El 31 de July 2017 | 14:00
Cuando se cumplen casi 10 años del lanzamiento de 'Patapon' vuelve la original licencia de Sony para demostrar que el trabajo de Pyramid es inmortal. Ya comprobamos que 'LocoRoco' no había envejecido ni un poco tras el lanzamiento de 'LocoRoco Remastered' hace unos meses y ahora se vuelve a constatar esta evidencia con la llegada de 'Patapon Remastered'.
Ritmos innovadores
Este emblemático trabajo del estudio japonés apoyado por SIE Japan Studio se sigue mostrando totalmente fresco, original y único en su especie. La combinación de juego de estrategia con juego rítmico perfectamente podría haber pasado como un nuevo proyecto independiente lanzado en pleno 2017, a lo que ayuda un aspecto visual de colores planos y minimalista en detalles que nunca caduca.
Para los que anden un poco perdido conviene recordar que 'Patapon' es un juego rítmico con combates por turnos en tiempo real donde cada turno viene marcado por el ritmo de la música y las cuatro compases en los que tenemos que ejecutar diferentes melodías de ataque, defensa o esquiva usando los cuatro botones de acción principales del mando.
Las criaturas protagonistas son los Patapon, una tribu guerrera que rinde pleitesía al Ser Surpremo, que no es ni más ni menos que el jugador que tiene el mando en sus manos y por tanto el poder de tocar los tambores que les llevan a la guerra. La única meta de esta cultura primitiva es la de viajar hasta el Confín del Mundo para ver ESO, siendo ESO un artefacto que les traerá felicidad y prosperidad para toda la eternidad según una antigua profecía.
Espíritu indie
Sobre estas bases argumentales y mecánicas se levanta un título que en su 2007 natal se convirtió en todo un éxito a nivel de críticas colocando casi un millón de unidades en el mercado a pesar de su muy específica propuesta. La portátil de Sony recibía un juego que parecía salido de la actual burbuja de creatividad del desarrollo independiente cuando esta ni siquiera había nacido.
Precisamente uno de los motivos por los que se recuerda con tanto cariño a la licencia 'Patapon' y especialmente a su primera entrega es porque respiraba un aire revolucionaría en una época de poca innovación. Lo que ahora se vendería como un sencillo "action-strategy rythm-based indie game" en su época era algo más rompedor, demostrando que los japoneses de Pyramid tenían ideas bastante creativas ya por aquella época.
Desgranando el juego
Las mecánicas de juego son bien sencillas, tenemos un ejército de pequeños y entrañables Patapon, este ejército se componen de distintos escuadrones, divididos entre combatientes cuerpo a cuerpo, lanceros, arqueros y demás arquetipos de sobre conocidos. Contamos con tres tipos de misiones para hacer que nuestro ejército crezca con más unidades, mejoras armas y mejor equipamiento: caza, jefes finales y asaltos de los Zigotons, una tribu enemiga. A través de tres escasos tipos de misión aparecerán suficientes variantes como para no aburrirnos durante toda la aventura.
Contaremos a lo largo del juego con nuevos bailes como los milagros, capaces de generar lluvia o terremotos para cambiar las condiciones de cada nuevo nivel y también para poner el combate a nuestro favor. Los jefes finales tiene patrones de movimiento definidos que deberemos aprender para ejecutar melodías de ataque, defensa y esquiva en el momento adecuado, no quedándonos vendidos en todo momento y perdiendo a nuestras unidades, pues si mueren nuestros Patapon y completamos la misión los perderemos a no ser que hayamos podido recoger sus sombreros en combate y eso no siempre es posible.
A pesar de parecer un juego agradable y accesible (lo es) la curva de dificultad es despiadada y si en una misión desastrosa nuestro ejército se ve diezmado nos costará un buen rato de farmeo en misiones de cacería y de dificultad menor el conseguir el ka-ching (la moneda que junto a materiales varios sirve para dar vida a nuevas unidades) necesario para reconstruirlo. Quizás este sea el mayor punto negativo de la aventura y donde peor ha envejecido el juego, la mecánica de progresión cuando las cosas se tuercen hace que tengamos que añadir horas extra de repetición de misiones a nuestro tiempo de juego total y eso nunca es del gusto de nadie.
Y llegamos a la parte rítmica, elemento diferencial de esta licencia y lo que hace que sea única en su especie. Debemos mantener siempre que nos sea posible el ritmo tocando las melodías correctas para avanzar, atacar o defendernos y si no perdemos coordinación activaremos el modo Fever, momento a partir del cual nuestras unidades darán lo mejor de sí, atacando las de caballería y llevándoselo todo por delante, lanzando los arqueros tres veces más flechas que a ritmo normal y, lo más importante, activando en el jugador una sensación de trabajo bien hecho que solo se vendrá abajo cuando perdamos concentración y suene el horrible sonido que nos notifica que hemos perdido flow.
En un medio como éste donde por algún motivo la música está tan infravalorado en la gran mayoría de obras, resulta refrescante que haya títulos que conviertan el sonido en una mecánica jugable, haciendo así que cada composición de su banda sonora cobre una importancia tan relevante para el jugador como el diseño de interfaces o la dirección artística del título. Por supuesto no es 'Patapon' el primero en llevar a cabo esta noble tarea, pero sí que resulta un aventajado aprendiz de obras como 'PaRappa the Rapper' o 'Space Channel 5' por poner un par de ejemplos nacidos en los 90. La fusión de juego rítmico con acción bélica rozando el RTS era sencillamente brillante para un juego de portátil de 2007.
Una remasterización que no está a la altura
Lamentablemente nos encontramos ante una remasterización con escaso trabajo detrás, encontrando numerosos rótulos en inglés mientras que parte del juego está parcialmente traducido, cinemáticas con la resolución de PSP estiradas para adaptarse a las nuevas pantallas perdiendo muchísima calidad y en general una adaptación que cuesta comprender tras ver algo como 'Crash Bandicoot N. Sane Trilogy', una adaptación que sin duda llevaba mucho más trabajo que este 'Patapon Remastered' que solo ha recibido una nueva resolución de 1080p a 60fps.
En este punto la pregunta es obvia, estamos ante un juego original y cuyo atractivo no ha perdido encanto en 10 años, pero también ante una remasterización hecha con poco mimo ¿Por qué debería comprar Patapon? Por suerte la respuesta es igual de sencilla. Dado que es un título que saldrá a un precio muy reducido la recomendación es sencilla. El nostálgico que pasó horas y horas con los adorables Patapon y que se sabe todas las melodías de memoria querrá volver desde el primer día a jugar con estas pequeñas criaturas tribales en su PS4, pues la remasterización no mejora gran cosa, pero desde luego no empeora nada. Para el foráneo es cuestión de curiosidad, si te suscita interés cualquier obra que muestra un mínimo de originalidad, si nunca has encontrado un juego rítmico que realmente te aportara algo o si quieres conocer una de las mejores obras del catálogo de PSP vas a tener que dar el salto a 'Patapon Remastered' y experimentar sus endiabladas danzas de combate al ritmo de la percusión.
Lo mejor:
- Recuperamos un clásico de PSP que no envejece.
- El salto a los 1080p muestra un juego aún más bonito que el anterior.
- Es toda una oda a la música y de los mejores juegos rítmicos de la historia.
Lo peor:
- La remasterización no está a la altura del aniversario.
- Algunas mecánicas concretas no han envejecido tan bien en 10 años.