Corrían tiempos en los que Sega buscaba desesperadamente una mascota plataformera capaz de hacer frente a Mario, pero en Sega debieron pensar que quizá seria más fácil si en vez de crear una mascota desde cero, usaban un personaje ya de sobra conocido y querido por todos como Mickey Mouse. Este sería sólo el primero de una fructífera relación entre Sega y Disney que nos dejaría algunos de los mejores juegos de plataformas de todos los tiempos.
Érase un ratón...
Todo comienza en un bello día en Vera City, Mickey y su novia Minnie deciden salir a pasear por el campo, la pareja de ratones baila feliz entre las flores cuando se desata una repentina tormenta que oscurece el cielo. Entonces tras un relámpago cegador, una sombra oscura desciende de entre las nubes y se lleva a Minnie, se trata de la malvada bruja Mizrabel, que celosa de la belleza de Minnie la ha secuestrado para usar con ella sus poderes de la ilusión y poder así robar su belleza. La bruja se aleja montada en su escoba hacia su castillo y Mickey corre tras ella. Al llegar a las puertas de la siniestra fortaleza, un anciano que dice ser el antiguo y destronado rey del castillo, advierte a Mickey de los planes de Mizrabel y le dice que solamente podrá derrotarla si encuentra las siete Joyas del Arco Iris. Mickey sin dudarlo se adentra en busca de las misteriosas joyas. Así comienza nuestra aventura para salvar a Minnie y darle su merecido a Mizrabel.
Si se mira con los ojos de hoy en día, quizá 'Castle of Illusion' parezca tan sólo uno más de los muchísimos juegos de plataformas que salieron en la época, sin embargo este título salió a la venta nada menos que en 1990, antes incluso de que Sonic revolucionase el género gracias a la potencia que ofrecían las nuevas consolas de 16 bits. De hecho podría decirse que 'Castle of Illusion' fue el primer gran éxito de lo que estaba por venir gracias a la nueva generación de consolas que se abría paso.
Sin embargo Sega no se limitó a deslumbrar al mundo con su espectacular versión para Mega Drive, pues sacó este juego también en Master System, la consola de 8 bits de Sega que por aquel entonces rivalizaba con la NES de Nintendo. Lejos de sacar una versión reducida de la entrega para Mega Drive, Sega creó una versión específica para Master System que aprovechaba a la perfección el potencial de la consola y que incluso ofrecía elementos no presentes en la entrega para 16 bits. De hecho no son pocos los que prefieren esta versión para Master System por encima incluso de la de Mega Drive. Finalmente Sega porteó la entrega de Master System a su por entonces recién estrenada consola portátil, la Game Gear. Para lo cuál se aprovechó de las enormes similitudes entre el hardware de ambas plataformas y se limitó a portear el juego tal cual, hasta el punto de mostrarse a la resolución de pantalla propia de Master System, en lugar de estar adaptada a la de la pantalla de Game Gear como era habitual en este tipo de conversiones. De este modo hubo 2 ediciones distintas de 'Castle of Illusion', cada una con suficientes alicientes propios como para jugarla aunque ya hayamos jugado a la otra versión.
Mega Drive muestra al mundo su potencial
La versión de Mega Drive no se cortó un pelo en ofrecer todo tipo de alardes gráficos para dejar boquiabierto al jugador y demostrar así el potencial de la consola, Mickey mostraba unas animaciones soberbias y fluidas con las que no paraba quieto ni cuando el jugador dejaba de pulsar botones en el mando, algo que ahora puede parecer de lo mas normal, pero que sorprendió a muchos en su momento. Por otra parte, los coloridos escenarios parecían cobrar vida, llenándose de numerosos pequeños detalles que hacían de ellos un espectáculo visual. Incluso en los enemigos no se escatimaron recursos y muestran diseños de lo más original y detallado.
El castillo de Mizrabel no se llamaba "de la ilusión" por nada, y es que cada una de sus estancias escondía un mundo propio salido directamente de la imaginación con el fin de confundir a Mickey: Bosques encantados llenos de fantasmas, pastelerías repletas de dulces gigantescos, misteriosas ruinas antiguas llenas de trampas, y hasta una librería gigante donde podíamos ver a Mickey nadar dentro de una taza descomunal. Al final de cada uno de estos niveles nos esperaba uno de los Maestros de la Ilusión, los peligrosos esbirros al servicio de Mizrabel que hacían las veces de jefes de nivel y que retenían en su poder una de las joyas que necesitaba Mickey.
