Ryozo Tsujimoto, el alma de la franquicia Monster Hunter, lo ha vuelto a conseguir. En contra de la tendencia perseguida por una Capcom que no deja de aprovechar la rentable fiebre de los remakes y remasterizaciones, él y su equipo decidieron ofrecer con 'Monster Hunter Stories' algo fresco y diferente. Y vaya que si tiene de ambas cosas, puesto que esta entrega transmedia ha sabido aprovechar la tendencia marcada por la Yo-kai Watch del visionario Akihiro Hino para mezclarla con la fórmula tradicional de Monster Hunter y brindarnos en 3DS un juego carismático, entrañable y con una historia que llega a sorprender.
'Monster Hunter Stories': o cómo llegar a las nuevas generaciones de cazadores
Cuando una propiedad intelectual comienza a sumar años a sus espaldas ha de hacer frente a una serie de cuestiones, y puede que incluso problemas, para no estancarse o morir. Cierto es que la veteranía refuerza una marca si esta ha sabido satisfacer la demanda del público, pero no por ello va a tener el camino sembrado de rosas. El mercado cambia constantemente, y con ello la demanda del público, el cual crece de manera inevitable y va cambiando sus gustos. Monster Hunter también tiene fans acérrimos que van creciendo y haciéndose adultos, y el desgaste que ello conlleva que un porcentaje de este fandom se acabe perdiendo. Para evitar estancarse y convertirse en una serie de nicho, la propiedad intelectual necesita expandir su marca a otros territorios para consolidar su presencia en la industria. Y no solo eso, también necesita llegar a las nuevas generaciones.
Este es un problema al que tuvo que hacer recientemente la franquicia Pokémon. Su público objetivo, que antes eran niños, creció y se convirtieron en jóvenes en torno a la veintena y adultos. La franquicia se ha mantenido sólida, pero no lograba llegar a los más pequeños y tanto con 'X' e 'Y' como con 'Rubí Omega' y 'Zafiro Alfa' se ponía de manifiesto que parte de la magia se había perdido en Japón. Había dejado de ser una imagen reconocible por la inmensa mayoría de niños japoneses. Fue entonces cuando Akihiro Hino supo dar una vez más en el clavo y llevar a Nintendo 3DS un proyecto que en principio estaba planeado para PS3. Este no es otro que Yo-kai Watch, un proyecto transmedia que ofrecen toda una serie de videojuegos, anime y merchandising que interactúan entre sí y que cubren esa necesidad demandada por la infancia. Las aventuras de Nathan, Jibanyan y compañía no tardaron en convertirse en un elemento pop y cultural de la sociedad japonesa, consolidándose en tiempo récord como el principal objeto de interés de la infancia de aquel país. Komasan ya era más popular entre las niñas que el propio Pikachu, se había grabado una página en la historia de los videojuegos y Yo-kai Watch comenzó a atraer las miradas de la competencia.
Si bien CAPCOM y Tsujimoto habían coqueteado en anteriores ocasiones con spinoffs de la franquicia destinados a captar nuevo público infantil que en el futuro se aficionase a la saga principal, descubrieron en los juegos de Yo-kai Watch la guinda que terminara de bordar un proyecto al que llevaban dando forma desde el año 2010. En el año 2016 'Monster Hunters Stories' es definitivamente publicado en el mercado japonés. Un juego también exclusivo de Nintendo 3DS -que a día de hoy es la tercera consola más vendida en la historia de Japón- que cuenta con elementos y sistemas que inevitablemente recuerdan tanto a Yo-kai Watch como a Pokémon, pero que también conserva y respeta mecánicas clave, parte de la jugabilidad y el espíritu de la marca Monster Hunter.
Como proyecto transmedia, 'Monster Hunter Stories' cuenta con juego, episodios de anime y una serie de merchandising que se reparte entre juguetes y figuras inteligentes amiibo. El juego cambia la acción directa por los combates por turnos y nos ofrece una visión mucho más simpática y colorida del universo Monster Hunter al sustituir la caza de monstruos por la forja de un vínculo entre Rider y el Monstie. Los personajes protagonistas, así como las bestias con las que forjar un vínculo de amistad, cuentan con colores realmente vivos, un diseño más estilizado y pop y también son mucho más expresivos que en la serie de juegos principal. Los gags de humor son un recurso habitual, y suelen estar protagonizados por Navirou, nuestro caricaturizado compañero, un felyne que hace las veces de Whisper para darnos consejos y describirnos cada uno de los rincones del mundo que nos espera más allá de Villa Hakum, el punto de partida de la historia.
Lo mejor del pop japonés para explorar un colorido mundo
Visualmente, el juego se muestra sobresaliente, logrando entrar por los ojos y enamorar. Sería un apartado redondo de no ser por el popping habitual y la carga tardía de textura en algunos NPCs. Pero pese a estos fallos el apartado gráfico se deja querer.
