'Final Fight' es sin lugar a dudas una de las series más queridas de Capcom, un éxito que comenzó allá por 1989 en los salones recreativos con un beat'em up destinado a revolucionar el género. Aunque más tarde se paseó por numerosos ordenadores de la época, en consolas se convirtió en uno de los grandes exclusivos de SNES en su lanzamiento junto con su hermano 'Street Fighter 2'. Sin embargo, y al igual que sucedió con el popular juego de lucha de Capcom, la exclusiva terminó y ambos títulos acabarían dando el salto a las consolas de Sega. 'Street Fighter 2' lo hizo en el tradicional cartucho para Mega Drive', pero 'Final Fight' iba a probar suerte con ese novedoso formato llamado Compact Disc.
Justicia callejera
Metro City fue una vez una ciudad próspera donde se podía transitar libremente por sus calles sin temor alguno, pero poco a poco una organización criminal conocida como Mad Gear se fue apoderando de todo, convirtiendo la urbe en un caos donde nadie estaba a salvo. El famoso Mike Haggar decidió abandonar los cuadriláteros de lucha libre para dar el salto a la política, con la esperanza de erradicar la corrupción de su amada ciudad. Jurando que acabaría con el crimen, Haggar llegó a convertirse en el nuevo alcalde, mostrándose implacable con los criminales desde el primer día. Gracias a sus esfuerzos la tasa de criminalidad descendió drásticamente en poco tiempo, pero la banda de los Mad Gear no se iba a dejar erradicar sin más... Para ello no han dudado en secuestrar a Jessica, la hija de Haggar, bajo la amenaza de acabar con su vida si este no ponía fin a su cruzada. Puede que el nuevo alcalde se haya mostrado hasta ahora implacable con el crimen, pero los Mad Gear están a punto de comprobar lo que sucede cuando Mike Haggar se enfada...
Desde estas líneas siempre hemos querido romper una lanza en favor de sistemas tan infravalorados como Mega CD, el cual sigue siendo hoy en día menospreciado por muchos bajo la creencia de que su catálogo se limita a juegos en video donde solamente resolvemos QTE's. 'Final Fight CD' es solo uno de los muchos títulos capaces de justificar por si solos la compra de esta especie de "Mega Drive Pro", y si lo sigue siendo en la actualidad, imaginad cómo era en su momento.
Para comprender su trascendencia basta con recordar la situación que se vivía en aquel entonces, la única versión de 'Final Fight' disponible en consolas era la de Super Nintendo, en la que las prisas por tenerlo listo para el lanzamiento de la consola nos habían privado de una versión que realmente aprovechase las capacidades de la consola. Se perdieron desde personajes y niveles enteros, hasta el modo cooperativo para dos jugadores, pasando por darle al juego una espesa capa de censura.
La versión para Mega CD era la que todos nos merecíamos, aunque para ello tuviésemos que recurrir a la competencia del "Cerebro de la Bestia". Además en esta ocasión ni siquiera cabía la habitual queja de que el juego ya estuviese disponible en cartucho para Mega Drive, pues la serie 'Final Fight' jamás visitó este sistema. Esto además propició un caso curioso, y es el de que Mega CD fuese el único sistema de la época que contó en su catálogo con dos gigantes del beat'em up como son 'Final Fight' y 'Streets of Rage'.
Para empezar con la lista de bondades de esta conversión, lo primero que saldrá a recibirnos es la intro del juego que nos narra la historia previa a la batalla. Para ello no se hace uso del clásico video, ya que acertadamente se recurre a sprites animados para evitar romper la estética general del juego. Tampoco será necesario andar leyendo textos, pues estas secuencias gozan de un doblaje que tal vez no destaque por su calidad, pero que en su día llamaba la atención.
Solo o en equipo
Una vez pasemos la intro, en la pantalla de presentación veremos una nueva opción llamada "Time Attack", esto obedece a un nuevo modo de juego donde deberemos eliminar a la mayor cantidad posible de enemigos antes de que se nos agote el tiempo. Aunque claro está que la atención se la lleva el juego principal, donde podremos repartir galletas a diestro y siniestro ya sea en solitario o acompañados de un segundo jugador.
