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Análisis de 'One Piece: Unlimited World Red – Deluxe Edition': Vuelve las el "Brawler" más colorido

PATO AND COMPANY

Análisis de 'One Piece: Unlimited World Red – Deluxe Edition': Vuelve las el "Brawler" más colorido

Por José Antonio Rodríguez Gómez

El 20 de Septiembre 2017 | 10:15

Echarse de amigo a Pato ha costado a este grupo muchas desventuras... y buenas aventuras, también.

Llega a nuestras manos 'One Piece: Unlimited World Red - Deluxe Edition', y con él la oportunidad de disfrutar de nuevo de las aventuras de Luffy y compañía. Un título que no es nuevo, sino una reedición mejorada del juego que ya ha visitado diversas plataformas, que ahora está disponible para PC (versión analizada) y PS4 y que dentro de poco hará su aparición nada menos que en Nintendo Switch. Os vamos a contar qué nos ha parecido revivir la experiencia y qué tal funciona la adaptación. Y es que en este caso, no nos vamos a centrar exclusivamente en el juego, sino en la mucha (o poca) utilidad de volver a lanzarlo...

Seamos sinceros: las reediciones no dejan de surgir por doquier. Nos guste o no, cada día que pasa hay un nuevo anuncio. Este juego vuelve, aquel también, pero con "mejoras". Esas mejoras suelen pasar por una adaptación a las nuevas máquinas, que aprovechan para hacer funcionar mejor lo que en un principio ya era aceptable. Ojo, esto no hace al juego mejor ni peor, pero sí que lo convierte en un producto "repetido" y que por tanto va enfocado especialmente a dos públicos: al que en su momento no pudiese jugarlo o algo que le gustase tanto, tanto, que quiera repetir. Y esto saltando entre generaciones está bien, aunque con ciertos años de diferencia. Es el caso de 'One Piece: Unlimited World Red - Deluxe Edition', que nos guste o no, luce extremadamente similar al juego del que en su momento ya disfrutamos en consolas como PS3 y PlayStation Vita. Y eso no es malo, porque estaba muy bien. Pero tampoco aporta de manera excesiva.

Ese Redfield nos va a dar un dolor de cabeza importante

Aventuras<b> en tercera persona</b> con muchos <b>combates</b> en el juego de One Piece.

Está claro que el bueno de Luffy y su tripulación no se resisten a protagonizar una gran aventura. es la finalidad de sus vidas, y lo dejan claro en la serie, pero también en el arranque de esta aventura. Entra en escena un nuevo amigo: Pato. Y este personaje no nos trae nada más que dolores de cabeza. Bien podrían haberlo dejado en tierra... Les "vende la moto" para que vayan a una nueva isla en la que habrá... ¡sorpresa! Grandes aventuras. Y vaya si tenía razón: nada más llegar el malvado Redfield rapta a la tripulación. Un gustazo. Ahora por supuesto nos toca ir en su rescate. Este señor aspira a ser el Rey de los Piratas, por eso le molestamos tanto, y encima resulta que es capaz de clonar cualquier ser vivo o muerto. La mar de divertido.

Cómo jugamos a este One Piece

Ante todo, señalar que estamos tratando sobre un juego de aventuras y acción en tercera persona, con una ambientación anime colorida que en sus inicios nos trae extrañas reminiscencias de 'The Legend of Zelda: The Wind Waker', pero tiene un enfoque mucho más anime, acorde con la serie y el manga originales de los personajes. Ciertamente nos sentimos hasta cierto punto dentro de un episodio u ova de la saga. Tras los desplazamientos, que suelen consistir en ir del punto A al punto B del mapa (contamos con un pequeño mapa arriba a la derecha de la pantalla que indica el objetivo) y búsqueda de objetos o charla con el personaje de turno - porque se mantiene extremadamente oriental en lo que a diálogos se refiere, con charlas de los personajes estáticos que como mucho cambian de expresión, por cierto, con voces en japonés y textos en castellano - nos tocará luchar. Y estas luchas funcionan al margen del escenario principal, en zonas exclusivas para ello, momento en el que el título se vuelve un auténtico beat'em up en el que la habilidad es básica, ganar experiencia también y la combinación de esquivar y pegar con los dos estilos (cercano y lejano) son esenciales para salir victoriosos. Los personajes (que podemos usar hasta 3) suben de nivel, lo cual incrementa sus cualidades de ataque y su cantidad de vida.

