En 1998 llegaba en exclusiva a PlayStation 'Command & Conquer Retaliation', que básicamente se trataba de una versión muy mejorada del 'Command & Conquer Red Alert' que llegó a la misma consola procedente del PC. Esta edición definitiva no solo incluía las dos expansiones del 'Red Alert' original para PC, si no que además añadía elementos propios, como una serie de videos FMV que profundizaban en la trama. Todo un regalo para los fans de la estrategia que podrían por fin disfrutar como es debido de este género en consola, aunque por desgracia esta buena racha no duraría mucho tiempo.
Jugando con la historia
En 1946, el eminente científico Albert Einstein construyó una asombrosa maquina llamada Cronoesfera. Dicho ingenio permitía viajar en el tiempo, lo que Einstein decidió emplear para borrar de la historia uno de los capítulos más trágicos del pasado; la Segunda Guerra Mundial. De este modo viaja a la Alemania de 1924, donde logra acabar con Adolf Hitler antes de que inicie su ascenso al poder. Sin embargo esto solo logra posponer la cruenta guerra, ya que la ausencia de los Nazis en Europa provocó un desequilibrio de poder a favor de las fuerzas soviéticas al mando de Stalin. Ahora soviéticos y aliados luchan sin descanso por el control de Europa, en un conflicto aún más devastador que amenaza incluso con acabar con el mundo. Te toca a ti elegir el bando en el que quieres luchar, pero de un modo u otro deberás prepararte para la madre de todas las batallas.
No son pocas las veces que se ha intentado casar al género de la estrategia con las consolas, sin embargo a día de hoy sigue siendo patrimonio casi exclusivo del PC. Una de las épocas en las que más se intentó estrechar lazos entre este género y las consolas, fue a mediados y finales de los 90. Series como 'Warcraft', o 'Civilization' dieron el salto desde el PC. Y estaba claro que el exitoso 'Command & Conquer' no iba a ser menos.
Esta saga de estrategia tenía sus orígenes años atrás, con el genial 'Dune II: Battle for Arrakis' para Mega Drive, Amiga, y PC DOS. La buena acogida del primer 'Command & Conquer' lo llevó también a las consolas del momento, y tiempo después nacería la subsaga 'Red Alert', que también se paseó por los circuitos de la primera PlayStation. Prácticamente sobre este último se hizo el 'Command & Conquer Retaliation' que analizamos, por lo que la similitud entre ambos es bastante notable.
A nivel gráfico el juego es un calco de su predecesor, lo que es algo bastante bueno. Y es que aunque es costumbre que los juegos de estrategia en tiempo real no muestren un apartado visual demasiado puntero, debido a la enorme cantidad de recursos que se deben manejar, en este título disfrutamos de unos gráficos detallados que nos hacen sentir como si estuviéramos frente a la maqueta de un campo de batalla.
Los escenarios muestran un alto grado de detalle, empleando gráficos prerenderizados. E incluso se permiten pequeños alardes como que los árboles se prendan fuego si hay una explosión cerca. Por otra parte estos escenarios no se ven nunca físicamente modificados, no más allá de los cráteres que dejan las explosiones. Sobre estos campos de batalla se despliegan nuestras tropas haciendo uso del mismo tipo de gráficos, pero con un grado de detalle algo menor.
Aunque pueda parecer un aspecto pobre para un juego de la primera PlayStation, nada estaría más lejos de la realidad. No es nada sencillo mover tal cantidad de unidades de forma fluida, y eso es algo que este título consigue hacer aceptablemente bien. Más aún si lo comparamos con otros títulos similares para esta consola como 'Warcraft 2', que muestra un apartado gráficos más primitivo además de unas ralentizaciones bastante más notables.
Guerra relámpago
Tiene su mérito conseguir mantener este aspecto gráfico y que todo funcione más o menos bien, y es que puede que cuanto más abarrotado esté el mapa, más ralentizaciones suframos, pero aún así la fluidez general del juego es bastante aceptable. A esto habrá que sumarles unos curiosos videos FMV creados en exclusiva para esta versión, que nos irán relatando lo que ocurre. Estos videos de imagen real nos muestran a actores de carne y hueso explicándonos los pormenores de la batalla, y dándonos instrucciones antes de entrar en combate.
