El 19 de Agosto 2018 | 13:41
Con el nuevo milenio nos llegaba esta nueva aventura plataformera de Kirby para Nintendo 64, manteniendo la jugabilidad clásica de la serie, pero cambiando los sprites por polígonos. En un primer momento su lanzamiento se planificó para 64DD, pero el fatídico destino de este add-on para N64 precipitó que nos llegase finalmente en forma de cartucho. Puede que la competencia en este género hubiese dejado muy alto el listón en esta consola, pero nuestro querido Kirby iba a saber mantenerse a la altura a base de derrochar encanto y jugabilidad.
Los fragmentos del cristal
El planeta Ripple Star está en peligro, este mundo pacifico habitado por hadas ha sido atacado por una malvada fuerza oscura conocida como Dark Matter, que tiene la habilidad de poseer y controlar a cualquiera que tenga la desgracia de cruzarse en su camino. Tan solo un habitante de este mundo ha logrado escapar a su control, un hada llamada Ribbon que ha conseguido llevarse consigo el gran cristal sagrado que protege su mundo. Dark Matter no tarda en salir tras ella buscando el cristal, el cual logra romper en pedazos que acaban esparcidos por el espacio. Como consecuencia del ataque, Ribbon se estrella en Pop Star, consiguiendo llevarse consigo un único pedazo del cristal. Allí es donde entra en contacto con Kirby, quién ya se ha visto las caras con Dark Matter en el pasado y decide ayudarla a salvar su mundo. Por el camino se encontrarán con amigos y enemigos que se han tropezado con otras partes del cristal, y en consecuencia han acabado también bajo el control de Dark Matter. Si logran liberarlos y trabajar juntos, tal vez tengan una oportunidad contra esta malvada fuerza oscura.
Aunque Nintendo hizo un esfuerzo considerable por orientar el catálogo de Nintendo 64 a las por entonces novedosas 3D, hubo algunos de sus clásicos que se resistieron a seguir los pasos de sagas como 'Mario' o 'Zelda'. Este fue el caso de 'Yoshi' con el genial 'Yoshi's Story', y lo mismo haría Kirby con este 'Kirby 64' que analizamos.
No obstante la simpática bola rosa no pudo resistir la nueva moda poligonal, por lo que aunque mantenía su jugabilidad clásica 2D, también nos ofrecía unos gráficos poligonales que nos hacían sentir más dentro de su mundo que nunca. Cabría esperar que al renunciar a los sprites dibujados se perdiese gran parte del encanto y colorido del universo de este entrañable personaje, pero nada más lejos. Los nuevos fondos reflejan a la perfección el estilo colorido y mono de la serie, en un juego que incluso hoy en día sigue resultado precioso en el aspecto visual.
Tanto Kirby como el resto de personajes están estupendamente animados, algo de lo que nos daremos cuenta especialmente durante las secuencias entre fases creadas con el propio motor del juego. El grado de detalle conseguido es también bastante alto, algo que se aprecia en los planos cortos con modelos redondeados y texturas bien definidas.
Por el camino podemos reclutar nuevos personajes para el equipo, algunos de los cuales incluso se pondrán bajo nuestro control en determinadas partes. De hecho la idea original era que pudiésemos manejar a cualquiera de ellos durante todo el juego, pero este concepto tuvo que rebajar sus pretensiones debido a la complejidad que entrañaba.
Donde si encontraremos complejidad es en el nuevo sistema de absorción de poderes de Kirby, ya que ahora podemos combinar las habilidades de dos enemigos al mismo tiempo. Por ejemplo si nos tragamos a un enemigo con la habilidad cortadora, y lo combinamos con uno que tenga la de fuego, podremos manejar una devastadora espada incandescente con la que barrer el escenario de enemigos sin dificultad.
Kirby en estado puro
Esta capacidad para combinar habilidades se une al repertorio clásico de Kirby, que puede saltar, correr, nadar, tragar, escupir, y flotar por el aire. Cualquiera que haya jugado antes a algún título de esta serie se familiarizará bien pronto con su jugabilidad, pudiendo centrarse en descubrir lo que la versátil combinación de poderes nos descubre.
