El 24 de Marzo 2012 | 19:45
Allá por 2008 Ubisoft anunciaba 'I am Alive', un juego de supervivencia en un mundo totalmente destruido por la acción de la naturaleza. Lejos de este guión, la compañía gala, fiel a su estilo, "hypeó" el juego hasta cotas insospechables, lo que provocó que una vasta legión de usuarios estuviese deseando hacerse con él. 'I am Alive' tenía prevista su salida para 2010 pero se retrasó hasta este marzo de 2012. Ahora, y con el juego entre las manos, podemos decir que ese hype está cumplido a medias tintas.
"Bienvenidos a mi futuro de mierda"
En esta aventura Ubisoft Shangai, estudio desarrollador, nos pone en la piel de Adam Collims, una persona normal y corriente, como tú o como yo, que realiza un viaje de negocios hasta la costa este. Sin embargo, una vez que llega allí ocurre "El Desastre": una serie de terremotos (y otros condicionantes naturales) acaba con la totalidad de la población, sumiéndola en el caos más absoluto. Collims, que vive en la otra punta de lo que suponemos que es Estados Unidos, está preocupado por la situación de su mujer y su hija, con las que no puede contactar.
De esta manera, y después de muchísimos kilómetros andando, el protagonista de esta historia llega a Haventon, su ciudad natal, para encontrar a sus seres queridos. Pero su ciudad, la que una vez también fue grande y majestuosa, está hecha un desastre, como todo el globo terráqueo. Y para colmo, su familia no está en su casa, por lo que tocará encontrarla.
Con este panorama tan desolador comienza 'I am Alive', un título que no va a darte miedo pero sí te va a sobrecoger en alguna que otra ocasión. El principal motivo este pequeño "susto" se debe a que Collims, como buen ser humano, no podrá escalar todo lo que le pidas (algo que sí ocurre con Nathan Drake y sus 'Uncharted', por ejemplo), sino que cuenta con una barra de resistencia y otra de vitalidad. La primera se gasta cuando corremos, escalamos, descendemos, etc. (cuando se realiza ejercicio físico, vamos), y la segunda se gasta cuando entramos en combate o la barra de resistencia comienza a decrecer.
Para recuperar ambas barras será necesario encontrar provisiones a lo largo de la ciudad, desde botiquines comunes hasta botellas de agua, inhaladores o carne de rata (cualquier cosa es buena para llenar el estómago). Por suerte, la barra de resistencia también se rellena cuando nos quedamos quietos en una superficie plana o creamos un punto de apoyo mientras estamos escalando (puntos de apoyo que habrá que coger previamente en Haventon). Por tanto, el primero reto que presenta 'I am Alive' es su vertiente aventurera, que te pondrá de los nervios más de una vez. ¿Por qué? Porque no hay situación más angustiosa que estar trepando un edificio y ver que la barra de resistencia va a menguar de un momento a otro, metiéndote un tremendo castañazo si no encuentras rápido una superficie para descansar.
Aquí está el primer punto fuerte del título de Ubisoft, pero no sólo la vertiente aventurera se para aquí. Durante las seis horas aproximadas que dura la historia principal, Collims tendrá que recorrer parajes sacados del propio 'Fallout'. Por ejemplo, debido a la enorme nube de polvo que circula por la base de la ciudad, nuestra barra de resistencia también se agotará ya que no encontraremos aire puro y limpio. Si a esto le sumáis que para encontrar este preciado oxígeno tendremos que elevarnos hasta un determinado punto, con su consecuente escalada y pérdida de resistencia, pues la presión puede jugarnos una mala pasada y hacernos caer derrotados. Y ojo con esta cuestión, ya que los "reintentos" escasearán (sobre todo si lo juegas en modo superviviente, el más difícil) y tendremos que tener mucho cuidado de dónde ponemos un pie (en caso de morir aparecerás en el último guardado automático).
