Nacido en Europa en 1998, la buena acogida de este título lo llevaría a recorrer mundo en los años siguientes llegando incluso a Japón. Algo así solo estaba reservado para los juegos más grandes que había parido el viejo continente, y es que estamos sin duda ante algo muy grande. Los brillantes genios de Codemasters lo habían vuelto a conseguir, tras años deleitándonos con juegazos de coches como; 'Micro Machines', 'Super Skidmarks', o 'TOCA Touring Car'. Ahora le llegaba el turno a los rallies, y además apostando fuertemente por el realismo y la simulación, pero sin dejar de lado cierto toque arcade marca de la casa en pos de la pura diversión. Todo ello arropado por el nombre de uno de los pilotos de rally más grandes, el hoy tristemente desaparecido Colin McRae.
World Rally Championship
Puede que pienses que eres un as del volante, puede que hayas competido en numerosas disciplinas sobre cuatro ruedas, y que incluso hayas ganado algún campeonato. Pero nada de eso podrá prepararte para la dureza del rally, aquí las cosas se ponen verdaderamente difíciles, y un simple fallo puede hacer que acabes en el fondo de un barranco en algún lugar recóndito del mundo. No todos tienen lo que hay que tener para competir en el campeonato del mundo de rallies, y menos aún para ganarlo. Solo unos pocos elegidos han logrado esa gloria, y el gran Colin McRae lo consiguió en 1995. ¿Crees que estarás a su altura? El propio McRae estará aquí para guiarte en su escuela de pilotos, escucha bien sus consejos y tal vez logres alguna victoria. Por suerte no estarás solo, su fiel copiloto Nicky Grist te acompañará en cada carrera para marcarte el camino. Sus notas y consejos son todo lo que necesitas para lanzarte por un bosque a toda velocidad en plena noche y no acabar estampado contra un árbol, así que préstale atención. Ahora tienes la gloria a tu alcance, y de la mano de los grandes profesionales. ¿Será eso suficiente para que te conviertas en campeón?
Nacido en plena edad de oro de los juegos de conducción, 'Colin McRae Rally' tuvo que hacer frente a una dura competencia con otros títulos similares. Pero los de Codemasters eran ya veteranos en el género, y no se amedrentaron fácilmente. Apostaron por ofrecer un juego de rallies realista, tratando de llevar la competición real de la forma más fielmente posible hasta nuestra casa. 'Gran Turismo' había puesto de moda el concepto de simulación, y otros títulos de rallies apuntaban más hacía el estilo arcade, por lo que se abría un hueco interesante para el título que hoy nos ocupa.
A nivel técnico uno solo se puede quitar el sombrero ante semejante despliegue. Cada coche fue modelado escaneando con láser los modelos reales de cada marca, a fin de conseguir el mayor grado de fidelidad posible. El avanzado sistema de daños deformaba nuestro vehiculo con cada golpe, lo que además afectaba a la respuesta del vehiculo. Quedarse sin faros en mitad de una carrera de noche no era buena idea, y su avanzado sistema de iluminación nos iba a hacer lamentar haber abrazado a más de un árbol con las luces de nuestro vehículo.
A esto había que sumarle una cuidada recreación de cada rally real, con sus diferentes tipos de superficie como barro, asfalto, hielo, o gravilla. Cada tipo de terreno ofrecía un reto distinto, y debíamos adaptarnos a él eficientemente si queríamos tener alguna posibilidad. Ajustar los parámetros mecánicos de nuestro coche no solo era posible, si no también recomendable, ya que podía darnos ventaja o arruinar nuestra carrera. El terreno también presentaba toda clase de desniveles, terraplenes, y socavones, haciendo que el contacto con alguno de ellos pudiera hacer salir volando nuestro coche.
Para ser conductor de primera...
Se ofrecía la opción de poder acelerar y frenar de forma analógica con el mando Dual Shock, pudiendo usar el stick derecho hacia arriba para acelerar, o hacía abajo para frenar. Esto nos daba una mayor precisión y control sobre el vehículo, aunque naturalmente también se podía usar un volante y pedales para conseguir el mayor realismo posible. En cualquiera de los casos la respuesta de control es estupenda, dejando muy patente el cuidado puesto en este aspecto.
Aunque su estilo de conducción era más orientado a la simulación, sus creadores dejaron cierto toque de estilo arcade, por ejemplo a la hora de derrapar. Ellos mismos reconocieron haberse basado en el exitoso 'Sega Rally', que precisamente hacía gala de este curioso equilibrio entre simulación y estilo arcade. El resultado a la hora de jugar habla por sí solo, ofreciendo una gran jugabilidad sin sensación de frustración para los no expertos, a la vez que nos exigía toda nuestra atención y habilidad para controlar debidamente el coche.
Disponíamos de varios modos de juego; como el rally individual, la competición contra el reloj, o el campeonato del mundo al completo. En este último podíamos escoger el nivel de dificultad, empezando por coches de poca potencia y tracción a las dos ruedas, y continuando después por los vehículos más potentes con tracción integral. Cada prueba del mundial ofrecía un reto diferente, y los daños sufridos durante una etapa permanecían en nuestro coche. Para arreglarlos debíamos administrar el tiempo que se nos daba entre carrera y carrera, escogiendo en qué partes del coche queríamos emplearlo. Si por ejemplo no nos daba tiempo a arreglar la caja de cambios, en la siguiente carrera solo haríamos el ridículo yendo a paso de tortuga.
