En este 2020 que acabamos de estrenar se cumplen nada menos que 30 años del lanzamiento de 'ESWAT: City Under Siege', la reinterpretación para Mega Drive del arcade de la propia Sega llamado 'Cyber Police ESWAT', el cual fue llevado a numerosos sistemas domésticos de la época. Es por ello que con el fin de ofrecer algo exclusivo de su recién estrenada máquina de 16 bits, Sega le dio un considerable lavado de cara al juego llegando incluso a presentarlo como una especie de secuela o remake del original.
Mitad hombre, mitad máquina
El futuro pinta oscuro para Liberty City, las bandas criminales se han apoderado de la ciudad y las fuerzas del orden tratan de contenerlas sin éxito... Hasta ahora. El crimen organizado ha ido demasiado lejos, llegando a convertirse en una especie de organización terrorista con aspiraciones de extender sus tentáculos por todo el mundo. ¡Ese ha sido su gran error! Ahora la fuerza policial cuenta con renovadas fuerzas para contener esta amenaza, lo que ha derivado en la creación del E.S.W.A.T., una fuerza operativa especial que opera con lo último en tecnología de combate. Pero para manejar semejante potencia de fuego hacen falta agentes especialmente habilidosos, aquellos que hayan demostrado su valor en la lucha diaria en las calles. Si crees que puedes ser uno de ellos, demuéstralo y asciende hasta conseguir tu poderosa armadura de combate. Solo así podrás enfrentarte al E.Y.E., la perversa mente que maneja las operaciones de toda la organización. ¿Podrás sobrevivir a esta guerra tecnológica? ¡El futuro depende de ello!
El arcade original de 'ESWAT' nos proponía un sistema de juego 100% arcade en el limpiábamos de enemigos unos sencillos niveles lineales, tarea que podíamos llevar acabo en solitario o en modo cooperativo. Sin embargo, en Mega Drive se nos iba a proponer algo muy distinto, aunque con una base similar a la de la recreativa.
De este modo nos encontraremos con niveles más plataformeros con diseños intrincados que suponen un verdadero reto, haciendo que no solo sea importante disparar y esquivar los disparos enemigos, sino también saltar con precisión y sortear las numerosas trampas del escenario. Esto se traduce en un sistema de juego más complejo y adecuado para una conversión doméstica, lo que supone todo un acierto a pesar de perder el modo para dos jugadores.
Al principio manejaremos al protagonista sin más equipación que su pistola, lo que da como resultado una jugabilidad similar a la de otros clásicos como 'The Revenge of Shinobi'. Esto puede dar pie a creer que estamos ante otro juego de acción más que no se va a molestar en variar el sistema de juego durante toda la partida, sin embargo, cuando nos ganemos el derecho de equiparnos la armadura de combate descubriremos con sorpresa un refrescante cambio en las mecánicas.
Y así, convertidos en una especie de "Robocop", tendremos acceso a un armamento más contundente, con un disparo básico que podremos cargar al estilo 'Mega Man', armamento secundario adicional, y un utilísimo jet pack que nos permitirá desplazarnos por el aire. Dicho jet pack será imprescindible para superar ciertas zonas, algunas con un desarrollo bastante intrincado. Además este artefacto volador no puede usarse de forma ilimitada, pues deberemos dejarlo recargarse si no queremos quedarnos tirados en pleno vuelo.
Vestido para la ocasión
El número de enemigos también aumentará cuando equipemos la armadura de combate, lo que eleva los niveles de acción hasta equipararlos a los de un típico "run and gun". No obstante, la parte plataformera no se pierde, pudiendo encontrarnos con zonas bastante complejas tipo 'Metroid' o 'Mega Man'. Esta mezcla de conceptos da como resultado un desarrollo sorprendentemente variado, especialmente comparado con el arcade original, al cual se podría decir sin miedo que supera ampliamente.
Gráficamente no encontraremos grandes alardes ni sorprendentes efectos visuales, algo comprensible teniendo en cuenta que estamos ante uno de los primeros títulos para esta consola. Sin embargo esto no significa ni mucho menos que nos vayamos a ver frente con un diseño simple, ya que de hecho los escenarios están repletos de detalles y muestran diseños brillantes, e incluso coloridos, cuando así se requiere.
