vínculo entre Keil y un poderoso dragón azul, una inesperada unión entre ambos que puede cambiar el mundo de una forma inimaginable...
Hoy en día los saltos visuales entre generaciones ya no suelen ser tan grandes como antaño, pero cuando las máquinas de la llamada "generación de 32 bits" comenzaron a mostrar de qué eran capaces, la mandíbula de más de uno se fue directa al suelo. 'Panzer Dragoon' fue uno de los primeros títulos de Saturn en conseguir esto, convirtiéndose en un auténtico e inesperado vendeconsolas que ayudó bastante a la máquina de Sega en sus comienzos.
Y no era para menos, ya que, si bien buena parte de los primeros títulos para Saturn sufrieron los rigores propios de unos desarrollos "a la carrera", 'Panzer Dragoon' se pasó unos cuantos años en el horno para asegurarse de dejar a todo el mundo boquiabierto cuando llegase a las tiendas. Tal vez hoy en día sea más difícil imaginarse el impacto que causó en su momento, pero incluso a pesar de haber transcurrido tantos años, todavía sigue teniendo un encanto especial y único en lo referente al apartado visual.
Lo primero que dejaría atónito a más de uno es su impresionante secuencia CGI de introducción, que nos abría las puertas al mágico mundo de fantasía que se acababa de plantar delante nuestra. Pero el verdadero impacto llegaría el comenzar a jugar, cuando ante nosotros se mostraba un majestuoso dragón magníficamente animado sobrevolando un escenario propio de un cuadro abstracto. Un océano sin fin con antiguas ruinas brotando de las aguas, mientras criaturas inimaginables salían a nuestro encuentro, para que no nos embobásemos demasiado contemplando la bucólica escena.
El desplazamiento de nuestra montura viene a ser semiautomático, pues si bien avanzamos sin que tengamos que hacer nada, si que dispondremos de cierto control sobre el dragón para poder evitar los disparos enemigos. En este aspecto es evidente la inspiración en grandes clásicos como 'Space Harrier' o 'Star Fox', pero llevando la fórmula a límites insospechados por aquel entonces.
En el punto de mira
Para atacar a los enemigos disponemos de dos tipos de disparo, el clásico tipo ametralladora que se dirigirá hacía donde apuntemos nuestra mira, y otro capaz de fijarse a los enemigos y perseguirlos allá donde vayan. Para utilizar el segundo bastará con mantener apretado el botón y acercar la mira a los objetivos, es entonces cuando una segunda mirilla se fijará en ellos siempre que sea posible, ya que no todos los enemigos pueden ser fijados. Después bastará con soltar el botón para que una satisfactoria ráfaga de disparos persiga a su objetivo sin mayores complicaciones por nuestra parte.
Es curioso como a pesar de su espectacular aspecto e introducción, en realidad se trata de un shooter de los de toda la vida con una jugabilidad prácticamente infinita. Es esta combinación la que termina por hacer que muchos acaben prendados del juego y de la serie, con entornos y personajes propios del mejor RPG, pero una jugabilidad digna del mejor arcade.
Además de hordas de enemigos de lo más variado, también habrá que enfrentarse a jefazos de final de fase, buscando cuidadosamente sus puntos débiles mientras esquivamos sus devastadores ataques. El nivel de dificultad está más cercano al de los viejos matamarcianos, ya que si bien se puede ajustar en las opciones, los menos hábiles con el género pueden llegar a sudar para lograr terminarlo.
La variedad de niveles, situaciones, y enemigos, es más que suficiente para engancharnos hasta que logremos pasárnoslo. Pero una vez completado solo nos quedará el reto de tratar de acabarlo en dificultades más altas, o tratando de mejorar nuestra puntuación. Aun con eso, podemos tener juego para años, pues logra traernos de vuelta las viejas sensaciones arcade que incitan a pasarse el juego una y otra vez por mucho que ya nos lo conozcamos.
Técnicamente aprovecha las capacidades de la consola de forma bastante ingeniosa, de tal forma que es perfectamente capaz de codearse con los pesos pesados que mejor exprimen la máquina aprovechando que llegaron al final de la vida activa de esta. A esto se le suma la impagable asociación con el famoso dibujante de cómics Jean Giraud, más conocido como "Moebius", quién no solo sirvió de inspiración al crear los diseños, si no que de hecho trabajó en el desarrollo aportando directamente sus creaciones, tal y como podemos apreciar en la impresionante portada japonesa del juego.
Un sonido de otro tiempo
Y por si todo esto no fuese suficiente, a la mezcla hay que sumarle una banda sonora que, si describiésemos como "épica", nos quedaríamos terriblemente cortos. Con unos temas capaces de hacer brotar las lágrimas en los ojos de todo aquel que los reconozca con tan solo escuchar sus primeros acordes. No solo por su gran belleza, sino también debido a la añoranza hacía esta serie que ha permanecido abandonada durante tantos años.
Por suerte eso parece estar a punto de cambiar con su nuevo remake, el cual parece que todavía tardará un poco en llegar. Mientras tanto os recomendamos encarecidamente probar el original, incluso aunque seáis de esos que no terminan de llevarse bien con los "polígonos primigenios". Además podemos encontrar reediciones con gráficos mejorados para PC y PlayStation 2, estando esta última disponible tan solo en Japón.
Si sois usuarios de Xbox One lo tenéis bastante fácil para probar el juego actualmente, ya que viene incluido como extra en el 'Panzer Dragoon Orta' de la primera Xbox, el cual está disponible para Xbox One gracias a la retrocompatibilidad. Bastará con realizar un sencillo truco para desbloquearlo, pudiendo disfrutar así de dos auténticas joyas por el precio de una. Recordad que para poder jugarlo no es necesario disponer del disco original, ya que se puede adquirir también en formato digital.
Si tenéis una Saturn por casa y lo que buscáis es añadirlo a la colección para jugarlo en la consola original, la cosa está un poco complicada actualmente, ya que si bien hace unos años era un juego ciertamente común y no muy caro, a partir de cierto momento sus precios empezaron a dispararse hasta las tres cifras. Actualmente la cosa ya se ha normalizado un poco, pero todavía es difícil encontrarlo en buen estado por menos de 40 euros. También tenéis la opción de haceros con la versión japonesa, que es algo más barata y trae la portada de Moebius.
Ya sea por el nuevo remake, porque os guste el género, por su estética y fabuloso universo, o por simple curiosidad, cualquier excusa es buena para acercarse a esta obra maestra que marcó para siempre las vidas de montones de jugadores que quedaron prendados de esta saga. Recordad además que junto con el remake de esta primera entrega se anunció también el de la segunda, que llegará poco tiempo después. Ojalá se siga el mismo proceso con el resto de la serie, especialmente con 'Panzer Dragoon Saga', el cual va ya camino de convertirse en auténtico "animal mitológico" por lo difícil de conseguir que es.