En 1990 se publicaba el primer número del cómic 'Chakan: The Forever Man' de R.A.K. Graphics (R.A.K. eran las iniciales de su autor: Robert A. Kraus), una oscura obra de culto que solo era conocida en las capas profundas del cómic alternativo. Esto fue así hasta que su creador se encontró con Ed Annunziata durante una convención, famoso desarrollador de juegos conocido entre otras cosas por haber dado a luz a la serie 'Ecco the Dolphin'. Annunziata quedó fascinado por el cómic y propuso producir un juego basado en él, el cual llegaría a Mega Drive y Game Gear en 1992.
El hombre eterno
Hubo un tiempo en el que pronunciar el nombre de Chakan era suficiente para sembrar temor entre todo aquel que lo escuchase, el poderoso guerrero al que pertenecía no conocía rival, llegando a creerse a sí mismo invencible. Sin embargo, hasta el propio Chakan sabía que tarde o temprano le llegaría la muerte como a todo ser vivo, algo que en su infinita soberbia le era imposible aceptar. Su obsesión le llevó a desafiar a la propia muerte a un duelo en el que si vencía lograría la vida eterna, duelo que para su desgracia consiguió vencer... La muerte cumplió su promesa y concedió a Chakan la vida eterna, pero también le lanzó una maldición que le llevaría a sufrir el dolor de todos aquellos que habían muerto injustamente a manos de las fuerzas del mal. Esto hizo que el guerrero se viese sumido en un vórtice de dolor y oscuridad sin fin, llegando a desear él mismo su propia muerte. La única manera de librarse de la maldición era destruir una por una a todas las criaturas malignas para que dejasen de sembrar el mal sobre el mundo, una batalla que simplemente no terminaría hasta que Chakan saliese victorioso. Así comienza su lucha interminable por lograr el descanso eterno, una lucha en la que ahora puedes ayudarle tú, eso si es que te sientes preparado para ello...
'Chakan' es sin lugar a dudas de esos juegos capaces de llamar nuestra atención con tan solo contemplar el dibujo de su portada, pues al hacerlo, probablemente nuestro instinto nos diga que estamos ante una joya oculta de gran valor artístico, el típico juego de culto que la historia rara vez recuerda pero que sabrá recompensarnos si nos acercamos a él. Si este es vuestro caso, entonces poseéis un instinto capaz de guiaros por buen camino.
Y es que basta con empezar a jugar para darnos cuenta de que estamos ante algo totalmente fuera de lo común, con una ambientación y un estilo capaz de dejar pequeño al juego más siniestro que nos venga a la mente. Escenarios, enemigos, trama, gráficos, banda sonora, y por supuesto su carismático protagonista. Todo ello especialmente creado para sumirnos en un mundo de oscuridad y angustia que atrape nuestra imaginación con tan solo sumergirnos en él.
El sistema de juego en sí no es especialmente rompedor, ya que nos encontramos ante el clásico "metroidvania" con mucho plataformeo y exploración, montones de enemigos que nos acosan, e ítems para recolectar y mejorar nuestras habilidades. Para acceder a los niveles disponemos de un portal central que nos permitirá escoger el orden en el que afrontarlos, estando cada mundo compuesto de tres actos diferentes.
En el tercer acto será necesario derrotar a alguna criatura del averno a modo de jefe, tras lo cual dicha fase quedará sellada y podremos continuar la aventura. Además el juego está dividido en dos zonas distintas: La del plano terrenal, y la del plano elemental. Y aunque la ruta a elegir es libre, no podremos acceder a la segunda parte sin haber completado antes la primera. Es en esta segunda mitad donde encontraremos las fases más espectaculares y desafiantes, lo que ayuda enormemente a mantener el interés a pesar de su larga duración.
El sistema de combate nos permitirá manejar diferentes armas, pero Chakan siempre llevará consigo su espada doble, la cual podemos potenciar mediante diferentes hechizos. El manejo de estas espadas es cuanto menos curioso, ya que podemos atacar con ellas en cualquier dirección, e incluso tenerlas desplegadas manteniendo apretado el botón de ataque, lo que nos permitirá combinarlas con el direccional para atacar a nuestro alrededor sin movernos del sitio.
The game is never over
Con ellas también podemos realizar un doble salto que nos será tremendamente útil, ya que algunos de los saltos están tremendamente ajustados y requerirán de toda nuestra habilidad. El control es relativamente complejo y nos llevará tiempo dominarlo, y además la utilización de los diferentes conjuros requiere de algo de práctica. Es por esto que es recomendable comenzar en el nivel de dificultad lo más bajo posible, e ir subiendo conforme lo dominemos.
Para emplear conjuros será necesario recolectar pociones de diferentes tipos, ya que cada conjuro requiere de la mezcla de cierta cantidad de pociones de distinta clase. El menú de conjuros los representa mediante símbolos y no nos da la menor explicación de lo que hacen, ya que esto se hace en el manual de instrucciones del juego. Si no disponemos de dicho manual, lo único que podremos hacer es ir probando a ver qué hace cada uno, o buscar algún tipo de guía con información en Internet (o escaneos del manual original, claro).
