Habiendo sido publicado en el año 2000, no se puede decir que 'Destruction Derby Raw' llegase precisamente en el momento de mayor popularidad de la primera PlayStation, ya que por aquel entonces la consola gris de Sony estaba en pleno proceso de cederle el testigo a su sucesora la PlayStation 2. Esto provocó que el juego pasase bastante desapercibido en comparación con sus predecesores, lo que unido al cambio de equipo de desarrollado (que pasó del habitual trato por parte de Reflections a un nuevo equipo llamado Studio 33) hizo que no tuviese demasiada buena fama. ¿Pero cómo era realmente el juego? ¿Estaba a la altura de las dos anteriores entregas? Veamos.
Un ataúd con cuatro ruedas
¿Pero se puede saber cómo has logrado sobrevivir a esta locura durante tanto tiempo? Debes ser el tipo con más suerte del mundo, porque pocos han sido los que han logrado salir de una pieza de las competiciones anteriores... ¡Muy bien, pues tu lo has querido! A ver si esto te enseña de una vez a no volver cada semana a esta fábrica de viudas que algunos llaman "circuito de carreras". En esta ocasión no solo te esperan competiciones aún más caóticas donde acabar tus días entre un motón de hierros retorcidos, si no que también podrás competir en lo que básicamente es un suicido sobre ruedas. ¿Cómo que no será para tanto? ¡Veremos si eres tan optimista cuando veas caer tu coche desde la azotea un de un rascacielos contigo dentro! Ah, y por si no quieres morir solo, esta vez puedes traerte algunos amigos para que te acompañen. ¡Pero recuerda que en esta guerra no hay aliados!
'Destruction Derby Raw' nos propone la misma fórmula básica que sus predecesores, pura destrucción arcade donde es más importante saber cómo recuperar el coche tras un choque que saber tomar bien las curvas. El tradicional modo campeonato sigue las bases de anteriores entregas, teniendo que preocuparnos de conseguir la mayor puntuación en cada carrera a base de atacar rivales. Nuestro propio vehículo es el arma que emplearemos para destrozar a dichos oponentes, por lo que habrá que saber cómo atacarles para recibir nosotros menos daños que ellos.
Y es que por mucho que se trate de una jugabilidad estilo arcade, deberemos tener cuidado con los daños que sufra nuestro vehículo, incluso más que en un juego de carreras tradicional. Para ello se nos muestra en pantalla el clásico medidor de daños, donde podremos comprobar por qué nuestro coche tiende a irse solo hacía un lado, o qué le pasa al motor para que ya no corra tanto como antes. Cada daño recibido se verá reflejado en las prestaciones del coche, por lo que es necesario saber "nadar y guardar la ropa".
Además podemos participar en duelos masivos que ni siquiera transcurren en un circuito, si no que se desarrollan en una especie de ruedos de los que solamente puede salir un vencedor. Estas batallas suponen un absoluto desenfreno en el que trataremos de sobrevivir al ataque masivo de los otros coches manejados por la consola, cosa nada sencilla. Tanto en un modo como en otro dispondremos de diferentes tipos de competición, como por ejemplo uno que nos propone "robar" puntos de los otros coches, o el clásico modo "pasa la bomba".
Y hasta aquí todo lo habitual que cabría esperar de un 'Destruction Derby', o al menos eso era lo que ofrecían los anteriores, lo que era más que suficiente para mantenernos horas y horas pegados al mando tratando de superar nuestros records de la manera más bestia posible. Sin embargo esta entrega no se conformó con un "más de lo mismo", e introdujo nuevos modos de juego y opciones para hacer la experiencia más profunda e interesante.
Amasando fortuna, y chatarra
Para empezar se incluyó el modo "Smash 4 $", o lo que es lo mismo, competir por dinero. La popularidad de 'Gran Turismo' había vuelto a poner de moda la mecánica de ganar créditos de juego para poder comprar nuevos contenidos, y eso es básicamente lo que hacemos en este modo. Pero al contrario de lo habitual, nuestras ganancias aquí no solo sirven para sumar nuevos vehículos a nuestro garaje, si no que además lo necesitaremos para mantener nuestros coches en buena forma.
