El 4 de Febrero 2013 | 16:48
La franquicia de LEGO lleva ya muchos años entre nosotros. Nos ha dado toda clase de juegos, basados en múltiples universos cinematográficos con un toque humorístico al estilo de los juguetes daneses. Sin embargo, el verdadero triunfo de la marca de TT Games se dio hace poco gracias a 'Lego Batman 2: DC Super Heroes' que introducía por vez primera las voces en esta clase de juegos.
Hasta ese momento solo teníamos gemidos, gruñidos, onomatopeyas varias y alguna que otra carcajada. Pero con las voces se introdujo un factor narrativo importante que no se ha detenido desde entonces. Así hemos llegado al título que nos ocupa y que no es otro que 'Lego: El Señor de los Anillos'.
La clásica historia de fantasía épica escrita por J. R. R. Tolkien y publicada allá por 1954 nos lleva a un antiguo mundo ambientado en la época medieval. Los hombres, enanos y elfos habitan la tierra, eclipsando a otras criaturas como los orcos o los goblins que aúnan fuerzas bajo el estandarte de Sauron, antiguo villano que puso en jaque a todo el mundo hace miles de años.
Érase una vez...
Todos conocemos la historia y la mayoría ha visto las películas de Peter Jackson, que son sin lugar a dudas la fuente de la que bebe este juego al cien por cien. Basándose en sus diálogos, escenas, actores y localizaciones nos vemos inmersos en un mundo lleno de magia y espadas. Todo esto, claro está, en versión infantil con los populares muñecos de plástico que a pesar de sus limitaciones fisionómicas, no fallan a la hora de dar vida a esta fantástica aventura una vez más.
Comenzamos, igual que en el film, con la historia de como Isildur derrotó a Sauron pero falló a la hora de destruir el anillo, quedándoselo para sí y cayendo en desgracia. La épica batalla a los pies del Monte del Destino donde hombres y elfos luchan codo con codo nos da el punto de partida para un juego que no hará más que ir subiendo en interés.
Misión a misión vamos completando las tareas que dan forma a los actos principales y de mayor peso de películas y novelas. Una vez más tenemos un mundo abierto que representa a escala lo que ha de ser la propia Tierra Media. Partimos de la pacífica Comarca y vamos avanzando. Seguimos los puntos de ruta que aparecen en el mapa y en la pantalla de misión en misión y así repetimos la acción que ya todos hemos visto y leído.
La Tierra Media es el lugar ideal para hacer amigos
A medida que conocemos nuevos personajes se van sumando a la lista que poco a poco se va rellenando. De esta lista, la inmensamayoríaa solo se podrán desbloquear comprándolos según los encontramos esparcidos por el mundo. ¿Como los compramos? Pues con las piezas que vamos recolectando en todo momento, ya sea cumpliendo cometidos especiales, siguiendo el argumento o recogiendo los centenares de coleccionables que se reparten en forma de bloques de mithril, cofres dorados, planos de herrería y tesoros.
Todos estos objetos mencionados se pueden conseguir de diversas formas, excepto los cofres dorados que solo se hallan en las misiones y se cuentan por diez en cada una. Los bloques de Mithril son otro cantar. Unos estarán escondidos pero al alcance de ciertos personajes con habilidades concretas, otros se consiguen al cumplir objetivos y los demás nos los dan cada vez que conseguimos el total de cofres o tesoros de cada misión. Es un sistema muy exigente que nos complica la tarea de hacernos con el 100% del juego, pero ese es verdaderamente el reto, ya que de por sí la campaña es realmente sencilla de terminar.
Lo importante para poder desbloquear más y más contenido será usar personajes que cuenten con habilidades como pescar, escalar, romper ciertos tipos de piezas, saltar más alto o lanzar cuerdas y flechas. Lo bueno es que no todo esto será tarea de un único personaje. Saltar muy alto solo lo pueden hacer los elfos, pero desbloquearemos más de uno. Disparar flechas para crear salientes sólo se consigue con Legolas en un principio, pero podemos fabricar en la herrería arcos de mithril. Básicamente cualquier arma o herramienta especial se puede duplicar si visitamos la aldea de Bree y tenemos la cantidad necesaria de mineral.
