En 1993 Capcom deleitaba a los jugadores de los salones recreativos con un título que bebía directamente de otras joyas del beat'em up de esta compañía como 'Final Fight' o 'The Punisher'. En esta ocasión la temática estaba basada en un cómic de los años 80 llamado "Xenozoic Tales", con un futuro apocalíptico donde de algún modo humanos y dinosaurios convivían. Todo esto en plena "dinomanía" desatada por el fenómeno de "Jurassic Park", y recurriendo a un género tan popular por aquel entonces como eran los "brawlers", lo que le dio una gran popularidad al juego y vació sin piedad los bolsillos de muchos jugadores que lo recuerdan con gran cariño.
Bienvenidos a Xenozoic Park
Durante décadas la humanidad creció sin control, disparando los niveles de contaminación del planeta hasta hacerlo prácticamente inhabitable. Las ciudades quedaron abandonadas y los supervivientes se refugiaron en urbes subterráneas durante siglos. 600 años después los seres humanos vuelven a salir a la superficie, y para su sorpresa se encuentran con que el planeta ha sido retomado por sus antiguos habitantes... ¡Los dinosaurios! Nadie sabe ni cómo ni por qué, pero estos majestuosos seres del pasado pululan ahora por las frondosas junglas que se han apoderado de lo que una vez fueron bulliciosas ciudades. Humanos y dinosaurios acabaron conviviendo en paz, cada uno en su lugar. Pero ahora ese equilibrio se está rompiendo... Una banda de cazadores furtivos está matando a los dinosaurios para venderlos y hacer fortuna, esto pone furiosos a los dinos y provoca que ataquen a los humanos. Cuatro héroes se han propuesto pararles los pies a los furtivos y restaurar la paz con los dinosaurios. ¿Lo conseguirán?
Aunque a priori pueda parecer que nos encontramos ante uno más de tantos beat'em ups de la época, 'Cadillacs and Dinosaurs' destacaba por varias razones que lo convertían en uno de los más grandes del género, que no es poco. A parte de su sugerente temática, el título presentaba una jugabilidad muy fluida y pulida, sin caer en esa sensación frustrante que ofrecen a veces estos juegos con enemigos un tanto tramposos. Todo ello sin que resulte un juego precisamente facilón, lo que combinado daba como resultado un verdadero "tragamonedas".
Además de los clásicos ataques propios de estos juegos también podíamos usar armas de fuego, algo heredado directamente de 'The Punisher', sin faltar las típicas armas blancas como cuchillos o machetes. Estas armas de fuego ofrecían un amplio abanico que iba desde pistolas y ametralladoras, a rifles y bazookas. Además la munición de estas armas era limitada, y una vez se acababa podíamos usarla como objeto arrojadizo. También era posible encontrar munición con la que recargarla, pero en contadas ocasiones.
Cada personaje cuenta con los mismos ataques, pero cada uno de los cuatro los usa de forma diferente, por lo que habrá que descubrir cuál se adapta mejor a nuestra forma de jugar. Con solo un botón de ataque y otro de salto, realizamos diversas acciones combinándolas con el joystick, además de un ataque especial circular que se realiza pulsando ambos botones a la vez. Control sencillo pero con varias posibilidades, o lo que es lo mismo, jugabilidad asegurada.
En ocasiones podremos montarnos en uno de esos Cadillacs que dan nombre al juego y conducir por el escenario a toda velocidad atropellando maleantes, en estas zonas habrá que tener cuidado de que no nos destrocen el coche, pues si lo hacen tendremos que enfrentarnos a muchos malotes a la vez a puñetazo limpio. Si cuidamos nuestro vehiculo, tal vez hasta podamos llevarnos algún jefe por el camino. Si, como es habitual también habrá jefazos que machacar.
Dino Crisis
No faltará tampoco el otro elemento que da nombre al juego; los dinosaurios. Estas criaturas por lo general serán amigables, pero si alguien las enfada no dudarán en atacarnos con fiereza. Recordad que nosotros estamos aquí para evitar que los maten, por lo que tras unos golpes se amansaran y emprenderán la huida. Su color determina si están tranquilos o furiosos, así que no los perdáis de vista. No cabe duda de que estas criaturas le daban un punto extra de interés al juego, y más en plena "dinomanía" de principios de los 90.