Y es que los daños que recibamos durante las carreras se mantendrán una vez que terminen, de modo que si no los reparamos comenzaremos la siguiente carrera con los daños acumulados de la anterior. De hecho si nuestro coche recibe demasiados daños quedará inservible, y si eso ocurre más nos vale tener fondos para repararlo o comprar otro, ya que el juego terminará si no nos queda ningún coche sano en el garaje.
Este nuevo modo introduce novedades interesantes que lo alejan del habitual estilo arcade, pero sin renunciar a las opciones de juego que teníamos en los títulos anteriores de la serie. De este modo encontraremos retos para todo tipo de usuario, tanto el que quiere jugar por simple diversión, como aquel que busque algo más complejo y que incluso introduzca cierto componente estratégico.
Ya solo con este extenso contenido tendremos juego para semanas o incluso meses, y además es bastante fácil engancharse a esta nueva propuesta del modo carrera, por lo que la duración está más que garantizada, especialmente si lo comparamos con sus precursores. Pero por si todo esto no fuera suficiente, 'Destruction Derby Raw' trae escondido un as en la manga. Algo que la serie pedía a gritos desde la primera entrega, y eso es un modo multijugador para hasta cuatro jugadores.
Si disponemos del Multitap de PlayStation y mandos suficientes, podremos invitar a casa a hasta tres amigos para que se unan a la fiesta. Dicho modo multijugador se desarrolla en los coliseos de batalla y nos puede deparar muchas tardes de diversión alocada en compañía. Para lo cuál será perfecto el nuevo modo "Rascacielos", donde competiremos a muerte en la azotea de un edificio hasta que solamente quede uno con vida.
Siente la destrucción en tus propias carnes
También encontraremos mejoras en el control, que ahora por fin es compatible con el 'Dual Shock' ofreciendo así un manejo más suave y preciso, además de hacernos sentir cada choque gracias a la vibración. También encontraremos nuevo sistema de combos que mejora la mecánica clásica a la hora de hacer puntos, dándole un toque más adictivo al mismo tiempo que nos facilita el saber qué hemos hecho y cuántos puntos recibiremos por ello.
El apartado gráfico también mejora con respecto a sus predecesores, y se empapa perfectamente de su estilo decadente y siniestro manteniendo toda la fidelidad a la saga. Algo que también ocurre con la banda sonora, repleta de temas metaleros que acompañen nuestras orgías de destrucción salvaje.
Puro desenfreno en una entrega que supera en prácticamente todo a sus predecesores, pero que extrañamente no logró ni la cuarta parte de su popularidad. Esto fue debido en gran parte a que llegó bastante tarde dentro del ciclo de vida de la primera PlayStation, consola de la que por cierto es 100% exclusivo, ya que esta vez ni siquiera salió en PC. Esta exclusividad aún lo hizo menos popular, por lo que es probable que más de uno se esté enterando de que este juego existe al leer estas líneas, por mucho que le gusten los anteriores.
¿Merece la pena darle hoy en día la oportunidad que la mayoría no le dio en su momento? Pues todo depende de lo que os guste esta serie, y de lo dispuestos que estéis a lidiar con gráficos de aquella época. Pero si todo esto no es problema para vosotros, os recomendamos sin duda darle ocasión de conquistarnos, a ser posible acompañados de algunos amigos. Además la serie 'Destruction Derby' desgraciadamente ya no está presente entre nosotros en la actualidad, y tan solo una entrega más vio la luz para PlayStation 2 unos años más tarde.
Para jugarlo en tiempos modernos ni os molestéis en buscar reediciones, y para colmo se trata de un juego poco común precisamente por culpa de su escasa popularidad. Por suerte no se piden precios desorbitados por él, por lo que podéis adquirirlo fácilmente por entre 10 y 20 euros. Y una vez conseguido, ya sabéis lo que os decimos siempre cuando se trata de discos de la primera PlayStation, que son compatibles con cualquier PS2 o PS3.
Mejor de lo esperado
Cabría esperar un juego que no estuviese a la altura de sus predecesores y que además no respetase el particular estilo de la saga debido al cambio de estudio desarrollador. Pero nada más lejos de la realidad, ya que nos encontramos una evolución más que correcta de la serie, manteniendo todos los ingredientes que le dieron fama y añadiendo algunos nuevos que lo hacen aún mejor.