Este modo cooperativo nos deparará largas tardes con los amigos tratando de salvar a la pobre Jessica, misión para la cual podremos contar con los tres personajes del arcade original, sin recortes ni "DLC's de la época". Así Haggar, Cody, y Guy se pondrán a nuestra disposición para impartir justicia a placer por las calles de Metro City. Cada uno por supuesto con su propio set de movimientos y características.
Cierto es que el número total de enemigos en pantalla sigue sin alcanzar las cifras del arcade original, pero teniendo en cuenta la presencia del modo cooperativo, se le perdona. Además la dureza de los enemigos nos hará agradecer que ataquen de forma más escalonada, ya que no es difícil que acabemos rodeados y vapuleados en cuestión de segundos. La dificultad aquí es ligeramente mayor que en la media de beat'em up de la época, aunque como es habitual, una vez nos aprendamos el juego podremos pasárnoslo una y otra vez sin despeinarnos.
Es precisamente esa rejugabilidad habitual del género la que nos garantiza que tendremos diversión para mucho tiempo, ya sea simplemente para mejorar nuestra puntuación, o para echarse un cooperativo rápido, algo muy habitual en este tipo de joyas del mamporro callejero. Es por esto que la duración del modo principal no supondrá ningún problema, ya que por mucho que os lo paséis con los tres personajes, siempre apetecerá echarse una partidita cuando tengamos por casa algún invitado de "pulgares curtidos".
En el apartado gráfico disfrutaremos de unas animaciones totalmente fluidas gracias a la enorme capacidad de almacenamiento que ofrecía este nuevo formato, todo con unos sprites de tamaño considerable y fondos repletos de detalles. Tal vez se pueda echar en falta algo más de color con respecto al arcade o al de Super Nintendo (por cuestiones de hardware), pero es poco probable que os vayáis a poner a contar colores cuando os veáis rodeados de enemigos dispuestos a haceros picadillo al menor descuido.
¡Dale caña!
Como guinda del pastel nos encontraremos una banda sonora espectacular que hizo buen aprovechamiento de la calidad de audio que ofrecía el Compact Disc, cosa que también ocurre con los efectos de sonido y voz. Estos temas musicales le imprimen al juego un ritmo cañero superior incluso al del arcade original, y a buen seguro que os los querréis llevar con vosotros a cualquier parte una vez apaguéis la consola.
Desgraciadamente también toca hablar de censura en esta versión para Mega CD, aunque más suave que la sufrida en Super Nintendo. Aquí por ejemplo se mantuvieron a Poison y Roxy, las enemigas femeninas del juego original japonés. Pero se las dio algo más de ropa en sus respectivos diseños a fin de darles un aspecto más recatado. Lo mismo ocurrió con Jessica en la intro del juego, donde ya no era posible verla en paños menores. Tampoco se libraron de la tijera algunos elementos más del juego, como algunos nombres de personajes, la sangre, y algún diálogo menor durante escenas.
Afortunadamente podremos librarnos de estos "tijeretazos" si nos hacemos con la versión japonesa del juego, la cual es por cierto más barata que la europea, que ya es difícil de encontrar por menos de 50 euros. El japonés se puede conseguir por la mitad de ese precio, y podréis disfrutar del juego integro siempre que tengáis vuestro Mega CD preparado para correr juegos de otras regiones.
En la actualidad tenemos muchas formas de disfrutar del genial 'Final Fight' de recreativa, como el reciente 'Capcom Beat'em Up Bundle', donde encontraremos además otras grandes joyas del género. Pero esta versión para Mega CD es sin duda un imprescindible para todo buen amante de la serie, aunque solo sea por su sensacional banda sonora. Tampoco debería faltarle a todo usuario de Mega CD que sepa apreciar este infravalorado sistema, pues está sin duda entre los mejores títulos para el mismo.
Una versión increíble que te hará sentir orgulloso de tener un Mega CD, y un claro ejemplo de lo que ocurre cuando se hacen las cosas bien. Totalmente imprescindible para habituales de los beat'em up, especialmente para aquellos que huyan de reediciones modernas y prefieran jugar en los sistemas originales, pues es sin duda la mejor conversión que hubo de este legendario arcade para consolas de la época.