El 9 de Septiembre 2018 | 14:40
Este año se cumple el 20 aniversario de uno de los grandes títulos del catálogo de Saturn, del que sin embargo su grandeza no es equiparable a su popularidad. Llegado al final de la vida activa de la consola, su distribución en occidente dejó mucho que desear, de tal modo que ni siquiera siendo usuario de Saturn era probable que pasase entonces por nuestras manos. Esto, unido a que venía con el sello de una gran familia como es el Sonic Team, le ha conferido un halo de juego de culto que todavía sigue esperando algún tipo de reedición que le haga justicia.
Jugando con fuego
Nos encontramos en el futuro, donde el avance de la tecnología ha convertido al mundo en un lugar confortable y seguro para sus habitantes. Un idílico paraíso que sin embargo aún tiene que lidiar con un viejo enemigo; el fuego. El elemento que iniciase la carrera tecnológica del ser humano se ha convertido en una seria amenaza, ya que todos estos portentos tecnológicos resultan peligrosamente volátiles. Las medidas de seguridad evitan la mayoría de los desastres, pero cuando el fuego queda fuera de control, los Burning Rangers entran en acción. Este equipo de bomberos de elite está especializado en extinguir las llamas que ni siquiera el agua puede apagar, y todo mientras rescatan a la gente atrapada librándola de una muerte segura. De este modo los Burning Rangers se han convertido en los héroes del futuro, y no son pocos los que sueñan con entrar a formar parte de sus filas. Precisamente te toca a ti encarnar a uno de estos aspirantes, así que agárrate al mando y prepárate para recibir una "calurosa" bienvenida.
Tras el paso de 'Nights Into Dreams', los chicos del Sonic Team volvieron a probar suerte con una nueva franquicia que ayudase a vender la Saturn. Puede que 'Burning Rangers' llegase demasiado tarde para salvar a la consola de Sega, pero su enorme calidad es algo que podemos apreciar desde el primer momento, ya que seremos recibidos por una espectacular intro de estilo anime con una tremenda banda sonora que nos va a costar sacarnos de la cabeza.
Este impacto inicial hace prever otra de las grandes obras de este veterano estudio, y no tardaremos en comenzar a darnos cuenta de que efectivamente es así. Para empezar esta prometedora aventura, primero debemos hacer algo que se convirtió en una buena costumbre en aquella época; escoger el protagonista con el que vamos a jugar. Cada uno desarrolla su propia historia, por lo que lo más recomendable será completar el juego con ambos para no perdernos nada de la cuidada historia.
Tras escoger personaje recibiremos un pequeño tutorial para aprender a desenvolvernos por este nuevo entorno, donde se nos enseñarán los controles básicos y el sistema de juego al que tendremos que acostumbrarnos. A priori puede sonar raro eso de jugar a ser bombero, pero básicamente el juego se desarrolla como una especie de shooter en tercera persona, donde además de algunos enemigos también habrá que combatir el fuego.
En este aspecto el juego no nos dará un respiro, ya que en cualquier momento puede producirse una explosión, o un derrumbe, y vernos envueltos por las llamas. De hecho nos llevaremos más de un susto durante la aventura, a lo que ayuda la ambientación del juego y su tono dramático. Sin embargo nuestro principal objetivo no será apagar el fuego, sino rescatar a los supervivientes, para lo cual habrá que explorar los laberinticos escenarios hasta dar con ellos.
La voz de la razón
Para no perdernos por el camino, el juego incorpora un ingenioso sistema de guía de voz que nos va indicando por dónde debemos ir. No obstante hay que advertir que dicho sistema de orientación emplea voces en inglés, ya que aunque originalmente se planteó doblar el juego a diversos idiomas, la precariedad del lanzamiento hizo que quedasen limitados únicamente al inglés y al japonés.
¿Hace esto el juego injugable si no sabemos nada de inglés? Por suerte no, ya que siempre podemos recurrir a explorar todo hasta dar con los supervivientes. Pero si puede ser un fastidio cuando hayamos completado la historia principal y desbloqueemos la modalidad que nos permite jugar en escenarios generados al azar. En este modo no sabremos lo que nos vamos a encontrar, y cada escenario se creará aleatoriamente al empezar la partida pudiendo dar como resultado más de 3.000 posibles rutas distintas.