Cabe destacar que en ningún momento competimos directamente con otros coches, ya que al igual que en el campeonato real, las etapas se disputan en base a los tiempos obtenidos. Un diagrama nos mostrará nuestros tiempos en cada sector, en verde si hemos logrado el mejor tiempo, y en rojo si no. Tan solo nos veremos las caras con otro coche en las etapas súper especiales, donde competiremos contra otro vehículo que corre por una pista paralela en un circuito cerrado.
Es en este punto donde quizá se echa de menos un modo arcade en el que podamos competir directamente contra otros coches, con el contacto y la emoción que supone. Este problema se solucionaría en entregas posteriores, pero aquí es algo que podemos echar de menos. Por suerte si se nos permite jugar en plan arcade si competimos contra otro jugador, ya que el juego soporta hasta dos jugadores simultáneos a pantalla partida, o por turnos en una competición por tiempos. En esta última habría estado bien permitir participar a más de dos jugadores, ya que al ser por turnos no hay limitaciones técnicas que lo impidan.
Existe otro modo de juego accesible desde el menú principal, ese modo es la "Escuela de rallies". Este modo recuerda a las licencias de la serie 'Gran Turismo', funcionando a modo de tutorial. Aquí el propio Colin McRae nos dará consejos antes de cada prueba, siempre que pongamos el juego en inglés, claro. Si lo ponemos en español escucharemos voces en castellano, pero evidentemente no del famoso piloto. Lo mismo ocurre con el copiloto; si jugamos en inglés, Nicky Grist nos cantará cada curva. Pero si jugamos en español, nuestro copiloto hablará en nuestro idioma. De nosotros depende cuál opción de idioma elegir.
Todo un concesionario de lujo
En cuanto al catálogo de vehículos disponible, no es problema. Disponemos de un amplio abanico de opciones desde el principio, pudiendo manejar vehículos del campeonato del mundo como el Mitusbishi Lancer, el Toyota Corolla, o el SEAT Ibiza, sin faltar por supuesto el Subaru Impreza que conducía entonces McRae. A estos habrá que sumarles varios clásicos de rally desbloqueables, como el Lancia Delta, el Ford RS200, o el Audi Quattro. Joyas del ayer que a buen seguro harán las delicias de los fans del automovilismo.
A nivel sonoro cabe destacar el doblaje, tanto el original en inglés por contar con los pilotos reales, como el hecho de haber sido doblado a nuestro idioma. Los efectos de sonido cumplen bien, sin embargo echamos de menos la opción de poder escuchar música durante las carreras. Es evidente que se hizo en pos de lograr el mayor realismo posible, pero haber permitido la opción de escuchar música habría estado bien como alternativa, dándole de paso un toque de personalidad al juego. Al menos el tema musical principal que escucharemos durante la intro y los menús, no está nada mal, y seguro que quedará asociado para siempre a este título en vuestro recuerdo.
No faltará "el sello Codemasters" en lo referente a diversión, y es que regresan los típicos trucos locos que tanto le gustaba añadir a esta compañía. Si os cansáis de tanta seriedad y queréis reíros un rato, solo tenéis que introducir uno de estos códigos para jugar con un coche hecho de gelatina, correr con baja gravedad, poner voces de helio, miniaturizar los vehículos, o incluso activar un turbopropulsor como el de la serie "El Coche Fantástico" pulsando el botón select. Todo ello sin olvidar a los visitantes del espacio exterior con sus abducciones nocturnas.
Tras arrasar en PlayStation, 'Colin McRae Rally' llegó también a PC y años más tarde fue adaptado a Game Boy Color. Pero lo más destacable son sus secuelas, que llegan hasta nuestros días. La saga fue evolucionando generación tras generación hasta llegar a la serie 'Dirt', que a partir de su segunda entrega prescindió del nombre de Colin McRae en su título debido al triste fallecimiento de este gran piloto en el año 2007.
Si queréis jugarlo en la actualidad, no lo busquéis en la Store. Por alguna razón Sony no reedita casi nunca juegos de conducción allí, algo que muchos usuarios no alcanzamos a comprender. Por suerte el disco original es fácil de encontrar debido a la enorme popularidad que cosechó y a haber sido reeditado en la serie Platinum. Gracias a esto podéis añadirlo a la colección por un precio módico, y jugarlo en cualquier modelo de PS3, que nunca nos cansaremos de recordar que es siempre retrocompatible con juegos de PSX. Tampoco os molestéis en buscar la versión para PC en Steam, no la encontraréis.
Un autentico imprescindible para amantes de los juegos de conducción a los que no les importe retrotraerse a los gráficos de antaño a cambio de pura diversión. Destaca en su cuidada simulación del campeonato del mundo de rallies, y en su apartado técnico, siendo una pieza clave en la evolución de este género. No os privéis de recibir una oleada de nostalgia rejugandolo si ya lo disfrutasteis en su época, pues a buen seguro que os hace sentir sensaciones que ya teníais olvidadas.