ANÁLISIS

'Hatoful Boyfriend', Don Juan Palomo llega a Steam

Uno de los juegos más raros que te encontrarás en Steam, la visual novel protagonizada por palomas y publicada por Devolver Digital.

Por Xose Llosa 13 de Octubre 2014 | 13:00

JAJAJAJAJA, ¿cómo puede ser posible que haya una visual novel con palomas, palomos, y algún periquito como protagonistas? El por qué surgió esta idea lo desconozco, y no estoy en absoluto seguro de querer saber los motivos, lo que sí sé es que la persona tras 'Hatoful Boyfriend', que así se llama el juego, es el mangaka Hato Moa y llega con el sello de Devolver Digital impreso.

'Hatoful Boyfriend' viene a ser una versión de Marmalade Boy protagonizada por pajarracos. Nos metemos en el pellejo de la única persona de este universo, y por medio de conversaciones y elecciones puntuales tenemos que seguir nuestro día a día yendo a diferentes clases, hablando con otros pájaros, y a fin de cuentas labrándonos un destino piedra a piedra.

El diseño es rompedor

Lo más rompedor del diseño no es que sea un juego protagonizado por pájaros, sino lo grotesca de su representación. Lo podéis ver en las imágenes, la sensación de que casi nos encontramos con la fotografía de una paloma pegada sobre una ilustración contextual visualmente es muy rompedora.

En todos los aspectos técnicos no se escapa que estamos ante un juego con un presupuesto muy ajustado. Los diseños de los escenarios son poco abundantes, y siempre jugaremos sobre planos estáticos acompañados de una pequeña colección de sintonías.

Todo esto es lo que nos asalta las retinas al comenzar a jugar, y es una sensación que nos puede mantener embelesados muchos minutos a medio camino entre la carcajada limpia y la sensación de que es de las cosas más raras que nunca han visto nuestros ojos. Sin embargo, lo que nos encontramos debajo de toda esta presentación es el esquema básico de la visual novel japonesa. Para quién desconozca el género, este es una especie de libro de crea tu propia aventura. En ' Hatoful Boyfriend' el tejido básico del juego es la conversación con diferentes personajes, y en momentos clave la toma de unas u otras decisiones que nos llevarán por unos u otros caminos. A fin de cuentas, es una historia que detrás tiene un árbol de decisiones más o menos identificable sobre el que se sujetan diferentes finales y tramas.

El camino marcado

Arrancamos la aventura y comenzamos a interactuar con una colección estereotipados personajes manga-anime: la chica introvertida, el guaperas, el tío seguro de sí mismo, el altivo pedante al que le acabas por coger cariño... también un profesor bohemio, incluso una pandilla de pájaros punk. Esto son solo algunos ejemplos de la colección de personalidades dispares que se van presentando una tras otra. Uno de los problemas de 'Hatoful Boyfriend' es que el hilo argumental no es claro. Nos engancharán a las conversaciones con chistes de pájaros y lo histriónico de algunos momentos, pero tras esto la vida de Hiyoko Tosaka es bastante insulsa: matemáticas, gimnasia, ahora se va a la feria, un trabajillo de verano... En estos pasajes iremos descubriendo nuevos pájaros para charlar y se irán sucediendo mini-aventuras, pero nunca un argumento cohesionado de principio a fin.

El otro gran problema, este más propio del género que de este juego en concreto, es la propia mecánica. Nuestra interacción con el título se limita única y exclusivamente a pasar líneas de diálogo y de manera demasiado puntual elegir entre un par de alternativas. Se echan en falta algunos minijuegos, escenas de vídeo, y una sensación más acentuada de que nos apartamos del raíl con nuestras acciones.

De repente ¡BAM!

El último gran problema, este fue una sorpresa, es que antes de que te des cuenta el juego se termina. ¡BAM!. En una hora podemos ver una trama de principio a fin. ¿Significa esto que nos hemos pasado el juego en una hora? No, nada de eso. Tenemos un montón de caminos a elegir, por lo que si queremos ver todo el contenido, por necesidad hemos de recorrer en varias veces el trecho entre la pantalla de título y los créditos. Aún así, se hace corto.

Una rareza

En conclusión, esta no es una propuesta que vayamos a incluir como GOTY 2014, pero no creo que nadie esperase esto de un juego de pájaros que van al instituto. Lo que tenemos entre las manos es una rareza, una de las más extrañas que han pasado por mi teclado. Una pieza de consumo rápido que me será difícil de olvidar, y que logró descolocarme llevando mi dedo al F12 de Steam para hacer una captura tras otra. Si esperáis el juego que plantará cara a 'The Walking Dead' vais muy desencaminados; si esperáis el juego con el que echaros una buenas risas con los colegas, entonces sí que estáis en el buen camino.