A LA EUROPEA

RETRO 'Out Run Europa', analizamos las diferentes versiones de esta peculiar secuela de 'Out Run'

Con un trasfondo más propio de una película de James Bond, nos llegaba esta extraña reinterpretación del clásico arcade de Sega de la mano de U.S. Gold.

Por Alberto Carmona 30 de Diciembre 2018 | 18:12

Debutando en varios ordenadores allá por 1991 nos llegaba 'Out Run Europa', título que de la legendaria serie 'Out Run' iba a ostentar el nombre y poco más. Los chicos de U.S. Gold ya tenían experiencia en portear franquicias de Sega a distintos ordenadores, pero en esta ocasión iban a apostar por algo más creativo. Al año siguiente, Master System y Game Gear recibirían sendas conversiones del juego, convirtiéndose así en las únicas consolas donde se podría jugar a este extraño miembro de la familia 'Out Run'.

Un nuevo desafío en el Viejo Continente

El agente Simeón Kurtz es uno de los miembros más destacados de la Unidad 6 de Inteligencia, una poderosa agencia secreta que acostumbra a ocuparse de los trapos sucios de los que ninguna otra organización quiere hacerse cargo. Sin embargo, y a pesar de su reputación, a Simeón le ha caído un encargo de poca monta que acepta resignado. Su misión consiste en entregar unos documentos secretos de vital importancia, los cuales transporta en su flamante Ferrari F40. Pero lo que parecía una simple misión de rutina se complica cuando Simeón contempla atónito como unos ladrones se llevan su Ferrari sin que pueda impedirlo. ¡Menudo lío! El agente trata de ponerse en contacto con la Unidad 6, pero ante tal estropicio sus jefes no quieren saber nada. Ahora le toca deshacer el entuerto y perseguir a los ladrones por toda Europa, y encima debe hacerlo con la policía persiguiéndole para que rinda cuentas ante la Unidad 6 por su fracaso. Su única esperanza es recuperar los documentos por sí mismo para redimirse, pero para eso primero tendrá que dar caza a los ladrones. Esa moto aparcada en mitad de la calle podría ser su única esperanza mientras las sirenas de la policía suenan cada vez más cerca...

Desde siempre la saga 'Out Run' se ha caracterizado por su marcado estilo arcade en el que simplemente debemos llegar tan lejos como podamos antes de que se nos agote el tiempo, cada ruta que escogemos nos marca un nuevo camino, y así poco a poco vamos construyendo nuestra propia aventura sobre cuatro ruedas a bordo de un poderoso deportivo. Sin embargo en 'Out Run Europa' nos vamos a encontrar algo muy distinto, tanto que podemos asegurar que estamos ante la entrega más atípica de toda la saga.

Lo primero que choca de esta entrega es que tenga trama, y una relativamente compleja para tratarse de un juego de coches de aquel entonces. Cada vez que completemos una etapa, se nos mostrarán algunas secuencias que narran el viaje del protagonista y cómo va cambiando de vehículo. En las versiones para Amiga y Atari ST dichas secuencias se muestran mediante unos sprites animados bastante resultones, mientras que el resto de sistemas se tendrán que conformar con secuencias fijas con texto.

Nuestro peculiar viaje por Europa comienza a lomos de una potente moto, lo que hace que el primer contacto con el juego nos recuerda más a títulos como 'Hang On' o 'Road Rash', que a 'Out Run'. Para salir airosos deberemos escapar de Londres a toda velocidad, eliminando a puñetazo limpio a otros moteros que traten de detenernos y esquivando a la policía. Como es tradición en la serie, en determinados momentos podremos escoger entre dos rutas distintas al llegar a una bifurcación, pero aquí terminan las similitudes a la hora de escoger nuestro camino.

Para empezar, una flecha nos indicará cuál es el mejor camino a seguir, y deberemos tratar de tomar esa ruta aunque los enemigos nos empujen a la otra. Tomar el camino equivocado no es necesariamente algo malo, ya que aunque suponga tomar el camino más largo con las consecuentes repercusiones para el contador de tiempo, también nos permitirá explorar nuevos caminos y conseguir mayores puntuaciones. Esto le da al juego un factor rejugable interesante, ya que una vez dominemos el juego podemos probar a tomar estas rutas para mejorar nuestra puntuación, o simplemente para explorar nuevos horizontes.

El abuelo de Grand Theft Auto

Nuestro vehículo cuenta con una barra de daño que disminuirá con los choques, y si se vacía por completo perderemos nuestro transporte y acabaremos entre rejas. En algunas fases también contaremos con la capacidad de disparar algún arma, para la cual contaremos con munición limitada. Finalmente podremos activar un turbo que nos vendrá muy bien para retomar la velocidad tras una colisión, o cuando veamos una recta despejada.