Según las tradiciones de Villa Hakum, nos correspondería como protagonistas optar a ser Rider, forjar un vínculo especial con la bestia que nazca del huevo que capturemos y no sobrepasar la frontera de nuestro lugar natal. Sin embargo, un terrible y amenazador suceso nos empujará a visitar mundo y conocer nuevos paisajes, nuevas criaturas y otras ciudades y aldeas con culturas y tradiciones distintas. Entre las 40 o 50 horas que dura la historia de 'Monster Hunter Stories' se aprecia claramente que no solo es un juego para los más pequeños, sino también para aquellos veteranos que busquen una experiencia más relajada al dejarnos caer guiños y referencias constantes. Llega un punto en el cual las culturas y costumbres de los cazadores y los Riders chocan, y resulta gracioso ver cómo se sorprenden y comentan acerca de la "barbaridad" que resulta entablar amistad con una bestia.
Explorar todo territorio situado más allá de la frontera de Villa Hakum resulta altamente gratificante, pues aparte del objetivo principal que nos permite avanzar en la historia siempre podemos desviarnos un momento para realizar una importante variedad de acciones, que van desde los combates contra monstruos y la posibilidad de adentrarse en cuevas para conseguir huevos hasta la recogida de materiales y compleción de tareas asignadas previamente en cualquiera de las aldeas visitadas. Todo se desarrolla de manera natural, con una curva de dificultad que se desarrolla de manera correcta y una armonía que permite disfrutar de cada uno de los distintos paisajes temáticos. Pero lo más importante es que en ningún momento se tiene la sensación de que se pueda perder el tiempo, todo lo contrario, toda acción tiene su recompensa, algo muy bien medido que favorece la diversión e incita a ir a por el cien por cien del juego.
Bebiendo de aquí y allá sin perder la identidad
En 'Monster Hunter Stories' la acción es sustituida por combates por turnos a través de un sencillo pero adictivo sistema de piedra, papel, tijera donde tanto Rider como Monstie aliado pueden escoger realizar ataques técnicos, ataques potentes y ataques ágiles. El monstie atacará y elegirá objetivo automáticamente, aunque una vez vaya aprendiendo habilidades podremos ordenarle que ataque utilizando esa habilidad concreta. El vínculo entre humano y bestia no se limita a ser un simple embellecedor para la historia y toma parte activa en estos combates. De este modo, cumpliendo ciertos requisitos ambos podrán realizar ataques dobles más poderosos e incluso la bestia permitirá que el Rider monte sobre ella para cargar un ataque más potente de hasta tres niveles de poder.
La franquicia Pokémon también ha aportado su granito de arena a la hora de influir a los creadores de 'Monster Hunter Stories', quienes han tenido en cuenta los IV del universo de los monstruos de bolsillo para implementar un sistema de genética para los Monsties que hace que no existan dos criaturas iguales. Cada Monstie desarrolla al nacer habilidades y atributos que no se verán repetidos en otra criatura de la misma especie, y a través del rito canalizador, un sistema de fusión basado en casillas a lo tres en raya, podremos hacerlos todavía más fuertes. Con este sistema se nos invita a adentrarnos en el interior de cada cada cueva que veamos en campo abierto para tratar de llevarnos un huevo del nido y hacerlo eclosionar en el establo. Si es una criatura débil podemos liberarla o fusionarla para fortalecer a otra bestia, si es fuerte nos interesará conservarla en el establo. Eso sí, se echa de menos algún sistema de intercambio de Monsties entre usuarios, y el hecho de que las criaturas no vean alterado su aspecto -no crecen ni evolucionan- resulta incomprensible.
El juego cuenta además con un interesante modo multijugador que permite medir el poder de nuestros Monsties contra otros jugadores. Lo interesante de todo es que estos combates no se limitan al modo local, sino que también podemos desafiar a jugadores de todo el mundo gracias a la conexión online. Nos convendrá también hablar periódicamente con el conectigato, un felyne que encontraremos en muchas aldeas y que nos permite descargar DLC gratuito así como escanear códigos QR y los amiibo de la colección 'Monster Hunter Stories' -si es que decidimos importarlos de Japón-.
Un sólido acompañante de 'Yo-kai Watch 2: Mentespectros' y 'Pokémon Ultrasol' y 'Ultraluna'
En la etapa de vida final de Nintendo 3DS la compañía de Kioto ha decidido apostar fuerte por aquel público que aún es fiel y disfruta de esta consola que durante tantos años nos ha dado tan buenos momentos. 'Monster Hunter Storie's destaca indudablemente como uno de los mejores títulos de esta etapa de despedida, y resulta toda una sorpresa que haya sido la propia Nintendo la que se haya animado a traer el juego y traducirlo al español para que podamos disfrutar del que probablemente ya sea el mejor spinoff de Monster Hunter. Un juego redondo que sin lugar a dudas gustará, no solo a pequeños y desconocedores de la franquicia, sino también a los veteranos y adultos.