Publicado en 1997 nada menos que por Psygnosis, 'Overboard!' nos ofrecía una propuesta totalmente original, tanto que probablemente no haya habido otro juego igual en toda la historia. En América recibió el nombre de 'Shipwreckers', lo que define el juego bastante bien, pues si queremos terminarlo tendremos que hundir muchos barcos sin que nos hundan el nuestro. 'Overboard!' fue también uno de los juegos escogidos para formar parte de la mítica 'Demo 1' de la primera PlayStation, por lo que seguro que desata la nostalgia de más de uno aunque jamás haya tenido el juego.
La leyenda de Blowfleet
El capitán Blowfleet se convirtió en una leyenda que recorría todos y cada uno de los siete mares. En cada puerto, en cada cantina, se cantaban las canciones en honor de aquellos pobres desgraciados que habían osado enfrentarse a él y su tripulación. Se dice que un viejo hechizo egipcio le protegía infundiéndole gran coraje, y que nadie podría jamás derrotarlo. Bajo los ecos de esta leyenda, Blowfleet saqueó uno a uno los puertos de todo el mundo, llegando a amasar una descomunal fortuna. Nadie podía oponérsele, nadie podía detenerle... Hasta ahora. Pues ha aparecido alguien, un marinero noble que no necesita de ningún hechizo para tener agallas, alguien lo bastante loco como para hacerse a la mar sorteando todas y cada una de las trampas mortales que protegen los dominios de Blowfleet. Alguien capaz de saquear sus bastiones apoderándose de tan jugoso botín. Alguien que ponga fin de una vez por todas al caos que reina en los océanos. ¿Y a que no sabes qué? ¡Ese alguien eres tú!
Pocas veces se tiene la ocasión de poder disfrutar de un juego verdaderamente original y prácticamente único, y este es justo el caso de 'Overboard!'. Y es que describir su género no es precisamente sencillo, pues por momentos puede parecernos una especie de shoot'em up con barcos, mientras que en otras partes parece una especie de aventura con algún que otro puzzle. La única forma de comprender realmente cómo es, es jugándolo, pues os garantizamos que no habréis probado nada igual.
Nada mas iniciar el juego, seremos recibidos por una estupenda intro con gráficos CGI que rebosa humor por los cuatro costados. Este toque humorístico continuará durante el resto del juego, dándole un agradable toque desenfadado que lo hace sencillamente entrañable. Hasta las pantallas de carga os arrancaran alguna sonrisa, y es que aquí no tiene hueco el aburrimiento.
Podemos escoger entre dos modos distintos para jugar: El modo principal, y un tremendamente divertido modo batalla que permite participar hasta cinco jugadores. Para ello será necesario conectar un Multitap a la consola, aquel inolvidable aparatito que tantísimas horas de diversión dio en su época. Cuatro de los jugadores se conectarán al mencionado accesorio, mientras que el quinto lo hará en el segundo puerto de la consola.
Hundir la flota
Si decidís jugar en una PS3 (recordad que todas son retrocompatibles con PS1), no necesitareis Multitap alguno, pero tan solo podrán participar cuatro jugadores al no permitir la consola más de cuatro mandos. En este modo, cada jugador controla un galeón distinto dentro de un escenario cerrado a elegir entre varios diferentes. El objetivo es simplemente destruir los barcos de los otros jugadores, sin que estos destruyan el nuestro. El último que siga en pie (o mejor dicho, a flote) será el ganador.
Este modo multijugador es ya de por sí muy capaz de darnos montones de horas de diversión, pero no es más que la guinda del pastel. Lo mejor es, lógicamente, el modo principal. Cuando nos adentremos en él, contemplaremos nuestro pequeño galeón desde una perspectiva aérea mediante una cámara fija. A su alrededor tendremos un bello escenario, con su puerto, sus árboles, y sus casitas. Aunque sin duda lo más llamativo es el cuidado efecto del agua, que lógicamente nos acompañará durante todo el juego.
Quizá sea cuando tomemos el control cuando frunzamos un poco el ceño, ya que se trata de uno de esos viejos controles "tipo tanque" que a más de un jugador se le atragantan. Para avanzar pulsamos el botón R1, izquierda y derecha harán girar el barco en esa dirección sin importar nuestra perspectiva. Y los botones principales se encargan de disparar las armas, ya sea frontalmente, o desde los laterales del barco. Este sistema de control puede resultar algo confuso y podría haber arruinado la experiencia para más de uno, pero por fortuna no es así.
