El 4 de November 2011 | 15:42
A pesar de que siempre ha habido videojuegos con los vampiros como protagonistas, la moda impera y hemos de sufrir el mordisco de los monstruos de moda donde menos lo esperamos. Incluso en historias donde sólo podrían estar metidas con calzador. ¿O no? Cole McGrath se pone terrorífico, y el resultado es positivo.
'inFamous: Festival of Blood' recuerda mucho al experimento de 'Red Dead Redemption: Undead Nightmare'. Pero la idea es la misma: si un juego es ya de por sí bueno, un añadido no tendría por qué estropearlo. New Marais se llena de vampiros para celebrar Halloween, pero sigue siendo New Marais.
Separado de la historia principal, nos encontramos en una trampa mortal en la que Cole sirve como resucitador de Bloody Mary, una poderosa chupasangre que libera a los de su gremio para sembrar el caos. Nuestra labor será devolverla a las llamas, de donde nunca debería haber vuelto. Pero hay una pega.
Al morderle, Cole se ha transformado en uno de ellos, y ahora necesita sangre para vivir. El bien y el mal se difuminan porque la sed de sangre es una necesidad básica para él, no una elección. Así que podemos morder a cualquier inocente habitante sin miedo a vernos afectados negativamente. Se echará de menos, pero también es un soplo liberador que nos permite hacer nuestra real gana.
Volar como un murciélago
Además, la sangre es muy importante para disfrutar de nuestros nuevos poderes vampíricos. No serán muchos, contamos con la visión con la que distinguimos al humano del monstruo, o la muy interesante y divertida nube de murciélagos, con la que podremos surcar los cielos de New Marais, hasta que gastemos toda la sangre.
Ello se suma a los ya conocidos, porque la electricidad corre aún por nuestras venas, permitiéndonos lanzar bolas de fuerza u ondas expansivas, además de cambiar el pararrayos por una cruz para el ataque cuerpo a cuerpo.
Sucker Punch ha querido que nos tomemos un respiro manteniendo la misma esencia pero con una ciudad llena de hogueras. El nuevo aspecto de Cole está muy conseguido pero por ejemplo peca de simpleza al tener muy pocos diseños tanto de habitantes como de enemigos. Estos últimos tienen el mismo problema que en 'inFamous 2', o son muy simples o tremendamente difíciles. No llegarán a ponernos en un aprieto normalmente pero le ponen una dificultad a veces necesaria para los veteranos en las aventuras de cómic.
El modo de juego es el de siempre: misiones principales y secundarias a lo largo de la ciudad, mientras buscamos la manera de acabar con Bloody Mary antes de que salga el sol, como si fuera la bestia de 'inFamous 2'. Aparecen sin embargo las misiones creadas por usuarios, una posibilidad que gustará a los que tengan ambición creativa, pero que no afectará al juego en sí.
Otros extras que encontraremos son, por ejemplo, la búsqueda de vasijas para aumentar nuestro nivel de sangre o las historias de Bloody Mary, a modo de las parabólicas de 'inFamous'. Este spin-off no será muy extenso, pero es también una manera perfecta para acercarse al mundo de Cole McGrath si no lo hemos hecho antes, sobre todo por no necesitar el juego original y ser bastante barato.
La innecesaria varita
Al ser exclusivo de Sony les habrán presionado para incluir la compatibilidad con el mando Move. Algo que no convence para nada, resultando un añadido engorroso e innecesario. Movimientos bruscos de la cámara y forma muy poco precisa de apuntar es lo que puede ofrecer la varita, que no es cómoda ni siquiera cuando vamos volando. Es algo obligatoriamente prescindible.
Salvo este problema, que por suerte no afecta al resto, 'Festival of Blood' se convierte en un regalo para los amantes de 'inFamous' que podrán disfrutar de unas pocas horas más con la fórmula de mundo abierto, que sigue demostrando mantener el tipo, ya sean vampiros, monstruos o cualquier cosa. Cole es imparable y su nueva "estética" no le molesta, aunque tampoco le haga ganar puntos.
Lo mejor:
Sigue siendo 'inFamous'. La posibilidad de "volar". Morder a los inocentes. Más posibilidades online. El aspecto de Cole. El precio.
Lo peor:
El innecesario mando Move. No aporta mucho a lo ya visto. Deja algo indiferente.