No faltará el clásico modo cooperativo, pero aquí ofrece un aliciente extra, pues algunas versiones del arcade permitían la participación de hasta tres jugadores simultáneos expandiendo así la diversión. Repartir estopa junto con otros dos amigos era otro aliciente más para que nuestras preciadas monedas abandonasen nuestros bolsillos como si nada, este juego es así. Incluso la pantalla de continuar nos mostraba a un villano apuntándonos con su arma, y si no metíamos más monedas para seguir jugando, nos disparaba. Algo que picaba a introducir otra monedita y darle un buen puñetazo a aquel tipejo.
La duración es ligeramente mayor a lo habitual en este tipo de juegos, con 8 niveles largos por descubrir. Sin embargo nos quedaremos con ganas de más, pues el juego vicia lo suyo. Podemos rejugarlo una y mil veces, usando cada vez a un personaje distinto o tratando de superar nuestra puntuación. Eso o simplemente jugarlo por el placer de hacerlo, algo a lo que el título se presta y mucho, especialmente en una de esas largas tardes en las que tu amigos y tú no sabéis que hacer para matar el aburrimiento.
La dificultad irá creciendo conforme avancemos, pero las posibilidades de acabarlo las decidirán en gran parte nuestra reserva de monedas. Otro motivo más por el que este juego hacía tan felices a los dueños de los salones arcade. Si el dinero no es problema podremos acabarlo en un rato, pero como decimos vais a querer seguir jugando. Y es que no cabe duda de que estos viejos arcades tienen algo que cada vez es más difícil de encontrar en los juegos de hoy en día, una enorme capacidad de enganchar al jugador y dejarle pidiendo más.
La banda sonora y los efectos de sonido siguen fielmente el estilo de la Capcom de aquel entonces, y es que este título rebosa el sello de esta veterana compañía por todos lados. Incluso podemos ver un enemigo con un asombroso parecido a Blanka de 'Street Fighter 2', y teniendo en cuenta que dicho enemigo no fue extraído de los cómics originales, el guiño intencionado es más que evidente. Pura diversión "capcomera" concentrada para deleite de sus fans.
Más noventero imposible
Gráficamente el juego muestra un aspecto muy cuidado y colorista, con animaciones fluidas y personajes detallados. Todo mientras se nos recuerda que jugamos a algo basado en una franquicia de cómics, donde no faltan los bocadillos de texto para los diálogos de los personajes, o las onomatopeyas para representar los sonidos. Algunos dinos son descomunales y llenan buena parte de la pantalla, que generalmente estará infestada de enemigos. Todo ello se moverá con absoluta fluidez, lo que en un juego que permite participar hasta tres jugadores tiene su mérito.
Cabe recordar que salió en 1993, es decir, en plena polémica generada por la violencia y la sangre de 'Mortal Kombat'. ¿Pensáis que el juego se privó de ello? Pues pensáis mal, chorreones de sangre salpican la pantalla con los ataques más contundentes, especialmente cuando acribillamos a un enemigo con un arma de fuego. Esto queda bien patente cuando nos enfrentamos al carnicero que desmenuza los pobres dinos, tipejo que por cierto no duda en gritarnos un llamativo "XXXX YOU!" al vernos.
Sabemos que tanto si conocíais este juego de antes como si no, estáis deseando terminar de leer este análisis para echaros una partidita a él. Por desgracia jamás ha sido reeditado, ni fue porteado a ningún sistema domestico de la época. Existen otros títulos basados en la franquicia, como el juego de conducción que salió por tierras americanas para Mega CD (allí llamado Sega CD), pero desafortunadamente no tienen nada que ver con este título que hoy analizamos más allá de la temática.
Es una verdadera lástima que no fuese este arcade de Capcom el juego que se publicó para Mega CD, y más viendo el estupendo trabajo que se hizo adaptando el 'Final Fight' original a este mismo sistema. A día de hoy seguimos estando ante un juego exclusivo de arcade, de modo que para jugarlo en la actualidad o tenemos un arcade en casa, o tiramos de emulación, cosa que en estos casos se disculpa perfectamente.
Estamos sin duda ante uno de los mejores beat'em up jamás realizados, con una jugabilidad infinita y un apartado técnico insuperable. Cualquier fan de este género debe jugarlo sin excusa posible, especialmente si tiene un par de amigos cerca que le ayuden a disfrutar de su modo cooperativo para tres jugadores. Una apuesta segura de la mano de Capcom con una temática muy atrayente y fresca, y una capacidad de enganchar prácticamente ilimitada.