Para derrotar a tanto enemigo, Mickey podía hacer uso de objetos que encontraba a lo largo de los niveles, tales como manzanas o canicas que podíamos acumular y después arrojar a los enemigos para neutralizarlos. Sin embargo el ataque principal de Mickey consistía en rebotar sobre los enemigos usando su propio trasero, para ello debíamos saltar y una vez en el aire pulsar de nuevo el botón para que Mickey pusiera su pandero en posición de ataque. Si tocábamos al enemigo con algo que no fuesen los glúteos del simpático ratón, resultaríamos dañados perdiendo así uno de los cinco puntos de nuestro indicador de salud. Si este indicador se vaciaba por completo perdíamos una vida, y tocaba volver al último punto de control. Para evitar que eso ocurriese podíamos recoger estrellas doradas que rellenarían un punto de nuestro indicador, estas no solían ser fácilmente accesibles, lo que dificultaba bastante nuestra aventura. Y es que en líneas generales la versión de 16 bits es notablemente más difícil que la de 8 bits, especialmente debido al hecho de no contar con continuaciones infinitas.
Master System y Game Gear no se quedan atrás
En cuanto a la versión para 8 bits, ofrecía básicamente lo mismo, pero con niveles de una construcción completamente diferente, distintos jefes finales, y algún que otro puzzle para darle un poco a la sesera. Todo perfectamente adaptado a la consola y con su propio estilo y personalidad, sin pretender imitar de manera fútil a la versión para 16 bits. Otra diferencia importante son los cofres, estos están distribuidos por los niveles y ocultan en su interior valiosos objetos de ayuda. Además en ciertos puntos de los niveles había cofres ocultos, que solamente aparecían si hacíamos el ataque de trasero en el punto justo donde estaban. Esto le daba un componente extra de libertad de exploración al juego, componente que aumentaba aun más debido al hecho de que se nos permitía escoger el orden en el que accedíamos a los niveles, algo que no estaba presente en la versión de Mega Drive.
Otra de las diferencias afecta al sistema de recuperación de salud, ya que en esta versión la salud se recuperaba mediante pasteles que estaban ocultos en los cofres. Estos podían ser tan solo porciones de pastel que nos rellenaban solo un punto del medidor de salud, o pasteles completos, que nos rellenaban por completo el medidor. Esta pequeña diferencia afectaba notablemente a la dificultad con respecto a la otra versión del juego, pues era más fácil recuperar salud.
Finalmente no contamos con la posibilidad de acumular pequeños proyectiles como si ocurre en la versión para Mega Drive, de modo que el trasero de Mickey será nuestra principal arma. No obstante podremos recoger y transportar objetos tales como bloques de piedra, barriles, o incluso los propios cofres de ayuda, para una vez en nuestras manos tener la opción de arrojárselos a los enemigos. De hecho esta habilidad de recoger y transportar cosas nos será imprescindible en determinados puntos en los que debemos llevar una llave hasta su correspondiente puerta, o colocar algún objeto en un punto concreto para poder acceder a un lugar de otro modo inaccesible. Esta aparentemente pequeña diferencia supone un gran cambio dentro de la jugabilidad según a que versión estemos jugando, y le da mayor profundidad a la versión "pequeña" del juego compensado en gran medida la diferencia técnica entre ambas ediciones.
Como podéis ver las diferencias entre ambas entregas son más que notables, sin embargo hay algo que ambas entregas tienen en común, y es una espectacular banda sonora de esas que os va a costar mucho sacar de vuestra cabeza, y que a buen seguro acabareis tarareando casi sin daros cuenta. Además aunque la mayoría de temas son comunes entre ambas versiones, cada una tiene algunos temas propios que le dan personalidad propia a cada edición del juego.
Otra cosa en común es la presencia de un modo práctica para que nos familiaricemos con el juego, algo así como una especie de demo donde encontraremos versiones más pequeñas y fáciles de algunos de los niveles. Ideal para probar el juego antes de emprender la aventura completa.
'Castle of Illusion' es un juego que debería ser disfrutado en ambas versiones, pues aunque ya hayáis jugado a una de ellas, en ningún momentos vais a sentir que estáis jugando de nuevo al mismo título al jugar a la otra, y no solo por la evidente diferencia técnica. Cada entrega tiene algo que la hace especial e imprescindible, y deberíais aseguraros de haber jugado antes a las 2 versiones del juego original si estáis pensado jugaros su remake, o el 'Epic Mickey the Power of Illusion' para 3DS, ya que es continuación de este 'Castle of Illusion'.