El 24 de Mayo 2015 | 17:30
Corría el año 1992 cuando la compañía húngara Novotrade se asoció con Sega para traer a Mega Drive una de las propuestas más extrañas, originales, y curiosas que haya habido en la historia del videojuego. Esta aventura fuera de lo común nos proponía recorrer el infinito océano encarnando a un delfín que busca a su desaparecida familia. Lo que a priori puede parece una propuesta desenfadada se convierte en una verdadera odisea que, si logra atrapar al jugador, lo marcará de por vida. Eso si lo atrapa, pues hay que estar hecho de una pasta muy específica para ser capaz de sobrellevar esta aventura terriblemente desafiante que además oculta un trasfondo mucho más profundo de lo que aparenta. ¿Os atrevéis con él?
The big blue
Ecco es un delfín que vive en una pequeña bahía junto con su familia, su vida se resume en juguetear y retozar con sus congéneres entre las aguas, corriendo sobre la superficie, saltando, haciendo toda clase de cabriolas en el aire, y buscando los peces más suculentos. Pero Ecco no es un delfín convencional, o al menos eso dicen sus compañeros de manada. Puede nadar más rápido y saltar más alto que cualquier otro delfín, y lleva en su cabeza cinco misteriosas marcas en forma de estrella que imitan a la perfección una constelación que brilla en el cielo por las noches. El propio Ecco no se siente especialmente distinto, pero un día su mundo cambia radicalmente y todo parece desarrollarse como por obra del destino. Ecco jugueteaba exhibiéndose con sus saltos y cabriolas, cuando uno de sus compañeros lo desafía a ver cómo de alto es capaz de saltar en el aire, reto que Ecco no duda en aceptar. Rápidamente se sumerge en lo más profundo de la bahía, coge impulso y se abalanza a la superficie del agua como un misil. Entonces salta espectacularmente y se eleva más que nunca, casi como si volase, pero de pronto un resplandor rojizo se apodera del cielo y se desata un devastador vendaval. El viento azota a Ecco en el aire con violencia mientras lo único que el joven delfín logra alcanzar a ver es una espiral de animales y criaturas marinas que asciende a los cielos presas del pánico, lo peor es que con ellos van los miembros de la manada de Ecco. De pronto el torbellino desaparece junto con todos los animales, y Ecco cae al agua de la bahía que ahora está completamente silenciosa y desértica. ¿Qué ha podido pasar? ¿Qué fue ese torbellino? Ecco emprende rápidamente la búsqueda de sus familiares, adentrándose en un mar abierto lleno de peligros y depredadores, y lo hace sin saber que el futuro de todo el mundo está en sus aletas. ¿Le ayudáis?
'Ecco the Dolphin' es a grandes rasgos una aventura en la que manejamos un delfín mientras vamos resolviendo puzzles e interactuando con otros seres del océano, pero que esconde algo más tras de sí. Para empezar nos encontramos con una trama oscura y extraña que se va complicando conforme avanzamos y que no parece lo que cabría esperar de un título como este. Y es que si habéis pensado en algún momento que se trataba de un jueguecillo para que los niños se lo pasen bien con los delfines, habéis cometido un gran error.
Además del trasfondo argumental, nos encontramos con un nivel de dificultad antológico que fácilmente podría colocarlo como uno de los juegos más difíciles de todos los tiempos. Por suerte es difícil pero no imposible, por lo que se plantea un reto más que interesante para todo aquel jugador que quiera ponerse a prueba sin enfrentarse a un juego "tramposo" que simplemente no se pueda acabar. Esta dificultad elevada forma parte también de la propia experiencia tan especial que trata de hacernos sentir este título, y es que estamos sin duda ante un juego fuera de toda norma.
Su dificultad, unida a su trama (de la que no queremos desvelaros demasiado), su ambientación, su música, y todo lo que ofrece en conjunto, prácticamente nos sumerge en una experiencia casi mística que marcará al jugador que logre terminarlo. Podríamos casi decir que estamos ante un juego "psicotrópico", pero no os asustéis que esto no es un 'Polybius', solo uno de esos juegos capaces de dejar huella en el jugador de una manera muy especial.
Eso siempre que el jugador logre conectar con el juego, claro. Y es que 'Ecco the Dolphin' no es un título para todo el mundo, de hecho mucha gente lo detesta al no casar con esta propuesta que ofrece el juego y no soportar su elevada dificultad. En otras palabras, estamos ante un juego que se ama o se odia, pero que es harto complicado que os deje en un término medio o sumidos en la indiferencia.
