El 28 de Julio 2012 | 20:29
1,74 euros. Eso es lo que cuesta actualmente 'Orcs Must Die!' en Steam (oferta temporal, no lo olvidéis). A ese precio es difícil decirle que no a cualquier juego que esté en el mercado, ya sea en formato físico, digital o con temática relacionada con Barbie y Ken. Aprovechando esta oferta que el conocido bazar ha lanzado, y antes de que salga el lunes la segunda entrega, comentamos uno de los tower defense más cafres de los últimos años.
Dame un arma
Los tower defense siempre han sido un género copioso dentro del mundo de los videojuegos. Su sencillez a la hora del planteamiento jugable es su principal baza: destrozar el mayor número de enemigos sin que lleguen a un punto concreto del mapa (el que estás defendiendo, por lo general) no es que sea un quebradero de cabeza. Por supuesto, no hablamos de la dificultad intrínseca de las misiones que pueda tener un título en particular, que precisamente son de los peores en niveles altos, sino de la complejidad existente a la hora de que accedan nuevos usuarios (no es lo mismo para el inexperto entrar en el mundillo con una aventura gráfica que con un tower defense; y esto es a lo que nos referimos).
Dentro de este "mundillo" en especial hay variantes, como es lógico. ¿Acaso son todos los coches deportivos iguales? Claro que no, pues con los tower defense ocurre igual: hay millones de variantes. 'Orcs Must Die!' trae una de ellas (posiblemente la más divertida), que consiste en que por el escenario vamos situando trampillas y demás artefactos que nos ayudan a acabar con los enemigos, a la vez que podemos manejar nuestro personaje para también erradicarlos. Hay otros "modelos", como en los que nos dedicamos a contemplar la acción una vez colocadas las medidas defensivas, u otro donde podemos tomar parte de la batalla en algún momento indirectamente. No obstante, 'Orcs Must Die!' apuesta sobre seguro con su variante.
La historia, como suele pasar, poco importa en estos casos. Pero hay que citarla, al menos. La narrativa nos pone en el papel de un joven mago que debe proteger las fisuras (unas entradas a otras dimensiones) de los orcos y demás especímenes raros que intentan asolarla. Sin embargo, este mago es el peor que jamás ha pasado por la escuela, así que toca cerrar el pico al maestro y, por qué no, al resto de los compañeros (aunque estén muertos, ya que éste joven aprendiz es el último que queda sobre la faz de la tierra).
Desde el primer momento ya atisbamos que el argumento es de risa. Vamos, como el propio juego en sí. Todo tiene un toque animado, humorístico y desenfadado. Sin ir más lejos, el protagonista está doblado completamente al castellano por un actor más que conocido: Roberto Encinas. ¿No te suena? Si te digo Nathan Drake seguro que ya sí. Pues imaginad el tono airoso del protagonista de 'Uncharted', pero aplicado a este juego. Ya tenéis el doblaje hecho.
Por suerte, el resto de sonidos también nos acompañan durante la acción, algo imprescindible cuando tenemos colocadas decenas de trampas y es necesario oírlas. La banda sonora también es aceptable, con ritmos rápidos que nos ayudan a meternos en el papel más si cabe (nada de melodías lentas que rompan el frenesí).
El apartado gráfico es muy colorido. Y con el MUY nos quedamos corto. Todo está iluminado, con escenarios amplios, bien detallados, diferentes y vistosos. Tanto nuestro protagonista como los orcos dan una buena apariencia en pantalla, quizás echando en falta un poco más de heterogeneidad en las clases y roles presentes, ya que al cabo de unas cuantas misiones siempre aparecen los mismos.
Pero el punto fuerte de 'Orcs Must Die!' es su jugabilidad, no hay más. Reventar cabezas de orcos y demás seres ficticios es pura adrenalina. Podemos elegir entre una gran variedad de trampas y trucos disponibles, desde una que echa pinchos del suelo (muy clásica) hasta otra que lanza al enemigo hasta al cielo. La variedad de modos de cosechar una muerte es infinita. De hecho, el propio juego premia la creatividad: cuantas más muertes realicemos de distintas maneras más puntos cosecharemos.
No obstante, el tener como estandarte esta tónica de juego ha provocado que no se hayan esmerado en demasía con el resto. Al título le faltan modos de juegos, más allá de los marcadores comparativos que podemos activar para "picarnos" con los colegas (también a nivel global), o el subir la dificultad de cada misión. De igual manera, un cooperativo online u hordas "especiales" (con ciertos desafíos) harían las delicias de muchos jugadores, ya que jugar a este tipo de productos acompañado es más gratificante que hacerlo solo (eso sí, la segunda entrega ya lo incluye).
'Orcs Must Die!' es un gran tower defense. Su principal aliciente es que es entretenido, divertido y frenético, pero también puede parecer aburrido y monótono en cuanto hayamos disputado algunas misiones. Hay que pensar si matar a millones de orcos puede ser un buen pasatiempo, aunque ya os decimos que sí por adelantado (y más por 1,74 euros).
Lo mejor:
Bestia en el sentido más estricto de la palabra. Colorido y con mucho humor. Gran doblaje al castellano.
Lo peor:
Es corto y se echan en falta más variedad de modos de juegos. Que no incluye funciones online. Puede hacerse monótono.