Conocido en Japón bajo el nombre de 'Dragon Ball Z Idainaru Dragon Ball Densetsu', el lanzamiento en occidente de este título fue casi tan atípico como lo era el propio juego en sí. Y es que tan solo la versión de Saturn logró salir fuera de Japón, pero lo hizo publicándose exclusivamente en tres países europeos: Francia, Portugal, y España. Por estas tierras llegó con el nombre de 'Dragon Ball Z: The Legend', y llamó bastante la atención por su particular estilo, tanto que probablemente no logréis encontrar otro juego igual habido o por haber.
¡La batalla definitiva!
Cuenta la legenda que aquel que reúna las siete bolas de dragón podrá invocar a Shenron y pedirle un deseo, por lo que estas esferas mágicas han sido objeto de deseo de incontables generaciones. Son especialmente atractivas para las fuerzas del mal que tratan de sembrar el caos en la Tierra, pero por suerte existen valerosos guerreros de honor que están siempre dispuestos a impedir que se les de un mal uso. La batalla entre estos guerreros, tanto del bien como del mal, ha dado pie a una nueva generación de combatientes con habilidades extraordinarias que ahora se verán obligados a unir fuerzas para combatir amenazas mucho mayores. Únete a ellos en su lucha para salvar la Tierra, o encarna a uno de los maléficos seres que amenazan con extender el terror por toda la galaxia. ¡El destino del mundo y de todo el universo está en tus manos!
Pocas veces se tiene la ocasión de encontrar un juego único en su estilo, ya que todos suelen seguir patrones preestablecidos y se parecen a otros títulos de su mismo género. 'Dragon Ball Z: The Legend' es uno de estos raros casos, ya que aunque pertenece al género de la lucha, su sistema de juego no se parece a nada. Algunas de sus mecánicas pueden resultar familiares, pero en conjunto estamos ante un juego de peleas que casi está más cerca de ser una aventura.
Para empezar disponemos de un escenario de proporciones prácticamente infinitas por el que podemos volar indefinidamente, la distancia a la que podamos llegar la marcará cómo de lejos estemos de nuestros oponentes, lo que por ejemplo nos permitiría poder huir indefinidamente en caso de necesitarlo. También podemos subir o bajar en altura, con lo que podremos luchar en tierra si lo preferimos.
El escenario está recreado mediante gráficos poligonales en 3D, y decorado con algunas rocas, y árboles. También encontraremos a veces pequeñas montañas que podemos destruir con nuestros ataques, aunque su presencia es meramente estética. El diseño de los escenarios es totalmente fiel a la serie original, de modo que nos sentiremos como si estuviéramos reviviendo las aventuras de Goku y compañía en nuestra consola.
Los personajes por su parte están recreados con sprites 2D, y aunque el desplazamiento se realiza de manera bidimensional, el movimiento de la cámara nos puede hacer desplazarnos en cualquier dirección. Este sistema puede chocar y mucho al principio, pero conforme nos vayamos acostumbrando, iremos descubriendo una mecánica bastante original y curiosa que recrea muy bien la serie.
Las batallas pueden ser de uno contra uno, o variar hasta formar equipos de tres personajes. Sin embargo cada bando contará siempre con un único líder, que será el que nosotros manejemos, mientras que los demás miembros del equipo serán controlados por la consola. Cuantos más personajes haya en pantalla, más caótico resultará todo, por lo que en las primeras partidas es recomendable no abarrotar demasiado el combate.
Durante la batalla podemos acercarnos o alejarnos del oponente, cambiar de objetivo, recargar energía, bloquear o esquivar golpes, o lanzar pequeños proyectiles para estorbar al enemigo. También podremos quemar dicha energía acumulada para desplazarnos más deprisa, o para escapar de los ataques del rival cuando nos atrape en un combo, así como también para evitar chocar contra el suelo cuando nos lacen contra él.
