El 28 de July 2019 | 13:30
En 1999 se publicaba 'Crash Team Racing', juego del que acabamos de recibir un estupendo remake y que en su día fue recibido con un cierto regusto agridulce. Esto se debía al anuncio por parte de Naughty Dog de que este sería el último juego que creasen de la popular franquicia, poniendo rumbo después hacía nuevos horizontes. Por suerte Crash no quedó huérfano por mucho tiempo y un nuevo estudio de desarrollo (capitaneado nada menos que por Mark Cerny) tomó las riendas, brindándonos la posibilidad de volver a verlo saltar una vez más por los circuitos de la primera PlayStation.
Las dos (más)caras de la misma moneda
Tras librar nuestro planeta de la amenaza del malvado Nitros Oxide, las fuerzas del bien y del mal iniciaron una lucha por el control del mundo entero. Así Aku-Aku y Uka-Uka se enfrentaron hermano contra hermano hasta que ambos concluyeron que el vencedor se decidiera mediante una competición compuesta de diversas pruebas, en la que representantes de ambas facciones lucharían por ver quién era el mejor. Así, ambas máscaras espirituales escogen a sus representantes para la competición, pero la balanza parece estar claramente inclinada a favor de los villanos, por lo que ambos acuerdan que Dingodile y Tiny Tiger se unan al bando de los buenos. ¡Quién lo iba a decir! ¿Serán de fiar esos dos tipos? ¿O el destino de todo el planeta recaerá enteramente en manos de Crash y Coco? Será mejor que les ayudes por si acaso...
A 'Crash Bash' se le suele definir con frecuencia como una especie de 'Mario Party', pero lo cierto es que el juego poco tiene que ver con las aventuras de dado y tablero del fontanero de Nintendo. Aquí es que de hecho ni siquiera hay tablero, tan solo una serie de mini juegos en los que podrán participar hasta cuatro jugadores simultáneamente.
El objetivo en todas las pruebas es eliminar a los oponentes de diversas formas, quedando un solo jugador como único superviviente. Lo que cambia de un mini juego a otro es la manera de lograr esto, ya sea mediante una especie de "air hockey" con bolas de pinball, montado un pogo saltarín que va pintando el suelo, o directamente a cañonazo limpio a bordo de un tanque.
Al principio tan solo podremos acceder a cuatro mini juegos, pero podremos desbloquear más a medida que progresemos en el modo aventura. Por desgracia la cifra total de eventos no es como para tirar cohetes, aunque cada mini juego dispone de diversas variantes en las que no solo cambia el aspecto, sino también parte de las normas.
El mencionado modo aventura será la principal chicha del juego para aquellos que vayan a jugar en solitario, ya que el título en general está claramente enfocado al multijugador. De hecho es posible compartir este modo con un segundo jugador en plan cooperativo, lo que ayuda bastante a hacerlo más ameno y llevadero. Y decimos esto porque, por desgracia, este modo aventura parece estar lejos de ser tan divertido y desafiante como nos tiene acostumbrados el bueno de Crash.
El principal problema es la continua repetición de pruebas, ya que será necesario ganar varias veces un mismo mini juego para poder continuar. Esto se torna aún más repetitivo si nos proponemos conseguir el 100%, ya que los clásicos desafíos de reliquias, cristales, o gemas, nos proponen volver a jugar a los mismos mini juegos con algún pequeño añadido que apenas los varia.
Tú decides el final
Completando todas las pruebas principales de un mismo mundo podremos enfrentarnos al jefe de turno, cuya batalla supone un cambio de aires muy de agradecer después de tanto repetir las mismas pruebas. La trama en si no es gran cosa, pero se desarrolla mediante escenas ocasionales con diálogos doblados al castellano, y dispone de finales alternativos dependiendo de la naturaleza del personaje que hayamos escogido.
Deberemos completar el modo historia dos veces si queremos ver todas las secuencias con sus respectivos finales, lo que unido a la extensa duración de este modo nos garantiza juego para rato. Eso si no nos aburrimos de tanta repetición y acabamos desistiendo, claro. Por suerte podemos guardar partida en nuestra Memory Card e ir avanzando a ratos, pudiendo así retomar la partida en cualquier otro momento.
