El 26 de Marzo 2017 | 22:05
'Driver' se convirtió en todo un fenómeno cuando llegó a PlayStation hace ya casi 20 años. Los chicos de Reflections, creadores del exitoso 'Destruction Derby', nos sorprendían con una mezcla de acción y conducción que si bien no era algo nuevo por aquel entonces, si que llevaba la fórmula hasta donde ningún otro título similar había llegado. Su impacto fue tal, que dio pie a una saga que se ha mantenido entre nosotros hasta no hace mucho, y que ha llegado a tener una reñida rivalidad con la serie 'Grand Theft Auto', tomando ideas prestadas el uno del otro alternativamente durante la evolución de ambas sagas.
Conduciendo tu destino
Lejos quedan ya los días en los que John Tanner desataba pasiones en los circuitos de carreras, su tremenda habilidad para la conducción buscaba nuevos desafíos, lo que le llevó a alistarse en el cuerpo de policía donde esperaba usar dichas habilidades para combatir el crimen. Sin embargo la oscuridad de este mundo fue poco a poco afectando a Tanner, haciéndole volverse sombrío y frío como el acero. La unión de todas estas cualidades fue lo que llevó a su jefe a escogerlo para una misión que nadie más habría sido capaz de aceptar y llevar a buen término. Dicha misión requería realizar trabajos para los capos del crimen como conductor, a fin de ganarse su confianza y lograr pruebas contra ellos. Si cualquiera de estos jefazos del crimen descubre quién es en realidad Tanner, nadie encontrará nunca su cadáver. Y por si esto no fuera suficiente, el carácter altamente secreto de la misión pone a Tanner al margen de la ley, a merced de sus propios compañeros policías que desconocen este turbio asunto. La misión de Tanner comienza con una prueba de conducción para llamar la atención de los jefes criminales, si la supera entrará dentro de un mundo aún más oscuro y siniestro que el que deja atrás.
La propuesta de 'Driver' nos puede resultar sobradamente familiar hoy en día, pero en su momento pocos juegos habían apostado por este sistema de darnos libertad para recorrer sobre cuatro ruedas las calles de una ciudad. Lógicamente la fórmula es mucho más sencilla de lo que estamos acostumbrados actualmente, ya que aquí ni siquiera podremos bajarnos del coche e ir a pie. De hecho por las ciudades tan solo veremos otros coches, ni camiones, ni autobuses, ni motos, ni siquiera transeúntes.
Puede que esto suene muy simple hoy en día, pero en su momento supuso un gran impacto para medios y jugadores. Y no es para menos, ya que 'Driver' ofrecía una jugabilidad a medio camino entre el arcade y la simulación, dándole seriedad al juego pero sin necesidad de que fuéramos unos ases del volante para aprender a dominarlo. Esto casaba perfectamente con el estilo de acción propio de las películas y series policíacas del ayer, algo de lo que el juego rebosa por los cuatro costados.
Grandes ciudades americanas, vehículos rápidos y potentes, saltos y colisiones espectaculares, persecuciones con la policía pisándonos los talones. Todo esto y mucho más nos espera en el modo principal, donde deberemos ir superando toda clase de misiones, como por ejemplo ocultar un coche robado, transportar a algún jefazo del hampa, o facilitar la huida tras el atraco a un banco. Estas misiones se suceden con dificultad creciente, a medida que vamos pasando de una ciudad a otra.
Como una película
La historia nos llevará a recorrer las calles de urbes tan famosas como: Miami, San Francisco, Los Ángeles, o Nueva York, a medida que la cuidada trama se va desenvolviendo. Dicha trama se nos irá relatando por medio de secuencias CG con un más que aceptable doblaje al castellano, en el que podremos reconocer voces típicas de los doblajes profesionales de series y películas. Quizá la actuación no sea la mejor de todas, pero comparado con la mayoría de doblajes de la época, no nos podemos quejar.
Estas secuencias CG gozan de un alto grado de calidad mientras lo que veamos en pantalla sean vehículos o escenarios, sin embargo no muestran el mismo nivel a la hora de representar a los personajes humanos, ya que adolecen de unas animaciones bastante robóticas y su inexpresividad es casi total. Si se comparan con otros gráficos CG de la época, pueden no resultar muy llamativas, pero gracias al doblaje se consigue un resultado más que aceptable.
