Análisis de 'Horizon Zero Dawn - The Frozen Wilds' para PS4: una expansión necesaria

Si hasta hace unos días no recordabais que 'Horizon Zero Dawn' existía o pensabas en él como un lanzamiento de 2016, no pasa nada, no estáis solos. El de Guerrilla es uno de esos juegos sobresalientes que llegan durante el primer trimestre de un año y se ven sepultados por los futuros grandes estrenos. Además 2017 no ha sido un año normal, hemos tenido nueva consola de Nintendo, nueva consola de Microsoft, un 'Zelda', un 'Mario' y un 'Assassin's Creed' como hacía tiempo que no lo había. Por suerte ahora llega 'The Frozen Wilds' para poner punto y final a esta nueva licencia exclusiva de PS4 con una expansión a la altura de las circunstancias.

Un necesario capítulo adicional

'The Frozen Wilds' se presenta como una expansión que pretende ofrecernos justo lo que se espera de este tipo de contenido adicional de pago, ni más, ni menos. Todo lo que cabría esperar está presente, desde un nuevo arco argumental, hasta una nueva zona que explorar, misiones principales y secundarias, coleccionable, atuendos, armas, enemigos nuevos y una extensión de la historia que nos permite saber un poco más del pasado y el presente de esta nuevo universo que nació el pasado 28 de febrero en PS4.

Aloy, tras abandonar a los Nora para desentrañar los secretos del Viejo Mundo y ganarse la reputación de guerrera que se le negó al nacer, termina explorando selvas, desiertos y montañas donde habitan todo tipo de tribus y máquinas. En este nuevo capítulo que actúa casi como un epílogo nuestra heroína sigue explorando esta porción de norteamérica, llegan en esta ocasión a Yellowstone, el conocido Parque Nacional estadounidense coronado por la Caldera de Yellowstone, parte importante de esta nueva historia.

Gracias a esta expansión conoceremos mucho mejor a los Banuk, tribu cuyo nombre no es la primera vez que oímos, pues diversos miembros de la misma vagan por zonas del juego principal y uno de los personajes más importantes de la historia base pertenece a estos guerreros. Pronto descubrimos que en la cultura Banuk la supervivencia es la máxima prioridad, el honor y la reputación se obtienen mediante la caza en parajes congelados. Cada grupo de guerreros de esta tribu se denomina Werak, pequeñas tribus secundarias que cuentan con su propio caudillo y su chamán. Todo esto viene a colocarnos de nuevo ante esta curiosa sociedad tribal que Guerrilla ha creado en contraposición a la alta tecnología de las máquinas, dando una personalidad a la licencia que buena falta hacía en el género de los mundos abiertos.

Aloy como abanderada del progreso

Todas estas agrupaciones aborígenes que tratan a la tecnología abandonada por Los Antiguos como creaciones de los dioses son necesarias para mostrar a Aloy como analogía del progreso. A pesar de que cuando llevamos a El Tajo (la nueva zona en la que se desarrolla toda la expansión) ya hay aires de cambio entre los Banuk, es Aloy quien desencadena una serie de acontecimientos que invitan a la reflexión, al posible estudio del pasado para comprender el presente y el futuro y a combinar la espiritualidad de la fe con la evolución mediante la ciencia. Éste es un mensaje que ya transmitía el juego original y es importante saber que sigue presente en el nuevo capítulo, que no ha sido solo trabajado para añadir nuevo contenido jugable, si no que también es coherente con la historia original.

Durante las nuevas misiones a completar veremos como la mujer lucha continuamente por abrirse paso entre una sociedad que de nuevo se ha erigido como patriarcal. A pesar de esto las diversas sociedades que vemos tanto en el juego base como en The Frozen Wilds parecen más avanzadas que las que tenemos hoy día en las calles. Las mujeres pueden optar a grandes cargos dentro de las tribus como caudillos y chamanes, de hecho las nuevas guerreras que conoceremos en este último viaje pelearán por su libertad en igualdad de condiciones, lucharán por escapar de las tradiciones de sus tribus no porque las discriminen por su sexo, si no porque les priva de su libertad como individuos al obligarlas a acatar unas normas arcaicas.