A todo esto tenemos que añadirle que, mientras que vamos cumpliendo determinadas misiones principales, iremos encontrando personajes por la ciudad que nos pedirán ayuda. Uno por ejemplo puede pedirte agua, otro una batería para levantar la máquina que le atrapa el pie y otra, simplemente, que la salves de sus captores. Gracias a estas misiones secundarias el juego amplía su riqueza argumental, así como la obtención de algunos "reintentos" adicionales por salvarles el pellejo.
La ley de la jungla
Como toda buena ciudad sumida en el caos, el vandalismo está a la orden del día. ¿Policía?, ¿ejército?, ¿control? Eso no existe cuando la comisaría más cercana está entre los escombros, así que sólo vale una cosa: la ley de la jungla, sobrevive el más fuerte.
Con esta premisa del grande se come al pequeño, durante la historia iremos encontrándonos a determinados enemigos, que son ahora los dueños de la ciudad, y que nos pondrán en serios apuros. Para poder acabar con ellos hay multitud de formas, desde coger un machete hasta dispararlos, pero precisamente en este punto, en el de la acción, está el mayor lastre de este juego.
La mecánica es sencilla a la par que repetitiva y tosca. Todos los combates comienzan con un grupo de enemigos acercándose, te pegan un empujón y tú debes reaccionar. La mejor manera es esperar a tenerlos cerca y hacer un ataque por sorpresa cortándole el cuello al primero de los susodichos para, posteriormente, intimidar al resto. Esto se consigue gracias a nuestra arma y pulsando el botón X del pad, que servirá para dar órdenes. De esta manera, los enemigos empezarán a temer por su vida y pedirán clemencia. Es entonces cuando tenemos que tomar una decisión: la más sencilla pasa por ir metiendo miedo hasta que se acerquen a un saliente (y tú los empujes); y la más difícil pasa por disparar a uno y liarte a golpes con el resto. ¿Por qué la más difícil? Pues porque las balas prácticamente son inexistentes y con suerte tendrás una o dos en la pistola, y porque el sistema de combate cuerpo a cuerpo es realmente malo y tosco.
Y sí, el toque de acción es el principal problema que tiene el juego, ya que el aventurero gusta (y mucho), pero las secuencias de combate se hacen bastante pesadas en cuanto llevas unas cuantas. No obstante, destacar que a medida que avanza la historia iremos encontrando nuevas armas como un arco, o nuevos enemigos con los que tendremos que tomar otras tácticas (pero no muy diferentes).
Y para ir finalizando, los gráficos y el sonido. El primero de estos apartados es notable, sin llegar a ser de sobresaliente. Una paleta de colores sobrios, oscuros, con una buena recreación de las partículas de polvo y el uso de sombras bastante bien empleado. El modelado de los personajes también es correcto, aunque no destaca tanto como sí lo hace el escenario, donde todo está destrozado y bien recreado (y con muchos elementos no humanos en pantalla). Y en cuanto al sonido, un doblaje al inglés que cumple con su cometido, al igual que la banda sonora, aunque cabe resaltar los efectos sonoros que meten tensión en el cuerpo del jugador (y a eso hay que añadirle también la correspondiente barra de resistencia, que crea una gran simbiosis sonora).
'I am Alive' es una correcta producción que destaca por su ambientación, su toque aventurero y por entretener si te gusta estar al límite. En cambio, es una pobre producción si lo que buscas es un juego de acción, que tenga unos gráficos muy buenos y que el ritmo de la trama no sea lento. El mayor "pero" que tiene es que quizás se esperaba mucho más de él…
Lo mejor:
La ambientación. El toque aventurero, con situaciones al límite, es muy bueno. El conjunto en general no desentona.
Lo peor:
Las partes de acción son bastante sosas y malas, aunque sí son difíciles y crean tensión. La trama puede parecer lenta para algunos jugadores si no tienen paciencia.