Esta cierta dependencia del manual de instrucciones probablemente no sea casual, ya que hace unos años, el propio Ed Annunziata dijo en su Twitter que en la época en la que creó 'Ecco the Dolphin' (la misma que 'Chakan') le preocupaba especialmente el que la gente alquilase los juegos para pasárselos rápidamente en vez de comprarlos. Esto también le llevaba a introducir unos niveles de dificultad bastante elevados que complicasen pasarse el juego en un par de alquileres.
'Ecco the Dolphin' es famoso por ser uno de los juegos más difíciles de todo el catálogo de Mega Drive, así que ya os podéis ir imaginando que 'Chakan' va por los mismos derroteros. Por suerte aquí la dificultad es algo más justa, y cuando perdamos lo haremos por error nuestro o no haber prestado la suficiente atención. Esto supone un verdadero reto a la vieja usanza que hará las delicias de los amantes de los "sabores fuertes", mientras que hará sufrir a los paladares más delicados.
Es fácil perderse en los laberinticos niveles donde la exploración es la clave, ya que encontrar pociones para realizar conjuros será sin duda de gran ayuda. 'Chakan' es un juego que nos durará muchas horas si somos pacientes y nos gustan los retos, pero que probablemente no soportemos más de cinco minutos si la perseverancia no es una de nuestras virtudes. Además el juego no cuenta con opción de guardado o passwords, por lo que habrá que pasárselo de una sentada salvo que recurramos a algún tipo de ayuda moderna, como por ejemplo el guardado in situ de los emuladores.
Ni siquiera el final del juego nos dará un respiro, ya que hasta eso es algo fuera de lo común. Y es que para empezar no veremos aparecer al jefe final hasta que hayan pasado los créditos del juego, algo que ni siquiera ocurrirá en dificultades bajas. Dicho jefe final no es solo espectacular, sino que además tendremos una única ocasión para derrotarle, ya que si fracasamos volveremos al punto de partida.
La historia interminable
Incluso derrotarle dará como resultado algo extraño y poco habitual, ya que deberemos permanecer nada menos que 15 minutos contemplando la escena final si queremos saber cómo termina realmente el juego. Sin duda claros ejemplos de que 'Chakan' es cualquier cosa menos convencional, con un marcado mensaje hacía el jugador para que se sienta parte de la maldición del protagonista, atrapado en un bucle interminable buscando un final que no parece llegar nunca.
No obstante la idea original era lanzar una secuela que continuase la historia, pero dicha idea no comenzó a materializarse hasta la llegada de Dreamcast. Desgraciadamente el proyecto nunca pudo llegar a ver la luz, y lo único que se sabe de todo aquello es que buena parte de esta cancelada secuela acabó siendo reciclada en el juego 'Blood Omen 2: Legacy of Kain'. Por suerte los cómics originales si se siguieron publicando, convirtiéndose en la única fuente para saber cómo continuaba la historia.
En líneas generales, no cabe duda de que 'Chakan' para Mega Drive es todo un juego de culto que requiere de grandes dosis de paciencia y habilidad para ser disfrutado en su totalidad. Su elevada dificultad lo aleja y mucho de ser un título para todo tipo de usuario, y su particular ambientación y estilo dejarán huella en aquellos que logren apreciarlo. Bastan unos minutos frente a él para saber si es de nuestro estilo o no, pudiendo resultar en algo que prefiramos olvidar, o en uno de nuestros juegos favoritos de la consola.
Pero tranquilos, porque si la dificultad no es lo vuestro, todavía podéis darle una oportunidad a la versión para Game Gear, la cual es considerablemente más corta y accesible. Mantiene el mismo estilo y ambientación de la versión para Mega Drive, pero con una jugabilidad más sencilla y directa, dejándolo al alcance de todo tipo de jugador. Y todo ello sacando buen provecho de la portátil de Sega, por lo que se convierte en un título altamente recomendable para esta consola. Especialmente si habéis renunciado a la versión grande por pura frustración.
Al depender de los copyrights externos de un cómic, jamás ha sido reeditado, ni probablemente lo vaya a ser nunca. Esto deja como únicas opciones la emulación y similares, o hacerse con los cartuchos originales. Por suerte su estado de juego de culto todavía no lo ha puesto a precios demasiado altos, y se puede conseguir completo por unos 30 euros. En el caso de Game Gear, el cartucho suelto es relativamente fácil de encontrar por unos 10 euros, pero si lo queremos con caja y manual la cosa se complica bastante más.
'Chakan' es sin lugar a dudas uno de esos juegos difíciles de valorar, ya que dependen y mucho de los gustos y actitudes del jugador que se acerque a ellos. Si los retos no suponen un problema para nosotros, entonces es bastante probable que se convierta en uno de nuestros favoritos, ya que lo tiene todo para ganarse nuestro cariño y admiración. Pero si entendemos los juegos como algo para pasar el rato sin complicaciones, es bastante probable que no queramos volver a saber de él tras probarlo. Sabiendo esto, de cada uno depende evaluar si le merece la pena o no darle una oportunidad.