Y es que basta con pulsar el botón Select para cambiar de cámara entre las tres opciones disponibles. Si la cámara por defecto no nos convence, podemos usar una perspectiva vertical que nos dará un control mejor. Pero sin duda la opción que terminará por acabar con cualquier problema de manejo, será la que coloca la cámara detrás de nuestro barco. Esta perspectiva no solo nos permite ver mejor hacía donde vamos, si no que también nos otorga un control mucho más sencillo e intuitivo.
Cambiando de perspectiva
No obstante en algunas partes es posible preferir otro tipo de cámara, por lo que podemos cambiarla según nos convenga. Esto es de hecho algo recomendable de hacer, ya que al cambiar de cámara tendremos la posibilidad de descubrir secretos o rutas ocultas. A veces veremos claramente una cueva en la pared, otras descubriremos que una cascada ocultaba más de lo que parecía, y también habrá que fijarse bien en el patrón de las paredes, pues algunas se puede destruir a cañonazos.
Si aún así no nos convence algo del control, podemos configurarlo libremente en las opciones remapeando cada función en el botón que queramos. Así si por ejemplo nos resulta incomodo que el turbo de nuestro barco se use pulsando arriba en el pad, podemos ponerlo en algún otro botón para que sea más accesible y no interfiera con la maniobrabilidad del barco. También es posible configurar los botones para las armas, que no serán pocas precisamente.
Y es que nuestro buque cuenta con un importante arsenal de armas disponible (ojo, pues la munición es limitada), aunque al principio tan solo tendremos dos tipos de cañón, a medida que avancemos iremos desbloqueando nuevo armamento. Como minas, lanzallamas, o cohetes antiaéreos. Estos últimos serán muy útiles para atacar a enemigos voladores, como los molestos ovnis que tratarán ocasionalmente de abducir a nuestra tripulación. ¡Aquí cualquier cosa puede pasar!
Naturalmente habrá que enfrentarse a toda clase de peligros con estas armas, algunos serán buques enemigos que no dudarán en abrir fuego contra nosotros. Otros serán fortalezas costeras armadas con potentes cañones. Y no faltarán trampas letales como lanzallamas o sierras. Estas últimas pueden hacer pedazos nuestro barco en segundos, mientras que si un lanzallamas u otra cosa similar le prenden fuego, nuestros marineros comenzarán a saltar al agua huyendo de las llamas. Si los rescatamos antes de que se ahoguen podemos recuperar algo de salud, pero primero será mejor buscar rápidamente una cascada para sofocar el fuego.
Una novia en cada puerto
Nuestro objetivo principal en cada nivel es apoderarnos de los puertos que se encuentren en él, una vez estén todos bajo nuestra bandera pirata, podremos acabar la fase. Para guardar nuestro avance podemos usar una Memory Card, o bien el sistema de passwords adicional. Será recomendable emplear cualquiera de estas dos opciones, pues nos espera una larga aventura por delante. Y no solo será duradera, si no también difícil. El nivel de dificultad no es precisamente bajo, por lo que los menos pacientes pueden acabar desistiendo en los niveles más avanzados.
Tenemos estupendos gráficos, mucho sentido del humor y carisma, controles diferentes para todos los gustos, originalidad a raudales, multijugador adictivo, y una buena duración. ¿Qué más hace falta? ¡Pues una buena banda sonora! ¿La encontraremos? ¡Si! Y es que musicalmente estamos ante algo sencillamente genial, tanto que a buen seguro acabareis usando el disco como CD de música (cosa que podéis hacer).
Disponemos de una amplia variedad de temas, algunos verdaderamente pegadizos y animados, combinados con otros más tranquilos y relajados. Todos ellos ambientan estupendamente, y además vienen acompañados por unos efectos de sonido simpáticos que terminan de redondear este impecable apartado sonoro en Dolby Surround. ¿Se puede pedir más?
Si todo este jugoso conjunto os ha abierto el apetito por jugarlo, es lamentablemente aquí donde tenemos que daros malas noticias. Y es que incomprensiblemente no existen reediciones contemporáneas del juego, ni del de PlayStation, ni del de PC. Un título así merecería cuanto menos estar disponible en la Store, pero por desgracia no es el caso. Afortunadamente el original de PlayStation no es excesivamente caro, y menos si no os importa que sea la reedición que salió hacía el final de la vida de la consola.
¡Juégalo o pasarás por la quilla!
Si tenéis cualquier sistema compatible con discos de la primera PlayStation, ya tardáis en ir a buscar esta maravilla, pues se trata de un autentico imprescindible que rebosa calidad en todos y cada uno de sus apartados. Puede que su dificultad haga tener deseos de desistir a más de uno, pero si os engancha (y lo hará), va a ser difícil que os deis por vencidos. Tristemente su legado nace y termina con él, por lo que se trata de una de esas joyas únicas perdidas en el tiempo que sin duda merecen ser más conocidas.