CON TAXÍMETROS Y A LO LOCO

RETRO 'Crazy Taxi' analizamos este gran clásico arcade por el que no parecen pasar los años

A pesar de contar ya con 18 primaveras a sus espaldas, 'Crazy Taxi' sigue tan fresco y divertido como el primer día. ¿Queréis saber por qué?

Por Alberto Carmona 17 de Diciembre 2017 | 18:49

En 1999 Sega publicaba en arcades 'Crazy Taxi' por primera vez con el habitual mueble de lujo tipo simulador marca de la casa, ya que más tarde se lanzarían revisiones de la recreativa empleando ya si los clásicos muebles que portaban las placas NAOMI. Dicha placa era básicamente una Dreamcast, por lo que la conversión a la consola de Sega estaba más que cantada desde la propia concepción del juego. Su descomunal capacidad para divertir lo convirtió rápidamente en un éxito que en los años siguientes se fue extendiendo por numerosas plataformas.

¡Aquí no hay límite de velocidad!

Puede que cometas el error de creer que el trabajo de taxista consiste simplemente en llevar a la gente del punto A, al punto B, y darles algo de conversación por el camino mientras te paras en cada semáforo para engordar un poco el taxímetro. ¡Pero eso sería demasiado aburrido! No amigo, en esta profesión más te vale llegar lo antes posible a tu destino por cualquier medio que sea necesario, y nada de conversación anodina para distraer al cliente. ¡Mejor unas buenas derrapadas y acelerones! ¿Y qué pasa si se te cruza un autobús? Pues adelántalo de la forma más espectacular posible y haz que tu cliente sude un poco de adrenalina. ¡Así la propina será más gorda!

Es difícil encontrar un juego de conducción más arcade que 'Crazy Taxi', ya que no solo ofrece jugabilidad rápida y directa sin pretensión alguna de realismo, si no que además ofrece el clásico sistema de superación por puntos, es decir, tratar de conseguir la mayor puntuación y picarnos con los amigos para ver quién logra superarla.

Aquí no importa llegar el primero a la meta, de hecho ni siquiera habrá otros vehículos compitiendo contra nosotros. Nuestro objetivo consiste en deambular por una extensa ciudad con total libertad para desplazarnos por ella, todo mientras buscamos clientes identificados con un ícono de dólar sobre su cabeza. Dicho ícono puede ser de distintos colores en base a la distancia del trayecto de cada cliente, indicándonos de paso cómo de "interesante" es ese cliente.

Y es que un pasajero que vaya a un lugar cercano nos garantizará puntos y tiempo extra, pero cuanto más lejos nos pida que le llevemos, más seremos recompensados. Hay que tener en cuenta no obstante que jugamos contra el cronómetro, y que nuestra jornada laboral no dura mucho. De modo que si gastamos demasiado tiempo en un cliente que nos pida llevarle al otro extremo de la cuidad, puede que salgamos perdiendo.

Es aquí donde hallaremos el punto estratégico del juego, ya que realizar buenos combos de clientes nos permitirá extender nuestro tiempo de trabajo y sumar más puntos. En otras palabras, no siempre el mejor cliente será el primero que veamos, y a veces es recomendable buscar un poco antes de poner en marcha el taxímetro.

Una gran flecha verde nos indicará la ruta a seguir, pero pronto comprenderemos que no siempre nos podemos fiar de sus indicaciones, y que al final lo mejor será aprenderse la ciudad de memoria con cada ruta y atajo posible. Además habrá que esquivar el denso tráfico de la ciudad, el cual por cierto nos puede hacer ganar algo de dinero extra si adelantamos a otros coches pasando junto a ellos pero sin chocar.

El orden dentro del caos

También podemos realizar otras maniobras por el camino para que nuestro cliente nos pague una mejor propina, como por ejemplo derrapadas extremas, saltos temerarios, o incluso ponernos a dos ruedas. Eso sí, al final lo que contará es el tiempo que hayamos tardado en llevar al cliente, por lo que tampoco podemos entretenernos muchos a hacer cabriolas con el taxi.

Aprender a jugar es muy sencillo, en apenas un par de partidas le habremos cogido el tranquillo. Sin embargo hay algunas técnicas avanzadas que tal vez nos lleve algo más de tiempo aprender, como los derrapes, o las turbo-salidas que nos ahorran algo de tiempo a la vez que tiramos de espaldas a nuestra emocionado cliente.