Tantas funciones diferentes suponen un problema respecto al control en ciertos sistemas, así por ejemplo en Master System y Game Gear se acelera pulsando arriba para dejar libres los dos botones principales para otras acciones. Esto puede hacer que el manejo se vuelva un tanto engorroso, especialmente a la hora de acelerar y girar al mismo tiempo. Es posible llegar a acostumbrarse, pero habría sido mejor dejar el acelerador en un botón principal y relegar a la cruceta alguna de las otras funciones menos comunes.

Si logramos escapar de Londres con la moto, el protagonista saltará a otra moto, pero acuática. Será con ella con la que debamos cruzar el canal de La Mancha sobre las olas, mientras helicópteros de la policía y embarcaciones de todo tipo se interpondrán en nuestro camino. Asi iremos pasando de un vehículo a otro, y por supuesto no faltarán los imponentes coches deportivos característicos de la serie.

Resulta curioso como el juego utiliza sin contemplaciones toda clase de coches reales sin que haya de por medio licencia alguna, ya que si bien en el propio juego todavía se puede apelar a la dificultad para reconocer los vehículos reales, el manual del mismo no evita ni lo más mínimo hablar de marcas como: Mini, Porsche, Ferrari, Citroën, o Renault. Por descontado cada vehículo se comporta de una forma distinta, y es sin duda uno de los puntos destacables del juego el que haya tanta variedad de ellos.

Puede que todo esto os haya resultado interesante aún a pesar de estar bastante alejado de lo que cabría esperar de un 'Out Run', sin embargo hay que tener cuidado de en qué sistema lo vamos a jugar, ya que por desgracia no todas las versiones ofrecen el mismo grado de calidad. Esto no solo afecta a aspectos técnicos como los gráficos o el sonido, sino también a la jugabilidad, y bastante de hecho

Quien tiene un Amiga, tiene un tesoro

La mejor versión de todas es probablemente la de Amiga, ya que ofrece el mejor apartado visual de todos, con una estupenda sensación de velocidad y gráficos detallados y bien definidos. Además cuenta con una estupenda banda sonora obra de Matt Furnis, compositor que resultará familiar a los más melómanos fans de Mega Drive. También es la versión más jugable y divertida en general, por lo que es sin duda la más recomendable si podéis acceder a ella.

La siguiente versión en cuanto a calidad sería la de Atari ST, muy similar a la de Amiga, pero más lenta y menos jugable, además de contar con un apartado sonoro más discreto. Commodore 64 y Amstrad CPC contaron con versiones bastante aceptables, pero que quizá estén lejos de ser los mejores del género para estos legendarios sistemas. En la cola de los ordenadores estaría la inefable conversión a ZX Spectrum, que no solo no aprovecha el sistema con unos sosos gráficos monocolor, sino que además tuvo el total descaro de robar la secuencia final de otro gran clásico de coches como es el 'Chase H.Q.' de Taito.

Se desconocen los motivos de este "robo", ya que ni siquiera son juegos porteados por la misma compañía. Pero lo peor de todo es que el juego está preparado para correr en color, hasta el punto de que podemos activarlo con una serie de comandos. Lamentablemente esta función no parecer estar muy bien implementada, por lo que casi es mejor jugarlo en versión monocromo. Existen versiones modificadas por fans que corrigen en gran medida el problema de los colores, pero aun así sigue siendo la versión más pobre y en la que se puso menos cariño de todas.

En consolas, las versiones para Master System y Game Gear son prácticamente idénticas, y además aprovechan bien ambos sistemas. Si somos capaces de sortear los problemas de control anteriormente mencionados, podemos llegar a disfrutar bastante del juego en estas consolas. Siempre y cuando tengamos claro desde un principio que esto está muy lejos de ser un 'Out Run' al uso.

Jugarlo en la actualidad no es nada sencillo debido a que no existe ningún tipo de reedición, además encontrar hoy en día estos veteranos ordenadores y los juegos originales, puede ser toda una odisea para los que no estén ya familiarizados con estos sistemas. Si este es vuestro caso y las versiones de consola os saben a poco, probad a emular la conversión para Amiga, ya que, como decíamos, es probablemente la mejor de todas.

A medio gas

En resumen, un elogiable intento por tratar de hacer algo distinto con esta veterana serie, pero que deja con la sensación de que se trata de un juego no relacionado con ella al que simplemente se le ha acoplado su nombre para vender más. La relación con Sega empieza y termina con la propia licencia, y parece que en U.S. Gold no estuvieron dispuestos a tratar con el mismo cuidado todas las versiones. Si no tenéis especial aprecio hacía algún otro sistema, jugad a la versión de Amiga, o en todo caso a las de consola por su accesibilidad.

Nota: Al tratarse de un análisis de varias versiones diferentes, la puntuación final refleja la media entre todas ellas. Así por ejemplo la puntuación de la mejor versión de todas (la de Amiga) supondría sumar dos décimas a la nota media, mientras que la nota de la peor versión (la de Spectrum) requeriría restar dos décimas a la nota media. El orden de mejor a peor según cada versión sería el siguiente: Amiga, Atari ST, Commodore 64, Master System/Game Gear, Amstrad CPC, y finalmente ZX Spectrum.