El 11 de Junio 2017 | 15:09
A finales de 1997 llegaba a las tiendas niponas el primer 'Gran Turismo', el inicio de una saga que sigue plenamente activa hoy en día con 'Gran Turismo Sport' en camino. Ya desde esta primera entrega, la serie 'Gran Turismo' vino dejando bien claras sus intenciones, con hectáreas de coches para conducir y elementos más propios de un RPG que aumentaban su complejidad. Y es que aquí no bastaba con correr, si no que debíamos gestionar nuestra propia escudería de carreras mientras nosotros mismos íbamos convirtiéndonos cada día en mejores pilotos.
The real driving simulator
Para la mayoría de la gente, un turismo es un vehiculo para desplazare cómodamente en su día a día. Pero hay un tipo diferente de persona, individuos hechos de una pasta especial que prefieren utilizar estas máquinas para cosas más lúdicas. ¿Eres tú uno de ellos? Si quieres demostrarlo, basta con una pequeña inversión inicial para empezar a abrirse paso en el mundo de las carreras de turismos. Pero antes de eso, primero deberás sacarte el carnet, y para ello te esperan una serie de duras pruebas que te enseñarán a dominar todos los aspectos de la conducción. Una vez superada esta prueba, ya solo tendrás que decidid cuál será tu primera montura, y si los coches nuevos se te escapan del presupuesto, siempre puedes echar un vistazo al mercado de vehículos usados para encontrar alguna adorable antigualla. Por delante tienes un futuro prometedor, y un gigantesco garaje por llenar. Las puertas de la emocionante competición de turismos se acaban de abrir ante ti.
'Gran Turismo' llegó en un momento dulce dentro de la historia de los juegos de coches, grandes títulos inundaban los catálogos de las consolas del momento, enriquecidos por los enormes beneficios que supusieron para este género los gráficos 3D. Sin embargo entre tanta propuesta era cada vez más difícil destacar, algo que no supuso el menor problema para el juego de la recién creada Polyphony Digital.
Y es que 'Gran Turismo' no se limitó simplemente a tratar de ofrecer alguna cosa interesante, si no varias. Para empezar retomó conceptos ya conocidos en el género, pero mejorándolos y expandiéndolos. Como los toques a lo RPG que nos proponían empezar desde cero e ir comprando y mejorando coches con el dinero que ganábamos, haciendo que no nos limitásemos simplemente a correr, si no que además tuviéramos que gestionar nuestro pequeño equipo de carreras.
Al mismo tiempo se ofrecía un apartado gráfico soberbio, que si bien no era lo mejor que se vio por la primera PlayStation en aquellos tiempos, si que lograba humillar a la inmensa mayoría de títulos del género. Dentro de este apartado visual destacaba especialmente la cuidada recreación de cada coche, algo muy meritorio si tenemos en cuenta que la cifra total de vehículos disponibles era de 173.
Puede que a día de hoy esta no parezca una cifra de vehículos muy notoria, sin embargo en su momento dejó a todo el mundo con la boca abierta. Por aquel entonces los juegos de este tipo rara vez ofrecían más de una docena de vehículos diferentes, y pasar de golpe a estas cifras era algo terriblemente atractivo, pues hacía parecer que 'Gran Turismo' podría durarnos años y años.
Bien es cierto que esta elevada cifra de vehículos disponibles "tenía truco", pues muchos de los modelos estaban repetidos y tan solo ofrecían pequeñas diferencias de rendimiento. Además la inmensa mayoría de ellos eran coches japoneses, muchos de ellos desconocidos por esta parte del mundo. Sin embargo eso no restó fuerza a semejante prodigio, y la sensación de vértigo al perderse por los diferentes concesionarios es algo que se apoderó de muchos atónitos jugadores.
Además esto le daba al juego un curioso toque de realismo, ya que la experiencia de salir a buscar nuestro primer coche a base de ojear los catálogos de venta de vehículos nuevos y usados, era muy parecida a lo que cualquiera de nosotros hubiese tenido que hacer en la vida real para adentrarse en este mundillo de las carreras de turismos. Además, no bastaba con comprar el coche que nos pareciese más bonito, debíamos informarnos bien de sus prestaciones para no adquirir una tartana que nos dejase tirados durante las carreras.
