LA PRIMERA AVENTURA DE KIRBY

RETRO 'Kirby's Dream Land', analizamos los orígenes de Kirby en Game Boy

Parece que el bueno de Kirby jugará un papel destacado en el modo historia del nuevo 'Super Smash Bros. Ultimate', y para aquellos que quieran conocerle mejor rememoramos su primera aventura.

Por Alberto Carmona 25 de Noviembre 2018 | 16:16

En 1992 se publicaba para Game Boy un juego muy especial a cargo del veterano estudio HAL Laboratory, una aventura plataformera sencilla pero rebosante de carisma que se iba a ganar el cariño de muchos jugadores. De este modo Masahiro Sakurai daba a luz a su hijo predilecto, una simpática bola rosa que podía tragarse prácticamente cualquier cosa y flotar en el aire como un globo. A cargo de la programación estaba un joven Satoru Iwata, quién años más tarde se convertiría en una de las figuras más ilustres y queridas del mundo del videojuego.

Hambruna en la tierra de los sueños

Cae la noche sobre Dream Land y sus habitantes se disponen a dormir para tener dulces sueños, todos excepto una siniestra sombra con forma de enorme pingüino que se desliza en silencio robando toda la comida del lugar junto con sus compinches. Es el glotón Rey Dedede, que no contento con dejar a todos sus súbditos sin nada que llevarse a la boca, además ha robado cinco estrellas mágicas que sus habitantes utilizan en su día a día para conseguir más comida. A la mañana siguiente los habitantes de Dream Land están desconcertados. ¿Qué comerán ahora? Pero entonces alguien se ofrece para ir a recuperar la comida y las estrellas, se trata de Kirby, un valeroso habitante de Dream Land que no teme al Rey Dedede y no está dispuesto a quedarse sin su almuerzo por la glotonería de ese pingüino abusón. Ahora Kirby debe recorrer el reino derrotando a los esbirros del Rey Dedede para recuperar las estrellas, y finalmente darle una lección en persona al egoísta monarca para que se ponga a dieta.

El concepto básico de 'Kirby's Dream Land' es el de ofrecer un juego de plataformas desenfadado y asequible para todo tipo de usuario, permitiendo que cualquiera pueda terminarlo y rejugarlo tanto como desee. Esto lo convertía en el compañero ideal de nuestra Game Boy, ya que su suave desarrollo nos permitía jugar en cualquier sitio sin complicaciones. Gracias a eso este cartucho fue el inseparable compañero de aventuras de más de un jugador a principios de los 90, y de algunos incluso lo sigue siendo.

Kirby puede saltar como tantos otros protagonistas de juegos de plataformas, pero también tiene la capacidad de flotar, lo que hace que no sea necesaria tanta habilidad en el salto. Prácticamente podemos llegar a pasarnos algunas fases volando sin llegar a tocar el suelo, pero aun así tendremos que esquivar trampas, enemigos, y otros peligros. La capacidad de vuelo de Kirby también le ayuda a mantenerse fuera de peligro en momentos difíciles, como por ejemplo al enfrentarnos a algún jefe de final de fase.

Recibir un impacto de enemigo u obstáculo mermará la barra de salud de Kirby, la cual podemos volver a reponer a base de encontrar comida escondida a lo largo de los niveles. En primera instancia puede parecer que se trata de un juego bastante lineal, pero tiene cierto factor de exploración, especialmente si tenemos en cuenta que ofrece algunas rutas y áreas secretas que no son fácilmente apreciables a simple vista.

Durante el vuelo, Kirby puede escupir el aire acumulado para deshacerse de enemigos que ataquen por aire. Pero su principal arma será la de poder engullir enemigos para poder regurgitarlos después, para ello bastará con pulsar el botón que hace que Kirby comience a succionar aire y que algún infeliz enemigo entre en el radio de acción de su boca. Después podemos tragarnos al enemigo para que no moleste más (suena un poco cruel, pero es así), o escupirlo en forma de proyectil para atacar a otros enemigos.

Copiar no es una opción

Si jugamos a este Kirby en retrospectiva, es decir, después de haber jugado a entregas posteriores, probablemente echemos de menos la habilidad de copiar enemigos al tragarlos. Dicha habilidad no estuvo disponible hasta el segundo juego de Kirby, que fue el 'Kirby's Adventure' de NES que analizamos aquí mismo hace poco. Aquí básicamente nos pasaremos todo el juego tragando y escupiendo enemigos, lo que puede resultar algo monótono. Por suerte podemos acceder a algunas de las habilidades que posteriormente formarían parte de la capacidad de copiar, solo que en forma de ítems repartidos por los niveles.

