Se cumplen 30 años del lanzamiento de 'Mickey Mousecapade' en América, lo que supuso la primera unión entre Capcom y Disney como anticipo de lo que nos iría llegando años después. Sin embargo el origen del juego hay que buscarlo en Hudson, ya que ellos fueron los desarrolladores originales de la versión para Famicom, la cual tenía el largo nombre de 'Mickey Mouse: Fushigi no Kuni no Daibouken'. Dicha versión ofrecía algunas diferencias con la publicada en occidente, pero ambas nos proponían vivir una apasionante aventura de la mano de Mickey y Minnie con toda la magia de Disney.
¡Al rescate!
Mickey y Minnie se dirigen a pasar un tranquilo día en el parque de atracciones, cuando reciben la alarmante noticia de que una niña amiga de Mickey ha sido secuestrada. Sin dudarlo ni por un instante, ambos emprenden la misión de rescate sin importarles el riesgo. Lo que ellos no saben es que les espera una épica aventura llena de peligros y trampas, así como de viejos enemigos del pasado. Solo si permanecen juntos lograrán rescatar a la amiga de Mickey, pero eso no será suficiente para salir airosos, pues te necesitan a ti para que les ayudes. Guíales por este extraño mundo de magia y peligros, donde tú eres la única ayuda con la que cuentan. ¡Lo que te convierte en la última esperanza para esa pobre niña secuestrada!
Aunque no es precisamente el juego de Disney más conocido de NES (ese título le correspondería al genial 'DuckTales'), 'Mickey Mousecapade' puede presumir de ser el primer cartucho de esta consola basado en los personajes clásicos de Disney. De hecho tendríamos que remontarnos nada menos que hasta Atari 2600 para encontrar apariciones anteriores del famoso ratón en consola.
Lógicamente no vamos a encontrar un juego tan redondo como el que protagonizó el Tío Gilito, pero nos queda una curiosa propuesta plataformera ideal para los más pequeños de la casa, o para aquellos que simplemente busquen un juego no muy complicado con el que pasar la tarde. ¿Resulta interesante entonces echarle un vistazo? Veamos.
Nuestro objetivo en cada fase es derrotar a un jefe que nos espera al final de unos niveles que es recomendable explorar a conciencia, para ello manejamos al mismo tiempo a Mickey y Minnie de una forma un tanto extraña, similar a la utilizada posteriormente en 'Sonic the Hedgehog 2' cuando nos acompañaba Tails. No obstante aquí Minnie no será plenamente invulnerable como en los juegos del erizo azul, sino que deberemos tener cuidado con ella especialmente al saltar abismos, pues si ella cae, nosotros caeremos con ella.
Este sistema puede resultar un tanto confuso al principio, y es fácil tener la sensación de que no sirve para nada más que incordiar. Sin embargo es posible aprovechar esto para acceder a diferentes estrategias, por ejemplo encontrando cierto ítem que permite que Minnie también dispare proyectiles y jugando con la posibilidad de separar ambos personajes con un poco de habilidad.
Diferencias regionales
Dichos proyectiles no estarán disponibles desde un principio, aunque no tardaremos mucho en encontrarlos. Sin ellos estaremos indefensos contra los enemigos, así que hasta que los consigamos, tan solo podremos esquivarles saltando. La forma de estos proyectiles varía dependiendo de si estamos jugando a la versión japonesa de Hudson, o a la americana adaptada por Capcom, ya que en el original Mickey y Minnie disparaban una especie de bolas blancas, mientras que en Capcom pensaron que quedaba mejor que disparasen estrellas.
No es esta ni mucho menos la única diferencia entre ambas versiones, ya que por ejemplo la trama varia ligeramente de una adaptación a otra. En Japón Mickey y Minnie directamente entran en el País de la Maravillas para rescatar a Alicia, mientras que encontramos toda clase de referencias a este clásico. Por el contrario en América dichas referencias fueron mayoritariamente reemplazadas por otros personajes icónicos de Disney, provenientes de otras historias como la de Peter Pan, o La Bella Durmiente.
