Parece que fue ayer, pero maldita sea, ¡ha pasado más de una década! Nada menos que en el año 2001 fue lanzado para PC 'Max Payne', un título que revolucionó por completo el mundo del videojuego por dos estandartes principales: su narrativa noir y el denominado tiempo bala.
Ahora, gracias a la enorme expansión de los dispositivos móviles, los poseedores de un iPhone 3GS, iPhone 4, iPhone 4S, iPod Touch 4 y las tres versiones de iPad tienen la posibilidad de disfrutar de las aventuras de Max en cualquier lugar. Además, es el mejor aperitivo posible para 'Max Payne 3' que continuará la saga en PlayStation 3, Xbox 360 y PC tras varios años de ausencia.
Un clásico atemporal
Tanto para quien lo jugase en su época como para quien haya cometido el pecado de no hacerlo, el principal aliciente de esta adaptación es su oscura trama argumental, la cuál consigue atrapar al jugador de forma inmediata. Un homenaje al cine negro que sentó las bases de una nueva forma de narrativa en el mundo del ocio electrónico.
La historia de Max comienza cuando un día llega a su casa y descubre que tanto su mujer como su bebé recién nacido han sido asesinados por unos yonkis adictos a V, una droga distribuida por la mafia. Este es sólo el punto de partida, ya que Payne deberá además huir de la policía tras haber sido inculpado del asesinato de su superior. Todo un cúmulo de despropósitos y desdichas causantes de que el protagonista roce la locura en su particular cruzada.
Las escenas que desglosan el argumento son narradas a modo de viñeta de cómic, algo que encaja perfectamente con un juego para dispositivos móviles. Además, están localizadas a nuestro idioma, algo que agradecer a pesar de que en el doblaje se aprecia bastante el paso de los años, ya que resulta bastante pobre.
Control dispar
Uno de los puntos más peliagudos a la hora de trasladar un juego de este calibre a un medio táctil es sin duda el control. Aunque en los compases iniciales cuesta un poco adaptarse, con el paso de las horas se ejecutan las acciones de forma sencilla e intuitiva. A ello ayuda además la posibilidad de realizar ajustes personalizables, pudiendo distribuir por toda la pantalla los diversos botones al gusto del consumidor.
Por medio de dos joysticks virtuales dirigimos el movimiento y la visión de Max, dejando el interfaz de la pantalla lo más despejado posible. Para facilitar aun más la tarea, a la hora de hacer frente a los enemigos se hace uso de un apuntado semi-automático. Algo que hay que agradecer, ya que debido al frenetismo que caracteriza la aventura, sin su implementación sería muy complicado progresar con éxito y acarrearía que más de un dispositivo acabara estampado contra la pared.
A la hora de hablar de 'Max Payne' resulta inevitable hacer referencia a su seña de identidad, el "tiempo bala". Y es que en su época supuso una revolución, ya que fue el primer título en hacer uso de este elemento, que prácticamente coincidió temporalmente con Matrix. A modo de curiosidad hay que destacar que para plasmar la idea de ralentizar el tiempo en combate los chicos de Remedy se inspiraron en las películas de John Woo, al cuál además se hace referencia a lo largo de la aventura, siendo su nombre la contraseña para acceder a una puerta. La cinta de los hermanos Wachowski por tanto, es sólo una casualidad que realmente nada tiene que ver con el bueno de Max.
Cuando sí resulta tortuoso el control táctil es en las fases donde hay que mantener el equilibrio sobre vigas o hay que realizar saltos al límite. Es una pena pero pueden acabar con la paciencia de muchos jugadores, sobretodo en ciertas pesadillas del protagonista. Lamentablemente, no se puede tener todo.
Max se conserva muy bien
La calidad visual es calcada a la de antaño, aunque es cierto que el paso de los años vuelven a hacer acto de presencia en determinadas circunstancias como en primeros planos, y en diversas ralentizaciones cuando se acumulan varios enemigos en pantalla o se suceden explosiones. Aun así, poder disfrutar de la obra magna de Remedy en alta definición resulta toda una bendición. Además, es compatible con el RockStar Social Club, desde el cuál se pueden seguir diversas estadísticas.
Hay que agradecer que se adapte con tanto mimo en los nuevos dispositivos los títulos más clásicos de hace años. Poder disfrutar de la atmósfera de 'Max Payne' en cualquier lugar es un auténtico lujo que hace no demasiado tiempo era impensable. Y a un precio sorprendente, ya que por sólo 2,39 euros resulta casi ofensivo no hacerse con una obra de tanta calidad.