Jugamos mediante una perspectiva lateral en 2D como si de un juego de plataformas se tratase, pero nada más lejos. Aquí llevamos un delfín, por lo que iremos nadando en una de las ocho direcciones posibles, cosa que por cierto hace que no se juegue nada mal con un stick analógico actual. Con un botón nadamos más deprisa teniendo que pulsarlo repetidamente para impulsarnos. Con otro realizamos una embestida ideal para clavarle el hocico de botella de Ecco a un enemigo y hacerlo desaparecer. Mientras que con el tercer y último botón de acción utilizamos el sónar de Ecco, ya sea como arma en determinados momentos, o para generar mapas de la zona.
Esta generación de mapas mediante el sónar de Ecco es una herramienta bastante útil a la hora de progresar, dejamos pulsado el botón del sónar mientras Ecco mira en una dirección, y esperamos a que el eco retorne. En ese momento veremos un mapa de la zona donde hasta se detalla la localización de enemigos y otros peligros. Esta habilidad será muy necesaria para no perdernos en las profundas y laberínticas cuevas submarinas o para encontrar aquello que estamos buscando.
No eres un pez
Recordad que los delfines son mamíferos, y como tal deben respirar fuera del agua. Esto añade un factor extra de dificultad a la mezcla, ya que deberemos estar atentos al medidor de aire de Ecco. Si este se vacía comenzara a bajar la barra de vida, y si esta se agota Ecco acabará criando malvas de mar. Esta necesidad de respirar supone un punto de agobio y claustrofobia que atenazará al jugador durante toda la aventura, pues además de los peligros y puzzles que deberemos afrontar, tendremos que asegurarnos de tener siempre cerca una reserva de oxigeno. Eso o hacer las cosas muy deprisa para terminar cuanto antes la zona en la que estamos.
No esperéis encontrar los clásicos ítems aquí, en este juego todo se realiza de una forma lo más natural posible. Vamos que no veréis botiquines flotando por el agua. Para curarnos podemos comer peces si realizamos la embestida de Ecco hacía un banco de estos. ¿Pensabais que los pececillos estaban de decoración? Entonces no durareis mucho en este juego. También hay otros seres marinos capaces de curarnos o incluso de rellenar nuestro medidor de oxigeno, pero eso os tocará ya a vosotros averiguarlo.
El sónar de Ecco también le sirve para comunicarse con otros cetáceos y recibir valiosa información de ellos, como si de los personajes de un RPG se tratase. También podemos usarlo para comunicarnos con los "glifos", unos misteriosos cristales repartidos por el fondo oceánico. Esos cristales a veces nos darán pistas, y otras bloquearán nuestro avance requiriendo que resolvamos algún puzzle para poder continuar. También pueden ofrecernos poderes especiales y rellenar nuestros medidores de salud y oxigeno, pero solo en determinadas circunstancias.
No faltarán los enemigos durante la aventura, algunos simplemente flotan y estorban, como las molestas medusas. Pero otros buscaran convertirnos en su cena, como los mortales tiburones. La embestida de hocico de Ecco suele ser efectiva contra ellos, pero a veces habrá que buscar otras formas de derrotarlos. También habrá que hacer frente a algún que otro jefe, pero llegados a este punto preferimos no desvelaros más para no fastidiaros nada.
La elevada dificultad del juego reside principalmente en lo laberíntico y claustrofóbico de sus niveles, pero sus puzzles tampoco nos pondrán las cosas fáciles. No se trata solo de ser capaz de saber como resolverlos, si no también de ser capaces de poder llevarlos acabo. Por ejemplo podemos deducir fácilmente que se puede echar abajo unas rocas que obstruyen el camino con una descomunal caracola, pero otra cosa distinta será lograr llevar dicha caracola hasta las rocas y usarla de ariete. Si la paciencia no es vuestra virtud, mejor buscad otro juego.
El control responde generalmente bien, aunque a veces cuesta maniobrar un poco en lugares reducidos. Hay que tener en cuenta que nos estamos desplazando por el agua con un delfín, por lo que esta maniobrabilidad complicada es intencionada para darle más realismo y no un defecto del control. También disponemos de un sistema de passwords para permitirnos continuar la aventura en otro momento, algo muy necesario teniendo en cuenta su dificultad y su duración.
Gráficamente no se le puede poner la menor queja, nos encontramos ante un juego bello que recrea bastante bien el fondo marino y sus criaturas. Las animaciones de Ecco son fluidas y están muy cuidadas, y lo mismo ocurre con el resto de seres marinos. Estamos ante un título de gran belleza visual que resultaría sin duda muy relajante de no ser por su gran dificultad.
La banda sonora es parte de esa especie de magia con la que el juego trata de atraparnos, nos encontraremos temas tranquilos y sosegados que casan perfectamente con lo que estamos viendo. De hecho es muy posible que acabéis buscando la banda sonora por separado y usándola como método de relajación para vuestra vida diaria, especialmente la de las versiones en CD del juego.
