En 1995 llegaba a las Mega Drive europeas una curiosa aventura plataformera en la que el Pato Donald asumía el papel de Maui Mallard, un peculiar detective que trataba de resolver un antiguo misterio. Pero por aquel entonces Nintendo firmó un contrato de exclusividad con Disney que afectaba directamente a este título, lo que impidió que fuese publicado en América y propició una conversión a Super Nintendo que llegaría un año más tarde. También fue publicado para PC poco antes de llegar a los 16 bits de Nintendo, y finalmente unos años después sería Game Boy quién lo acogería.
Shabuhm Shabuhm
El detective Maui Mallard busca alejarse de su trabajo y disfrutar de algo de relajo y sosiego en una aparentemente tranquila isla tropical, pero lo que él no sabía es que su sueño de tumbarse en la playa sorbiendo combinados iba a venirse abajo como un castillo de naipes. Nada más poner sus palmípedos pies en la isla, Maui se encuentra el lugar sumido en el caos. Al parecer el motivo de tanto jaleo es la desaparición de un antiguo ídolo llamado Shabuhm Shabuhm, que según los isleños protege todo este bello paraíso tropical. Y lo que es peor, si este ídolo no es recuperado, ¡la isla entera explotará en pedazos! Maui parece ser el único capaz de encontrar al ídolo, o al menos eso cree él, ya que los nativos no parecen confiar demasiado en sus habilidades. Si quiere recuperar su sueño de disfrutar unas vacaciones tranquilas, no le quedará más remedio que ponerse en marcha y recuperar ese ídolo. Pero no va a ser una misión sencilla, así que es posible que pronto tenga que recurrir a su identidad secreta conocida como Cold Shadow.
Si sois habituales de nuestra sección retro, ya habréis visto desfilar por aquí grandes plataformas de Disney como: 'Castle of Illusion', 'World of Illusion', 'Quackshot', 'The Magical Quest', o 'Mickey Mania' por citar solo algunos de ellos. Todos estos títulos tienen en común el encanto de los personajes clásicos de Disney con una jugabilidad bastante pulida, y el título que hoy nos ocupa no iba a ser una excepción.
Sin embargo 'Maui Mallard' no es tan conocido como los títulos anteriormente mencionados, debido principalmente a que llegó tarde dentro de su generación, y a las complicaciones que generaron las exclusivas en su lanzamiento. Por suerte el haber llegado en el final de la vida de estas consolas, también le ayudó a exprimirlas técnicamente para ofrecer un verdadero espectáculo a nivel técnico.
La versión para Mega Drive luce de maravilla, mejor que muchos otros juegos similares para esta consola. Los escenarios son ricos en detalles, y el color rebosa incluso por encima de lo habitual. Pero si ya la versión de la consola de Sega se ve de lujo, la de Super Nintendo llegando un año más tarde, y pudiendo contar con el potencial para manejar colores de esta consola, luce incluso mejor. Tanto es así que por momentos creeremos estar viendo un juego de alguna generación posterior.
Y si los fondos quitan el hipo, las animaciones de los personajes os dejaran sin aliento. En ambas versiones son tremendamente fluidas y cuidadas, con todo lujo de detalles y dignas del mejor corto de animación del famoso pato marinero. Hasta los enemigos más sencillos muestran un aspecto bastante cuidado, conformando así lo que es sin duda un banquete para nuestros ojos.
Entre las sombras
Además el juego en general hace uso de un estilo visual muy especial dentro de su especie, pues aunque ya decimos que no faltará el colorido, la estética general del juego es algo más oscura de lo habitual, alejándose un poco del estilo animado tradicional. Esto quedará patente en las secuencias animadas que veremos antes de cada nivel y que nos van relatando la historia, donde solo veremos las sombras de los personajes sobre un fondo oscuro.
La banda sonora también se aleja del estilo alegre habitual, apostando por un estilo más calmado e incluso un poco siniestro a veces. Todo esto genera una ambientación que le da un toque personal a este título que no encontrareis en otros juegos similares, todo ello en pos de buscar darle originalidad a un tipo de juego muy trillado por aquel entonces. Así que si buscáis algo nuevo dentro de este viejo género, 'Maui Mallard' se hace aún más recomendable.
