EL NACIMIENTO DEL RTS

RETRO 'Dune 2: Battle for Arrakis', analizamos el precursor de la serie 'Command & Conquer'

¿Eres de los que creen que la estrategia no funciona en consolas? Pues tal vez cambies de idea con esta formidable conversión de ordenador a Mega Drive.

Por Alberto Carmona 26 de Enero 2020 | 17:29

Creado en 1965 por el autor Frank Herbert, el universo de Dune se expandió durante los años siguientes a través de numerosas novelas, a las que se sumaron incluso series de televisión y una aclamada película de 1984 dirigida por David Lynch. Con todo este trasfondo, no es de extrañar que el mundo del videojuego se viese abordado por esta franquicia tarde o temprano, y esto iba a ocurrir en 1992 con dos títulos completamente diferentes: Una fantástica aventura gráfica obra de Cryo, y un innovador juego de estrategia en tiempo real de la mano de Westwood. Ambos juegos darían el salto a las consolas de Sega, yéndose el primero a Mega CD y el segundo a Mega Drive, donde recibiría importantes mejoras que llevarían a considerarlo como la piedra angular del género de estrategia en tiempo real (o RTS).

Juego de tronos espaciales

El planeta Arrakis es famoso por ser el único lugar donde se puede cultivar la especia Melange, una poderosa droga que posee la habilidad de expandir las capacidades mentales y alargar la vida considerablemente, además de ser imprescindible para la navegación espacial. Esto la ha convertido en la sustancia más valiosa de la galaxia, lo que ha llevado al emperador Frederick IV de la casa Corrino a ofertar la extracción de la especia a otras tres casas distintas, a fin de poder venderla después para recuperarse de sus cuantiosas deudas fruto de las guerras. Aquella casa que extraiga la mayor cantidad de Melange será nombrada gobernante del planeta Arrakis, obteniendo así el control absoluto del preciado recurso. La guerra es inevitable, y comienza en cuanto las tres casas llegan al planeta. Atreides, Harkonnen, y Ordos, cada una con unos valores y principios propios, elige la que crees que te llevará a la victoria y conviértela en la casa más poderosa de la galaxia.

Durante más de una década, la estrategia en tiempo real se convirtió en uno de los principales géneros de éxito, especialmente en PC, donde triunfaron sagas como 'Warcraft', 'Age of Empires', o 'Command & Conquer'. Es precisamente en esta última donde tenemos que buscar el inicio de esta era dorada, ya que fue su precursor ('Dune 2: Battle for Arrakis') el juego que sentó las bases de lo que vendría después, especialmente con su conversión a Mega Drive.

Lanzado originalmente para Amiga y MS-DOS, el juego se convirtió en un éxito inmediato. Pero a la hora de adaptarlo para la máquina de Sega, los de Westwood no se limitaron a ofrecer una "versión recortada" del original, y añadieron nuevos elementos jugables como la interfaz de usuario especialmente adaptada para consola, nuevos niveles, mejoras visuales, y una lista de músicas de gran calidad que amenizaba las partidas.

También se añadió un completo tutorial donde podíamos aprender las mecánicas básicas del juego, algo muy necesario para quienes se iniciasen en este género que comenzaba a florecer por aquel entonces. Así por ejemplo aprendíamos la importancia de los diferentes tipos de terreno, la construcción de vehículos y estructuras, así como el procedimiento para extraer la valiosa especia.

Dicha especia se genera en ciertas partes del escenario, y es necesario recogerla con unos vehículos especialmente diseñados para ello. Su importancia es vital en el juego, ya que la especia de transforma en créditos, y con ellos construimos nuevas estructuras y unidades. En algunas misiones deberemos recolectar cierta cantidad de especia, mientras que en otras el objetivo principal será erradicar a los enemigos.

Comanda y conquista

Al principio podremos escoger entre cualquiera de las tres casas, cada una con su propia historia y desarrollo. Esto nos garantiza tener que pasarnos el juego al menos tres veces para poder verlo todo, y una sola de las campañas ya nos puede dar bastantes horas de juego. La dificultad irá aumentando conforme avancemos, y dependeremos mucho de nuestro ingenio y habilidad al manejar los recursos disponibles.

