El 7 de Noviembre 2012 | 17:35
Electronic Arts estaba dispuesta a proponer otro rival para 'Call of Duty' ya que su 'Battlefield' difería notablemente en el estilo de juego multijugador aunque ambos concurrían en que la campaña posiblemente era lo de menos aun siendo ambas muy buenas. Así nacía 'Medal of Honor' que sin usar ningún subtítulo adicional pretendía hacer olvidar la magnífica saga de la Segunda Guerra Mundial que tan buenos momentos nos dio antes de la llegada de los de Activision. La primera entrega fue bastante interesante, con unos personajes no muy profundos pero que imponían respeto y unas misiones francamente espectaculares y adictivas. Con 'Medal of Honor: Warfighter' han buscado mejorar el apartado online y darnos una experiencia de campaña aún más inmersiva. A pesar de que se nota el intento, se queda en eso y no logra entregar una verdadera experiencia que nos haga olvidar el resto de títulos del género.
Danger Close toma las riendas de esta franquicia y lo hace relativamente bien en algunos aspectos pero deja ciertos errores de jugabilidad casi imperdonables solo por lo absurdos que resultan. El motor Frostbite 2 que presta su apoyo para intentar dar una experiencia gráfica similar a la del último juego de DICE se acerca bastante en PC sin llegar a mostrar lo que realmente habría sido capaz. Unas texturas que no están del todo trabajadas nos ofrecen un apartado visual muy bueno pero algo mejorable.
Si pasamos al marco técnico encontramos unos cuantos fallos y bugs en la primera versión, que requieren de un temprano parche para corregir algunos de estos errores. Es algo que hoy en día ya no nos sorprende porque se ha convertido en al go más común que esporádico.
Más historia, peor trabajada
Al comenzar la campaña vemos una historia más profunda, con cinemáticas antes y después de cada misión que van saltando de un momento a otro bailando entre varias semanas antes de la actualidad causando una ligera sensación de mareo narrativo. Las misiones muchas veces nos presentan un equipo muy reducido, en otras ocasiones con unos cuantos compañeros más y en un caso concreto una misión algo absurda que consiste únicamente en hacer un disparo a un barco secuestrado por piratas, tarea que no nos llevará ni 2 minutos.
Aunque siguen siendo divertidas y plantean muchas veces unos escenarios increíblemente devastados por la guerra o catástrofes climáticas, suelen ser bastante cortas y nos dejan una sensación de que no sacamos todo el potencial jugable. Las armas que podemos usar son limitadas y de hecho no podremos cambiarlas con las que encontremos en el suelo más que de forma temporal. En lugar de coger un arma y quitarnos de encima la que tengamos equipada, seguiremos con las armas por defecto y llevaremos esa extra hasta que seleccionemos las otras, momento en que la nueva adquisición caerá al suelo de nuevo. Es sin duda un gesto bastante tonto. Imaginamos que con esto pretenden dar una sensación de realismo, de que no somos un tanque com patas que puede llevar todas las armas habidas y por haber, pero siendo un juego de guerra donde la gente busca espectacularidad es más un lastre que ninguna otra cosa.
Trepidantes misiones que no son de combate
Hay que hacer mención especial al hecho de que algunas de las misiones más trepidantes y generadoras de adrenalina son precisamente aquellas en las que no disparamos. Una de ellas se trata de una persecución en coche. para nuestro gusto es demasiado extensa ya que no aporta nada y no sucede ningún evento inesperado que añada emoción a la carrera, pero ciertamente aumenta el ritmo de la acción respecto a cualquier escenario de intercambio de balas. Otra es la que consiste en una huída en lancha por las inundadas calles de una ciudad arrasada por las lluvias mientras los enemigos nos disparan desde todas partes y buscamos una zona de recogida segura con varios heridos a borde de la embarcación. Si las misiones de combate puro y duro nos hubieran presentado una situación límite como estas tal vez la atención del usuario en el modo de un jugador habría sido mucho mayor.
La duración de la campaña no aspira a durar más de 6 horas si jugamos a una dificultad media. Si en el modo más exigente de todos intentamos hacer las cosas a lo loco o no somos muy expertos en esto puede llevarnos un poquito más, pero desde luego el modo un jugador no despunta por una historia realmente larga. Teniendo en cuenta que lo divertido del juego es el multijugador, es algo menos criticable, pero si vemos que durante la campaña de publicidad le daban algo más de bombo a la campaña, se nos hace muy corta para lo que esperamos, y sobre todo si resulta que ni siquiera logra conmover o ilusionar. Se puede decir que cumple con su función de forma estricta y básica, sin llegar a más.
Un multijugador muy atractivo
Por último pasamos al modo competitivo, que es donde la compañía se ha explayado. Sin poder superar a ninguno de sus rivales, resulta un apartado más que entretenido. Con escasos modos de juego pero bastante resultones y apoyados por la combinación de los distintos mapas nos regalará bastantes horas de juego. Las partidas se dividen en los modos clásicos de capturar la bandera enemiga, asaltar al enemigo o simplemente combatir por equipos a muerte. A medida que jugamos y ganamos puntos por muertes, asistencias o terminar partidas podemos desbloquear nuevas armas o piezas de artillería. Así, iremos consiguiendo silenciadores, culatas, lanzagranadas y demás. El grado de personalización del arma puede ser realmente amplio y ofrece un punto más de interés para el jugador más exigente.
Conclusiones
En general, 'Medal of Honor' nos deja una sensación más fria que el prime juego. Con una campaña que tiene mayor trasfondo no logra impresionar tanto al jugador como la primera parte cuyas misiones eran simplemente más divertidas. Con el multijugador am implementado un sistema de compañeros y escuadra con el que se fomenta el verdadero juego en equipo y la combinación de partidas y mapas sumada a la variedad armamentística es un dato a tener en cuenta en el que sí supera a su predecesor, pero por lo general, se queda a trás y no logra alzar el vuelo por encima d lo que esta saga llegó a ser tiempo atrás.
Se trata de un juego interesante con un apartado multijugador más que aceptable que gustará a los aficionados al género, pero no logrará cumplir las expectativas de los más exigentes y fieles de la saga.
Lo mejor:
Un amplio multijugador con muchas posibilidades de personalización. Recorremos muy diferentes escenarios. Efectos visuales y sonores a la altura.
Lo peor:
Campaña floja y corta. Ciertos fallos de programación y bugs. En campaña no se pueden sustituir las armas de forma permanente durante una misión.