EL OUT RUN DE NINTENDO

RETRO 'Cruis'n USA', la conducción más divertida directa del arcade a tu Nintendo 64

El horizonte es la meta en este emblemático cartucho para Nintendo 64.

Por Alberto Carmona 24 de Febrero 2019 | 17:26

En 1994 Nintendo presentaba los que serían los dos primeros juegos de su futura Ultra 64, el primero de ellos era nada menos que el popular 'Killer Instinct', y el segundo sería 'Cruis'n USA'. Con ellos se esperaba llamar la atención sobre su futura consola aprovechando los dos géneros más populares en aquel momento: Las carreras, y la lucha. Sin embargo, y a pesar del éxito de ambos títulos en arcades, las cosas no parecieron salir según los planes iniciales a la hora de llevarlo a su nueva consola, ya que ninguno de estos títulos lograría estar listo para el lanzamiento de Nintendo 64 dos años más tarde.

A toda costa

¿Te apetece devorar kilómetros? Pues nada mejor que cruzarse los Estados Unidos a toda velocidad a bordo de un potente deportivo. Escoge la ruta que más te guste y quema goma mientras compites contra otros corredores que han tenido la misma idea que tú. ¿Serás más rápido que ellos? Más te vale, porque el cronómetro corre en tu contra y no tiene piedad con los malos conductores. Siente toda la emoción y la adrenalina de la conducción más extrema mientras el cuentakilómetros no deja de sumar números, es hora de demostrar quién es el piloto más rápido cruzando de costa a costa.

El propio arcade de 'Cruis'n USA' nos invitaba a jugar a la versión doméstica del juego que llegaría en exclusiva en 1995 para la futura Ultra 64 de Nintendo, sin embargo, tanto el juego como la consola se verían retrasados nada menos que hasta 1996. Y para colmo la propia Nintendo acabaría teniendo que admitir que el arcade de este juego no utilizaba ningún hardware relacionado con Nintendo 64, sino que empleaba una placa modificada de la propia Midway.

Cuando el juego llegó por fin a las tiendas, las críticas no se hicieron esperar al no tratarse de una conversión "pixel perfect" de la recreativa tal y como se había prometido. Sin embargo la conversión en sí no era mala, y lograba transmitir las mismas sensaciones que la recreativa con bastante fidelidad. Las únicas diferencias realmente apreciables fueron unas texturas ligeramente inferiores, y un framerate menos suave y estable que el arcade.

Otro aspecto que cambió entre arcade y consola, pero que no atañe al apartado técnico, fue la censura impuesta por la propia Nintendo, la cual se encargó de ponerle una camiseta a la descocada chica que nos entregaba el trofeo tras cada carrera. Otros elementos como los animales que se cruzaban en la carretera también fueron eliminados, a fin de restarle algo de crudeza.

A pesar de todo esto, los chicos de Midway lograron que el juego fuese lo bastante bueno como para convertirse en uno de los títulos más vendidos de la consola, motivo por el cual hoy en día se le recuerda con gran cariño por parte de muchos usuarios de Nintendo 64. Poco importaba el framerate, o la camiseta de aquella muchacha una vez agarrábamos el mando y nos poníamos a correr.

Como en 1986

Pero antes de poder empezar a disfrutar de tanta velocidad, deberíamos escoger la ruta y la dificultad que íbamos a afrontar, así como el coche que nos acompañaría en nuestra aventura cruzando los Estados Unidos. Dichos vehículos imitaban sin contemplaciones a modelos reales tan populares como el Chevrolet Corvette, o el Ferrari Testarossa, el cual ayudaba a dejar bien clara la evidente inspiración en el clásico 'Out Run'.

Si lográbamos alcanzar la meta con un coche en particular podíamos recibir una versión más potente del mismo, lo que aseguraba bastante la rejugabilidad. Además también era posible desbloquear un autobús y un coche de policía, por si no quedaba suficientemente claro el desenfado general del juego. Con estos vehículos y la duración sorprendentemente larga de nuestra travesía por los Estados Unidos, teníamos juego garantizado para mucho tiempo.

