DESENFUNDA

RETRO 'Operation Wolf', analizamos este mítico arcade de Taito y sus versiones para consola

Combate hordas de terroristas en este shooter que acaba de cumplir nada menos que 30 años.

Por Alberto Carmona 5 de Febrero 2017 | 15:45

Publicado por Taito en 1987 para recreativas, 'Operation Wolf' se convirtió rápidamente en un éxito que no tardó en llegar a multitud de sistemas de la época, incluidas consolas como: NES, Master System, o PC Engine. Así como a prácticamente todos los grandes ordenadores del momento. La maquina original ofrecía la posibilidad de jugar con una pistola de luz colocada frente a la pantalla, que además simulaba la sensación del retroceso cada vez que disparábamos. Por aquel entonces no había nada mejor para sentirse dentro de una película de Rambo como echarle unas moneditas a este divertido arcade.

Comienza la operación lobo

¡El país se viene abajo! Los terroristas han tomado el control de la zona y han secuestrado a todos los gobernantes. Si perdemos este punto estratégico, la estabilidad de toda la región y del mundo entero podría derrumbarse como un castillo de naipes. La precaria paz con los países circundantes hace imposible una acción militar a gran escala, de modo que la única solución es enviar a un comando de élite para que acabe con todos los terroristas y libere a los líderes y otros prisioneros que han caído durante la batalla. Es hora de asumir el papel de Roy Adams, el más destacado operativo de las Fuerzas Especiales, un legendario soldado curtido en mil batallas a lo largo de muchos años. Solamente siendo tan duro como él podrá resolver la situación, pero antes deberá preparar su arma preferida para la batalla. ¿Qué tal anda su puntería? ¡Pronto lo averiguará!

Los juegos de pistola se hicieron muy populares en los salones arcade, especialmente a raíz de títulos como el que analizamos. Y es que 'Operation Wolf' nos ponía en la piel de un comando de élite que debía rescatar un grupo de prisioneros en una arriesgada misión en solitario, al más puro estilo de las mejores películas de acción de la época.

Montada frente a la pantalla del arcade encontrábamos una Uzi, que sin embargo disparaba a modo de pistola en lugar de hacerlo como la metralleta que es. En las conversiones para consola era posible utilizar la Zapper en el caso de NES, y la Light Phaser en el de Master System. Mientras que por desgracia PC Engine se tuvo que quedar sin poder usar pistola de luz.

Poder poner a prueba nuestra puntería en medio de tan frenética acción, era algo que enganchaba y mucho desde las primeras partidas. Sin embargo la gracia se pierde un poco si no podemos emplear una pistola de luz, ya que jugar con el mando apuntando con la mirilla, no es lo mismo. Se puede jugar perfectamente y el juego sigue siendo realmente divertido, pero se pierde la gracia de apuntar y disparar a la pantalla de manera realista.

En las versiones japonesas del juego disponemos de cuatro escenarios al principio, que podemos elegir disparando a la pantalla. Una vez completados, aparecerán otras dos misiones más. Curiosamente en las versiones occidentales no se nos permite escoger nivel, y las seis fases se desarrollan de manera automática pasando de una a otra.

Un juego con historia

Uno de los aspectos clave del juego era la novedad de encontrarnos con una trama que justificase tanto disparo. No se trataba del típico juego en el disparábamos a objetivos sin más, pues tras cada fase acontecían escenas que nos iban narrando lo que sucedía. De hecho lo acontecido en algunos niveles afectaba directamente a la partida, como por ejemplo pudiendo recargar nuestra munición tras hacernos con el control del polvorín enemigo.

Y es que un aspecto curioso de 'Operation Wolf' es que no tenemos munición infinita, deberemos recoger cargadores para el arma que estén esparcidos por el escenario. Estos cargadores se irán acumulando, así como los morteros que recojamos y que será mejor guardar para los momentos más difíciles. Si nos quedamos sin munición quedaremos a merced del enemigo y terminará la partida, de modo que nada de disparar a lo loco.

Durante la partida la pantalla se desplazará automáticamente hacía la izquierda, mientras nos saltan enemigos por todos los lados. Si tardamos en dispararles, dispararán ellos causándonos daños, de modo que no solo habrá que disparar con precisión, si no también hacerlo deprisa. Además deberemos estar atentos a qué le disparamos, pues no dejarán de salir civiles por la pantalla a los que no debemos disparar.

También aparecerán animales correteando por las fases, como pollos, cerdos, o pájaros volando. Dispararles no les causará daño, pero al hacerlo a veces nos dejarán munición extra, y en ocasiones habrá que dispararles más de una vez para que suelten el objeto que llevan. Recoger cada cargador de munición y cada mortero será esencial para salir airosos, especialmente en los niveles más difíciles.