Para desempeñar nuestra misión necesitaremos usar cristales de energía, los cuales se obtienen principalmente al apagar las llamas. Estos cristales se utilizan para teletransportar a los supervivientes fuera del peligro, así como para proteger a nuestro personaje de forma muy similar a como funcionan los anillos en los juegos de Sonic. Esto es que si recibimos un impacto, los cristales que tengamos quedarán desperdigados y podremos volver a recogerlos. Y si recibimos daños sin llevar encima ni un solo cristal, nuestro personaje pasará a formar parte de la lista de héroes caídos en acto de servicio.
Para movernos con mayor agilidad por los escenarios, nuestro personaje irá equipado con un útil jet pack que nos permitirá realizar maniobras evasivas, o alcanzar lugares de otro modo inaccesibles. Esto le da al manejo del personaje una versatilidad muy de agradecer, traduciéndose en un control agradable donde únicamente la cámara (típica de la época) nos puede fastidiar a veces. Además el juego es compatible con el mando analógico de Saturn, lo que permite un control más preciso.
Al final de cada fase habrá que enfrentarse a algún jefazo, ya que como decíamos, el fuego no será nuestro único enemigo. Será necesario estudiar las estrategias de combate de estos jefes y buscar sus puntos débiles si queremos derrotarlos, algo que suele traducirse en los momentos de más acción dentro del juego. Si logramos completar un nivel recibiremos una calificación en base a cómo lo hayamos hecho, lo que incita a rejugar una vez completado el modo principal para tratar de mejorar nuestros récords en cada fase, algo que ayuda a compensar su duración más bien escasa.
Una llama breve pero intensa
Podemos estirar el juego con el mencionado modo que genera aleatoriamente los escenarios, y tratando de mejorar nuestros récords. Pero lo cierto es que se habría agradecido algún tipo de multijugador que le diese algo más de vidilla. Todo esto resulta en un título que quizá no os dure mucho, pero que ofrece una experiencia intensa que os mantendrá pegados a la consola. Además el Sonic Team siempre suele ofrecernos juegos que inciten a rejugar incluso aunque ya hayamos completado todo, y esta no es una excepción.
Todo esto vendrá aderezado con unos gráficos sencillamente espectaculares que estrujan el potencial de Saturn con toda clase de efectos visuales, transparencias y efectos de iluminación incluidos. Naturalmente hay que tener en cuenta que 20 años son muchos años, y jugarlo hoy en día requiere un esfuerzo por parte del jugador para situarse en el contexto en el que fue lanzado. O lo que es lo mismo, si sois de los que no se llevan bien con los gráficos 3D de la época, mejor buscad otra cosa.
Finalmente, el apartado sonoro es como para quitarse el sombrero, no solo por el ya mencionado ingenioso sistema de guía por voz, sino también por la tremenda banda sonora que nos acompañará desde el principio. Hay que tener en cuenta no obstante que nos encontraremos con un doblaje propio de aquel entonces con todo lo que ello conlleva, sumado al hecho de que se trata del primer juego del Sonic Team con complejos diálogos por voz. Algo en lo que por cierto sirvió para marcar el camino que seguiría poco después 'Sonic Adventure', juego con el que de hecho comparte algún actor de doblaje.
20 años después 'Burning Rangers' sigue siendo totalmente exclusivo de Saturn, ya que ni siquiera contó con conversión a PC como otros títulos de esta consola. Esto complica y mucho el poder jugarlo en la actualidad, pues la versión europea del juego alcanza fácilmente precios de entre 200 y 300 euros, algo de lo que tampoco se libra la versión americana. La única algo más asequible es la versión japonesa, pero tendréis que jugar al juego en japonés con todo lo que ello conlleva.
Una obra maestra que espera pacientemente a que Sega decida darle una segunda oportunidad, algo que si ocurrió con 'Nights Into Dreams', pero que parece complicado que vaya a suceder con 'Burning Rangers', al menos a corto plazo. Por suerte la emulación de Saturn ha mejorado bastante en tiempos recientes, lo que ayudará a preservar el legado de joyas enterradas en el tiempo como esta que sin duda merecen mucha más atención de la recibida.
Lo mejor:
Incluso hoy en día sigue resultando ingenioso e innovador. El apartado gráfico es de lo mejor que se puede encontrar en Saturn. La espectacular banda sonora.
Lo peor:
Se echa de menos algún modo multijugador. Si no sabéis inglés lo disfrutareis algo menos. Hoy en día es prácticamente imposible hacerse con este juego sin dejarnos secos los bolsillos.