Las estrategias alocadas nos pueden costar muy caro, pero también puede ocurrir que el enemigo nos pille desprevenidos si nos entretenemos demasiado construyendo cosas. También será importante mantener un buen equilibrio entre ataque y defensa, ya que tan importante es destruir las bases enemigas, como impedir que ellos destruyan la nuestra.

Nuestro ingenio se verá continuamente desafiado, teniendo que repetir misiones en más de una ocasión tratando de analizar en dónde hemos fallado. Esta mecánica engancha, y engancha mucho, hasta el punto de que las horas se nos pasarán como si fueran minutos. Esta es precisamente una de las claves que hicieron grande a este tipo de juegos, y ya incluso aquí está plenamente presente a pesar de ser menos complejo que sus sucesores.

Con el tiempo iremos descubriendo pequeños trucos con los que conseguir ventaja, como por ejemplo lo fácil (y divertido) que es atropellar soldados con las cosechadoras de especia. Elementos que progresivamente nos irán enganchando más al juego, al mismo tiempo que le vamos cogiendo cariño y se convierte en uno de nuestros favoritos. Si empezamos a jugar y no nos divertimos, entonces este género no es para nosotros, pues las principales bases están aquí.

El apartado sonoro merece mención aparte, no solo por la lista de canciones de enorme calidad que nos acompañarán durante la partida, sino también por los numerosos efectos de voces digitalizadas que escucharemos, todas con una calidad cristalina que nos hará replantearnos lo que creíamos sobre las capacidades sonoras de esta consola. Además su carisma acabará sumándose al del juego, haciendo que aumente nuestro apego hacia él.

Cuidado con los gusanos de arena

Lo único que habría que lamentar es la ausencia de un sistema de guardado, algo que estaba disponible en las demás versiones y que aquí podría haber estado perfectamente, pero parece que en Westwood quisieron ahorrarse la pila del cartucho destinada a tal efecto. Por suerte disponemos de un sistema de passwords, el cual no es demasiado complejo de usar. Eso si, tan solo obtendremos dicho password una vez completemos el nivel, de modo que no será posible detener una partida en mitad de una misión y retomarla en el mismo punto más tarde.

El juego fue renombrado como 'Dune: Battle for Arrakis' en America, evitando el número 2 que lo diferenciaba del otro juego basado en la franquicia desarrollado por Cryo. Esto se debe a que ese primer 'Dune' había sido cancelado y los derechos entregados a Westwood para realizar el título que analizamos, pero lejos de ser cancelado, el juego siguió desarrollándose en secreto, y los resultados dejaron tan sorprendidos a los productores que decidieron publicar ambos títulos, lanzándose primero la aventura gráfica de Cryo y dejando ese número 2 para el de Westwood a modo de secuela.

Lamentablemente este título tan importante dentro de la historia de los juegos de estrategia jamás ha sido reeditado, al menos en su versión para Mega Drive. El que si se publicó para Android en 2013 fue el original de Amiga y MS-DOS, del cual también se hicieron conversiones para los sistemas RISC-OS y Acorn Archimedes allá por 1995.

Para jugar a la versión de Mega Drive solo nos queda la emulación (donde de paso podremos solucionar el problema del guardado), o conseguir el cartucho original, el cual se ha convertido en objeto de culto elevando su precio actual hasta los 60 o 70 euros con caja y manual. Tened cuidado al buscarlo, ya que es frecuente encontrar la versión alemana por precios bastante inferiores, entorno a los 20 o 30 euros. Esto se debe a que dicha versión está completamente traducida al alemán, voces incluidas, así que tenedlo en cuenta para no llevaros sorpresas.

'Dune 2: Battle for Arrakis' no es solo un imprescindible dentro del catálogo de Mega Drive (especialmente si os gusta la estrategia), es también un trocito de la historia del videojuego. El primer paso de una larga y prospera época dorada para el género de la estrategia, algo que tal vez hoy en día ya no esté tan presente, pero que aquellos que lo vivieron jamás podrán olvidar. Cientos y cientos de horas frente a la pantalla comandado ejércitos y conquistando imperios, una experiencia que, sin importar cuánto tiempo haya pasado, siempre apetece volver a vivir.