Un toque estratégico
Esto deja y mucho en manos del jugador el nivel de dificultad que nos aguarda, y es que elegir sabiamente nuestro primer vehiculo nos garantizará un comienzo más productivo que otro. Este toque estratégico hace fácilmente las delicias de todo amante del motor, y además podemos picarnos con otros amigos que también tengan el juego para ver quién prospera antes en su partida.
Con este primer vehiculo podremos empezar a correr en diferentes pruebas compitiendo directamente contra otros cinco vehículos manejados por la consola. Dependiendo de cómo haya sido nuestra primera elección, tendremos más o menos posibilidades de ganar cada carrera. Sin embargo el no conseguir quedar primero en el podio no significa ningún problema, simplemente recibiremos menos créditos que si hubiéramos ganado y seguiremos jugando.
Pero antes de poder comenzar a adentrarnos en este enorme mundo de la competición, había que dar un paso previo importante, sacarnos el carnet de conducir. Para ello debíamos superar una serie de pruebas que en realidad funcionaban como un tutorial para aprender a correr, donde se nos enseñaba como frenar, como tomar las curvas, o como adaptarnos al diferente comportamiento de cada vehiculo.
Una vez superadas todas las pruebas, recibíamos nuestro carnet y ya estábamos autorizados para competir en las carreras que requiriesen dicha licencia. Sin embargo este proceso podía hacerse algo molesto y tedioso, ya que las pruebas no eran precisamente fáciles. Además era un paso indispensable antes de podernos poner a ganar dinero en serio, ya que en las escasas pruebas que permitían correr sin carnet, apenas nos daban créditos por ganar.
Dichos créditos se pueden emplear en mejorar el coche que tenemos, o en comprar otro mejor en el futuro. Si optamos por lo primero, descubriremos que el juego ofrece unas opciones de tuneado asombrosas para la época. Otros títulos ya habían jugado con esto, pero ninguno de manera tan compleja y realista hasta entonces. Prácticamente podemos mejorar cada parte del coche, sintiendo de manera más o menos notable sus efectos durante la carrera.
Además si queríamos ir un paso más lejos, después de comprar estas piezas de mejora podíamos tratar de ajustarlas para sacarles el mayor rendimiento posible. Esto hacía las delicias de los fans de la mecánica, y recompensaba al jugador cuantos más conocimientos sobre el mundo del motor tuviese. De hecho el juego sirvió de escuela virtual para muchos jugadores, que probablemente encontraron en 'Gran Turismo' la vocación a seguir durante su vida.
Y es que 'Gran Turismo' fue todo un impacto para muchos usuarios, de hecho su éxito provocó que algunos fabricantes de coches se decidiesen a exportar al resto del mundo sus vehículos, tal y como ocurrió en el caso de Nissan y su Skyline GT-R. Y este fue solo el primer paso en la relación entre esta serie y los fabricantes de coches reales, algo que ha ido prosperando con los años dando lugar a logros realmente espectaculares.
'Gran Turismo' era más que un juego, y su impacto aún se sigue notando 20 años después. Su concepto de "simulador" se basaba más en el hecho de permitirnos recrear el proceso necesario para convertirnos en pilotos de carreras, que en la simulación de conducción en sí. De hecho en este primer título de la serie aún se nota un marcado componente arcade, especialmente notable si hoy en día nos ponemos a rejugarlo. Y es que los coches tienden a derrapar con facilidad en busca del espectáculo.
Siente la carretera
Coincidiendo con el lanzamiento de 'Gran Turismo', Sony puso a la venta su por entonces nuevo mando, el Dual Shock. Este mando ofrecía sticks analógicos de mayor precisión que el modelo anterior (cuya vida activa no fue muy larga), y además incorporaba vibración de serie. La combinación de ambas mejoras nos permitía vivir 'Gran Turismo' de una manera diferente, con una precisión mucho mayor en el control, y sintiendo en nuestras manos cada curva y cada bache gracias al logrado efecto de vibración.
