El 14 de Enero 2018 | 15:42
Publicado en 1999 para PlayStation y unos meses más tarde para PC, 'Bugs Bunny Perdido en el tiempo' nos proponía adentrarnos en el mundo de los Looney Tunes en una aventura plataformera tridimensional que recreaba magníficamente el universo de estos personajes. Además de ser un gran ejemplo de que no hace falta que un juego haga historia para que quede guardado por siempre en la memoria de todos aquellos que lo jugaron.
¿Falta mucho para llegar a casa?
Bugs Bunny viaja de regreso a su casa en Pismo Beach cuando comente un pequeño error de cálculo en el túnel que está excavando para llegar a su hogar, lo que provoca que al sacar sus orejas de la tierra se encuentre en mitad de un extraño almacén. Sin duda esto no es Pismo Beach, ¡pero fíjate en el tamaño de esa máquina de zumo de zanahoria! O al menos eso es lo que parece ese extraño cacharro repleto de un líquido naranja. Bugs se queda mirando el aparato con ganas de echarse un buen traguito de zumo, cuando por error acciona la palanca que pone en marcha el dispositivo. Antes de que Bugs pueda terminar de decir "Yikes!", la máquina lo transporta a un lugar extraño dominado por un viejo silo. Tal vez haya alguien allí que pueda ayudarle a saber dónde está, pero lo que Bugs aún no sabe es que la pregunta correcta sería ¿cuándo está?...
Enterrado entre montones de grandes juegos de plataformas de renombre, pasó sin hacer demasiado ruido este gran juego de Infogrames. Sin embargo los que tuvieron la suerte de encontrárselo saben que podría medirse perfectamente con algunos de los títulos más famosos del género en aquella época.
El juego nos propone visitar diferentes etapas de la historia recolectando relojes para que el bueno de Bugs pueda volver a su tiempo, Algo que podremos hacer con cierta libertad, ya que podemos recolectar dichos relojes en el nivel que queramos siempre que hayamos encontrado el mínimo necesario para entrar a cada fase.
En otras palabras, podemos volver sobre nuestros pasos para "limpiar" mejor un nivel anterior, y así avanzar en el orden que queramos. Esto le da al juego un componente aventurero bastante interesante, además llegar a conseguir el 100% en todas las fases es un desafío que nos va a llevar bastante tiempo (nunca mejor dicho).
Debí doblar a la izquierda en Albuquerque
Comenzaremos nuestra aventura en "Ninguna Parte", un lugar situado al margen del tiempo y el espacio que está habitado por el brujo Merlín Munroe (si, es un juego de palabras intencional), el cuál nos ayudará con un completo tutorial para principiantes a fin de que aprendamos los controles y acciones básicas del juego. Además nos dirá que es lo que debemos buscar, y nos dará acceso a la pantalla donde podremos escoger a que época desplazarnos.
La Edad de Piedra, el Medievo, o el Siglo de los Piratas, son solo algunas de las etapas de la historia que visitaremos, todas ellas empapadas con ese peculiar sentido del humor marca de la casa que nos hará sentir como dentro de las caricaturas de estos alocados personajes. Y tampoco faltarán otros invitados de la casa como Elmer, Yosemite Sam, o Marvin el Marciano, generalmente para tratar de complicarle su regreso a casa al pobre Bugs Bunny.
Si os gustan estos famosos personajes y sus locas aventuras, os lo pasareis en grande desde el primer momento que empecéis a jugar. Todo el estilo Warner está perfectamente reflejado a lo largo de todo el juego, e incluso disfrutaremos de un gran doblaje al castellano con las voces originales de cada personaje.
En lo referente al apartado gráfico nos sentiremos realmente dentro del mundo de estos inolvidables dibujos animados, con unos escenarios rebosantes de color y un estilo visual cercano al conseguido con el cell-shading. Esto se traduce en texturas sencillas pero bien definidas, así como en escenarios sólidos donde la única pega es algo de generación brusca de escenarios en el fondo.
Naturalmente los años no han pasado en balde por el apartado gráfico de este juego, sin embargo ha envejecido mejor que otros títulos similares y aún se puede disfrutar de su apartado visual incluso hoy en día. Con lo que si es más complicado lidiar es con el tipo de cámara propia de la época que nos acompañará durante todo el juego, ya que puede jugárnosla en más de una ocasión. Acostumbrarse a ella será vital, especialmente para pasar por las zonas de saltos más peligrosas.
Es aquí donde quizá le encontremos la mayor pega, ya que saltar entre abismos al límite con una cámara a la que le cuesta quedarse quieta, puede frustrar a cualquiera, especialmente en los niveles más difíciles. Tampoco ayuda demasiado el hecho de que se nos pongan cosas del escenario por delante, o que las físicas nos sean del todo fiables. Pero son fallos con los que cualquier amante de las plataformas estaba acostumbrado a lidiar en aquella época, así que tampoco es un fallo muy grave.
Un clásico atemporal
Además el control responde bastante bien para los estándares de la época, y podemos manejar a Bugs con el stick analógico del Dual Shock. Naturalmente no ofrece la precisión de un juego actual, pero con un poco de maña nos acabaremos haciendo con su manejo en cuanto llevemos un rato jugando.
La banda sonora también rinde homenaje al universo de los Looney Tunes, al mismo tiempo que se adapta perfectamente a cada nivel del juego y a sus distintas épocas de la historia. Los efectos de sonido también están sacados directamente de las aventuras animadas de estos personajes, lo que sumado al doblaje al castellano que mencionábamos, redondea un apartado sonoro de lujo.
En cuanto a la duración, el nivel de dificultad más bien elevado que encontraremos nos asegura que pasaremos varias horas frente a la pantalla hasta conseguir ver los créditos finales. A esto hay que sumarle los niveles secretos, así como el desafío de conseguir el 100% en todas las fases, lo que nos puede llevar mucho más tiempo. Aseguraos de conectar una Memory Card con espacio suficiente antes de empezar a jugar, pues en este juego la vais a necesitar y mucho.
La versión para PC es prácticamente igual, solo que con la lógica mejora gráfica. Eso si, más os vale tener un buen mando para jugarlo, porque puede ser una pesadilla manejar un juego como este con un teclado. La mejora visual le ayuda a soportar mejor el paso del tiempo, pero por desgracia no podréis descargarlo legalmente de ningún sitio actualmente. Algo que también ocurre con la versión para PlayStation, que tampoco está para descargar desde el PlayStation Network.
Por suerte el disco original es relativamente fácil de encontrar, al menos en la consola de Sony. Y ya sabéis que dicho disco os funcionará sin problemas en cualquier PS2, o PS3, donde de hecho es posible mejorarle un poco los gráficos para que nos sea más llevadero el paso de los años por el apartado visual. Por unos 20 euros podéis añadirlo a la colección y jugarlo como se merece, ya que es sin duda un título al que vale la pena darle una oportunidad.
Puede que no sea el mejor juego de plataformas en 3D de aquella época, pero si os gusta el universo de los Looney Tunes, seguramente se convierta en uno de vuestros favoritos. Su formidable recreación de este divertido universo, con su particular sentido del humor incluido, hará las delicias de cualquiera que haya crecido con estos personajes. Además aprovecha bastante bien las capacidades de PlayStation, mejor incluso que otros títulos con mucho más renombre.
Lo mejor:
Recrea perfectamente el universo de los Looney Tunes, tanto en el apartado sonoro como en el visual. Puede medirse sin problemas con otros grandes del género de aquella época.
Lo peor:
La cámara ya era puñetera en su día, así que imaginad ahora...