No tardareis mucho en daros cuenta de que el juego os tiene totalmente enganchados, ya que siempre querremos hacerlo mejor que la vez anterior. Es así como descubriremos el verdadero potencial de diversión de 'Crazy Taxi', juego al que una vez le cojamos el gusto, siempre estaremos dispuestos a echarnos alguna partidilla.

Si ya de por si el arcade original puede darnos montones de horas de diversión, en las versiones domésticas encontraremos más aún. Y es que ya desde el primer port para Dreamcast se añadió un nuevo escenario para recorrer además de la ciudad original, algunos extras desbloqueables, y también se incluyó el modo Crazy Box.

Este modo adicional consiste en una serie de retos en plan minijuegos que pondrán a prueba nuestra pericia al volante del taxi, y además por el camino nos servirá como tutorial para aprender algunas de las técnicas de conducción más avanzadas. Superar todas las pruebas de este desafío nos puede llevar varias horas, por lo que la duración no será un problema cuando caigamos en las redes de este monumento a la diversión más puramente arcade.

El control responde estupendamente, permitiéndonos hacer toda clase de maniobras espectaculares sin complicaciones. Sin embargo aquellos que busquen una mayor complejidad la podrán encontrar en las técnicas de conducción avanzadas. Además 'Crazy Taxi' era probablemente uno de los juegos que mejor se adaptaban al mando de Dreamcast, gracias a sus gatillos analógicos que actuaban como acelerador y freno.

Los viejos roqueros nunca mueren

Por si todo esto no fuese suficiente, el juego viene acompañado por un apartado gráfico espectacular que ya en su día rompió con todo lo establecido, pero que incluso en la actualidad sigue luciendo sorprendentemente bien para tener nada menos que 18 años encima. Pocos juegos pueden presumir de haber envejecido tan bien durante tanto tiempo, un claro ejemplo del enorme potencial que ofrecieron en su día tanto Dreamcast, como su hermana la placa NAOMI.

Además todo luce un diseño estupendo y rebosante de colorido, muy en la línea habitual de Sega. Y por si fuese poco, el juego corre con total y absoluta fluidez convirtiéndose en todo un regalo para la vista. Aún es posible encontrarse por ahí el arcade original, y es difícil resistirse a echarse una partidilla, dándonos cuenta de paso de lo tremendamente bien que ha soportado el paso del tiempo.

¿Hay algo más que se le pueda pedir? Pues si, una espectacular banda sonora con temazos de grupos tan conocidos como The Offspring o Bad Religion. Un autentico lujo musical que le imprime además al juego un ritmo endiablado que lo hace aún más excitante. De hecho se podría decir que la banda sonora en este caso es parte crucial del juego, ya que de hecho algunas reediciones contemporáneas se han visto obligadas a prescindir de la banda sonora original, lo que afecta a la experiencia de juego más de lo que pudiera parecer.

Puestos a pedir tal vez se podría echar de menos algún modo multijugador, pero lo cierto es que no lo necesita, ya que perfectamente podemos reunirnos con varios amigos e irnos pasando el mando (o el volante) para ver quién logra los mejores récords. A esto también ayuda el hecho de que 'Crazy Taxi' no solo sea un juego divertido de jugar, si no también de ver, ya que su locura y simpatía seguro que nos arrancan más de una carcajada.

Tras su arrasador éxito en arcades y Dreamcast, el juego llegó también a PlayStation 2, Game Cube, y PC. Con la misma diversión y modos de juego, pero con leves diferencias gráficas. En Xbox tuvimos también 'Crazy Taxi 3', que recogía en cierto modo el juego original. Más tarde llegaron las formidables conversiones portátiles para Game Boy Advance y PSP, esta última formando equipo junto con 'Crazy Taxi 2' en un solo título llamado 'Crazy Taxi: Fare Wars'.

Ya en tiempos más recientes tuvimos conversiones HD para PS3 y 360, aunque por desgracia perdiendo la banda sonora original. Todas estas conversiones hacen muy fácil poder disfrutar del juego hoy en día, pero aún lo hace más sencillo el hecho de que podamos descargarnos el juego completamente gratis a nuestro móvil gracias al servicio Sega Forever, que recientemente añadió este título a su creciente lista de clásicos de Sega disponibles y además con su banda sonora original intacta.

Sin fecha de caducidad

Es imposible encontrar tanta diversión por tan poco, 'Crazy Taxi' es la experiencia arcade en persona, y una propuesta ideal para pasarlo en grande con los amigos en cualquier reunión. No importa cuantos años pasen, el juego sigue siendo igual de divertido que cuando salió, y probablemente lo siga siendo durante mucho tiempo. Una verdadera obra maestra que probablemente sigan disfrutando hasta nuestros nietos.