Un paseo con 'Sly Cooper: Thieves in time'

Salvando la primera sobremesa de la compañía, el resto de consolas de Sony ha recibido al menos una entrega de esta espectacular franquicia de plataformas. 'Sly Cooper' siempre ha sido sinónimo de la perfecta unión a partes iguales de jugabilidad y narrativa, generando un universo fácilmente reconocible hasta para el que nunca ha jugado a la serie. Lo cierto es que, cuando una saga acumula tanto éxito, solemos abordar las nuevas entregas con cierto recelo por el miedo a que algún creativo se le hayan cruzado los cables durante el desarrollo. No obstante 'Sly Cooper: Thieves in Time', no es uno de esos casos.

Coopers por todas partes

Sería demasiado osado comparar el argumento de este juego con el de las demás entregas, pero para tratarse de un título para PS Vita, cumple de sobra con nuestras expectativas. En esta ocasión, la figura de Sly se ve algo eclipsada por la presencia de sus antepasados en cada uno de los distintos niveles del juego. Por otra parte, la clásica subtrama de amor entre él y Carmelita, también pierde algo de peso al desaparecer Penélope, la "novia" de Bentley. En la anterior entrega de la saga pudimos ver cómo, a partir de un pequeño accidente, Sly perdía la memoria, hecho que le permitió establecer una relación sentimental con la incorruptible agente de la interpol, Carmelita Fox. Sin embargo, Sly nunca llegó a perder la memoria y mucho menos su afán por el robo, algo que deja claro en 'Sly Cooper: Thieves in Time'.

El juego parte de un enigmático suceso que embarca a sus protagonistas en una serie de peligrosos viajes en el tiempo. Al parecer, un malvado villano está borrando a los Cooper de la historia, un proceso que, de no detenerse, acabará con la vida de Sly y el universo de la saga tal y como lo conocemos. El punto de fuerte del juego se encuentra en la incorporación de un antepasado de Sly con habilidades únicas por cada nivel del juego, aunque no es la única novedad. Cada uno de los periodos históricos que visitamos le ofrecen a Sly un disfraz con características especiales totalmente indispensables para superar los desafíos del juego.

Disfraces con habilidades especiales

En lo referente a la jugabilidad, alivia el poder decir que el título no ha cambiado prácticamente nada. Pese a la simplicidad de desarrollo que suele transmitir el género de plataformas, lo cierto es uno de los que precisan más esfuerzo creativo. Las mecánicas de robo, piruetas y movimientos especiales siguen siendo los mismos, salvando la incorporación de alguna que otra habilidad inédita. Las características táctiles de PS Vita nos permiten acceder a alguna que otra función del display y el giroscopio tiene un papel clave en la resolución de algunos puzzles y minijuegos como los hackeos de Bentley.

Los gráficos, la música y la ambientación han mejorado tal y como se esperaba, lo que, teniendo en cuenta que estos aspectos estaban perfectos en las anteriores entregas, no hace sino llevar el juego a un nivel superior. Los colores y la definición están algo más trabajados al igual que los efectos del entorno. Por otra parte, la curva de aprendizaje no es nada pronunciada pese a que cada nivel ofrece nuevos elementos interactivos con características similares aunque no exactamente iguales.

Sly sigue sin decepcionarnos

A nivel personal, ha resultado una experiencia bastante completa y entretenida que mejora al sumarle la posibilidad de poder jugarlo en cualquier momento y lugar. Sin embargo, y como suele pasar siempre con las "segundas partes", la historia no posee toda la fuerza y la magia de las anteriores entregas, aunque cumple con la media de expectativas. La subtrama de Penélope, aunque necesaria, no está casi representada y los personajes, en general, parecen haber perdido algo de chispa y dinamismo. Por lo demás, resulta un juego plataformas bastante recomendable para todas las edades.