El 1 de Mayo 2016 | 16:30
En 1994 llegaba en exclusiva para Game Gear un curioso plataformas llamado 'Sasso Shonen Eiyuden Coca Cola Kid', abreviado simplemente como 'Coca Cola Kid'. Este título su unía al grupo de juegos de este género protagonizados por mascotas de populares empresas, como 'Global Gladiators' de McDonald's, o 'Cool Spot' de 7Up. Sin embargo este personaje únicamente fue destinado al mercado nipón, por lo que el juego tampoco salió jamás fuera del país del Sol Naciente. Esto nos dejó a los occidentales sin este divertido plataformas que fue desarrollado por Aspect, los mismos que se encargaron de varias entregas de la saga 'Sonic' para los sistemas de 8 bits de Sega. De hecho este 'Coca Cola Kid' recuerda poderosamente a 'Sonic Chaos', título del que incluso reutiliza mecánicas de juego, motor gráfico, e incluso algunos efectos de sonido.
Un niño hiperactivo
Cokey es un muchacho despreocupado que no tiene reparos en cumplir uno a uno todos los estereotipos propios de un niño de los 90: Gorra hacía atrás, monopatines, y un exceso de hiperactividad muy probablemente provocado por el consumo de altas dosis de azúcar fruto de su pasión por la Coca Cola, lo que le ha otorgado el apodo de "Coca Cola Kid". Sin embargo hay un estereotipo que Cokey no cumple, y es que a este muchacho le encanta ir al colegio. Eso si, no para estudiar, si no para poder estar con su encantadora profesora la señorita Sakurako. Ella es joven y guapa, y muy amable con sus alumnos, lo que encandila sin remedio al bueno de Cokey. Un día la señorita Sakurako recibe una inesperada visita de su compañero el señor Iwayma, el cuál parece actuar de forma extraña. Y tanto que se comporta fuera de lo normal... ¡Como que no es él! Este misterioso impostor revela por sorpresa su verdadero aspecto, y secuestra a la señorita Sakurako que grita desesperadamente. Cokey escucha sus gritos de auxilio, pero cuando llega ya es demasiado tarde. Ahora debe recorrer la cuidad siguiendo el rastro de los secuestradores, enfrentándose a cualquier peligro que se le ponga por delante. ¡La vida de la señorita Sakurako podría depender de ello!
Si ya hoy en día es habitual que los nipones reciban bastantes cosas en exclusiva, hace unos años lo era aún más. Es incontable la cantidad de joyas que ni siquiera fueron localizadas al inglés, y por las que cualquier occidental habría dado lo que fuese a cambio de poderlas disfrutar. Naturalmente existía la importación, pero lo normal era traerse juegos de cierto nombre, rara vez recorreríamos todo el proceso de la importación por un título que no inspirase confianza, y menos por lo que a todas luces parecía el típico "juego anuncio" para vender refrescos.
Sin embargo no es bueno juzgar un libro por su portada, y estos comprensibles prejuicios nos alejaron definitivamente de conocer muchos grandes títulos de los que ni siquiera se habla. Este es el caso de 'Coca Cola Kid', un plataformas de gran calidad que a buen seguro habría encandilado a muchos fans de este otrora prolifero género. Bucear en el catálogo de una consola del ayer suele deparar más de una sorpresa, y este es sin duda uno de esos juegos que compensan el esfuerzo de ejercer como una especie de "Jacques Cousteau" de las profundidades videojueguiles.
Para empezar, y como ya hemos comentado, este juego se creó básicamente encima de 'Sonic Chaos', y es de suponer que no hace falta explicar la velocidad y agilidad que son necesarias para mover un juego del erizo azul. Por lo tanto esta fluidez y complejidad serían elementos de los que se podría beneficiar cualquier juego que usase la misma base, y eso es lo que ocurre con 'Coca Cola Kid'. Su gameplay es realmente fluido y jugable, tanto que tendremos la sensación de estar jugando a algo más propio de consolas de 16 bits, que de 8.
Algunas mecánicas están directamente extraídas de los juegos del erizo, como el movimiento que nos permite acumular energía y salir disparados a toda velocidad arrasando todo a nuestro paso, tal y como hace Sonic con su habitual "Spin Dash". Este movimiento también nos permite destruir paredes para encontrar caminos ocultos, de idéntica forma a como vimos en los juegos de la mascota de Sega desarrollados por Aspect para esta misma consola.
Póngame un chilli-dog con Coca Cola
Este tipo de cosas hacen ya de por si interesante este juego para todo el que haya disfrutado de las aventuras ochobiteras del erizo, pero incluso aunque no sea así, cualquier amante de las buenas plataformas se encontrará con algo realmente agradable de jugar y con todo el buen hacer de esta época dorada del género. Además no todo estará heredado de cierto erizo, también encontraremos movimientos como el "wall jump" que nos permitirá ascender por paredes verticales, o la habilidad de engancharnos a los salientes para evitar caer al vacío tras salto mal calculado, o poder alcanzar lugares elevados..
