A finales de 1993 llegaba a las tiendas la primera incursión de Astérix en Mega Drive, la única que lograría cruzar el charco evitando ser exclusiva del mercado europeo. Además 'Asterix and the Great Rescue' venía firmado nada menos que por Core, los mismos desarrolladores que años más tarde darían a luz a la serie 'Tomb Raider'. La propia Core se encargaría también de llevar el juego a Master System y Game Gear unos meses más tarde, con una conversión ligeramente diferente del original para 16 bits y especialmente adaptada para estos sistemas.
¡Por Tutatis!
La frustración de los romanos por tratar de apoderarse de la irreductible aldea gala les ha llevado a tomar medidas desesperadas, hasta el punto de que no han dudado en secuestrar al venerable druida Panoramix mientras este paseaba por el bosque buscando los ingredientes de su poción mágica. Los romanos saben que sin dicha poción la aldea gala estará a su merced, y ahora simplemente esperan el momento adecuado para atacar. Pero lo que los romanos no saben es que secuestrar a Panoramix ha sido un craso error, y más aún llevarse también al noble perrito Ideafix cuando éste trató de impedir el secuestro del druida. Esta despreciable acción ha enfadado, y mucho, a Astérix y Obélix, los cuales no dudan en poner rumbo a Roma para rescatar a sus amigos. Es hora de demostrar a esos romanos lo que ocurre si deciden jugar sucio... ¡Lloverán dientes sobre la Galia!
'Asterix and the Great Rescue' llegaba con la complicada misión de abrirse paso entre las oleadas de juegos de plataformas que llegaban continuamente al catálogo de Mega Drive, contar con estos dos emblemáticos personajes no iba a ser suficiente, de modo que sería necesario crear un juego sólido en todos los aspectos y que además buscase aportar algo nuevo. ¿Lo conseguirían?
En lo primero podemos decir que el juego cumple aceptablemente bien, ya que los ingredientes básicos de todo buen plataformas de la época están aquí. La recreación del mundo de Astérix y compañía es bastante acertada, con escenarios coloridos que parecen sacados directamente del cómic, y personajes bien animados con toda la simpatía característica de las aventuras originales de estos inolvidables personajes.
Los fondos se presentan con un estilo más bien plano que imita al cómic, evitando así el uso de diferentes planos de scroll para dar sensación de profundidad. Esto puede hacer parece el juego algo obsoleto para su tiempo, pero no deja de ser un intento por recrear el estilo del cómic, por lo que se le puede perdonar. También encontraremos algunos efectos curiosos en alguna fase, como las rotaciones de sprites en algunas plataformas.
La banda sonora es sin duda de las mejores cosas del juego, con temas muy cañeros que cambian a medida que avanzamos por el mapa tras superar algunos actos individuales. En general el juego tiene un diseño y un desarrollo de fases variado y ameno, y además estas se intercalan con algunos jefes realmente desafiantes que pueden llegar a complicarnos realmente las cosas si no damos con la forma de derrotarlos.
Al principio de cada fase podemos escoger entre Astérix y Obélix, teniendo cada uno sus propias habilidades. Y finalmente nos encontraremos con un control preciso al que lo único que se le puede echar en falta es un botón para correr. Hasta aquí todo bien, sin embargo nos gustaría poder decir que no hay nada más que decir sobre la versión de Mega Drive, lo que dejaría al juego como un divertido plataformas más de los muchos que hubo para esta consola. Por desgracia no es así, lo que significa que toca lamentar algunos aspectos negativos...
Un pequeño contratiempo
El primero de ellos es que solamente podamos escoger entre Astérix y Obélix antes de entrar a cada fase, lo que significa que si nos equivocamos de personaje, lo único que podemos hacer es aprendérnoslo para la próxima vez. Otro problema es el limitado uso de los ítems necesarios para completar cada fase, ya que si bien no siempre son obligatorios, cuando lo son más nos vale no malgastarlos por error, o de lo contrario nos puede tocar repetir el nivel entero.
Estas cosas suponen fallos menores que se pueden superar sin demasiada complicación a base de ensayo y error, pero que sumados al gran problema de este juego puede amargarnos la partida con asombrosa facilidad. Ese problema es el cronómetro de tiempo que se introdujo en el juego buscando precisamente darle un toque original ofreciendo una jugabilidad "a la carrera". Dicho cronómetro será sin duda nuestro peor enemigo a lo largo de toda la partida, ya que si se agota nos tocará volver a recomenzar el nivel entero.
No son pocos los juegos de este tipo en los que una cuenta de tiempo juega en nuestra contra, incluso en el propio 'Super Mario Bros.' la hay. El problema aquí es que el límite de tiempo está excesivamente ajustado, hasta el punto de que incluso conociéndonos ya una fase podemos llegar a terminarla con apenas unos segundos restantes. Esto básicamente convierte el juego en un "speedrun" continuo donde el más pequeño error se puede pagar muy caro.