Otra diferencia es que en la versión para Famicom es posible utilizar el segundo mando incorporado con la consola para manejar los personajes, lo que nos permite por ejemplo separar más fácilmente a Mickey de Minnie si pulsamos una dirección lateral en un mando, y la contraria en el otro. No es un modo cooperativo, cosa que le habría venido de perlas al juego y habría justificado de paso la presencia de Minnie, pero al menos podemos pedirle ayuda a un amigo para tener ventaja en ciertas partes de la aventura.
Finalmente, si Minnie se nos pierde y queremos que vuelva junto a Mickey para evitar que se meta en algún lío, bastará con mantener pulsado arriba o abajo en el mando para llamarla. Todo este sistema de control puede resultar engorroso y es muy posible que acabéis optando por jugar sin maniobras extrañas, pero si lo hacéis no olvidéis que si Minnie sufre daño, las consecuencias serán generales.
Algunos niveles nos propondrán explorar en serio, a base de abrir puertas y subir y bajar escaleras. Sin embargo esto se intercala con otras fases que se antojan terriblemente cortas, con un grado de dificultad que sube y baja como la marea. Estos niveles cortos y fáciles no ayudan a aumentar la duración general del juego, que tampoco es mucha. Y el factor rejugable dependerá únicamente de vuestro interés por comprobar si os habéis dejado algo en cada fase.
Cooperación necesaria
En cada escenario es posible encontrar ítems ocultos que aparecen a base de dispararles, de modo que estad atentos por si veis que un disparo parece rebotar en algo sospechoso. De hecho así es posible acceder a pequeñas zonas secretas que ayudarán en algo a paliar la corta duración del juego. Y además, no dejarse ni un rincón sin explorar puede suponer la diferencia entre superar un nivel sin complicaciones, o perder en él todas nuestras preciadas vidas en el intento.
Gráficamente nos encontramos ante una propuesta bastante correcta, y más para su época, con diseños reconocibles para los personajes, y escenarios vistosos y coloridos. Mientras que en lo referente al sonido, las composiciones pueden pecar de ser un tanto repetitivas y nos pueden llegar a resultar algo machaconas al cabo de un rato.
Pero sin duda la mayor pega que se le puede encontrar es la ausencia de un modo cooperativo, ya que el manejo simultáneo de ambos personajes lo pide a gritos. Minnie puede llegar a convertirse en un verdadero incordio, cosa que se habría evitado permitiendo la participación de otro jugador. Además tampoco podemos escoger qué personaje va en cabeza, por lo que tampoco podremos pasarnos el juego con Minnie, cosa que habrá aumentado el factor de rejugabilidad al permitir completar el juego con ambos personajes.
Si queréis darle una oportunidad, no os molestéis en buscar el cartucho para NES en versión europea, porque no llegó a salir aquí. Por suerte la versión americana no es excesivamente cara y se pueden conseguir por precios ciertamente bajos. Eso si, tened en cuenta que los cartuchos americanos no funcionan en las NES europeas si no habéis efectuado algún tipo de modificación, de modo que tenedlo en cuenta antes de comprar nada.
La versión para Famicom es incluso más barata, pero requiere poseer una Famicom original o un adaptador de sus cartuchos para la NES de aquí, accesorio nada fácil de conseguir. Si no sois especialmente coleccionistas y os da igual el formato físico, podéis dejaros de complicaciones y optar a la siempre socorrida emulación. Desgraciadamente no existe ningún tipo de reedición digital, por lo que esta es la única opción para aquellos que no tengan, o no quieran usar, la consola original.
Un diamante en bruto
Una aventura plataformera sencilla, pero capaz de darnos buenos momentos. Recomendable si no sois especialmente exigentes y no os importa que no todos los juegos sean joyas como 'Mega Man' o 'Metroid'. En cambio, sí lo sois, tal vez sea mejor que busquéis otra propuesta más sólida. Los que a buen seguro disfrutarán de este cartucho son los más pequeños, pues se trata de uno de esos juegos ideales para dar nuestros "primeros pasos" en el mundo del videojuego.