La estética "futurista" del juego nos atrapará desde un primer momento, aunque bien es cierto que en ocasiones podemos sentirnos un poco perdidos sin tener claro lo que debemos hacer. Normalmente encontraremos indicadores para ayudarnos a saber hacia dónde debemos ir, pero en determinados puntos tendremos que buscarnos las vueltas para superar alguna zona intrincada, hasta el punto de tener que resolver algún que otro puzle.
Las animaciones del protagonista y los enemigos pueden parecer sencillas comparadas con las de títulos posteriores que pudieron estrujar mejor el hardware de la consola, pero si lo comparamos con otros títulos similares de su tiempo, nos resultarán bastante fluidas para la época. También es de elogiar el descomunal tamaño de algunos de los jefes, llegando a apoderarse de la pantalla casi por completo.
La banda sonora nos puede pasar algo desapercibida al principio, pero conforme avancemos iremos descubriendo que resulta bastante pegadiza y se empapa muy bien del estilo de aquellos primeros años de Mega Drive. Estos temas irán metiéndose poco a poco en nuestra cabeza, y antes de que nos demos cuenta acabaremos aplaudiendo la banda sonora entera. También se añaden algunas voces digitalizadas que no suenen nada mal comparadas con lo habitual en aquellos tiempos, además de resultar incluso carismáticas.
Duro como el acero
Podremos ajustar el nivel de dificultad en las opciones, y dicho nivel se notará bastante durante la partida. Pero hay que advertir que incluso en la dificultad más baja, no nos va a resultar ni mucho menos un paseo, especialmente en las zonas plataformeras más complejas. Será crucial aprender cuándo y cómo manejar el jet pack, o de lo contrario nuestra barra de vida se resentirá más de lo necesario, y echaremos mucho de menos esa salud perdida cuando lleguen los verdaderos problemas.
Con paciencia y habilidad se puede llegar a pasar sin sufrimientos, hasta el punto de que os queden ganas de repetir la experiencia en un nivel de dificultad más alto. No se ofrece ningún tipo de coleccionable, o final alternativo para incitar a rejugar. De modo que elevar el nivel de dificultad, o tratar de superar nuestra mejor puntuación, son las únicas excusas que podremos encontrar para darle otra pasada. Eso, o que simplemente nos apetezca rejugarlo porque nos haya encantado, cosa que puede ocurrir perfectamente.
Resulta curioso el hecho de que este juego no se haya ganado más fama dentro del catálogo de Mega Drive, ya que su calidad no tiene nada que envidiar a la de otros títulos bien famosos para este sistema. Normalmente ante un caso así se suele tratar de un juego no muy conocido que haya sido sepultado por el tiempo, pero lo cierto es que 'ESWAT' no es ni mucho menos una rareza inaccesible.
El cartucho original se puede encontrar por precios de entre 15 a 30 euros, dependiendo de si lo queremos con su respectiva caja y manual. Pero es que además este título ha tenido numerosas reediciones, empezando por venir incluido en el recopilatorio 'Mega Drive Ultimate Collection' para PS3 y 360, así como en el reciente 'Mega Drive Classics' para PS4, One, Switch, y PC.
También estuvo disponible durante años en la Consola Virtual de Wii (compatible con Wii U), aunque a día de hoy ya no se puede acceder a este servicio. Finalmente podemos encontrarlo dentro de la selección de títulos de Sega Forever, la cual nos permite descargarlo de forma totalmente gratuita a nuestro dispositivo Android o iOS a cambio de ver algunos anuncios al arrancar la aplicación, anuncios que podemos eliminar por completo por un módico precio.
No está mal para empezar
Si, hay otros títulos mejores o más avanzados dentro de este género para Mega Drive. Pero aun así, 'ESWAT' resulta sorprendentemente bueno teniendo en cuenta que es de los primeros juegos para el sistema. Puede que la primera impresión que nos llevemos al probarlo no sea tan optimista, pero conforme vayamos jugando iremos descubriendo sus bondades, viendo como la experiencia mejora fase tras fase hasta llegar a aspirar a convertirse en uno de nuestros favoritos.
Jugabilidad variada y fluida, gráficos sencillos pero bonitos, y una banda sonora que atrapa casi sin darnos cuenta. Un claro ejemplo de dos cosas: La primera, que una conversión de recreativa no tiene por qué ser mala por el mero hecho de no ser como el original. Y la segunda, que un juego con un arranque modesto se puede convertir en una joya a medida que profundicemos en él. Si os gustan los juegos de este tipo, dadle una oportunidad a fondo. Será difícil que os decepcione.