En líneas generales, 'Command & Conquer Retaliation' goza de un apartado visual francamente bueno, siempre que lo mantengamos dentro del contexto propio de su género y no lo comparemos con títulos de otro tipo para la misma consola. Además es de elogiar el salto del PC a la maquina de Sony, algo nada sencillo de conseguir. Para que este salto se nos haga más llevadero, podremos jugar con el ratón oficial de PlayStation (si es que encontramos uno). No obstante es cierto que el control con el mando es sorprendentemente bueno.
Esa es una de las cosas que llaman la atención de este título, y es que normalmente la interfaz en los juegos de estrategia para consola suele ser un dolor de cabeza, y más comparada con lo que podemos encontrar en PC. Por suerte aquí no tendremos demasiado problema, pues un práctico menú a base de iconos y un sistema de atajos con el mando, nos facilitarán enormemente la labor de desplazar nuestras tropas.
A la hora de afrontar el modo campaña deberemos escoger en qué bando queremos luchar, para ello deberemos escoger el disco que meteremos en la consola; uno para los soviéticos, y otro para los aliados. Esto alarga notablemente la vida del juego, ya que básicamente tendréis que pasároslo dos veces si queréis verlo todo. Además la lista de misiones en cada campaña es bastante extensa, pues a las del 'Red Alert' original se suman las de sus dos expansiones de PC. Incluso podemos desbloquear unas curiosas misiones especiales en las que lucharemos contra un ejército de monstruosas hormigas.
El nivel de dificultad irá en aumento conforme avancemos, y requeriremos de todo nuestro ingenio para superar todas las misiones. También dependeremos de nuestra rapidez de reacción, ya que todo va en tiempo real y un descuido puede pagarse muy caro obligándonos a repetir toda la misión. No es raro quedarse atascado en algún nivel por verse superado por los requisitos de este, pero si esto ocurre, nadie os culpará si buscáis el consejo de alguna guía, ya que no estamos ante un juego precisamente fácil.
Podemos guardar nuestro avance en la Memory Card entre misión y misión, sin embargo no podremos guardarlo en mitad de una batalla, algo que puede resultar bastante molesto. Si tenemos que apagar la consola por algún motivo en medio del combate, perderemos nuestro avance dentro de esa misión. Esto se hace también molesto en el modo escaramuza, donde tampoco podremos guardar en mitad de una partida.
Objetivo: Aniquilación
Dicho modo escaramuza está destinado a alargar notablemente la vida del juego, y es que además de las dos largas campañas, podemos afrontar batallas libres que podremos configurar al principio. Estas batallas se desarrollan en escenarios predefinidos, que podremos escoger de entre una larga lista. Dicha lista aumentó notablemente con respecto al 'Red Alert' original, por los que los amantes de este modo estarán de enhorabuena.
Podremos escoger ciertos parámetros, como por ejemplo el número de rivales hasta un máximo de tres (cuatro contándonos a nosotros). Este modo es muy capaz por si solo de manteneros pegados durante meses a la consola, hasta que logréis dominar cada escenario de batalla. Además aunque ya hayamos superado uno, siempre podremos tratar de mejorar nuestros resultados ideando nuevas estrategias, o enfrentándonos a un mayor número de rivales.
También encontramos un interesante modo para dos jugadores, sin embargo la manera de acceder a él es un tanto compleja. Esto se debe a que necesitaremos dos consolas completamente equipadas, con sus respectivos televisores, además del Cable Link; accesorio bastante raro y difícil de encontrar incluso en su época. Si sois capaces de cumplir todos los requisitos, disfrutareis de épicas batallas con vuestros amigos ya sea compitiendo o cooperando.
En el modo campaña los objetivos a cumplir serán distintos en cada misión, mientras que en el modo escaramuza el objetivo será siempre el mismo: Aniquilar a todo enemigo viviente en pantalla, incluso aunque se trate de un inofensivo civil escondido en una esquina del mapa. Para cumplir con tales objetivos, disponemos de una amplia variedad de unidades y edificios militares, tanto de los soviéticos como de los aliados.