Hay que destacar que nuestra travesía por el país se realiza por etapas, es decir, que no es como en 'Out Run' donde toda la carrera es continuada. Esto significa que no solo tendremos que competir contra el reloj para evitar que se nos agote el tiempo asignado para llegar a la meta, sino que también habrá que competir contra otros corredores. Es aquí donde encontramos uno de los puntos que más nos pueden complicar la experiencia, ya que si no llegamos primeros al final de una etapa, tocará volver a empezarla.

Esto no sería problema de no ser por dos factores: Primero lo pegajosa y cansina que puede llegar a ser la IA de los otros corredores, la cual estaremos deseando que se estampe contra algo para darnos un respiro. Y la otra es el abundante tráfico que nos encontraremos, y que unido a las más que mejorables colisiones del juego nos puede arruinar por completo una carrera en segundos.

No es raro colisionar con un vehículo normal que pasaba por allí en un cambio de rasante donde es imposible verlo venir, y quedarnos chocando y dando vueltas sin que podamos hacer demasiado. Al menos la IA de la consola puede verse envuelta en estos mismos accidentes, lo que equilibra un poco las cosas si tenemos suerte. Es bastante fácil acabar siendo presa de la frustración en las primeras partidas, pero una vez le cojamos el truco puede resultar hasta divertido pelearse con los otros coches.

Si a pesar de todo acabamos un poco hartos de la IA, le podemos pedir a un segundo jugador que se una a la fiesta, y a partir de ahí podremos decidir si queremos cooperar o competir, ya que podremos ayudarnos mutuamente como equipo, o luchar encarnizadamente por ver quién llega primero a la meta. Este modo para dos jugadores es probablemente uno de los principales atractivos del juego, si bien es cierto que sufriremos de una generación de escenarios bastante brusca y algunas ralentizaciones como precio a pagar por la pantalla partida.

Para pasarlo en grande sin complicarse

Tratándose de un juego para Nintendo 64 habría sido de agradecer que el multijugador permitiese la participación de hasta 4 jugadores, aunque el precio a pagar en el apartado técnico tal vez hubiese sido demasiado alto. Tampoco le habría venido mal algún modo de juego adicional, como un contrarreloj donde practicar nuestra conducción en solitario.

En lo referente al apartado gráfico no todo son malas noticias con respecto al arcade, y es que, aunque se perdieron algunas cosas, también se ganaron otras, como los efectos de transparencias o una ligera suavización de la generación brusca de fondos. En líneas generales el aspecto del juego es bastante colorido y limpio, y los circuitos están repletos de detalles que le dan algo de variedad al juego.

La banda sonora aprovecha las capacidades chiptune de Nintendo 64, por lo que los fans de este tipo de composiciones probablemente lo disfrutarán más. Decidir si estos temas suenan mejor o no que en la recreativa, depende ya de los gustos de cada uno, pues la diferencia es bastante apreciable. Lo que si se mantuvo es el toque "casposillo" de algunos de los temas originales, con samples de voz que acaban haciendo que le cojas cariño al juego o le acabes quitando el sonido dependiendo de nuestras preferencias personales.

Todo esto conforma un entrañable racer 100% arcade al que es bastante fácil cogerle aprecio si nos gustan los viejos juegos de este estilo de aquel entonces, es especialmente recomendable para fans de la saga 'Out Run', ya que dicha serie se mantuvo ausente durante aquella generación excepto por alguna conversión del original. Si buscáis algo más serio podéis encontrar propuestas más recomendables dentro del catálogo de la propia Nintendo 64, pero aun así no está de más echarle un vistazo a este carismático y emblemático cartucho.

Hasta hace bien poco podíamos descargarlo desde la Consola Virtual de Wii (compatible con Wii U), pero por desgracia este juego no fue reeditado en la propia Consola Virtual de Wii U, por lo que tristemente ya no está disponible. Por suerte se trata de un cartucho bastante común y fácil de encontrar, y podemos sumarlo a nuestra colección de Nintendo 64 por un precio módico.

Puede que no sea el mejor arcade de carreras de la historia, y ni siquiera el mejor para Nintendo 64, pero es sin duda uno de los títulos más emblemáticos de la consola, largamente querido y recordado por muchos de sus usuarios que un día se toparon con él y descubrieron lo enormemente divertido que puede llegar a ser.