Vengo a contar todo esto porque si lo que cautivó del juego original era su construcción del mundo y los personajes, no tienes nada que temer en esta nueva visita.

Fuego, acero e inteligencias artificiales

Si lo que vienes buscando son nuevas armas con las que destrozar a las criaturas mecánicas que pueblan este universo, también tienes trabajo por delante. Es cierto que la expansión no ofrece ninguna mecánica realmente diferente a las ya vistas en el juego base, salvo la aparición de tres nuevas armas que disparan hielo, fuego y rayos, con sus pertinentes disparos primarios y secundarios, no encontrarás nada que te ofrezca un soplo de aire fresco a la hora de entrar en combate.

Aparecen algunas criaturas mecánicas nuevas, como unos osos bastante más feroces que la mayoría de enemigos ya conocidos y unas plantas que reparan y ofrecen protección a los enemigos si no las sobrecargamos para que nos sirvan. Además una nueva amenaza se cierne desde el interior del volcán de El Tajo y su influencia hace que las máquinas entren en un estado denominado "demoníaco" que las hace más feroces e inmunes a nuestra capacidad para controlarlas.

A estas pequeñas novedades jugables se les suma la presencia de una nueva moneda llamada Brilloazul que sirve únicamente para comerciar con los mercaderes Banuk, consiguiendo así acceso a nuevas prendas pensadas para la resistencia elemental (aunque se echa en falta algo que supere a la armadura que otorga escudo del juego base) y nuevas armas de una potencia mayor a las del juego principal. No faltan, claro, los coleccionables de turno que podremos recoger a lo largo de la nueva zona para completar porciones de la historia pasada del trasfondo del juego.

Las nuevas misiones resultan refrescantes y están escritas con soltura, visitaremos los preciosos parajes helados de El Tajo en muchas de ellas y otras nos llevarán al interior de impresionantes estructuras construidas por los científicos que intentaron reconstruir el planeta después de la primera gran crisis sufrida por éste. Conoceremos a personajes interesantes con un carácter bien marcado y poco olvidables e incluso gozaremos de algún ligero toque de humor para que no se ponga todo demasiado serio.

El Tajo es un lugar espectacular que nada tiene que envidiar a las múltiples zonas que componían el juego original. La presencia de la nieve, las nuevas criaturas y la fusión del color que aportan las tribus al paisaje con el lienzo blanco de fondo es de matrícula de honor. No defrauda la dirección artística en esta ocasión tampoco.

Revelaciones

Sobre lo que la expansión te ofrece una vez haz acabado la historia principal habría dicho que es un Deus ex machina en toda regla, pues sin desvelar nada concreto sí diré que pensé que la conversación final desvela demasiados detalles que parece que no se supieron encajar en el juego principal o en esta expansión. Ahora, tras darle muchas vueltas, lo veo como un regalo, como el premio final. Valoro sobremanera que la recompensa última por completar la expansión sea una clarificación de muchos detalles del pasado y la apertura de posibles puertas a una futura secuela (se podría hacer perfectamente, pero no tengo claro si quiero que pase).

Conclusiones

En resumen 'The Frozen Wilds' es una expansión hecha y derecha, se gana a pulso el apelativo de ser algo más que un DLC por ofrecer nuevo contenido jugable al mismo tiempo que narrativo. Sirve también como empoderamiento de la aventura para un jugador en tiempos en los que su viabilidad está en duda.

Se echa en falta un punto de innovación en lo jugable o algún giro interesante que aporte un punto diferente a esta expansión respecto al juego original, pero aún así cuenta con la cantidad justa de novedades como para justificar sus 19,99 €.