La mencionada banda sonora suena estupendamente en ambas consolas, exprimiendo muy bien las capacidades de sonido de cada una. Además se hace un completo despliegue de formidables efectos de sonido típicos de los dibujos animados, que suenan con total claridad incluso en Mega Drive. Donde si encontraremos diferencias sustanciales entre ambas versiones es en pequeños elementos jugables, como el uso de ciertos ítems. También podemos apreciar cambios en la construcción de los niveles, cambios que hacen recomendable jugar a la otra versión de 16 bits por mucho que conozcamos ya una de ellas.
En este tipo de aventuras es muy importante la jugabilidad, que consigan conectar con nosotros y darnos ese "feeling" tan especial que buscamos en estos juegos. Esto tampoco será un problema con 'Maui Mallard', pues el control de Donald responde realmente bien y el desplazamiento se realiza con total fluidez. Es posible que encontréis la versión de Mega Drive algo más pulida en cuanto a control, pero ambas versiones se juegan estupendamente.
Eso si, os advertimos que el nivel de dificultad es un poco mayor de lo habitual, lo que para algunos jugadores puede ser una ventaja, y para otros un inconveniente. Si vuestro caso es el segundo, no os preocupéis, el juego logra enganchar lo bastante como para incitaros a armaros de paciencia y tratéis de terminarlo. Además no estamos ante un juego especialmente "tramposo" a la hora de complicarnos las cosas, por lo que el sentimiento de frustración no suele hacer acto de presencia.
Las dos caras de una misma moneda
Durante el juego controlaremos a Donald de dos formas distintas; una como el detective Maui Mallard, y la otra como su alter-ego Cold Shadow. Con Maui iremos armados con una especie de pistola que nos permitirá despachar enemigos desde lejos, mientras que con Cold Shadow aprovecharemos la agilidad del personaje y acabaremos con los enemigos a bastonazos. El cambio de uno a otro cambia bastante la jugabilidad, lo que ayuda a tener una mayor variedad y que no se nos haga repetitivo.
Hay zonas que solo podremos superar con uno de las dos apariencias de Donald, pero el juego se encargará de guiarnos para que no tengamos problemas para decidir a cuál de los dos usar. La aventura en general goza de una duración aceptable, lo que unido a su dificultad puede hacer que nos lleve un par de tardes terminarlo. Si sois habilidosos con este tipo de juegos, podéis acabarlo de una sentada, pero seguro que os deja con un buen sabor de boca y ganas de rejugarlo más veces.
Como curiosidad, solo las versiones europeas y japonesas mencionan el nombre de Donald. Las ediciones americanas omiten completamente el nombre de este veterano personaje, refiriéndose siempre a él como Maui Mallard. Se desconoce el motivo de que ocurra esto, pero cabe pensar que se trata de algún problema de licencias. Otro dato curioso es que la única forma de conseguir el de Mega Drive en América era descargarlo desde el Sega Channel. Es decir, que en América solo existía en versión descargable, sin edición física. Para que veáis que estas cosas no son algo de ahora. Además dicha versión solo pudo publicarse así para eludir el contrato de exclusividad con Nintendo, con lo que también queda claro que las peleas de exclusivas no son precisamente algo nuevo bajo el sol.
Es de suponer que no hace falta decir que ni os molestéis en buscar reediciones actuales, así que para jugarlo solo queda buscar los cartuchos originales, o darle a la emulación. Si no os importa que sea solo el cartucho, podéis encontrar el de Super Nintendo a precios asequibles. El de Mega Drive por su parte varía bastante en cuanto a precios, por lo que si lo veis barato, no dudéis en ir a por él. El de Game Boy por su parte es bastante raro ya que no llegó por estas tierras, así que ya solo el cartucho suelto puede darle un pequeño disgusto a vuestra cartera.
Como veis hay vida más allá de los habituales juegos de este tipo, rebuscando un poco se pueden encontrar grandes joyas que quizá pasaron algo desapercibidas, pero que no tienen nada que envidiar a los títulos más populares. Si ya habéis devorados los viejos plataformas de Disney comunes, empezad a buscar tesoros menos conocidos como este genial 'Maui Mallard'. Sin duda un juego totalmente recomendable en cualquiera de sus versiones.