El resto de modos de juego va directamente dirigido al multijugador, pues aunque se pueden jugar en solitario, competir contra la consola no tiene demasiada gracia. Las opciones se limitan a batalla única, o un torneo con diversas pruebas, lo que tampoco es que suponga un derroche de variedad. Para el multijugador será necesario disponer de un Multitap, así como mandos suficientes para cada jugador, lo que se traduce en un importante caos de cables entorno a la consola.
El control no es siempre todo lo preciso que debería, pues los resultados varían bastante dependiendo de un mini juego u otro. Al final lo más probable es que acabéis jugando siempre a los mismos desafíos, al menos hasta que os acabéis aburriendo de ellos. El plantel de personajes tampoco es que sea especialmente extenso, contando tan solo con 8 integrantes (9 en la versión japonesa donde fue incluido el Falso Crash).
Estos 8 personajes están divididos en el bando de los buenos y de los malos, teniendo a Dingodile y Tiny Tiger en el bando de los buenos por razones que el juego vagamente se molesta en explicar. Tampoco es que se haga demasiado hincapié en la historia del nuevo personaje, Rilla Roo. El cual viene a ser básicamente un hibrido entre Obelix y Maguila Gorila. Teniendo esto en cuenta, lo lógico habría sido añadirlo al bando de los buenos en lugar de pasar allí a un par de villanos, pero parece que estudio de Mark Cerny no lo consideró oportuno.
El apartado gráfico es probablemente de los mejores aspectos del juego, pues si bien es cierto que recicla bastantes cosas de títulos anteriores, también lo es que gracias a ello se logra una fidelidad visual a la serie bastante aceptable. Los escenarios de batalla por su parte se benefician de la total ausencia de scroll para ofrecer una definición bastante buena, destacando la calidad de las texturas y la solidez general del entramado poligonal.
Llama a tus amigos
La banda sonora no logra mantener los niveles de entregas anteriores de la serie en cuanto a calidad, pero si ofrece el mismo estilo, por lo que no chocará demasiado a los habituales de la serie. Los efectos de sonido son los de siempre, lo que también ayuda a recordarnos que estamos jugando a un Crash después de todo.
Jugando con más gente es donde el juego desata su poder de enganchar, ya que podemos tirarnos tardes enteras picándonos con los amigos en las diferentes pruebas. No obstante 'Crash Bash' está muy lejos de lograr los mismos resultados que su predecesor, 'Crash Team Racing'. Y es bastante probable que en menos de una semana acabéis jugando a otra cosa, probablemente al propio 'Crash Team Racing'.
En caso de que se haga algún día un remake, sería necesario añadir bastante contenido nuevo, especialmente en lo referente a personajes. También necesitaría algo más de chicha de cara a los mini juegos, como por ejemplo ampliar la cifra de jugadores hasta 8 gracias al online. Tampoco le vendría mal un reajuste del modo aventura, principalmente para eliminar reiteración de pruebas, y darle algo de interés a los desafíos adicionales.
Mientras esperamos a ver si llega este remake o no, podemos jugar al original descargándolo desde la tienda de PlayStation para nuestras PS3, PSP, o PS Vita. En el caso de hacerlo en PS3 podremos librarnos del Multitap para el multijugador, ya que la consola lo emula y basta simplemente con conectar cuatro mandos. Por desgracia para hacer esto tendremos que crearnos cuenta en la Store japonesa, ya que tan solo allí fue publicado bajo el nombre de 'Crash Bandicoot Carnival'.
Si lo que queremos es el juego original, podemos conseguirlo en versión Platinum por precios de entre 20 a 30 euros, subiendo algo más si lo queremos en la edición inicial (caja negra). Si lográis añadirlo a la colección de esta manera, podréis jugarlo en cualquier modelo de PS3 sin necesidad de Multitap o Memory Card, y empleando sus mandos sin cable para evitar caos en casa.
Ideal para pasar unas cuantas tardes con los amigos disfrutando de Crash y compañía, aunque solo sea para descansar unos días de 'Crash Team Racing' y luego retomarlo. No es tan recomendable si lo vais a jugar en solitario, ya que el modo aventura se os puede hacer bastante pesado si no lo jugáis al menos en modo cooperativo.
Lo mejor:
Piques multijugador garantizados. Gráficos sólidos y bien definidos. Está doblado al castellano.
Lo peor:
Jugando en solitario puede resultar tedioso y repetitivo. Pocos personajes disponibles. Se nota la ausencia de Naughty Dog.