Las clásicas mecánicas de ensayo y error pueden volverse realmente frustrantes sumadas al dichoso cronómetro, por lo que no es raro que después de haber superado todo un nivel con mucho sufrimiento nos toque contemplar horrorizados como la cuenta de tiempo se nos agota justo antes del terminar la fase. Para colmo esta carrera contra el reloj dificulta la exploración de cada nivel, ya que rara vez tendremos margen suficiente como para entretenernos buscando ítems.
La dichosa cuenta atrás también estará presente durante los jefes de final de fase, haciendo que algunos de ellos sean verdaderamente desesperantes de enfrentar. Todo esto eleva innecesariamente la dificultad del juego hasta el punto de hacerlo muy poco recomendable para aquellos que tengan poca paciencia, sin embargo hará las delicias de los amantes de los retos, ya que básicamente cada fase es como un enorme puzle donde será necesaria toda nuestra habilidad y reflejos para poder continuar.
Parece ser que los propios desarrolladores eran conscientes de estos problemas, ya que los tuvieron muy en cuenta meses más tarde al hacer la conversión para Master System y Game Gear. Y es que lo primero que comprobaremos con gran alegría al jugar a estas versiones es que el dichoso cronómetro ha desaparecido sin dejar rastro, de modo que ahora por fin podemos jugar libremente explorando todo cuanto queramos.
8 bits con poción mágica
Esto es más curioso todavía si tenemos en cuenta que el desarrollo de las fases es muy parecido al de la versión de Mega Drive, pero con un resultado mucho más agradable y divertido. Además aquí los ítems reaparecen si nos alejamos de donde los cogimos, por que podremos reponer las pociones y habilidades especiales si las malgastamos por error, bastando simplemente con regresar al punto donde las encontramos. De hecho podemos acumular varias de ellas si regresamos varias veces al punto donde estaban antes de continuar avanzando.
Otro problema que se solucionó fue la selección entre Astérix y Obélix en cada nivel, ya que ahora podemos cambiar libremente de uno a otro en cualquier momento de la partida pulsando arriba y el botón 1. Esto le da además un componente estratégico extra al juego al poder cambiar de personaje según lo requiera la situación. Finalmente, las peleas con los jefes están mejor ajustadas, y ahora podemos afrontarlas más calmadamente al librarnos del insidioso reloj.
Y todo esto sin perder demasiada calidad gráfica, ya que de hecho las versiones de 8 bits lucen realmente bien teniendo en cuenta las limitaciones de estos sistemas. En este aspecto la versión de Master System se impone ligeramente a la de Game Gear gracias a su mayor resolución de pantalla, la cual nos permite jugar de manera mucho más cómoda y cercana a la de la versión para Mega Drive.
Resulta curioso como un solo problema puede empañar notablemente el resultado final de un juego entero, a buen seguro que si en su día hubiese habido actualizaciones como las hay hoy en día, a la versión para Mega Drive le habrían puesto una opción para apagar la molesta cuenta atrás. Todo esto nos deja un peculiar, pero sorprendentemente frecuente escenario en el que la versión de Master System/Game Gear de un juego puede llegar a ser considerada superior a la de Mega Drive. Un ejemplo más de que la potencia no lo es todo dentro de este mundillo.
Si os gustan los retos y queréis probar suerte con la versión para Mega Drive, no busquéis reediciones, pues no las hay. Por suerte el juego original es bastante fácil de conseguir, y podéis añadirlo a la colección con su caja y manual incluso por menos de 20 euros. No ocurre lo mismo con la versión para Master System, la cual se cotiza bastante más debido a su rareza y a estar mejor considerada. En este caso es difícil ver el juego completo por menos de 50 euros, por lo que si os lo encontráis por menos no lo dejéis escapar.
En Game Gear la cosa esta aún más complicada, ya que aunque el cartucho suelto suele verse bastante barato, si lo queréis con caja y manual os va a tocar buscar bastante. En este caso lo más recomendable es ir a por la edición americana, ya que es mucho más común que la europea. De un modo u otro, la versión que más os recomendamos jugar es la de Master System, salvo que os gusten los juegos duros de pelar, en cuyo caso podéis echarle un vistazo a la de Mega Drive. Finalmente, si queréis disfrutar de Astérix en estos sistemas y este juego no os convence, sabed que los tres ofrecen propuestas mejores a esta dentro de sus respectivos catálogos.
Nota: Al tratarse de un análisis doble entre las versiones para 8 y 16 bits, la puntuación final refleja una nota media entre la puntuación de ambas versiones. Para saber la nota especifica de la versión de Mega Drive deberéis restar una décima a la nota reflejada, mientras que en el caso de Master System y Game Gear deberéis sumarle una décima más.