Los grandes enemigos están a la orden del día en este One Piece

Pueden ser concretos contra uno o dos personajes o más multitudinarios... o incluso con vigorosos jefes que nos harán ponernos bastante nerviosos. Pero sobre todo porque quien suscribe encuentra el combate a veces bastante intransigente en lo que a controles se refiere. Sí, todo funciona de manera directa; de hecho estamos ante uno de los juegos más sencillos en lo que a combate se refiere, ya que cada personaje de los que vamos desbloqueando tiene sus movimientos propios, pero ni son tantos, ni los especiales llegan a resultar tan útiles la mitad del tiempo (para ellos hay que rellenar una barra inferior conforme pegamos al enemigo con éxito). La realidad: casi todos los combates hacemos lo mismo, salvando la excepción de los jefes, que nos obligan a seguir cierta estrategia (que tampoco varía una vez la mecanizamos) y en general, estamos ante un apartado que si bien funciona y lo pone al alcance casi de cualquier público (incluso del no habituado al género), no resalta especialmente.

Un desfibrilador, por favor

El principal problema, más allá de que los combates nos convenzan o no, es que el título parece "morir" en lo que a ritmo se refiere en cuanto dejamos de luchar y empezamos a deambular buscando misiones y sobre todo con esa brillante idea que han tenido de que recojamos recursos. Zurrar a árboles - para conseguir madera - a un servidor le parece raro si no lo ve en un vídeo de Youtube mientras el chaval que lo hace en 'Minecraft' pide suscriptores. Además, llama la atención que uno lo pilla con los brazos abiertos y deseando dedicar unas buenas horas a la aventura (especialmente si es fan de la historia original) y después se da cuenta de que tampoco es tan largo.

Al menos está ahí el modo Coliseo. En él podremos disfrutar de batallas, una tras otra, sin fin, con todo el plantel de personajes. La finalidad de este modo no es otra que la de alargar la vida útil del título una vez hemos superado la aventura principal. Una forma de compensar las posibles carencias o en duración o en variedad del título en general, pero de las que serán más conscientes unos usuarios que otros.

Técnicamente cumple sin más

El modo Coliseo nos ofrece batallas sin fin

Hay dos maneras de enfocar esto: como juego "normal" (está bastante bien, sabe evocar la serie y los personajes están genialmente reflejados) o como reedición. Y en este segundo sentido, veamos: no sorprende en absoluto. La verdad es que luce muy similar a lo que ya mimos en PS3, y esto no es malo, conste. Pero tampoco explica su aparición en nuevos sistemas. Sí, se mueve con más fluidez, y es algo de agradecer, sobre todo cuando existen adaptaciones que no alcanzan el nivel de los originales. Y si no que le pregunten al Caballero Oscuro... pero no vemos una compensación técnica como para comprarlo, la verdad. Musicalmente está bien, refleja el ambiente del anime y en general, las voces en japonés están bien interpretadas (ergo tan sobreactuadas como gusta por aquellos lares).

Conclusiones

Parece que hemos sido duros con este One Piece, la verdad, pero tampoco había razón para pasar la mano con lo que no nos gusta cuando no es la primera vez que lo tenemos entre manos. Estamos ante un título decente, que encantará a los fans de la serie y que refleja su ambiente de forma más que filedigna. Pero también es un juego simple en lo que a combate se refiere, con un apartado de aventura algo (bastante) sencillo y que no es capaz de motivar suficientemente al jugador como para seguir adelante. Recomendado para los seguidores de One Piece, especialmente para quienes no lo jugasen en el pasado. Y en general para todo el público al que le apetezca una dosis de aventura, humor y algún comentario picantón de vez en cuando.

7,0

Lo mejor:

Refleja de manera muy fiel el ambiente del anime. Es bonito a la vista.

Lo peor:

No es demasiado largo. Los combates son demasiado simples. La aventura flaquea en ritmo.

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