RECORRIDO HISTÓRICO

'PlayStation All-Stars: Battle Royale', las peleas más caóticas

El título de lucha para Sony tiene, a pesar de su humor, un toque más adulto y lleno de guiños a los fieles de la saga PlayStation.

Por Jesús Agudo 4 de Enero 2013 | 12:23

Sony lleva ya bastante tiempo entre nosotros, centrándonos en el aspecto jugón obviamente, y poco a poco ha ido creando su propia colección de personajes remarcables que ya forman parte de la historia de los píxeles. ¿Es suficiente para juntarlos en un título común? En gran medida así es, lo podemos comprobar en 'PlayStation All-Stars: Battle Royale'.

El título de lucha para PlayStation 3 (y PS Vita) pretende convertirse en el 'Super Smash Bros.' de las consolas de Sony, una comparación que es inevitable, y quizás lo bueno que sale de ella es que son títulos tan parecidos que si nos ha gustado uno, no nos defraudará el otro. Eso sí, a favor de 'Battle Royale' podemos destacar una serie de cambios que hacen de este título una versión más adulta.

Para comenzar, sólo hay que ver a los personajes jugables. Formados por los protagonistas de las franquicias exclusivas de PlayStation, encontraremos desde adquisiciones bastante recientes, como Nathan Drake, a auténticos clásicos, como Parappa the Rapper. Así hasta 20, entre los que hay bestias de la lucha o personajes adorables con muchos ases en la manga.

Precisamente su manejo es uno de los primeros puntos conflictivos del juego. Aunque contaremos solamente con tres botones de acción, cada uno se puede combinar con direcciones y combos que hacen muy difícil llegar a un dominio claro. Sumado a que cada uno de los personajes tiene una forma distinta de pelear, tardaremos lo suyo en convertirnos en dignos rivales de nuestros amigos con alguno de ellos.

Siempre podemos intentar la opción "aporreabotones" de un juego de lucha, pero en esta ocasión no nos servirá como llave maestra para salir siempre airosos, la IA no piensa darnos un respiro y tarde o temprano tendremos que aprender las destrezas de unos pocos personajes para plantar cara con éxito a los personajes controlados por la consola.

De ahí que las partidas multijugador sean, como suele suceder con los títulos de este género, mucho más divertidas y caóticas, algo que es de agradecer. Contaremos con partidas totalmente customizables, tanto locales como por Internet, siendo el crossplay con Vita muy útil y bastante pulido. Los modos clásicos de versus, batalla por equipos o torneos nos ofrecerán la guinda del pastel de 'Battle Royale'. Las partidas online, dependiendo de nuestra conexión, no presentan apenas retardo, lo que es de agradecer.

Dentro de la arena, la mecánica es ligeramente diferente a la de otros juegos de peleas. No hay barras de vida, sino que nuestro objetivo es realizar movimientos que aniquilen por completo al adversario, siendo el que más bajas consiga el ganador. Para ello tendremos que ir realizando golpes que llenarán una barra de poder con tres niveles, cada uno de ellos con un ataque más devastador. Las animaciones, como los ataques, son particulares para cada personaje, y en el tercer nivel pueden conseguir acabar de una vez con todos los rivales en juego. La estrategia de esperar a llegar a un nivel superior o lanzarse a ataques menores pero más rápidos dependerá de nosotros.

Los escenarios, un personaje más

Dos elementos más a tener en cuenta a la hora de planificar el ataque serán los escenarios y los objetos. Centrándonos en los primeros, hay que admitir que están diseñados con mucho cuidado, recordándonos algunos de ellos a grandes clásicos de la historia de Sony, y todos guardan algún tipo de sorpresa que afectará al juego. Por ejemplo, el escenario de 'LocoRoco' estará en un cambio constante, y el vacío será un enemigo más. Sobre los objetos, recuerda mucho a su "hermano mayor" de Nintendo. Serán armas o potenciadores temporales que nos permitirán ganar un poco de ventaja en la partida, y que han sido sacados de los juegos protagonistas de este "remix".

El gran problema de este tipo de juegos es su durabilidad, cómo sacarle jugo a una dinámica muy repetitiva. Bluepoint nos ofrece un modo historia con escuetas introducciones por personajes, pero dentro de ella no hay ningún tipo de novedad que nos haga seguir avanzando. Así que si no tenemos amigos con los que echar horas, solos nos aburriremos más pronto que tarde. A pesar de los tutoriales y modos "menores" para un jugador.

Sin embargo, y en conclusión, 'PlayStation All-Stars: Battle Royale' no deja de ser un buen intento de Sony para homenajear a su propia mitología, aunque no sea quizás tan carismática como las de otros. El juego en cuestión nos ofrece una opción más adulta que 'Super Smash Bros.', con la alta dificultad que ello supone. Los que hayan sido fieles a la marca japonesa desde la primera PlayStation no encontrarán mejor forma de recordar y pasar ratos entretenidos con los juegos de ayer y de hoy.