Cartuchos y compactos
De todas las versiones existentes, la más común y reeditada es la de Mega Drive, que es de paso la primera que se publicó. Más tarde el juego llegaría también a las consolas de 8 bits de Sega, con una adaptación prácticamente idéntica tanto en Master System como en Game Gear. Esta versión mantiene meritoriamente casi todos los elementos del original, por lo que si para vosotros es un aliciente extra el estilo "ochobitero" podéis darle una oportunidad.
La siguiente versión en ser lanzada fue la de Mega CD, y ante ella debemos quitarnos el sombrero. Aunque a priori está basada en la de Mega Drive, ofrece alicientes propios y muy interesantes como para prescindir de la versión en cartucho y dar el salto al compact disc. Para empezar ofrece una preciosa intro animada en la que vemos a Ecco y sus congéneres retozando por el océano. Esta intro no es en video, si no que utiliza sprites animados de gran calidad.
Después de esta sorpresa inicial nos encontraremos con una espectacular banda sonora compuesta por Spencer Nilsen, que trabajó también en otros grandes clásicos de Mega CD como: 'Batman Returns', 'Jurassic Park', o la versión americana de 'Sonic CD'. Esta nueva banda sonora añade un punto extra al juego, ampliando considerablemente su capacidad de atrapar al jugador y de llevarlo a un mundo marino de ensoñación.
Otra de las novedades de esta versión para Mega CD es la ligera reducción del nivel de dificultad, o mejor dicho, de la frustración. Pues aunque el juego sigue siendo el mismo, ahora los glifos actúan a modo de "checkpoints", suavizando la desesperación que sufríamos en ciertas zonas. Todas estas cosas están muy bien, pero sin duda su novedad más destacable es la inclusión de nuevos niveles y zonas dentro de los ya existentes, elementos que alargan aun más el juego y justifican más que de sobra escoger esta versión para disfrutar de este título.
Unos años después llegaría la versión de PC, que estaba basada en la de Mega CD incluyendo sus novedades y añadiendo la posibilidad de jugar al juego con su aspecto original, o con una mayor resolución que resultaba en unos gráficos aun mejores. Por desgracia dicha versión no se encuentra disponible en Steam, principalmente debido a que no es fácil hacerla funcionar en ordenadores actuales.
En 2002 y tras haber aparecido en algunos recopilatorios para Dreamcast y PC, Sega porteaba el juego a Game Boy Advance y lo incluía en el recopilatorio 'Sega Smash Pack' junto con 'Sonic Spinball' y 'Golden Axe'. A priori esta versión no está mal con respecto al original, pero por desgracia se cometió el terrible error de eliminar casi por completo la banda sonora original, dejando un único tema musical para todo el juego. Esto fue debido al intento de ahorrar de espacio en el cartucho para dar cabida a los tres títulos, pero jugar todo el juego escuchando siempre la misma música es una autentica tortura.
Jugar en la actualidad a 'Ecco the Dolphin' no es nada complicado, Sega parece tener un extraño fetiche por el título y lo ha reeditado montones de veces, generalmente acompañado de sus secuelas. Podéis encontrarlo junto con ellas dentro del recopilatorio 'Sega Mega Drive Collection' para PS2 y PSP. Y lo mismo ocurre con 'Sega Mega Drive Ultimate Collection' para PS3 y 360. En esta última también podéis descargarlo en solitario desde Xbox Live, igual que en Steam si lo queréis en PC (en ambos casos con la versión de Mega Drive emulada). Por último se puede descargar también para la Consola Virtual de Wii (compatible con WiiU).
Pero sin duda la reedición más recomendable es la recientemente publicada para 3DS dentro de la serie Sega 3D Classics. Aquí no solo podéis disfrutar de un estupendo efecto 3D que por cierto le sienta de maravilla al juego, si no que también podéis jugar opcionalmente con el modo "súper delfín", que otorga aire y salud infinitos a Ecco reduciendo drásticamente el nivel de dificultad.
Retro ecolocación
Si pasáis de reediciones y lo que queréis es el juego original, todas las versiones de las consolas de Sega son relativamente asequibles en cuanto a precio debido al éxito y buenas ventas que tuvo en su día, incluso en Mega CD. Algunas cuestan más que otras encontrarlas, pero todas tienen precios bajos que os ayudarán a añadirlas a la colección. Eso si, no ocurre precisamente lo mismo con sus secuelas, avisados quedáis por si os engancha.
Juego muy recomendable si buscáis algo original y fuera de lo común, también si estáis hartos de juegos facilones y buscáis algo que suponga un verdadero desafío. 'Ecco the Dolphin' ofrece una experiencia única que puede gustar o no, pero que no dejará indiferente a nadie. Si lo vais a jugar tratad de conseguir la versión para Mega CD o la original de PC, pues son sin duda las mejores.
Lo mejor:
Original como pocos. Tiene mucha más miga de lo que aparenta, es sin duda un clásico de culto. Técnicamente impecable.
Lo peor:
Su tremenda dificultad acabará con la paciencia de algunos en muy poco tiempo.