Uno de estos ítems permitirá a Kirby pasar a modo de vuelo continuado, al mismo tiempo que le permite disparar proyectiles por la boca sin deshincharse. Esto básicamente convierte al juego en una especie de shoot'em up, donde deberemos disparar y esquivar en el aire para superar ciertas zonas, o derrotar a determinados jefes.

En general las mecánicas de juego son bastante fáciles de aprender, y no es de extrañar que nos pasemos el juego en nuestra primera partida antes siquiera de que nos demos cuenta. De hecho, una de las principales críticas que recibió este primer Kirby en su momento fue su tal vez excesiva facilidad, lo que unido a su corta duración hacía que a algunos les supiera a poco.

Cierto es que el juego de algún modo nos incita a rejugarlo una y otra vez, incluso a pesar de que ya lo hayamos visto todo. Pero hay una forma mejor de alargar su duración, así como de equilibrar más el nivel de dificultad para aquellos a los que resulte demasiado fácil. Si completamos el juego y esperamos a que terminen los créditos, aparecerá una pantalla explicándonos un sencillo truco que nos permite aumentar considerablemente la dificultad del juego.

Este modo extra más difícil supone un reto notablemente mayor que el de jugar al juego normal, y es la excusa perfecta para que sigamos jugando una vez nos lo hayamos pasado. No obstante, hay quién puede querer acceder a este nivel de dificultad más elevado desde el primer momento, y eso es algo que podrá hacer sin problemas introduciendo el mencionado truco. Si queréis saber cuál es, no os tendréis que ir muy lejos para encontrarlo, pues aquí mismo os lo mostramos en la última captura del juego incluida en este análisis.

La vida de color rosa

En lo referente al aspecto gráfico hay que recordar que estamos ante un juego creado expresamente para la Game Boy original, de modo que ni siquiera empleando el Super Game Boy podréis apreciar demasiados colores. De hecho esto fue un problema para la propia Nintendo cuando el juego fue llevado a occidente, pues desconocían cual era el color real del protagonista. Desde un primer momento Sakurai estableció que era rosa, tal y como aparecía en la portada de la versión japonesa. Pero esta información no llegó a los encargados de diseñar la portada occidental, así que tanto en América como en Europa se nos mostraba un Kirby de color blanco.

Por suerte durante el juego la ausencia de color no supondrá ningún problema serio, y de hecho los gráficos nos deleitan con diseños bastante detallados e imaginativos para lo que daba de sí la pantalla de la portátil monocromática. En otras palabras, el juego logra ser bonito y agradable a la vista a pesar de la ausencia total de color, lo que tiene su mérito. Además Kirby está perfectamente animado a pesar de su diminuto tamaño, y podemos apreciar sin problemas todas y cada una de sus simpáticas expresiones.

La banda sonora es probablemente una de las mejores cosas del juego, con temas que hoy en día nos resultan más que familiares, pero que debutaban en este título provenientes del talento del gran Jun Ishikawa. De hecho, podremos acceder a un completo test de sonido donde escuchar estos temas tantas veces como queramos al margen del ajetreo del juego.

Si queremos disfrutar hoy en día de la primera aventura de Kirby, podemos hacerlo muy fácilmente gracias a la Consola Virtual de 3DS desde donde podemos descargarlo por un módico precio. No obstante, el cartucho original para Game Boy no es especialmente difícil de conseguir, y podéis disfrutarlo en la consola original por unos 10 euros o incluso menos. Eso sí, siempre que no os importe que no tenga caja ni manual, ya que el juego completo alcanza precios muy superiores.

Quizá pueda pecar de ser un tanto fácil y corto, pero son cosas que se le pueden perdonar tranquilamente gracias a su encanto y carisma. Es sin duda uno de los mejores acompañantes que podéis encontrar para vuestra fiel Game Boy, y un verdadero imprescindible para todo buen fan de Kirby que se precie. Jugable, bonito, y divertido, poco más hace falta para empezar a adorar a la entrañable bola rosa de Nintendo.