Con un Sonic bien asentado en el cubo de Nintendo, el Sonic Team buscó ofrecer nuevas experiencias dentro de esta inolvidable consola. Para ello en 2003 publicaron en exclusiva 'Billy Hatcher and the Giant Egg', un estupendo plataformas con jugabilidad 3D y una curiosa propuesta consistente en tener que incubar huevos para acceder a diferentes ventajas y habilidades. Tres años más tarde la exclusividad se rompía parcialmente cuando el juego era llevado a PC, aunque por alguna extraña razón su lanzamiento se vio limitado tan solo a Europa.
Como la noche y el día
Morning Land es un paraíso rebosante de luz y color donde habitan unos pollos muy especiales. Cada mañana, los pollos más ancianos y sabios cantan para traer la luz del día al reino. Pero algo terrible ha sucedido y la oscuridad se cierne sobre este pacifico mundo... Una poderosa hermandad de siniestros pájaros conocida como los Black Crows, ha secuestrado a los pollos ancianos para impedir que canten cada mañana, y los han encerrado en unos huevos mágicos de color dorado. Lo peor de todo es que dicha oscuridad está afectando también al mundo de los humanos, y es aquí donde aparece nuestro héroe Billy Hatcher. Solamente él y sus amigos pueden liberar a los pollos ancianos y poner fin a la oscuridad de los Black Crows. ¡Sin su ayuda podría no volver a amanecer jamás!
'Billy Hatcher and the Giant Egg' es uno de esos títulos a los que casi se les conoce más por legado que por el propio juego en sí, ya que este personaje y su peculiar mundo han aparecido representados en numerosos títulos posteriores de Sega, como por ejemplo 'Sonic & Sega All-Stars Racing'. Paradójicamente el propio juego original jamás ha sido reeditado, excepto por la conversión posterior a PC que pasó incluso más desapercibida que el original de Game Cube.
¿Significa esto que se trata de un mal juego del que nadie se acuerda? Pues no parece ser el caso, ya que nos encontramos con una aventura de plataformas en 3D con un concepto de juego original y una jugabilidad bastante sólida. Nuestro objetivo es más o menos el de siempre, acabar con los malos en cada fase y derrotar a algún que otro jefe final, pero los novedoso aquí es la manera de hacerlo.
El propio protagonista cuenta con unas habilidades francamente limitadas (tal vez demasiado, de hecho...), por lo que no llegaremos muy lejos si no atendemos a la mecánica de juego principal. Esta consiste en utilizar huevos especiales para hacer prácticamente todo, desde acceder a nuevos poderes, a activar interruptores y mecanismos que nos permitan seguir avanzando.
También serán nuestra principal defensa contra los enemigos, a los que literalmente deberemos arrollar con el huevo que estemos criando. Y es que estos huevos al principio no son mucho más grandes que el protagonista, pero a medida que vayamos recogiendo frutas los iremos haciendo crecer, aumentado así su poder destructivo y haciendo más difícil que los enemigos nos los chafen.
Un medidor situado en la esquina nos informa de cuánta fruta más es necesaria para que el huevo alcance su grado máximo de madurez. Y una vez que esto ocurra, podremos seguir usándolo como arma o herramienta, o hacerlo eclosionar con el canto especial del protagonista. Al eclosionar pueden pasar varias cosas o ninguna, dependiendo del tipo de huevo, pero de entre todas ellas la más interesante tal vez sean los animales de ayuda.
Una pequeña ayuda
Estas criaturas vienen a ser una especie de "Pokémon" con distintas habilidades, como la de controlar el fuego o el agua. Una vez nazcan del huevo comenzarán a seguirnos, y durante un rato nos ayudarán en lo que haga falta. Por ejemplo apagando las llamas que bloquean el acceso a un interruptor, o arrasando con alguna bandada de molestos enemigos.
Mientras tenga un huevo en las manos, el bueno de Billy gozará de un amplio abanico de habilidades, como poder rodar, saltar más alto, o incluso lanzárselo a los enemigos. Dominar todas estas técnicas será crucial a lo largo del juego, y más nos vale acostumbrarnos pronto, o de lo contrario la frustración puede no tardar en hacer acto de presencia...