No jugarás a nada igual
Otro elemento bastante atípico es que nuestros golpes no causan daño alguno a nuestros oponentes, cada personaje cuenta con dos barras medidoras; una de salud, y otra de energía. La de energía decrecerá conforme usemos ataques energéticos, y se puede recargar a base de concentrar poder durante unos segundos. Si se vacía por completo, nuestro personaje se cansará y quedará incapacitado unos instantes a merced del enemigo.
Pulsar el botón de ataque supone desatar varios golpes hacía el oponente, y si lo hacemos repetidamente, nos enzarzaremos con él dándole una lluvia de mamporros que lo atrapará dejándolo a merced de un combo. Estos combos se realizan pulsando a la vez el botón de ataque y una dirección cuando atrapemos al enemigo con nuestros golpes, y podemos perseguirle cuando salga disparado encadenando más golpes y combos de manera espectacular.
Realizar estos combos es esencial para ganar cada batalla, y nos llevará un rato aprender a dominar la técnica. Pero una vez controlada, encontraremos un sistema bastante fluido y satisfactorio que de algún modo logra enganchar bastante. Sin embargo estos golpes siguen sin ser capaces de reducir la salud de nuestro oponente, ya que esto es algo que solamente puede hacerse con los ataques especiales.
Para hacer un ataque especial, debemos hacer que todo el medidor de poder (situado en la parte inferior de la pantalla) esté del color de nuestro equipo. Dicho medidor si se verá positivamente afectado por nuestros golpes, así como lo hará negativamente cuando los recibamos nosotros. Básicamente se trata de una pelea de equilibrio de fuerzas, donde el combate decidirá qué equipo tiene ocasión de efectuar un ataque especial.
Cuando toda la barra esté de nuestro color, el personaje que lidere el equipo realizará automáticamente el ataque, que estará basado en uno de los movimientos especiales originales del personaje en la serie. Será este movimiento el que consiga por fin reducir la salud de nuestro oponente, necesitándose entre tres y cuatro ataques de este tipo para eliminar un enemigo dependiendo de su resistencia y del poder de nuestro guerrero.
Acabar con uno de los miembros del equipo rival puede desequilibrar bastante las cosas, sin embargo el equipo en desventaja pasará a tener una mayor facilidad para rellenar su medidor de fuerza, con lo que la batalla quedará compensada. Curiosamente la batalla se sigue desarrollando al margen de nuestras acciones, ya que cada personaje irá por su cuenta enzarzándose con miembros del equipo rival. Esto puede provocar que a veces suframos, o realicemos, un ataque especial sin ni siquiera vernos directamente involucrados en ello.
El sistema de juego requiere de bastante paciencia al principio, ya que es fácil frustrarse ante estas mecánicas y desistir en las primeras partidas. Una vez dominado, descubriremos que es mucho más sencillo de lo que parecía al principio, y será entonces cuando de verdad podamos pasar a disfrutar del juego. Nosotros os recomendamos realizar partidas para dos jugadores dejando el segundo mando sin nadie que lo controle, ya que así podremos aprender más fácilmente el complicado manejo del juego.
Si pasamos la barrera inicial del control, entonces será cuando empiece lo bueno. El modo historia nos lleva a recorrer toda la serie de Dragon Ball Z desde que Vegeta y Nappa llegan a la Tierra, hasta la batalla final contra Majin Buu. Esto incluye las batallas en Namek contra Freezer y sus esbirros, o la lucha contra los androides y Perfect Cell.
Recrea la serie en tu consola
En cada batalla del modo historia podemos escoger qué luchadores llevarnos al combate, y cambiarlos en mitad del mismo con un sencillo menú. Cuando despleguemos este menú, la acción no se detendrá, y la consola tomará el control de nuestro personaje por nosotros. De hecho podemos usar esto como "modo espectador", y dejar que la consola luche sola mientras contemplamos la batalla.