A esto habrá que sumarle otras mecánicas más propias de un beat'em up que de un juego de plataformas. Por ejemplo podremos saltar dando volteretas, bloquear golpes, y dar patadas tanto normales como voladoras. Estos serán los ataques que permitan al protagonista deshacerse de los enemigos comunes, así como pelear cara a cara en un escenario cerrado contra los jefes que nos esperan al final de cada nivel. Con tan amplio abanico de movimientos es fácil crear nuestras propias y espectaculares combinaciones de golpes, lo que resulta en un control realmente agradable a la par que fácil de dominar e intuitivo.
Los niveles son bastante grandes, y al igual que ocurre en la serie 'Sonic', podemos optar por tratar de superarlos lo más deprisa posible pasando de todo, u optar por dedicarnos a explorar en busca de ítems para aumentar nuestra puntuación. No obstante habrá que tener cuidado de no permanecer demasiado tiempo en cada fase explorando, ya que si el contador de tiempo alcanza los 10 minutos perderemos una vida. Si, esto también es herencia de cierto azulado personaje.
A nivel gráfico poca pega se le puede poner, los escenarios son verdaderamente coloridos y están repletos de detalles, algunos de ellos destructibles, como las cabinas de teléfono de la primera fase. Todo el juego rebosa un marcado estilo urbano, pues visitaremos lugares como un parque, un edificio en ruinas, e incluso una discoteca. Llegados a este punto lo único que habría que lamentar es que no haya más fases, pues el juego puede hacérsenos un poco corto. De muy buen agrado habríamos recibido un par de niveles más.
Esta corta duración se ve agravada por el hecho de que no ofrece retos alternativos que inviten a rejugarlo, por lo que el único aliciente que nos quedará tras completarlo será explorar cada fase en busca de tesoros con el único fin de lograr una puntuación mayor. No le habría venido mal alguna clase de elemento coleccionable oculto en cada fase, a fin de acceder a un final distinto al completar el juego, pero desgraciadamente no encontraremos nada de eso.
Un sonido refrescante
En cuanto al apartado sonoro, algunos efectos de sonido están directamente reciclados de 'Sonic Chaos', aunque también los habrá nuevos y en general acompañan bien. Cabe destacar el sonido de una Coca Cola abriéndose que nos recibe al iniciar el juego, de bastante calidad y alto poder "vende-refrescos". La banda sonora por su parte sigue el estilo marcado por Aspect en otros títulos suyos, por lo que encontraremos algunos temas realmente pegadizos y de gran calidad, entre los que cabría destacar por ejemplo el de la última fase.
Naturalmente a nadie se le escapa el componente comercial del título (hay carteles de Coca Cola por todas partes), y es que fue fruto de un acuerdo entre Sega y Coca Cola a modo de promoción para vender un modelo exclusivo de Game Gear de color rojo, decorado con el famoso logotipo de esta popular compañía de bebidas gaseosas. Dicha consola especial venía acompañada también de una edición especial de 'Coca Cola Kid', en un cartucho de color rojo a juego con la portátil. El título también se vendía por separado, pero con el típico cartucho gris oscuro/negro.
Sobra decir que esa edición de Game Gear es bastante buscada por los coleccionistas y está muy cotizada, al igual que el cartucho rojo de este juego que la acompañaba. Por suerte, el cartucho normal no es excesivamente caro teniendo en cuenta su carácter exclusivo y su rareza (entre 30 y 50 euros completo). Esto os facilitará la tarea de añadirlo a vuestra colección personal de esta portátil de Sega, si es que queréis jugarlo de manera tradicional, claro. Si simplemente queréis probarlo sin complicaciones, no perdáis el tiempo buscando reediciones. Visitad a "doña emulación", y se acabó la preocupación.
Cabe decir también que aunque el juego jamás fue oficialmente localizado al inglés, existen traducciones hechas por fans. Por lo que si os queréis enterar de su trama, buscad estas ROM's traducidas si vais a emularlo. Dicha trama no es demasiado compleja y es totalmente prescindible en un juego de estas características, pero cuenta con algún momento divertido que tal vez os arranque una sonrisa, especialmente el final.
En resumen; 'Coca Cola Kid' es in título que de haber llegado por esta parte del mundo, probablemente sería un título muy destacado dentro del catálogo de Game Gear. Su calidad es lo bastante alta como para ello, y su corta duración no debe ser algo que empañe el gran resultado conseguido en todos los demás apartados. Si tenéis ocasión probadlo, especialmente si os gusta el género. Eso si, os advertimos que tras unos minutos jugándolo es altamente probable que os empiece a apetecer bastante una Coca Cola. Así que no lo juguéis en verano cuando tengáis sed.
Lo mejor:
Muy jugable y divertido. Estupendo apartado gráfico y sonoro.
Lo peor:
Nos puede dejar con sed de más niveles.