Y es que si un enemigo nos rompe el huevo, o si lo perdemos de alguna otra forma (no es difícil que se nos escape de las manos y acabe en el fondo de un precipicio), nos tocará ir a buscar otro, algo que no siempre será tan fácil... De hecho en los niveles más duros nos podremos quedar tirados en medio de una situación realmente peliaguda, donde las escasas habilidades propias del personaje nos obliguen a suicidarnos para volver al último punto de control.
Tampoco ayuda demasiado el manejo que tenemos sobre el propio huevo, o las cámaras, que a veces nos la jugarán de muy mala manera. Esto aumenta la dificultad del juego tal vez más de lo necesario en una aventura de este tipo, por lo que si no sois pacientes con el aprendizaje del control, es probable que acabéis desistiendo cuando las cosas empiecen a ponerse difíciles de verdad en las últimas fases.
Por esto se hace recomendable emplear más tiempo en rejugar los niveles iniciales, donde podemos repetir las fases para buscar secretos y de paso familiarizarnos más con el control. Otro elemento que puede ayudarnos bastante a hacernos con el manejo, es el modo multijugador para hasta 4 jugadores, donde podremos controlar a otros tres personajes además de al protagonista principal.
Gráficamente nos encontramos ante un juego que aprovecha bien las capacidades del cubo de Nintendo, con unos personajes muy detallados y bien animados que se desplazan por grandes entornos desbordantes de color. No obstante no todo será luz y alegría en este título, ya que también encontraremos fases oscuras que esperan ansiosamente a que logremos llevar la luz hasta ellas.
Ku kukurukuuu!
La banda sonora por su parte deja atrás el estilo roquero habitual del Sonic Team para ofrecer temas más animados y orquestales, aunque no por ello menos pegadizos. Esto puede hacer que la música de este título pase algo más desapercibida entre los fans habituales de este veterano equipo de desarrollo, pero encaja perfectamente con el estilo del resto del juego, y es justo lo que cabría esperar de una aventura de este tipo.
A lo largo de la aventura podremos hablar con otros personajes, pero siempre mediante texto, ya que los protagonistas no hablan más allá de emitir algunos sonidos. En este (y en otros aspectos) nos encontramos con algo más parecido al estilo habitual de Nintendo que al de Sega, probablemente para buscar algo que atrajese más al público habitual de esta entrañable consola cúbica.
La aventura principal nos puede dar bastantes horas de juego, principalmente debido a su dificultad moderadamente alta, y al factor rejugable si queremos conseguir el 100%. El multijugador por si solo ya nos puede dar mucha diversión, aunque es recomendable invertir algo de tiempo en que el resto de jugadores aprendan los controles si no queremos que las partidas resulten desequilibradas.
Además si disponemos de una Game Boy Advance y el cable que conecta ambas consolas, podremos desbloquear y descargar hasta cinco mini-juegos extra para nuestra portátil, lo que cuál se antoja como un añadido más que interesante para aquellos que dispongan de todo lo necesario.
Estos mini-juegos incluyen dos títulos diferentes basados en el propio mundo de 'Billy Hatcher', un par de "versiones demo" de otros cartuchos de Sega para la portátil como 'Chu Chu Rocket!' y 'Puyo Pop', y finalmente una sorprendente conversión en miniatura de 'Nights Into Dreams' en plan arcade, donde podremos tratar de superar nuestros récords en el primer nivel de aquella inolvidable aventura del propio Sonic Team.
En resumen, una propuesta muy original y divertida que se hace ciertamente recomendable para los fans de las plataformas en 3D, especialmente si son usuarios de Game Cube (o una Wii retrocompatible). Si lográis lidiar con los problemillas de control y de cámara, es bastante probable que acabe formando parte de vuestra lista de favoritos para esta consola.
La gallina de los huevos de oro
En cuanto a la pregunta que formulábamos al principio sobre si merecía o no pasar desapercibido, la respuesta probablemente sea no. Pero de una forma u otra las ventas no acompañaron a este juego, lo que de pasó acabó con toda posibilidad de ver futuras secuelas. Si queréis añadirlo a la colección, más vale que os deis prisa ahora que aún se manejan precios aceptables. No sea que acabe convertido en un juego de culto con precios de tres cifras como ha pasado con tantos otros...