Podemos ir sobrados y asegurarnos de tener siempre la mayor ventaja posible en nuestro equipo, pero cuanta mayor sea la fidelidad a la serie original que logremos durante la batalla, mayor será nuestra puntuación cuando todo termine. Además así podremos desatar acontecimientos especiales, como por ejemplo durante la pelea contra Freezer, ya que si dejamos que éste mate a Krilin, Goku se transformará en Super Saiyan para vengar la muerte de su amigo.
Esto añade un punto extra de interés para los fans de la serie, ya que pueden tratar de demostrar sus conocimientos sobre ella logrando una puntuación perfecta en cada escenario. Además cada nivel será presentado mediante escenas estáticas sacadas directamente del manga original, y dichas escenas irán acompañadas también de voz en plan locutor, pero tan solo en las versiones japonesas.
A medida que progresemos en el modo historia, iremos desbloqueando personajes para el modo libre y el modo versus. La cifra total de personajes es ciertamente alta, y sacarlos todos nos llevará un buen rato (a no ser que recurramos a trucos). Además cuando todos ellos estén disponibles, podremos acceder a un modo de desafío especial de una dificultad bastante notable. Este plantel de personajes hará una vez más las delicias de los fans de la serie, para los que este es sin duda un título altamente recomendable.
La banda sonora mezcla temas originales de la serie con otros especialmente creados para el juego, estos últimos son totalmente fieles al estilo de Dragon Ball y acompañan bastante bien. Las voces de los personajes estarán en japonés sin importar a qué versión juguemos, sin embargo los textos de las ediciones europeas vendrán en francés sin importar el país originario. Por suerte los textos no son necesarios para entender el juego, y tan solo nos puede complicar la vida un poco al principio en los menús principales.
El modo historia es bastante largo, y un solo combate puede durar mucho tiempo. De hecho puede llegar a hacerse pesado en el modo para dos jugadores, ya que la continua batalla de fuerzas puede hacer que estemos un buen rato luchando a brazo partido contra el otro jugador. Esto hace que el modo versus sea prácticamente una anécdota, dejando el modo historia como el principal interés del juego.
En cuanto a las diferencias entre versiones, ambas ofrecen prácticamente lo mismo y tan solo ostentan pequeñas diferencias técnicas. Así por ejemplo la de Saturn va algo más fluida, y tiene pequeños detalles en los escenarios como los árboles que podemos llevarnos por delante mientras luchamos. La de PlayStation por su parte ofrece efectos de transparencia para los ataques especiales, mientras que en Saturn se recurre a los habituales entramados de pixeles que se valían de las bajas resoluciones de la época.
Si queréis jugarlo en la actualidad, la cosa está ciertamente muy complicada... Podéis tratar de encontrar de importación las versiones japonesas para Saturn o PlayStation, pero si lo que queréis es la edición PAL para Saturn, sabed que sus precios suelen ir desde 40 euros para arriba. No existen reediciones de ninguna clase, ni probablemente las haya nunca. De modo que o empezáis a buscarlo en los habituales ambientes retro, o recurrís a la emulación.
Único en su especie
No estamos ni mucho menos ante un título para todo tipo de jugador, ya que requiere de bastante practica y paciencia para aprender su manejo. Y es que no es ni mucho menos el clásico arcade de lucha con el que podemos jugar aporreando botones desde el principio y tener opción de ganar, de modo que si buscáis eso, es mejor que recurráis a otra de las múltiples opciones de ese tipo que nos ofrece el universo de Dragon Ball.
Pero si estáis buscando un juego especial, con una jugabilidad propia que no se parezca a nada que hayáis jugado antes, y tenéis la paciencia necesaria para aprender a jugarlo. Entonces os recomendamos encarecidamente probarlo, especialmente si sois fans de la serie. Su mecánica, una vez dominada, engancha bastante, y recrea con fidelidad las épicas batallas de la obra de Toriyama. Es sin duda un pequeño esfuerzo que merece la pena tratar de hacer.