El reto perfecto para los que gustan de completar los juegos
El problema es que durante las misiones no podemos acceder a estos objetos especiales que vamos atesorando, y a menos que estemos rejugando un capítulo en modo libre no podremos acceder a toda nuestra lista de personajes disponibles. Por este mismo motivo, la mayoría de objetos coleccionables no estarán a nuestro alcance en una primera pasada. De esta forma comprendemos que al finalizar la historia apenas hayamos completado el 30% del juego. Es ahí cuando comienza el verdadero reto. Buscar todas las personalidades creadas por Tolkien, recoger materiales, armas especiales, tesoros y demás. Acudir a cada colina, bosque o cueva en busca de lo que nos hemos olvidado o no hemos podido alcanzar la primera vez. Ese es el objetivo más complicado del juego que, a pesar de ello, es completamente opcional y pensado solo para los que disfrutan desgranando los juegos hasta su último detalle.
Hemos de decir que la aventura está pensada de principio a fin para dos jugadores. Ya sea controlando a Frodo y Sam en su viaje a Mordor, o al resto de la Compañía mientras reclutan tropas para luchar contra Saruman y los orcos, siempre nos acompañará la IA. En ocasiones no presta mucha ayuda y algunas veces realmente nos lo pone complicado. Habrá misiones en las que sucedan dos acciones simultáneas en lugares completamente distintos y si no somos dos jugadores, una de ellas quedará totalmente desaprovechada. Además, el juego permite una libertad de movimiento total y podemos alejarnos de nuestro amigo tanto como queramos. Cada uno puede iniciar un viaje por lugares opuestos del mapa y el juego nunca rechistará por ello, por lo que el juego pide a gritos que lo disfrutemos en compañía
Dada la vastedad de todo esto, el juego no carece de bugs, que aunque rara vez nos fastidian la experiencia, sí que pueden molestar un poco sin llegar a ser traumáticos en modo alguno.
Tan real como la peli misma
En el aspecto de la ambientación el juego cumple de forma sobresaliente. La banda sonora es la original. Los diálogos están sacados directamente de las películas y los escenarios casan perfectamente con lo que hemos podido ver en pantalla muchas veces. A este respecto se puede decir que nos sentimos totalmente inmersos en la experiencia que nos regaló Peter Jackson, solo que con figuras de juguete.
En el aspecto visual, el colorido es estupendo. La Tierra Media tiene el esplendor que se merece. Con oscuras grutas, incandescentes montes de Mordor, floridas colinas de Hobbiton, o los resecos páramos de Rohan y Gondor.
Los gráficos no son perfectos pero se mantienen en la línea de lo que hemos visto hasta ahora en la saga, con unas animaciones muy fluidas que se adaptan a esos cuerpos articulados y montados por piezas.
Conclusiones
En conjunto, el juego tiene esa simplicidad pensada par una aventura infantil, divertida, amena y sin complicaciones. Nos cuenta una historia que, aunque ya conocemos, tiene un nuevo matiz humorístico muy agradecido. La forma de jugarlo es rápida y entretenida. Cuenta con algunas tareas un tanto repetitivas a la hora de avanzar por ciertas misiones pero no se nos hace aburrido en ningún momento.
Es, al margen de otros juegos que se hayan visto acerca de estas novelas, una forma perfecta de invadir la Tierra Media y experimentar sus bondades. Sin duda alguna TT Games ha hecho un gran trabajo y nos ha entregado esta estupenda aventura en un momento en el que la popular marca Lego demuestra que puede competir en satisfacción con los juegos serios que ocupan el mercado.
Lo mejor:
Revivimos las películas con un toque infantil y humorístico. La ambientación es exacta. No nos perdemos ni una batalla. Inmensa rejugabilidad para completar objetivos.
Lo peor:
Tiene una cantidad de bugs notable. Si no juegas con otra persona hay misiones que se hacen complejas o tediosas. El mapa y los puntos de ruta no funcionan con precisión.