Sin embargo toda esta propuesta corría el riesgo en su día de parecer demasiado compleja, algo tan avanzado que muchos jugadores podían sentirse abrumados. Por este motivo se añadió el modo de juego arcade, un modo más similar al de otros juegos de carreras del momento, donde simplemente se nos daba la opción de elegir un coche cualquiera y correr. Dentro de este modo podíamos ir desbloqueando nuevos vehículos, circuitos, y opciones, tal y como haríamos en otros juegos convencionales. De esta forma 'Gran Turismo' supo cubrir las necesidades de todo tipo de jugador.
También se incluía un modo versus para dos jugadores a pantalla partida, y además disponíamos de una función que permitía transferir coches de una Memory Card a otra, con los cuál podíamos hacer intercambio con otros jugadores como si se tratase de cromos. Llegar a conseguir todos los coches del juego no era nada sencillo, y menos teniendo en cuenta que nuestro garaje no podía acoger los 173 coches disponibles. Esto obligaba a cualquier coleccionista de vehículos a tener su partida en varias Memory Card, lo que resultaba bastante engorroso.
Ya por aquel entonces, 'Gran Turismo' se vio aquejado de varios aspectos que han tardado años en ser solucionados en la saga, o que incluso permanecen todavía ahí. Como el hecho de que los coches no sufran desperfectos, o la calidad del sonido y de la IA de los pilotos manejados por la consola. Sin embargo estos pormenores pasaron bastante desapercibidos en su día, pues fueron eclipsados por las enormes bondades que ofrecía el título.
En lo referente a la banda sonora, la versión original japonesa nos brinda un apartado musical totalmente diferente al de aquí, cambiando uno a uno todos los temas musicales. Y es que para occidente se apostó por incluir música comercial, algo muy habitual por parte de Sony en la época para hacer que sus productos resultasen más atractivos para el público general.
De un modo u otro, 'Gran Turismo' se convirtió en el juego más vendido de todo el catálogo de la primera PlayStation, era un título que había que tener si o si, incluso aunque no fuésemos muy habituales de los juegos de coches. Y es que este gran juego es capaz de encandilar prácticamente a cualquiera, gracias su complejidad, su enorme cantidad de contenidos, y su cuidado a la hora de ofrecer diferentes propuestas para todo tipo de jugador.
Puede que no le veamos mucho sentido hoy en día al hecho de volver la vista atrás y darle una rejugada, ya que el salto en lo referente al aspecto visual puede resultarnos demasiado grande. Sin embargo si lo hacemos seremos recompensados con una jugabilidad especial, algo que no resulta tan complejo y realista como los títulos actuales, pero que tampoco supone una excesiva falta de reto buscando que todo el mundo pueda jugarlo. Una curiosa combinación prácticamente imposible de encontrar hoy en día, y que puede hacer que acabemos enganchados a él incluso en estos tiempos modernos.
Si queréis probar esto por vosotros mismos, y no tenéis miedo al desfase visual. Podéis conseguir el disco original muy fácilmente, ya sea por Internet o rebuscando un poco en tiendas de juegos usados. Su enorme popularidad lo hace un título bastante común, y podéis añadirlo a la colección por unos pocos euros. Además este disco original os funcionará en cualquier PS2 o PS3, donde de paso podéis añadir algunas mejoras visuales que os ayuden a sobrellevar mejor el paso del tiempo.
La potencia sin control no sirve de nada
No cabe duda de que la saga 'Gran Turismo' ha recorrido un largo camino, consiguiendo durante el proceso unos logros asombrosos. Sin embargo también es cierto que en ese proceso ha perdido parte de aquello que hizo tan especial a este primer título de la serie, a medida que se buscaba un mayor realismo de simulación a costa de una jugabilidad más propia de un videojuego. Si queréis entender mejor a qué nos referimos, no tengáis miedo en echar la vista atrás y darle una rejugada. Lo más probable es que a los cinco minutos de estar jugándolo ya ni os acordéis de los gráficos.
Lo mejor:
Sigue siendo muy capaz de enganchar si conseguís sobrellevar el paso de los años. Ofrece sensaciones muy especiales que son prácticamente imposibles de encontrar hoy en día.
Lo peor:
No apto para aquellos a los que más les cueste adaptarse a los gráficos del ayer. Se echan de menos más coches occidentales. Las licencias pueden hacerse algo pesadas.