La mayoría de enemigos son soldados a pie que nos atacan ya sea con armas blancas, o de fuego. Pero también aparecerán vehículos de todo tipo, como lanchas, tanquetas blindadas, o helicópteros. Estos requerirán de varios impactos para ser destruidos, por lo que es mejor reservar los morteros para acabar rápidamente con estas maquinarias enemigas antes de que nos hagan papilla.

Problemas de salud

No faltarán los típicos objetos de ayuda, como la dinamita que al dispararla provocará una explosión arrasando a todo enemigo cercano, o el fuego rápido que además nos dará munición infinita durante unos segundos. También podremos encontrar bebidas energéticas que nos restauren un poco el medidor de salud, pero suelen ser tan escasas como necesarias.

Al principio puede parecer que nuestro medidor de daño es bastante generoso y que no encontraremos demasiada dificultad, pero cambiaremos pronto de idea al darnos cuenta de que el medidor apenas se rellena entre fase y fase. Tan solo tras superar el nivel del pueblo recuperaremos por completo la salud, por lo que las bebidas energéticas valdrán su peso en oro y los daños se pagarán muy caros.

Es en este medidor de daño donde podemos encontrar uno de los puntos negativos del juego, no por el medidor en sí, que simplemente hace que la partida no sea un paseo, si no por el incesante y molesto pitido que produce cuando empieza a estar bajo. Esto es algo común en prácticamente todas las versiones, y cuanto más bajo esté, con mayor rapidez pitará, llegando a hacerse ciertamente cansino.

A esto hay que sumarle que durante las partidas no escucharemos música alguna, tan solo los disparos y sonidos que emitan los enemigos al morir. Durante los menús y secuencias entre fases si que tendremos músicas, y bastante buenas. Pero el silencio musical durante la partida puede hacerse un tanto anodino, especialmente cuando el medidor de salud comience a pitar.

Llegar a completar el juego no será nada sencillo, y además puede ocurrir que no salvemos a suficientes rehenes, por lo que acabemos con un final malo. Si logramos superar la última misión con resultados aceptables, se nos invitará a una segunda ronda con una mayor dificultad. Tanta que será prácticamente un milagro conseguir sobrevivir.

Busca una tele retro a juego

De las versiones para consola, las de NES y Master System logran captar bastante bien el espíritu del juego original, teniendo en cuenta las limitaciones de cada maquina. Son una excelente excusa para sacarle buen partido a nuestras pistolas de luz, ya que hay que tener en cuenta que jugar con mando aumenta aún más la dificultad, especialmente en la consola de Sega. Cabe destacar que las pistolas de ambas consolas no funcionan en televisores modernos, por lo que para usarlas deberemos emplear una tele de tubo de las de antes.

La de PC Engine por su parte muestra un apartado gráfico soberbio, llegando incluso a poder mirar por el encima del hombro al arcade en algún aspecto. Además añade algunos elementos propios que lo hacen incluso más interesante. Cierto es que el no poder jugar con pistola es algo digno de lamentar, pero para compensarlo se añade un divertido modo cooperativo para dos jugadores capaz de justificar por si solo el jugar a esta versión.

Para jugarlo en la actualidad, lo más cercano que tenemos es el recopilatorio 'Taito Legends' para PS2 y Xbox que incluye el arcade original, aunque incomprensiblemente sin compatibilidad con pistolas de luz. También podemos comprar la versión para NES disponible en la Consola Virtual de Wii, pero por absurdo que parezca, solo se nos permitirá jugar con mando en lugar de poder disparar con el Wiimote.

Si lo que queremos son los cartuchos originales, el de Master System es sin duda el más fácil y barato de conseguir, rondando precios entorno a los 10 euros. El de NES por su parte si que dispara los precios, y más si lo queremos completo. El cartucho suelto puede costarnos entorno a 20 euros, pero completo puede superar tranquilamente los 50 o 60. Curiosamente la versión para PC Engine no es demasiado cara a pesar de haber salido solo en Japón, y puede alimentar vuestra consola por unos 20 o 30 euros completo.

'Operation Wolf' es toda una descarga de adrenalina, un título especialmente recomendable en cualquier sistema, tanto en el arcade original como en las versiones para las consolas de las que os hemos hablado. Recordad que está también en la mayoría de ordenadores de la época, y que allí es igualmente recomendable. Así que no dudéis en darle una oportunidad si sois amantes de la retro-informática.