Tu nombre es Cole Phelps. Veterano de guerra, ahora en el cuerpo de policía. Siempre al servicio de la justicia, pero con tus propios problemas y tu pasado. Eso no impide que te labres una carrera en la ciudad de las estrellas de cine en su época de mayor esplendor. Suena de película, y es que 'L.A. Noire' es un auténtico homenaje al cine negro.
Rockstar inicia una franquicia que podría darle tantas alegrías como le ha dado a lo largo de los años 'Grand Theft Auto'. Sin embargo, nos encontramos con el total antagonista de la irreverente saga de delincuentes. Ahora somos los buenos, y eso se va a notar en la jugabilidad, que de primeras parece la misma.
Muestra la placa con orgullo
Ciudad abierta, un laberinto de calles y coches por las que conducir el coche patrulla o cualquiera que queramos. Los dueños no se cabrearán, por contribuir con la policía hacen lo que sea. Pero se acabó el ir "a saco" pisando a fondo el acelerador. Primero, los coches de época no aceleran precisamente como los de ahora, y segundo, lo que se rompe se paga.
En eso los de Rockstar demuestran una vez más que en detalles son los primeros. Sobre todo, como hemos visto 'GTA' tras 'GTA', con la psique de los personajes. Desde Phelps hasta los testigos, todos con una personalidad muy definida, con su pasado y reacciones determinadas. No son planos ni están puestos en la historia porque sí, como toda buena película, el guión está muy cuidado.
Un nuevo concepto de jugabilidad
'L.A. Noire' se divide en casos, unos cuantos por cada rango que puede conseguir el protagonista dentro del cuerpo de policía de Los Angeles. Todos van hilados con la historia personal de Phelps y su misterioso pasado. La mayoría recuerdan a típicas situaciones de la época: corrupción, violencia de género... Son lo suficientemente interesantes como para invitarnos a indagar todo lo posible.
En eso se ha creado una jugabilidad que creará escuela. Mezcla de sandbox con aventura gráfica, la resolución de los casos pasa por varias fases. Primero analizamos la escena del crimen, los objetos y pistas que nos ayuden a descubrir los posibles sospechosos y dónde podemos encontrarlos. La vibración del mando y la música nos marcará si vamos por el buen camino o si aún nos quedan pistas, pero se puede desactivar para aumentar un poco la dificultad del proceso. Es un trabajo minucioso y puede resultar monótono, que es el gran inconveniente de este juego.
Aunque los casos en guión resulten muy llamativos, una vez resuelto uno los demás prácticamente no varían en la manera de resolverlos, cayendo en una monotonía que sólo puede evitarse si de vez en cuando realizamos alguno de los casos menores desperdigados por el mapa. Por suerte, una vez entramos en la parte de los interrogatorios, la cosa mejora.
Expresiones casi reales
Y es que el sistema de captura de movimiento convierte a 'L.A. Noire' en uno de los títulos más impresionantes visualmente. No sólo por la ciudad de Los Angeles (Rockstar es especialista en el diseño de urbes) sino sobre todo por los movimientos de la cara. Vitales para saber si el entrevistado miente o dice la verdad, y por lo que merece la pena al menos probar el juego. Si deducimos bien las reacciones de los sospechosos ganaremos puntos de intuición para "echarnos un cable" si en algún momento nos quedamos atascados.
La dificultad es relativamente ascendente, pero muy básica. El juego es más de paciencia que de habilidad. Porque en ningún momento vamos de tener problemas para terminar un caso, pero lo haremos con más o menos "limpieza", lo que supondrá más puntos y alguna que otra recompensa. No supondrá un reto para casi nadie, lo que nos permitirá deleitarnos con las historias y con la ciudad.
Cayendo en la monotonía
Los momentos de acción también son escasos y algo repetitivos. Peleas cuerpo a cuerpo algo simples, y persecuciones al volante o a pie que sí nos tendrán en tensión durante unos minutos. Pero recordamos el hecho de que somos la policía, tenemos que medir nuestras acciones para no alterar el orden público.
En definitiva es un muy buen inicio de algo que podría llegar a ser muy grande. En gráficos explota toda la capacidad de nuestra consola, y el guión como siempre es de diez. En cuestión de jugabilidad deberán buscarle una vuelta de tuerca para evitar que resulte lo mismo una y otra vez. Pero la semilla que Rockstar acaba de plantar puede darle muchos frutos si saben mantener la esencia de película y la misma calidad narrativa y visual. 'L.A. Noire' merece ser probado, no dejará indiferente. Nos espera una auténtica película que nos tendrá enganchados de principio a fin. Y por supuesto queremos más.