Hasta 35 combinaciones distintas podemos conseguir a base de mezclar poderes de los diferentes enemigos, lo que garantiza que nos pasaremos un buen rato tratando de combinarlas todas y descubriendo las ventajas y desventajas de cada una. Esto le da también un toque estratégico al juego, ya que algunas habilidades nos darán bastante ventaja en determinadas zonas, mientras que otras nos pueden poner en serios aprietos.
Como es habitual en la serie, el nivel de dificultad no es excesivamente alto, ni tampoco la duración. Pero podremos guardar partida con nuestro avance, lo que nos permitirá afrontar el reto de conseguir el 100% una vez hayamos terminado la aventura principal. En líneas generales puede que el juego no os dure demasiado, pero las horas que os paséis frente a él merecerán totalmente la pena.
Por desgracia en esta ocasión no contamos con modo cooperativo al invocar a un ayudante, probablemente debido a la complejidad del nuevo sistema de combinación de habilidades. Pero a cambio podemos disfrutar de tres mini-juegos adicionales en los que pueden participar hasta 4 jugadores, y donde también podremos manejar a más personajes además de Kirby. No le habrían venido mal algunos mini-juegos más, pero con los que trae ya os podéis echar algunas horas de diversión con los amigos.
El control responde realmente bien, tanto como en anteriores entregas. Por lo que los habituales de la serie se harán con el manejo al instante. El resto no tendrá demasiados problemas para aprender a jugar, ya que el bajo nivel de dificultad nos otorga bastante margen de error. Únicamente puede ocurrir que a veces nos hagamos un lio al tratar de combinar dos habilidades y acabemos tragándonos algo no deseado, pero con la práctica lo dominaremos sin muchos problemas. Además el juego nos ofrece el típico tutorial para aprender cómo funcionan las técnicas de copia de habilidades de Kirby, al cual podremos acceder opcionalmente al comienzo de la partida.
Combinación ganadora
Como es tradición en la serie, no esperéis diálogos hablados por parte de los personajes, como mucho algún sonido. Sin embargo la trama se entiende a la perfección durante las escenas, y resulta igual de simpática y entretenida que el resto del juego. La banda sonora por su parte sigue fielmente el estilo habitual de la saga, mezclando temas apacibles con otros cañeros que aumenten el ritmo en momentos clave, como por ejemplo al enfrentarnos con un jefe de final de fase.
La dureza de dichos jefes dependerá en gran medida de nuestra estrategia al adquirir habilidades, lo que puede resultar en que acabemos con ellos en un par de segundos, o nos compliquen bastante las cosas si por ejemplo nos quedamos sin habilidades adicionales en mitad de la batalla. Dicho sea de paso, el diseño de los jefes es tan magistral e imaginativo como el del resto de personajes, y alguno incluso puede resultar más siniestro de lo que la estética general del juego haría prever...
Todo esto conforma un juego altamente recomendable incluso hoy en día, pero que por desgracia se ha convertido en toda una rareza por la que se suelen pedir más de 60 euros tan solo por el cartucho suelto. Si queréis jugarlo en la Nintendo 64 original os recomendamos buscar la versión japonesa, ya que es mucho más barata que la occidental. Siempre claro que tengáis adaptador de región, o una Nintendo 64 japonesa.
Si no os importa lo de no jugarlo en la consola original, podéis descargarlo todavía de la Consola Virtual de Wii U por un precio módico. También fue incluido en el recopilatorio 'Kirby's Dream Collection' para Wii, pero desgraciadamente esta recopilación no llegó a Europa, por lo que tendríais que importarla desde América o Japón y buscar alguna forma de que funcione en vuestra Wii europea.
Un título redondo que sin duda hará las delicias de los fans de Kirby, y que logra mantener todo el carisma y la jugabilidad propios de la serie. Todo mientras disfrutamos de un verdadero festín para nuestros ojos, con diseños rebosantes de color y un apartado artístico como para quitarse el sombrero. Todo un imprescindible que no debería faltar si algún día Nintendo decide sacar una Nintendo 64 Mini.
Lo mejor:
Derroche de colorido y carisma con un apartado visual que sigue luciendo realmente bien en la actualidad. La capacidad de combinar habilidades. Mantiene la jugabilidad clásica de la serie sin renunciar a las novedades.
Lo peor:
Se echa de menos el modo cooperativo de entregas anteriores. Se habría agradecido que incluyese algún mini-juego más para el multijugador. Los amantes de los retos pueden encontrarlo algo fácil y corto.