'R.A.W. Realms of Ancient War' es sencillo y cumple con lo que se espera de él

'R.A.W. Realms of Ancient War' es un juego descargable de formato simple y pocas exigencias técnicas y de almacenamiento. En apenas 900MB encontramos un RPG típico con una perspectiva cenital y unos controles sencillos que se asemejan a 'Baldur's Gate: Dark Alliance II', es decir, un juego preparado para controlar con mando de consola en el que no hacemos clic, no seleccionamos objetivos y simplemente usamos una pequeña variedad de habilidades para ir atacando a lo que sale a nuestro paso.

Recuerda a muchos clásicos del pasado

En un juego descargable evidentemente hay que bajar las exigencias, ya que no se trata de un título con un gran formato y soporte que pueda dar lugar a las capacidades que muestra 'Crysis 3' por ejemplo. Por ello, hay que ser justos y decir que el juego que analizamos aquí no muestra un mal aspecto. Sus escenarios están bastante llenos de elementos, despejando una pobre sensación desértica que a menudo vemos en títulos similares. Ninguno de los objetos que vemos suele ser interactivo, como sí pueda ocurrir en juegos del estilo de 'Diablo III', sin embargo se agradece el detalle de los paisajes bien amueblados.

Se nos presentan tres personajes: Guerrero con atributos berserker que lleva un arma en cada mano y se especializa en absorber golpes y causar gran daño en poco tiempo; Mago centrado en elementos que puede lanzar potentes ataques ígneos a distancia media o envenenar y electrocutar a distancia corta; y por último Pícara con capacidad para la ocultación y equipada con dagas y arco para cubrir varios espectros de lucha. Todos estos personajes, dado por la historia, tienen la habilidad de poseer a ciertos enemigos especiales en algunos momentos del juego para utilizarlos en contra del rival. Esto tiene una utilidad bastante limitada y tampoco ocurrirá muy a menudo, además de tener una duración bastante breve.

Pasando al plano técnico, los efectos de colisiones son ciertamente irreales, con más de una mala experiencia en la que no podemos avanzar por un lugar que parece bastante amplio, ni tampoco se nos permitirá subir simples pasarelas de madera para avanzar por las alturas. En este sentido, se notan las carencias y la mala praxis. Pero dejando a un lado evidentes fallos que tampoco sorprenden en un título con el peso mediático que ha tenido este, podemos decir que es bastante sólido a un nivel general.

Técnicamente a la altura de lo esperado

Las texturas no parecen fallar, unos gráficos respetables para el formato nos dejan unas visuales interesantes. Los elementos de iluminación no son ni mucho menos espectaculares, pero cumplen su función y veremos claramente como cada tipo de ecosistema ofrece unas gamas de colores bastante variadas. Los personajes tienen un aspecto constante, que viene dado por su naturaleza. El mago tiene una túnica roja y lleva una bola de cristal y un libro. El bárbaro cobre sus piernas y lleva el pecho descubierto, como suele ser tradición. La pícara tiene una ropa ceñida y ajustada que deja poco a la imaginación. Pero a medida que conseguimos armaduras y armas su aspecto varía en consonancia, lo que es de agradecer. Pero a pesar de ello, la variedad de elementos del inventario es bien escasa.

La subida de nivel es bastante lenta, y hay dos ramas adicionales de habilidades, pasada la básica, que requieren un nivel mínimo. Esto nos hace ver que el juego se extiende bastante, ya que nos cuesta unas buenas horas de juego desarrollar el personaje y acceder a habilidades superiores.

En cuanto a la faceta de jugabilidad, siempre será más divertido avanzar acompañado. Y es que la dificultad en solitario no es muy alta, pero el juego gana puntos si lo experimentamos con un amigo. Podemos hacerlo en la misma consola si lo deseamos con un cómodo estilo drop in-drop out.

Seremos muy populares entre el enemigo

A pesar de lo sencillo que parece, ofrece grandes sorpresas como la cantidad de enemigos que podemos llegar a ver en pantalla, bastante alta, y sin afectar de forma evidente a la tasa de frames por segundo. Estos combates donde nos vemos ampliamente superados requerirán estrategia, gestión de recursos como el maná y las pociones y saber moverse por el escenario con soltura. De lo contrario podremos quedarnos atascados entre los enemigos o algún objeto y ser aniquilados.

A este respecto hay que mencionar que la cámara cooperativa hace un trabajo inteligente y que al mismo tiempo nos hará más de una faena. Suele centrarse en el primer jugador siempre que puede pero cuando nos separemos un poco se quedará en un punto medio entre los dos. No podremos alejarnos demasiado ya que encontraremos que simplemente no podemos seguir avanzando en direcciones opuestas y aquí es donde viene lo malo. Si nuestro compañero muere, tenemos 5 segundo par que reviva sin gastar una gema destinada a tal efecto. Estos momentos son críticos y si nos persiguen muchos enemigos será mejor no tratar de alejarnos demasiado porque rápidamente nos acorralarán en el límite imaginario de movimiento y acabarán con nosotros.

Por esto, hay que decir que los rivales son muy agresivos, nos atacan en seguida y nos persiguen de manera casi incansable. No se les podrá dar esquinazo ya que su velocidad es similar a la nuestra. Además no será común verles atascados con el escenario. Así que suponen un reto más que aceptable. Los escenarios son muy variados y a medida que recorremos el mundo habrá todo tipo de climas, materiales, fauna y flora, enemigos, etc. Una variedad mucho mayor de lo que cabe esperar.

Por último analizamos la historia, que como ocurre en muchos videojuegos es bastante típica y no posee gran peso. Es una excusa más para avanzar por el juego y matar monstruos de todas las clases. Pero es algo que se puede observar muy a menudo por lo que no supone una lacra mayor que en otros tantos casos.

Conclusión

Por tanto, 'R.A.W. Realms of Ancient War' no es el juego de vuestra vida. No es una obra maestra ni pasará a la Historia. Pero por un precio más o menos estándar y una breve descarga es lo que uno puede esperar. Se podría decir que el juego no prometía más de lo que podía dar, y no ha dado menos de lo que prometía. Es un título muy sencillo, que ofrece una diversión moderada y una extensión respetable, con tres posibilidades de jugarlo (Guerrero, Mago y Pícaro) que gana bastante si se experimenta en Cooperativo. Un título que no despunta en nada, pero que puede ser una entretenida forma de pasar el rato. Wizarbox y Focus Home Interactive ofrecen un juego que no es de alta gama, pero que tampoco prometía serlo, por tanto si nos ceñimos a lo que sabíamos que podíamos esperar, no decepciona a nadie.