Llegar a completar este modo historia nos puede llevar bastante tiempo, así que más nos vale tener a mano una Memory Card con espacio suficiente para ir guardando nuestro progreso. A esto hay que sumarle una dificultad creciente que puede llegar a hacerse desesperante en los últimos compases del juego, especialmente en la misión final donde se desatará el caos más absoluto contra nosotros. Por suerte el juego permite el uso de pequeños trucos, que pueden salvarnos de lanzar la consola por la ventana si la frustración se apodera de nosotros.
Por suerte el control responde francamente bien, y nos permite hacer toda clase de maniobras espectaculares con nuestro coche a medida que los vamos dominando, algo que más nos vale conseguir rápido si queremos superar el nada sencillo tutorial del modo historia. La versión para PlayStation es compatible con el mando Dual Shock, aportando tanto control analógico, como soporte para vibración.
Conductor sénior
En lo referente al aspecto gráfico, el juego adolece de ralentizaciones cuando se acumulan muchos elementos en pantalla, así como de efecto popping en las largas distancias. Sin embargo estos pequeños defectos no logran empañar un resultado que, para su época, fue bastante sorprendente. Y es que puede que hoy en día no tardemos en decir que ha envejecido mal, o que lo recordábamos mejor, pero elementos como el cuidado sistemas de daños (heredado de 'Destruction Derby'), los efectos de iluminación ya sea de día o de noche, y el elaborado diseño de las ciudades, fueron bastante bien acogidos en su momento.
Además del bastante aceptable doblaje al castellano, durante el juego nos acompañará una banda sonora formidable con temas que podrían estar sacados perfectamente de cualquier película o serie policiaca de acción de los años 70. Los efectos de sonido por su parte son algo repetitivos, pero cumplen sobradamente su papel a la hora de ambientar este estilo peliculero, especialmente en lo referente al rugido de los motores.
Lo habitual en estos casos es que el modo historia fuese casi lo único que pudiéramos hacer en el juego, sin embargo 'Driver' nos ofrece varios modos de juego distintos que pueden ser muy capaces de darnos horas y horas de diversión incluso aunque no toquemos el modo principal. Estos modos incluyen opciones como la de recorrer libremente la ciudad, acceder a pruebas especiales, o practicar nuestras habilidades en un circuito cerrado corriendo contra el reloj.
La versión para PC y Mac incluye incluso más modos, además de gráficos mejorados, una banda sonora distinta, más opciones, o una mayor variedad de vehículos entre otras cosas. Además también hubo una conversión bastante decente para Game Boy Color, que lograba transferir con gran acierto las sensaciones del original a pesar de las limitaciones de la consola. Ya en fechas más reciente hemos tenido alguna que otra versión más del juego, como por ejemplo su paso por sistemas iOS.
¿Revivirlo o mantenerlo en el recuerdo?
Si queremos jugarlo en la actualidad, podemos descargarlo desde la Store de PlayStation ya sea para PS3, PSP, o PS Vita. Pero si lo que queremos es el disco original, la cosa se complica, ya que aunque la versión PAL del juego es bastante fácil de encontrar, tendremos que jugarlo en otro idioma si no encontramos la versión española. Dicha versión puede disparar los precios más de lo deseable, así que lo encontráis por un coste asequible no dudéis en añadirlo a la colección.
Es muy fácil acusar a 'Driver' de no haber soportado bien el paso del tiempo en el aspecto técnico, pero siendo justos esto es algo que debemos perdonarle teniendo en cuenta su trascendencia en su momento y que ya tiene casi dos décadas a sus espaldas. Si somos capaces de superar esta barrera propia del paso del tiempo, nos encontraremos con un título que nos transporta a los comienzos de este estilo de juegos hoy tan habituales, mientras disfrutamos de una jugabilidad de antaño y de ese ambiente tan especial de las películas policíacas del pasado.
Lo mejor:
Gran equilibrio entre jugabilidad seria y arcade. Va sobrado de duración y modos de juego. Está disponible íntegramente en castellano.
Lo peor:
No es muy recomendable para aquellos a los que les cueste adaptarse al paso de los años. La dificultad puede dispararse demasiado, pudiendo hacernos desistir incluso en el tutorial.