Cada bando cuenta con su propio arsenal, además de algunas unidades básicas comunes, como los camiones de construcción que nos permiten iniciar la edificación de nuestra base. Es en este punto donde quizá haya que destacar otro posible punto negativo, y es que el desequilibrio de fuerzas entre un bando y otro es bastante notable, siendo los soviéticos los que gozan de un mayor poder destructivo.
Esto no es necesariamente un fallo, ya que viene a representar distintos niveles de dificultad. En otras palabras; con los soviéticos es más fácil ganar. Quizá habría sido de agradecer un mejor equilibrio, y a eso precisamente iban destinadas las nuevas unidades disponibles en esta versión, sin embargo estas nuevas armas solo consiguieron mantener el dominio soviético en el campo de batalla.
La calma que precede a la tormenta
Durante la partida deberemos estar con los ojos bien abiertos, y no descuidar la construcción de nuevos edificios al mismo tiempo que aumentamos nuestro ejercito. Puede que disfrutemos de momentos de calma total, pero tarde o temprano una lluvia de enemigos se abalanzará contra nuestra base, y es entonces cuando se pondrá a prueba nuestra capacidad como dirigente y constructor.
Es nuestra propia capacidad estratégica la que determina si ganaremos, o si seremos borrados del mapa de manera vergonzosa. Esto puede hacer aparecer el sentimiento de frustración en el jugador, especialmente durante las primeras partidas. Pero si no desistís y le ponéis empeño, acabareis dominando el juego y podréis aniquilar a vuestros enemigos para vuestro goce y satisfacción.
El catálogo de unidades disponibles ya era bastante extenso antes de incluir las nuevas que están en esta versión, por lo que no podemos poner la menor pega al respecto. Contamos con infantería y tanques varios para combatir por tierra, barcos y submarinos para la batalla naval, y aviones y helicópteros para sembrar la destrucción desde los cielos. Cada tipo de unidad requiere de su propia estrategia, y unas son más efectivas que otras en según qué situaciones. ¿Cuáles? Eso os tocará a vosotros averiguarlo.
Para redondear todo este suculento conjunto, se nos brinda una banda sonora espectacular que ganó algún que otro premio en su época. Dicha banda sonora nos acompañará de fondo en cada partida, e imprimirá un toque marchoso y genial al juego acentuando su estilo y personalidad. A buen seguro que acabáis escuchando estas músicas fuera del juego, especialmente la Hell March; el carismático tema principal de la saga 'Red Alert'.
El apartado sonoro se redondea con cuidados efectos de sonido y numerosas voces para las unidades. Dichas voces están en inglés, al igual que ocurre con las escenas FMV y con el resto del juego. Y es aquí donde encontramos un aspecto negativo que podría echar para atrás a más de uno, pues la barrera idiomática puede suponer un verdadero obstáculo en un juego así. Se puede aprender a jugar sin saber nada de inglés, pero será más difícil y no os vais a enterar demasiado de la trama del modo campaña.
Si queréis jugarlo en la actualidad, estáis de enhorabuena. Podéis descargarlo desde la Store tanto para PS3 como para PSP por un módico precio, si bien os advertimos que en la portátil de Sony da algunos pequeños fallos de emulación que pueden empañar un poco la experiencia. Si lo que queréis son los discos originales, sabed que aunque los precios con este título suelen fluctuar bastante, no deberíais tener que pagar más de 20 euros por él. Finalmente os recordamos una vez más que cualquier modelo de PS3 es retrocompatible con discos originales de la primera PlayStation, y el resultado será idéntico al que obtendréis descargando el juego desde la Store.
Para estrategas con idiomas
Con 'Command & Conquer Retaliation' tenéis diversión asegurada para meses, pues estamos ante un título con una capacidad para enganchar bastante notable. Se trata de un juego que va ampliamente sobrado de contenido, y con un gran factor de rejugabilidad. No obstante debéis tener en cuenta dos factores antes de probarlo: Uno su dificultad, que requiere paciencia y largo tiempo de aprendizaje. Y otro el hecho de que esté completamente en inglés.